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La última semana paso lenta y aburrida para _______. Mientras que su tía salía, ella se encontraba en su habitación encerrada y estudiando. Más de una vez había tratado de utilizar el teléfono a escondidas, pero como siempre, Billie la pillaba... y todo terminaba de mal en peor.
- ¡Perdón!- había dicho por enésima vez Chelsea, después de lo ocurrido en la fiesta.- no sabes cuánto lo siento, _____...
- Eres una pésima mejor amiga Chelsea.- gruño _______.
- Lo sé. De seguro tu tía debe estar odiándome por dejarte sola.
- No tienes idea de cuánto. Por tu culpa ahora ella está enojado conmigo.
- Lo siento, sé que ella es muy importante para ti y bueno....- suspiro.- la cage.
- Si, la cagaste y demasiado.- dijo molesta.
- Perdóname, _____... juro nunca más volverlo a hacer.- dijo con arrepentimiento, y es que no le gustaba que ella estuviera enojada con ella.- lo lamento...
_______ soltó una risita.
- Esta bien, ya paso solo olvídalo. Si te perdono, tonta.
Chelsea soltó un suspiro de alivio.
- Prometo nunca más hacerlo, linda... oh, por cierto, ¿Quieres venir a mi casa hoy? Necesito hablarte sobre algo...
- No creo que pueda, Chels, es que...- y antes de que pudiera terminar la frase, el teléfono fue arrebatado violentamente de sus manos.- ¡Oye!
- ¿Es que acaso no fui lo suficientemente clara la última vez? Nada de llamadas.- dijo Billie.
_______ la fulminó con una mirada glacial.
- Solamente quería tomarme un tiempo de descanso. Discúlpame por querer divertirme en mis vacaciones.- dijo irónica.
- Pues escúchame bien, mientras este yo aquí, harás todo lo que te diga te guste o no.- dijo Billie, más que una advertencia, parecía una amenaza.
La pequeña no dijo nada más. Era imposible tener una conversación normal con su tía sin que se enfadara y obviamente, la que salía perdiendo era _______. Cuanto extrañaba aquellas noches en que Billie le hacia el amor hasta la madrugada... el caliente contacto de su piel con la suya, y sus besos, aquellos labios que la hacían gozar de placer, eran únicos. Todo en Billie era único, era especial. Y ahora lo veía con claridad, ahora las piezas del puzzle encajaban a la perfección. Ella la amaba. Por primera vez, la estaba viendo con otros ojos, y no como su tía favorita, la cual la mimaba cuando era una niña de trece años. No, era mucho más que eso. La estaba viendo como Billie Eilish.
Y llego aquel día, en que jamás pensó que llegaría, pero se equivocó...
- En un rato más llegaran tu madrastra y tu papá, _______.- le dijo Billie desde la cocina.
- Que bien.-dijo con sarcasmo, sin siquiera verla.
Billie suspiro y camino hacia la sala principal. La vio ahí, sentada en el sillón y leyendo un libro que parecía ser de Química.
- No te noto muy contenta, ¿No te alegra saber de qué llegaran?
_______ suspiro con pesadez y cerró el libro para dejarlo a un lado del sillón. Alzó el mentón y la miro.
- Para serte sincera no. Es más, preferiría que no volvieran.
- ¿Por qué?
- Porque así tendremos que terminar con todo lo que hemos empezado.
Billie se la quedó mirando, tratando de encontrarle el sentido a sus palabras. De pronto, se río con amargura.
- ¿De qué te ríes?- preguntó _______ frunciendo el ceño. No recordaba haber dicho algo gracioso.
- Es que me resulta gracioso, porque... tú y yo nunca hemos empezado algo. Eres mi sobrina, _______. Jamás te miraría con otros ojos.
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