Finalmente luego de un rato no pude guardármelo mas, así que intente hablarle.
— Foxy ¿por que no comes un poco? Esta delicioso
— Yo... —por un momento pareció dudar de sus palabras pero luego continuo— no tengo ganas, ya estoy satisfecho
— Te vez algo triste ¿acaso pasa algo? —esta vez hablo Bonnie, internamente se lo agradecí.
— No, estoy bien
Los demás continuaron hablando, de vez en cuando Foxy se unía a la conversación pero no parecía tan alegre como antes. El tiempo paso mas rápido de lo que pude sentir, y como si fuera la historia de la Cenicienta llego la media noche, era hora de irnos o mis padres me matarían.
— Bueno, ya es hora de irnos, prefiero evitar problemas con mis padres
— Es muy tarde, ¿por que no se quedan a dormir? —pregunto la rubia sonriendo como siempre.
— ¡Me encantaría!
— Si, pero ¿donde dormiremos? Piensa las cosas mejor antes de aceptar e incomodarlos, ___ —me reprocho Cindy.
— ¡Eres una aguafiestas!
— Pues en eso tiene razón ella tiene razón, aquí no hay lugares cómodos donde dormir —respondió Freddy algo pensativo.
— Uhm... ¡tengo una idea! —exclamo mi mejor amigo— mis padres están de viaje y ya saben que mi hermano mayor esta en un internado, ¡todos podrían quedarse en mi casa!
— Pero... ¿todos cabremos en tu casa?
— ¡Claro! La casa de Daniel es gigante —respondí recordando las veces que de pequeña pasaba alli, la familia de Daniel era bastante adinerada.
— Entonces... ¿que esperamos?
— ¿Y si el jefe vuelve? —hablo esta vez Bonnie algo preocupado.
— Parece que olvidamos a alguien, de seguro mi hermano podrá cubrirnos... ¡Goldy!
De repente llego un chico idéntico a Freddy, solo que era rubio, con tez clara y sus ojos eran de color negro, un negro tan vació que me causaba escalofrió.
— Hasta que recuerdas que tienes un hermano... ¿quienes son ellos? ¿y que hacen aquí? —pregunto el rubio bastante desconfiado.
— Ellos son unos viejos amigos, el chico es Daniel, la pequeña de cabello corto es Cindy y la chica a su lado es _____
— Un gusto, soy Golden Freddy —saludo el rubio un poco mas tranquilo, pero aun se veia muy serio.
Cindy saludo haciendo una seña con la cabeza mientras Daniel sonreía ampliamente al saludar con un fuerte apretón de manos que pareció incomodar al rubio, yo solo moví mi cabeza imitando a Cindy.
— Así que esta es la famosa ____ —dijo el rubio pecoso mirándome fijamente— es un placer conocer a la chica por la que Foxy se sacrifico, el todo el tiempo habla de ti y de lo que paso en el 87'
Al escuchar aquel comentario mis mejillas volvieron a traicionarme, tornándose de un tono carmesí bastante difícil de ocultar, me hacia feliz el hecho de saber que el pirata hablaba de mi y en todos estos años no me había olvidado, igual que yo a el.
— Oye Goldy —volvió a hablar Freddy— ¿podrías cubrirnos en caso de que el dueño vuelva? Solo sera una noche
— Bien, pero me debes un favor —dijo para luego mostrarle la lengua a su hermano menor en forma de burla, pero con su rostro serio parecía mas enojado.
Luego de terminar con eso salimos de la pizzeria, la noche era bastante fría y el viento soplaba suavemente mi cabello. En el cielo se podía notar un brillante circulo plateado, la luna estaba llena y parecía querer iluminar aquella oscura noche.
Durante todo el camino los dos morenos se fueron hablando y riendo, como si fueran viejos camaradas y se reencontraran luego de varios años, por otro lado estaban Chica, Bonnie y Cindy, quienes hablaban un poco mas tranquilos sobre lo que había pasado durante todos esos años sin verse. Y luego estábamos Foxy y yo, en un incomodo silencio que lentamente hacia que mi corazón se paralizara.
— Y dime... —mencione intentando pensar en algún tema de conversación— ¿le hablas a Goldie de mi?
Su mirada fría y desanimada hizo que un escalofrió recorriera mi espalda ¿que le estaba pasando? ¿por que de la nada se había puesto así...?
— Si —respondió serio sin dar mas explicaciones.
— ¿T-te sientes bien? Te ves algo desanimado...
— Yo... solo... te diré algo que quizás no sabias... —soltó un largo suspiro para hacer una pausa y luego volvió a hablar sin mirarme— las palabras pueden matar
— ¿E-eh...? —pregunte algo sorprendida ante aquellas palabras, luego de eso el pelirrojo camino mas rápido dejándome atrás.
Durante todo el camino aquella frase no salia de mi cabeza, no encontraba el sentido de esta, pero ahora estaba mas que claro que algo le pasaba a Foxy. Camine detrás de todos hundida en mis pensamientos hasta percatarme de que habíamos llegado.
— ¡Llegamos! —dijo Daniel abriendo la puerta.
Todos entramos a la gran casa, los chicos parecían algo sorprendidos al ver lo lujosa que era esta.
— La cosa es así, tengo un camarote en mi habitación, el cual puedo compartir con Freddy
— ¡Me parece bien!
— ¡Ya rugiste, Fred! —respondió sonriendole al otro moreno, se notaba que eran buenos amigos ahora— En el salon de cine tenemos un sofá cama, creo que Chica y Cindy podrían dormir allí ya que son las mas pequeñas
— Entendido...
— Tenemos una habitación para invitados que tiene una cama sencilla, Bonnie, es toda tuya
— Gracias Daniel
— ¿Y yo que? —pregunto el pelirrojo.
— Supongo que les tocara dormir juntos, _____ y Foxy, estarán en la habitación de mis padres —respondió con una sonrisa burlona cruzándose de brazos.
— ¿¡Que!? —exclamamos Foxy y yo al mismo tiempo, el se veía algo sorprendido y yo por mi parte moría de la vergüenza.
— Aun no es muy tarde, podríamos ver una película —hablo esta vez Cindy, ignorando completamente nuestras quejas.
Todos parecieron estar de acuerdo mientras por dentro moría de vergüenza, intente disimular mi sonrojo y camine junto a ellos hasta el salón de cine. Realmente Daniel tenia una casa hermosa, pero todo era solitario y enorme, por ello siempre intentaba pasar tiempo con el, muchas veces la única compañía que tenia era la de Cindy y la mía.
No tardamos mucho en elegir una película de comedia que nos sugirió Netflix, pero entre risas y chistes mi ojos comenzaron a sentirse cada vez mas pesados hasta caer en un profundo sueño.
...
— ¿Cindy? ¿____?
— Mmm... ¿que pasa? —pregunte aun algo adormilada abriendo mis ojos.
— Tu y Cindy se quedaron dormidas —respondió el moreno en un tono burlo.
— ¿Que horas son?
— La una con treinta, de la madrugada —respondió esta vez el chico de ojos rojizos.
— Mmmm...
— Bonnie lleva a Cindy a la habitación por favor
— Claro —respondo el pelimorado cargando a Cindy y saliendo de la habitación.
— Y yo... no quiero caminar... —mencione medio dormida.
— Foxy, se un caballero y lleva a _____ a su habitación —dijo Freddy sonriendo algo burlón.
— Como sea...
Foxy me tomo delicadamente entre sus brazos, yo al contacto con su pecho sonreí, pues se sentía realmente bien estar tan cerca de el. Antes de notarlo ya habíamos llegado a la habitación en la que dormiríamos esa noche.
— Gracias, Foxy —agradecí cuando me dejo sobre la cama.
Me senté con la piernas cruzadas y retire mi chaqueta para poder dormir mas cómoda, pero mi mirada se desvió hacia el pelirrojo y no pude evitar notar cierta incomodidad de su parte.
— ¿Estas bien?
— Si —respondió bastante serio retirándose la camisa.
Al instantes mis mejillas se tiñeron de un fuerte color carmesí y me maldije internamente. Jamas había visto a un chico así, y menos uno con tan buen cuerpo. Su abdomen estaba perfectamente marcado y a pesar de tener una que otra cicatriz en su torso se veía casi como uno de esos idiotas de crepúsculo. Definitivamente podría ser actor con ese cuerpo.
— Bu-buenas noches Foxy —me despedí cubriéndome con las sabanas y dándole la espalda, aun con mis mejillas ardiendo.
— Buenas noches —dijo de la misma manera fría que antes.
— Foxy, tu no estas bien...
Me atreví a decir en la oscuridad de la habitación, pues el ya había apagado la luz, pero sin importarme mucho esto me di la vuelta para quedar cara a cara. La poco y tenue luz que se colaba entre las cortinas me permitía ver su rostro serio y sus penetrantes ojos ámbar.
— ¿Y que si no lo estoy? ¿Acaso te importo?
— S-si... no me gusta verte así, me preocupas...
— ¿Nunca te enseñaron que decir mentiras esta mal? Yo lo se, _____, se que no te importo en absoluto
— ¿Que? —pregunte completamente confundida.
— Te escuche hablando con tus amigos, para ti solo soy un robot
Sus palabras están llenas de dolor y rabia contra si mismo pero aun mas contra mi. Y lo entendí, entonces finalmente entendí lo que había dicho.
" Las palabras puedes matar "
Mis palabras, mi imprudente e infantil conversación había sido malinterpretada por el. Y ahora yo era la causante de su muerte.
— Pero... —hice una pequeña pausa intentando pensar mejor mis palabras— ¿no escuchaste lo que dije después?
— ¿Que dijiste? —pregunto un poco menos a la defensiva.
— Yo... yo... —no pude evitar sonrojarme al recordar lo que había confesado a mis amigos— por ahora no quiero hablar de eso pero... pero debes saber que para mi eres mucho mas que un robot.... ¡eres mi héroe!
Debajo de las sabanas que cubrían nuestros cuerpos extendí mi mano en busca de la suya, y al encontrarla la tome con cariño. Quizás era la poca luz, quizás era el sueño que invadía mi cabeza, pero por un minuto pude jurar que sus mejillas también estaban sonrojadas.
— Gracias ____...
— Buenas noches pirata —me despedí de el, dándome la vuelta de nuevo luego de sonreirle.
— Buenas noches marinera —respondió a modo de broma.
Mi corazon se sentia tranquilo ahora que habia arreglado las cosas con el, y no paso mucho antes de que cayera en los brazos de morfeo.
...
— Quedate conmigo, eres mi princesa
— Foxy...
El pelirrojo frente a mi se acerco lentamente hacia mi, rozando mis labios con diversion y ternura. Las manos en mi cinturas se movian rapidamente, haciendome cosquillas.
— N-no lo hagas... ¡detente! —dije entre risas, pero fui callada por un dulce beso.
...
— ¡Ah! —suspire al despertarme, ahora miraba hacia el techo de una habitacion desconocida para mi.
Estaba en la habitacion de los padres de Daniel, durmiendo con Foxy y estaba soñado con este mismo hace unos segundos. Todo se hizo claro cuando recorde todo.
— _-____, ¿estas bien? —pregunti la suave voz del pirata a mi lado.
— Ah, si, seguro
— Estabas hablando dormida, decias "no lo hagas, ¡detente!" y luego empezaste a reir —dijo algo confundido para luego reir un poco.
— Lo lamento, ¿te desperte?
— No estaba dormido —dijo en un tono tan bajo y tranquilo que me parecio extraño.
— Son casi las tres de la madrugada, ¿por que no duermes?
— Cuando duermo tengo muchas... pesadillas... prefiero no dormir —respondio sin mirarme, pero pude notar sus ojos perdidos en el techo.
— ¡Tengo una idea! Cuando era pequeña tambien tenia muchas pesadillas pero cuando mi hermana me cantaba la melodia de la sirena yo dormia bien, quizas eso te ayude
— Claro ¿por que no?
— Muy bien —qclare mi garganta y comence a cantar en voz baja— un amanecer me deperte y escuche las olas al romper en la quietud, senti que iva a renacer... con el calido... abrazo de... esa luz del sol y su calor
Los ojos de Foxy se iban cerrando poco a poco y en sus labios se habia formado una tranquila sonrisa que solo me indicaba que debia seguir, pues estaba funcionando.
— Cuando empiezen a sonar las campanas de la felicidad y por fin brillen ya los siete mares, el milagro del amor volvere a contemplar con ese ser al que yo amo y amare... y al que suavemente un beso le podre... dar... —termine la cancion y sonrei al ver al pelirrojo dormido— buenas noches, mi heroe
Me acerque a el, que ya tenia sus ojos cerrados y su pecho subia y bajaba tranquilamente, y bese su frente con ternura. Luego de esto me di la vuelta y cerre mis ojos, quedandome con la hermosa imagen del pirata sonriendo tranquilamente dormido a mi lado.