En la cultura japonesa, el número 4 llama a la mala suerte. Este es uno de los motivos por los que el tunel de Kiyotaki es tan temido, ya que cuenta con 444 metros de largo cuando la galería se mide de noche, pero no es así si se mide de día.
Se trata de un túnel que fue construido en el año 1927 usando esclavos como mano de obra. Muchos de ellos murieron trabajando por el cansancio y las malas condiciones en las que operaban, quedando atrapados sus espíritus en esta zona de la montaña que se considera sagrada.
Aunque son muchas las personas que creen esta leyenda, sigue siendo un túnel muy usado cada día, ya que es la única forma de pasar de un lado a otro de la montaña que atraviesa.
Por este motivo son muchos los peatones que aseguran haber visto fantasmas, y coches reales que han tenido accidentes por la aparición de personas extrañas en mitad de la calzada.
En ocasiones los fantasmas aparecen en el interior del coche cuando se atraviesa el túnel, y pueden llegar a atacar a sus ocupantes con la intención de que sufran un accidente mortal.
Este túnel a las afueras de Kioto no es fácil de encontrar. Por seguridad, nosotros tampoco queremos revelar su ubicación, aunque si buscas en internet, hay muchas personas que han llegado hasta él y han conseguido contar su experiencia.
De todas las leyendas urbanas japonesas, esta es una de las pocas que puedes vivir por ti mismo acercándote expresamente al sitio embrujado, pero te recomendamos que tengas mucho cuidado, porque una aventura así puede ser muy peligrosa.