«POV Yoongi»
No he dormido, he estado mirando el techo pensando en lo que dijo Taehyung.
Si hay algo que podría envidiar de él es que puede decir como se siente y lo que siente sin miedo a lo que puedan hacerle.
Esa es la razón por la que preferí vigilarlo. Taehyung es muy descuidado y no piensa mucho en lo que sus acciones puedan ocasionar. Jimin lo ha mantenido tranquilo. Pero una vez que se vaya se volverá loco.
Intento suavizar el golpe para que no sea tan doloroso cuando se vaya.
Me pregunto si para Jimin esto será un simple juego o él también va en serio como éste imbécil.
No importa, la distancia hará lo suyo y ellos se separarán. El reencuentro no dependerá de Taehyung, no sabe dónde vive Jimin, eso dependerá de Jimin.
¿Quién diría que este demonio podría enamorarse? Sonreí y giré mi cabeza para verlo dormir.
Antes de gustarme Hoseok, me gustabas tú.
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—¿Cómo va todo? —pregunté recargado en el cerco.
—Se besaron en cuanto se vieron.
—Debieron extrañarse mucho.
Estuvieron tres días separados, le había dicho a Taehyung que debía dejarlo solo para que no se contagiara él también, Jimin estuvo de acuerdo. Hoseok rio.
—Sólo lo escuché llorar en las noches mientras miraba a la ventana.
Vaya...
—Debe sentirse mal, seguro ya sabe que sus padres no querrán regresar y más ahora que la casa ya tiene dueño.
Hoseok suspiró. Él tenía muchas cosas que me gustaban físicamente, su nariz, sus ojos, me pierdo constantemente en su mirada, pero soy un cobarde que se niega a declararse a su amor de verano, además a él le gusta una chica.
—No quiero meterme en problemas, por tener que cubrir la homosexualidad de nuestros hermanos.
—Tranquilo —sonreí—. La homosexualidad nunca mató a alguien —Hoseok sonrió—. Debo ordeñar a nuestra vaca, no sé si quieras venir.
—Sabes que sí —se cruzó.
Era extraño, yo cuando recién conocí a Hoseok, pensé que sería esa clase de chicos que odia todo, pero él se sorprende por todo. No sé si eso me haya gustado o su entusiasmo.
Sólo acepté ser su amigo porque Taehyung me lo pidió
Puso un banco a un lado de mí y se sentó a ver. Me gusta pensar que está mirándome, pero cuando lo miro su mirada está en la ubre de la vaca.
Un chorro de leche le disparó justo en el pantalón. Mi culpa, me descuide por verlo.
—Perdón —dije.
Y él se echó a reír.
—Al menos no cayó en mi cara. Podría parecer otra cosa.
Hoseok tiene una mente muy sucia... me gusta.
—¿No quieres probarla directamente de la ubre? —le pregunté con una sonrisa. Y él se echó a reír.
—¿Hablas de la vaca? —preguntó y mordió su labio. Me sonrojé, estoy avergonzado. Y mejor seguí ordeñando a la vaca—. ¿Crees que le guste?
—No es un pene.
—Lo sé, pero a algunos les excita que les toquen las tetas.
—¿Quieres que te jale una teta? Para ver si te gusta.
Hoseok se echó a reír. Siento mucha tensión entre nosotros. En cualquier momento voy a...
—¡Y aquí está Lechita! —Taehyung entró al granero junto con Jimin y abrazó a la vaca. Ninguno de los animales tiene nombre, pero Taehyung les puso. A veces se le olvidan y los renombra. De hecho acaba de cambiarle el nombre a la vaca.
—¿Ordeñando? —preguntó Jimin.
—Yoongi dice que soy el mejor asistente —dijo Hoseok señalándose a sí mismo.
—El mejor asistente para retrasarme —agregué.
—Hoseok es bueno en eso —dijo Jimin.
Su relación como hermanos es divertida yo hago una broma para Taehyung y necesito explicarla porque no entiende a la primera.
Taehyung se acercó a mí y me ha abrazado, desde que Jimin está no ha sido cariñoso conmigo, entiendo que ahora quiera estar todo el tiempo con él.
—Parece que estás mejor —le dije a Jimin.
—No soy de enfermarme por mucho tiempo.
Por la respiración de Taehyung puedo suponer que está triste porque se irán en poco tiempo. Debería aprovechar que siguen aquí en vez de sentirse mal.
—¿Por qué no van a nadar? —dije apretando la nariz de Taehyung, él me gruñó.
—Vamos Tae —pidió Jimin haciendo un puchero.
—¡Vamos nosotros también, Yoongi!
Iba a negarme, pero Hoseok insistió y bueno, acepté.
Pero me negué a meterme, todos estaban nadando. Taehyung por el momento está bien, sólo que no se despega de su novio, incluso lo veo de vez en cuando abrazarlo y sin dejarlo nadar. Ay Tae.
Hoseok está nadando y presumiendo lo rápido que es en ello.
Nunca aprendí a nadar, Taehyung tampoco sabía, pero aprendió, soy demasiado grande para aprender eso. Me recosté en una piedra mirando las hojas del árbol que me cubrían. Y cerré mis ojos.
Abrí mis ojos y me encontré cayendo de la roca hasta el lago. Me hundí. Realmente nunca le tuve miedo a la muerte. Si moría qué importaba. Tengo la vida ya hecha, una vida de mierda, con una mujer que apenas conozco y unos niños que me llorarán y harán berrinches.
Una vida que no quiero vivir.
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—¡No sabe nadar! —escuché a lo lejos la voz de Taehyung.
—No sabía, alguien dele respiración boca a boca.
—Olvídalo yo no lo empujé —replicó Taehyung.
Abrí mis ojos, sentí un picor en la garganta y tosí hasta vomitar agua.
Miré a mi alrededor, todos me miraban asustados.
—¿Por qué no me dejaron morir?
Taehyung sonrió aliviado y me abrazó.
—Pensé que morías —dijo Taehyung.
—El destino me quiere vivo.
Tristemente.
Taehyung siguió nadando con Jimin, a Hoseok se le quitaron las ganas de nadar.
—¿Realmente quieres eso? —me preguntó.
—¿Querer qué cosa?
—Morir.
—Me da igual, tampoco es como si me perdiera de mucho, lo que más me dolería sería dejar a Taehyung.
—A veces, tengo momentos donde sólo quiero morir. Es muy normal entre los seres humanos, pero no es normal decir que te da igual tu vida.
—¿Eres psicólogo? —pregunté con sarcasmo—. Porque en este pueblo hace falta uno.
—Yoongi...
—Lo entiendo, pero si vivieras como nosotros, entenderías. No es sólo trabajar y jugar. Si nuestro padre nos descubre aquí, seguro nos asesina. Nuestros padres no nos ven como hijos sino como trabajadores. Mi madre ya no pudo tener más hijos. Sólo somos él y yo.
Este es otro punto, pero no puedo decirle que detesto tener la vida ya hecha.
—Pero Taehyung es tu familia.
—Sí. Es lo único que me importa aquí.
Dije mirando a la pareja jugando. Taehyung tomó agua en su boca y se la escupió a Jimin en la cara. Jimin pegó un grito y se sumergió. Taehyung lo buscó a su alrededor. Jimin lo jaló de los pies. Sólo pude ver a Taehyung sumergirse y hubo un largo silencio. Después otra vez ambos salieron a la superficie.
Qué divertido.
—Tengo envidia —dijo Hoseok—. Son muy adorables, ¿no te gustaría conocer a alguien?
—Me casaré a los dieciocho con una mujer.
Hoseok se quedó serio.
—¿La conoces?
—Sólo de vista —Taehyung salió del agua junto a Jimin—. ¿Se aburrieron?
—No, pero ya es tarde y Tae quiere...
—Ver el atardecer y las estrellas con Jimin —le robó la palabra y le dio un beso en la mejilla.
—Primero bañate —dije—. Te enfermarás.
Lo escuché quejarse, pero obedeció.
[...]
Ya casi era atardecer. Jimin tocó la puerta, me asomé. Tenía muchas ganas de hablar a solas con él.
—Sigue bañándose.
—Bueno, dile que me busque.
—Necesito hablar contigo —Jimin me miró extrañado—. Es sobre Taehyung.
Lo tomé del brazo y me alejé de la puerta.
—¿Qué sucede?
—Taehyung es muy inestable. Él cree que es un demonio.
—Eso lo sé, pero no es verdad.
—No es verdad, pero él se pierde y luego se vuelve loco. Cuando la abuela falleció y fue castigado él quemó a mi padre.
—¿Cómo dices?
—Como lo escuchaste. Está tardando en el baño porque está pensando en que te irás. Actúa normal contigo, pero cuando no estás, sólo se sienta y mira un punto fijo.
—¿Por qué me dices esto?
—Creo que piensa en matarnos.
—¿Cómo dices? —preguntó sorprendido—. ¿Es mi culpa?
—No lo es —apoyé mi brazo en su hombro—. Él ya se ponía así, es sólo que ahora es peor, creo que tú puedes ayudarlo. No necesitas lastimarlo.
—¿Qué hago?
—Pensaba en que le dijeras que terminaran para que el golpe no fuera tan duro, pero eso es más doloroso, al parecer lo que le dije hizo que se pusiera así.
—Entiendo, lo intentaré. Gracias.
Jimin se alejó de mí para ir a su casa. Sólo quiero que Taehyung esté en paz.