Henry le paso las llaves de su casa a Billie.
- Y recuerda Billie, _______ tiene prohibidas las salidas, la televisión o el computador por un mes.- le dijo Henry, mientras se subía al auto junto con su esposa.
- No te preocupes, Henry, yo cuidare de ella.- y de qué forma, pensó.
- Gracias por cuidar a _______ por nosotros, no sé qué haríamos sin ti Billie.- dijo Heather a su lado.- espero que no te aburra estar mucho tiempo con ella.- río.
Billie se unió a sus risas. "Si tan solo supieras las cosas que tengo pensado hacer con ella".
- ¡Adiós, disfruten de sus vacaciones!- se despidió Billie, mientras agitaba su mano en el aire.
Cuando al fin los vio desaparecer, se giró y entró a la casa. Sonrío perversamente cuando la vio ahí sentada en el sillón viendo televisión. A la mujer que sus ojos tanto ansiaban ver.
- ¿Ya se fueron Heather y papá?- pregunto _______ en cuanto notó su presencia.
- Si. - dijo sentándose a un lado de ella y quitándole el control. Apagó el televisor.
- ¡Ey!
- Te recuerdo que estas castigada, _______, y mientras tu papá y mi hermana no estén estas bajo mi responsabilidad.- dios, cuanto le gustaba decir esas palabras.
- Pero, tía... si quieres podemos hacer un trato, ¿Eh?
Billie alzo una ceja, interesada.
- ¿Y qué clase de trato?
- No lo sé, mmh. - pensó. - yo te puedo ayudar en lo que quieras, a cambio que me dejes ver televisión. ¿Vale?
Billie suspiro pesadamente. Ella podría ayudarla con muchas cosas y en muchas maneras. Sacudió la cabeza ante los pensamientos lujuriosos que se formaban en su mente.
- Está bien.- sonrío.- acepto tu propuesta.
- Vale, estupendo. ¿Qué quieres que haga?
Billie miro descaradamente su escote, el cual dejaba ver la curva de sus pechos. Madre mía, había fantaseado tanto con esos pechos, que estaba segura que iba a hacer sus sueños realidad. Billie la vio crecer y ahora su cuerpo estaba listo y preparado para recibirla. Sabía que era una locura querer acostarse con su sobrina de apenas 16 años pero ella ya había madurado lo suficiente y Billie ya la había esperado demasiado. Tan inocente, tan virginal, con un aire sexual que era inevitable no sentir... no importaba las consecuencias la reclamaría suya en cuerpo, corazón y alma.
Ninguna mujer la había excitado tanto en sus 24 años.
_______ se fijó en la dirección de sus ojos y se movió en el sillón, incomoda. Pero Billie no se avergonzó.
Era hora de la acción.
- Quítate la camisa.
_______ palideció.
- ¿Qué?
- Quítate la camisa. - repitió. Apretó los dientes.- ahora.
_______ se levantó con la intención de correr a su cuarto, pero Billie la alcanzo, jalándola del brazo y pegándola hacia la pared. Beso su cuello bruscamente, chupando, lamiendo y besando. Joder, estaba excitada y necesitaba follar. _______ tembló en sus brazos.
- No sabes cuantas veces soñé con esto, _______. - susurro Billie, mordiéndole el lóbulo de la oreja. - no sabes cuantas veces me he masturbado pensando que eras tú la que me tocaba. - su voz sonó más ronca. Sus ojos se oscurecieron.- quiero follarte bien duro...
_______ se estremeció ante esas palabras tan sucias. Y se alarmó aún más cuando sintió las manos de Billie dentro de su blusa. ¿En verdad la iba a violar? Intento separarse de ella empujándola, pero Billie no la dejó.
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Bueno, este especial para que entiendan como empezó todo y sepan las edades