-Trato...
Matilde escogía su vestido con críticas y alagos, pero ninguno resaltaba su cintura, hasta que el indicado llegó, de color blanco, detalles con flores de ceda y una no tan larga cola, su cintura se afinaba y sus pechos se levantaban, su piel blanca resaltaba, si cabello dorado estaba recogido y su rostro angelical le daba un toque dulce y sincero, pero por dentro muchas veces sus pensamientos la aterraba, pero no el arrepentimiento, no claro que no, se repetía a ella misma que lo había echo por felicidad, por la suya y la de Thomas, sabía que Thomas no sentía pero no quería admitirlo no iba a admitirlo. Si no le pertenecía a ella, a quien sino?
Matilde se quito el vestido y mando a su empleada a pagar por el. Luego de eso fue directo a la capilla para reservarla sólo para su día.
Por otro lado Thomas sabía que lo hacía por Julieta, pero se pregutaba, '¿Esto está bien?', aún si estuviera mal ¿que mas podria hacer él por ella? no quería que Julieta sufriera, la había recuperado y ahora la había perdido, otra vez. O quizás, nunca la recuperó?
Quizás, es el destino el que pone trampas y dice que su futuro no es estar juntos.
Pero, por primera vez Thomas deseaba equivocarse.
Una de las empleada, prácticamente, había arrastrado a Thomas hasta una zastreria para medirse diferente tipos de trajes para la boda. Las empleadas observaban a Thomas con pena, y él, el no mostraba ninguna emoción, se mantenía serio en todo momento.
Al dia siguiente los preparativos comenzaron, las empleadas empezaron limpiando cada rincon, después pusieron flores alrededor de la entrada, también un rastro de flores blancas y rosas formaban un camino hasta el altar, detalles con ceda color blanca decoraban los asientos de madera y las ventanas todo era perfecto.
Una vez mas Matilde y Thomas se vistieron para su gran boda. Thomas esperaba a Matilde en el altar, su vista se limitaban a observar el piso de madera, Matilde quien había optado por llegar en un carruaje estaba vestida de blanco, su piel resaltaba y apenas se había maquillado sólo un poco, un pequeño velo caía sobre su rostro, además sostenía un pequeño ramo de flores color blancas y otras de un rosa palido. Los instrumentos comenzaron a sonar anunciando la entrada de la novia, el corazón de Thomas retumbaba como loco, no porque este ansioso sino, porque tenía miedo.
Matilde llegó al altar y se posicionó a lado de Thomas, pero él no la miro ni un segundo. El cura recitó las palabras correctas y nos hizo repetir algunas de ellas en ese momento fue la primera vez que Thomas volteó a ver a Matilde ya que tenían que estar cara a cara pero aun así Thomas le resto importancia a la belleza de Matilde, en el momento en que Thomas debía decir el gran "Si" Thomas dudo un poco pero sus dudas de disiparon cuando la puerta de la pequeña iglesia fue habiarta de par en par, recibiendo los casi novios un buen regalo sorpresa.