Era aproximadamente la 1 de la madrugada, desde la llegada de Prince, ambos solo se encargaron de conseguir adornos, decorar y travesear por todo lugar mientras lo hacían, ahora el par se encontraba recostado sobre un sofá totalmente agotados.
—La casa a quedado genial, valió la pena ¡Será una fiesta increíble!—Hablo Michael mientras que miraba a su alrededor con ilusión.
—Claro que lo será— Respondió Prince —¿Y ya tienes tu disfraz?Por qué yo no— Pregunto mientras que lo miraba con una ceja alzada.
—Sí, tengo uno por ahí guardado... espera, te lo mostraré!— Dijo para luego tomar pie de su asiento acercándose a una pequeña caja de mudanza sin desempacar.
Prince simplemente asomó su mirada curioso.
—¡Aquí está!— Exclamó dándose la vuelta nuevamente con un traje azul entre sus manos.
—Eh... ¿Qué es eso?— Señaló el otro con confusión.
—¿No ves? Es un traje de enfermero— Levantó el traje estirándolo frente a él.
—Ah... Sí, ya lo he visto ¿No pudiste conseguir uno más sexy?— Agrego Prince fingiendo molestia.
—¡No! Así debe ser ¿Tu al menos tienes una idea de lo que vestiras mañana?—
El otro quedó en silencio pensando durante unos segundos, hasta que de nuevo le llevo la mirada y sonrió —Sí, me vestiré de un gran personaje llamado Prince de una alucinante película titulada "Purple Rain" ¿Lo conoces?—
Michael inmediatamente cruzo sus brazos, torció sus ojos y se encogió de hombros con una sonrisa —¡Eso no vale!—
—Claro que vale, volveré a mi antiguo look por un día, te encantará— Dijo mientras que se levantaba de aquel sofá buscando su saco blanco.
—Si tu lo dices... Hey ¿Ya te vas?—
Prince comenzó a colocarse aquella prenda, para luego acomodar el cuello de su camisa —Así es, mira que hora es y todavía debo recorrer máximo una hora de viaje de regreso a casa—
Michael solamente bajo su mirada mientras que abrazaba uno de sus brazos —¿No crees que sería algo aventurado? Ya sabes... es tarde, estás cansado, vas en motocicleta... Y ese saco apenas y te cubre!—
El moreno lo miro, mientras arqueaba una de sus cejas y posaba una mano en sus cintura —No sigas, solo dime ¿Quieres que me quedé?—
—No no... Aunque... No estaría mal, de igual modo mañana estarás aquí todo el día ¿No?— Le sonrió ligeramente, a la vez que sobaba su nuca.
—Bien, bien— Se cruzó de brazos —Pero más te vale darme un buen cuarto ¿Tendrás uno de invitados?— Dijo mientras que se alejaba para asomarse entre pasillos.
—No ¿No ves que acabo de mudarme? El único cuarto por ahora con una cama es el mío— Respondió Michael un tanto nervioso.
—¡Oh no!— Miro al menor con un tanto de molestia —¡No dormiré contigo! Déjame el sofá, será mucho más cómodo ¿Qué tal y despierto y tengo tu culo en la cara? ¡No gracias!—
El menor respondió con un par de carcajadas para luego alejarse por el corredor —Está bien su majestad, le traeré un par de sábanas para que pueda dormir cómodamente en el duro y polvoso sofá—
—Sí, sí... Anda, rápido... Tengo sueño—
Después de un rato y ya con Prince recostado incómodamente sobre el sillón, Michael se acerco para dejarle un par de cobijas sobre las piernas —¿Estás seguro de dormir aquí?—
—Sí, seguro— Respondió ya con ambos ojos cerrados, intentando conciliar el sueño a pesar de encontrarse en un alto estado de desacomodo.
—Vale... Pues, descansa— Le sonrió para luego apagar las luces de la sala, saliendo de la habitación a su cuarto.
.
.
.
A la mañana siguiente, Michael llegó con extremo arranque, quitando las sábanas del rostro del moreno haciendo que esté cubriera sus ojos por culpa de los fuertes rayos de luz de la mañana.
—¡Vamos! ¡Arriba!—
—Agh ¡No jodas! ¡Déjame dormir!— Se quejo el otro tomando un cojín cercano para tapar su mirada.
—Es la una de la tarde, creo que ambos hemos descansado lo suficiente— Se acerco para luego tomarlo por los pies y comenzar a tirar de ellos, haciendo que Rogers comenzará a perder el poco equilibrio que mantenía en el sofá —¡Hoy ya es Halloween!—
—MICHAEL JACKSON, SUELTA MIS PIES!—
—¡No hasta que te levantes!—
—¡Ya! ¡Bien! ¡Solo suéltame!— Apenas el moreno lo soltó, rápidamente se sentó sobre el sillón mientras que tallaba sus ojos —¿No ves que su majestad es delicado?— Menciono dramáticamente.
—Ajá, bueno, como sea, por cierto ¿Hicimos lista de invitados?— Se cruzó de brazos.
—No, pero eso déjamelo a mí, yo sé exactamente a quienes invitar— Sonrió ladino.
—Vale...— Respondió el contrario con inseguridad, para luego sacar del bolsillo de su camisa roja unas pequeñas notas y una pluma —Ayer me encargue de anotar el menú de la mesa de postres—
—¿Y? ¿A qué hora llegará la orden?—
—No encargue ninguna orden—
—¿Chefs?—
—No...—
Un corto silencio y miradas clavadas llenaron a ambos por un par de segundos, por parte de Michael había una sonrisa traviesa, por parte de Prince una de desconcierto.
—Debí irme anoche...—
El menor soltó un par de aplausos en el aire para luego dar vuelta tomando camino hacía la cocina —¡Manos a la obra!—
Lamentablemente para Prince, no había nada que pudiera hacer, así que solo se encogió de hombros y siguió al moreno lentamente —Pero si me las vas a pagar Jackson...—