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- ¿Dónde estabas?- pregunto Billie.
- Te deje una nota.- dijo ella para excusarse.
- Te hice una pregunta, _______.- su mirada permaneció en ella, penetrante, fría.- ¿Dónde estabas?- repitió.
- Con Chelsea.- dijo simplemente.
Por un momento no pasó nada. Y luego, todo cambio. Los ojos de Billie se oscurecieron, con algo que parecía terror y su cara se retorció en una máscara de odio. En menos de dos segundos la mayor se levantó y se acercó a ella hecha furia. La tomo de los hombros y la sacudió bruscamente.
- ¡Te dije que no salieras con ella!- y la apretó con más fuerza.
- Tía...me lastimas...- musito, con la cara llena de miedo. Jamás la había visto así.
Billie aflojó su agarre, pero no la soltó. Otro sacudón.
- ¿No pudiste haberme llamado por lo menos?
- Pensé... pensé que estabas enojada conmigo.- susurro, arrastrando las palabras.
- ¿Enojada? No, no.- río con amargura y la soltó, se giró y camino por la sala un lado hacia otro. De repente, se detuvo al seco y la miro. - ¡Estoy furiosa! Maldita sea _______, estaba muy preocupada por ti.
- ¿Pero porque?- coloco sus manos en su cintura, como jarra.- no te entiendo, no estuviste en casa casi todo el día. Me dejaste sola.- sus cejas se juntaron.- por cierto, ¿A dónde estabas ayer?
- Eso no te importa.
_______ la fulminó con la mirada. Billie a su vez, la fulminó con la suya.
- ¡Ah, perfecto! Tu sales cuando quieras y yo también.
- No. Tú no puedes salir con ella.
- ¿Y por qué no?
- Porque es una chica.
Por un segundo _______ no entendió. Y luego la verdad le llego de golpe. Trató de mirarla sin que una sonrisa se le dibujara en el rostro.
- Tía, Chelsea es mi mejor amiga desde que tengo 8 años. Jamás ocurriría algo entre ella y yo.
- ¿Y cómo puedo estar seguro de tus palabras?
_______ camino hasta quedar al frente de la otra chica. Acaricio su mejilla con la palma de su mano. La sintió tensa, pero al mismo tiempo suave.
- Solo confía en mi.- dijo mirándola a los ojos.
Billie atrapo su mano de la mejilla y la bajó para entrelazar sus dedos, sin dejar de mirarla a los ojos.
- Lo lamento si te asuste, princesa. Es que no soporto que salgas con una chica que no sea yo. Eres mía _______, solamente mía.
- Y de nadie más.- completó sonriente.- tienes que saber que la única que me interesa eres tú.
- Me alegra oír eso.- sonrío.- pero aun así, he decidido poner un par de reglas en esta casa.- se soltó de su mano y camino un par de pasos hacia atrás, manteniendo distancia.
- ¿Reglas?- dijo confundida.
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