Estos papeles parecieran no tener fin, maldición.
Tomo lo último que quedaba en mi vaso de esa botella, y serví de la otra, aunque seguía con la genuina felicidad de esta mañana, pero no podía dejar de tomar.
Si lo hacía solo iba a querer volver dónde Eros, pero yo no le eh dado su carta de renuncia a esa mujer.
Y odio no poder conseguir a alguien rapido.
Deje la botella vacía en el suelo para tomar otra y así servirla.
La puerta de mi oficina fue abierta y yo frunció mi entrecejo enojado al ver quién era.
-Se toca la puerta antes de entrar, y no te eh llamado.
Dije de forma brusca.
-Lo se. -Soltó una risita- Pero quería hablar sobre... Lo de ayer, creí que lo estabas pensando ya que te has de saber dado cuanta que soy mejor que... Con lo que andas.
Lo mire enfadado cuando comenzó a desabrochar su blusa.
-Deja de hacerte ilusiones estúpidas, y se llama Eros, mi esposo, y no te quiero ver en lo que resta de tu tiempo aquí, asi que lárgate.
-¿Me despedirá?.
-¿Acaso eres idiota y no escuchas?. -Abrio mis ojos un poco en asombro al escuchar a Eros, y sus pasos acercarse a mi- Cariño, la cosa que se está arrastrando aquí eres tú, llevo siete años con él y ni una ves se le fueron los ojos por una mujer u otro hombre, ¿Para que lo haría?, ¿No?, Pues no soy igual a las perras que se van por otro hueso cuando ven la oportunidad, y conozco a una, pero no la quiero mirar mucho ya que esa en frente de mi.
La cara de ella se endureció.
-No nos hagamos pendejos que sabemos estas por su dinero. -Dijo ella como si eso fuera cierto.
Alcé mi vista a Eros notando su sonrisa de burla con una ceja alzada.
-Confirmo que si estás sorda y pendeja, no te voy a repetir lo que dije hace unos minutos, pero... Tu cuerpo no lo vale para la mente que tienes... Solo para el trabajo porque para el resto lo tienes de adorno. -Eros alzó una de sus manos en las cuales recién me doy cuenta tiene unos papeles.
Dejo de estar a mi lado para caminar hasta ella.
-Estoy son tus papeles de renuncia, firmalos.
-No lo haré. -Dijo a la defensiva y Eros se acercó a ella, dejando centimetros de espacio entre sus rostros.
-No pedí tu opinión, fue una orden. -Sus ojos cambiaron a unos azules y la tomo de detrás de su cabeza casi que estrellandola contra la hoja- Firma.
Cogió la pluma y se la entrego, ella lo tomo y firmo de forma rápida.
-Sueltame. -Dijo con enojo hacia Eros y este la soltó.
-Lo siento, pensé que como te gusta andar de arrastrada estabas cómoda.
Ella "arreglo" su vestimenta y Eros al verla rió.
-No lo niego, eres bonita. -Dijo pasando su mano sin tocarla por el rostro de la chica- Demasiado bonita... Pero eso no quita que quisiste, en varias ocasiones, quitarme a mi esposo.
Las garras de Eros salieron y sentí mi respiración fallar.
-E...
-Nadie te dijo que hablaras, recuerda lo que te dije y mejor sigue callado porque vengo y encuentro con sorpresitas.
Solo baje un poco mi cabeza, siquiera mi lobo se atreve a hablar, pero así es mejor.
-¡¿Que haces?!. -Alcé mi cabeza al escuchar aquel grito.
-Te querías desnudar ¿No?, Pero esto te enseñará a qué con lo ajeno no se debe meter, y peor si es mío.
Había bajado mi cabeza cuando apenas ví lo que había pasado.
Eros había descargado toda la ropa de la chica.
-Al menos seguiré siendo más hermosa a tí.
-Yo no me veo arrastrando y enseñando mis fotos desnudo a alguien para que al menos me tomé en cuenta, ¿Dónde está tu hermosura querida?.
La tomo del cabello y abrió la puerta de la oficina, al ver sus intenciones quise levantarme pero solo me contuve cuando su mirada fría se dirigió a mi de forma punzante.
Vi como la chica cayó al suelo y Eros se agachó.
-Te hago un favor, síguete mostrando desnuda para ver si alguien te quiere mantener, porque a mí esposo no se lo vuelves a hacer.
La gente fuera de la oficina miró la escena, mi otra secretaria se acercó con una sonrisa llana de burla mirando a la chica en el suelo.
-Se estaba tardando joven.
Eros la miro y sonrió.
-¿En serio? -Ella asintió- Bueno, ya está hecho, sabes que hacer con la basura.
-Esto es poco para lo que el joven hizo con la anterior. -Dijo la secretaría hacia la chica en el suelo, mientras Eros entraba a la oficina.
Cerró la puerta, suspiro y camino hasta tomar las hojas y luego rodeo la mesa llegando a mi.
-Mirame. -Si voz suave hizo que lo haga- Todo está bien ¿Si?.
Se sentó sobre mi dejando las hojas en la mesa.
Me abrazo y soltó un sollozo.
-Lo siento.
-No... Lo siento yo, por no escucharte, y no buscar tiempo para cambiarla y evitarte todo esto... Al final siempre lo arreglas tu, lo siento.
Lo abracé sin apretarlo mucho por su barriga, hundí mi rostro en su cuello aspirando todo el olor que pueda, diosa, extrañaba como el infierno su olor.
-Me haces cosquillas. -Sonreí pero no me aleje.
-Dame un ratito más, por favor. -Lo apreté un poco más a mi cuerpo.
-Oye... -Alcé un poco mi cabeza y sentí como tomo de mi cabello y me alejo de su cuello.
-Au ¿Por qué?. -Dije por la fuerza que infringe.
-Diosa, hueles demasiado a alcohol, deja de tomar así cuando discutamos, mira todas esas botellas, y las de casa Kilian.
Desvíe la mirada.
-Kilian. -Se quejo y voltee besando sus labios.
-Lo siento, trataré de no hacerlo de nuevo. -Deje más besos sobre sus labios y el fue aflojando su agarre, seguí dejado más besos, cada ves más largos, y es que ahora sí me siento vivo.
Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo, y en medio de todo me detuvo.
-¿Que?. -Dije y sonrió.
-Nada, pero yo solo te venía a ver un ratito, así que sigues trabajando. -Se levantó y tome su mano antes de que se aleje.
-Quedate, por favor.
-Estas seguro, eso se ve mucho trabajo. -Señalo las hojas y suspiré.
-Bien bien, te veré en casa. -Me voltee y cogí el vaso, pero antes de tomar Eros me lo arrebato.
-Deja de tomar, fue mucho por hoy. -Dijo dejando el vaso lejos de mi y sentándose en mis piernas de lado- Bueno, ya que me quedaré aquí, ¿En qué te ayudo?.
-En eso, quedarte aquí, si quieres algo de comer o sueño dime.
Eros asintió con un puchero.
-Tengo... Hambre. -Dijo y sonreí antes de verlo.
-Disfruta tu último día de comer cualquier cosa.
-¿Cómo así?.
-Mañana tenemos la cita con el médico.
Eros miró hacia la nada, frunció su entrecejo, y luego hizo un puchero.
-No quiero ir. -Sonreí y dejé un beso sobre sus labios.
-Tengo que ver a los bebés, ya tienes tres meses ¿No?.
-Si, ¿Cómo sabes eso?.
-Se estaban moviendo esta mañana.
-Ahhh, si, eso dolió, ¿Sabes?, Hace unos días se llevan moviendo, pero esa fue la primera vez que me hicieron doler de esa forma... Me estoy haciendo gordo.
-No te estás haciendo gordo, tienes bebés allí, no es por grasa bonito, aunque si fue idiota de mi parte no darme cuenta, tus abdomen es muy plano, pero en la mañana lo ví bien, y si está un poco hinchado.
-Bueno, no te culpo cuando parctimante ni te dejaba tocarme, pero también fue por el embarazo, no quería que nadie me tocará, y tampoco quería que estuvieran cerca de mi, pero contigo también quería que estés cerca porque necesito tu olor, así que bueno, ahora estoy sentimental y temperamental.
Sonreí.
-¿No es lo de siempre?.
-Solo es cuando estoy estresado. -Se excuso con una expresión de enojo infantil y sonreí.
A pesar de los años, su sonrisa me mata, solo olor me es más llamativo, nunca me eh cansado de él, de ninguna forma, a sus berrinches y caprichos solo caigo más rápido, como si fuera en automático, pero todo de él me sigue encantando, y si solo con horas o un día me siento perdido con el... No quisiera saber que es lo que se sentiría si lo pierdo, o si él decide irse en algún momento, aunque pensar eso me causa un horrible vacío y sequedad en mi garganta de forma enfermiza, y mi estómago se encojia de una forma horrible.
Su mirada se hizo confusa por el tiempo que lo llevo mirando pero solo negué cerrando mis ojos.
Bese sus labios, y suspiré.
No lo voy a perder, mientras lo cuide y lo ame, el estará conmigo a pesar de todo.
-Quedate conmigo... Siempre, es lo unico que te suplico. -Dije en un susurró sobre sus labios, apegando mi frente a la de él.
-Siempre, te diría, "no hay nada en este mundo que nos separe", pero nunca se sabe, pero siempre estaré contigo, si hasta hora no nos hemos seperado a pesar de todo, no sé porque se llegaría a eso más adelante... En las buenas y las malas hasta que la muerte nos separe.
Solté una pequeña risa.
-Acepto. -Dije y lo ví sonreír.
-Acepto. -Dijo y uni nuestros labios en un largo beso. Pero nos separamos cuando se quejo.
Lo ví y el llevo su mano a su barriguita.
-Cada que hablas mucho tiempo se comienzan a mover, eso me pasaba antes de que te enteres, y sentía muy bonito, hasta que se empezaron a mover más fuerte y ya no gusto. -Hizo un puchero mientras fruncía su entrecejo.
Lleve mi mano a su barriga alzando su camisa.
Vi un pequeño movimiento y sonreí poniendo mi mano allí, los pies de Eros se movían emocionado, y sonreí más al ver aquello.
-Hola bebés, soy su padre, y ahora se quedan unas horitas conmigo, así que los voy a conseguir mucho, mucho.
-Oye, ¿Y yo que?. -Me incline hacia Eros y bese su nariz.
-Claro que a ti desde que nos conocemos te consiento. ¿Que te quejas?.
-Entonces quiero comer.
-Bien vamos, ¿Que quieres comer?.
-Muchas cosas.
-Si la vez pasada me dijiste "Algo chiquito", ya quiero saber tu, "Muchas cosas".
(｡･ω･｡)ﾉ♡
-Amor... -Eros hablaba en un susurró tratando de despertar a Kilian, y este abrió un poco sus ojos ante los insistentes llamados.
-Dime. -Dijo acomodando su cabeza en la almohada y cerrando de nuevo sus ojos por lo cómodo que se encontraba.
-Tengo hambre. -Kilian abrió uno de sus ojos.
-¿Y que quieres?.
-Helado... Y no se, ¿Carne?.
-Hay cuatro tarros de helado en la nevera, o seis, no me acuerdo.
Eros se levantó de forma rápida de la cama y Kilian suspiro al ver que no tendría que salir como la mayoría de las noches a comprar algo, pero llegar ya solo cuatro meses con el embarazo de Eros la verdad no pensó que sería así de... ¿Intenso?.
Pero amaba poder dormir esa noche.
Eros bajo las escaleras sigiloso, para no caerse, y cuando llegó a la cocina se sentía en el paraíso.
Abrió su nevera y varios estantes dónde saco varias cosas para comer, pero aún recuerda lo que dijo que le doctor.
Si antes comías mucho sin el embarazo, ahora te pediré tengas en tu cocina todo lleno, porque comerá, y mucho.
Aunque no solo era ese tipo de hambre, la sexual había crecido después de unos días de la consulta, y a Kilian le encantaba eso, pero al día siguiente Eros se ponía muy sensible y varias veces lo hizo quedarse en casa ya que no quería que se vaya.
Ahora Kilian sentía que podía dormir de largo sin ninguna interrupción de por medio, pero unas cosas cayeron en la parte baja de la casa y el quejido de Eros lo hizo levantarse.
Algo adormilado fue a la cocina, y se asustó un poco cuando no vio a Eros.
-¿Amor?. -Eros alzo su mano desde el suelo y Kilian camino hacia el de forma rápida- ¿Que paso?.
Se detuvo cuando vio pedazos de vidrio en el piso.
-Tome un plato, al darme la vuelta me mareé, perdí el equilibrio y me sostuve del mesón pero el plato cayó en mi pie, caí, y aquí me ves. -Kilian se acercó a Eros y lo alzó dejando que este enrolle sus piernas en su cintura.
Lo sentó en el mesón y camino hasta llegar a una escoba y recogedor para que Eros no se vaya a lastimar con eso.
Eros comenzó a comer viendo cómo Kilian recogía los pedasos del plato.
Kilian al terminar vio a Eros y este solo lo observaba como si nada hubiera pasado.
-No comas mucho que después lo vomitas.
Dijo Kilian sentandose en unos de los tabús de la isla.
-Bueno, pero tengo hambre. -Dijo simple.
-No te hiciste daño, ¿No?.
Eros negó.
-No que yo sienta. -Se encojio de hombros y Kilian solo suspiro.
-Esta bien, te espero.
Kilian recostó su cabeza en la isla y cerró sus ojos.
Se sentía cansado, pero no lo diría sino Eros se alteraría, y eso era lo que menos deseaba.
Eros lo miro extrañado.
-Solo ve arriba, no necesitas quedarte aquí.
Kilian negó y Eros suspiro.
(. ❛ ᴗ ❛.)
-Por favor, es el último que te pido. ¿Si?, Adoptemos a ese conejito.
Dijo Eros suplicante. La señora veía todo con diversión.
-Eso me dijiste con ese perro Eros, no más animales en la casa. -Eros hizo un puchero y miró la señora y luego a Kilian.
-Pero yo lo quiero.
-Decidete, adoptamos a ese conejo y se van todos los animales que ya hay en casa. -Eros hizo sus ojos brilloso.
-Lo quiero, pero no quiero que se vayan los que están en casa, por favor.
Eros hizo un puchero a punto de llorar cuando no recibió respuesta de Kilian.
Pero Kilian ya estaba cansado de todos los animales que habían en casa, habían cuatro perros, cinco gatos, dos hámsters, una tortuga, un pez y una pequeña serpiente.
Y a Kilian no le gustaba que hayan tantos animales en su casa de esa forma.
Pero los compro o adoptó porque Eros los quería, aunque no le gustará la idea lo hizo porque EROS quería, y tenía ya seis meses de embarazo, por lo que le gustaba consentirlo más.
Pero ya eran demasiados.
Eros ahora lo miraba suplicante, y tan difícil que se le hacía resistirse.
-Sera el último, lo prometo si te llego a pedir otro puedes devolver a los otros animales, pero este es el último.
Sentir la tristeza de su Omega lo estaba matando, que lo haya abrazado y observado hacia su ojos le hizo encojerse su corazón cuando las lágrimas ya iban por la mejilla de Eros.
Seco las lágrimas de Eros y beso su nariz actuando su rostro.
-Sera el último, ¿Entendiste?, Si vuelves a pedir otro saco a todos esos animales de la casa. -Dijo de forma suave pero dura, y Eros asintió sorbiendo su nariz, haciendo pucheros a Kilian.
-No vas a sacar los que ya están en casa, ¿Verdad?.
Kilian negó y dejo un beso en lo labios de Eros.
-Pero este será el último.
Eros asintió, y se puso de puntitas dejando un beso sobre los labios de Kilian.
-Ve. -Dije Kilian y Eros asintió sonriendo.
Aflojó el abrazo y camino hasta la señora que los atendía.
-Adoptaremos a ese conejito.
-Corrección, él lo adoptará. -Dijo Kilian y Eros hizo un puechero hacia su novio en desaprobación, Kilian rodó los ojos- Adoptaremos.
Se rindió y Eros termino todo el papeleo para poder tomar al animalito.
Cuando lo recibió estuvo tan feliz que sonreía de sobremanera.
Llegando a su casa Eros iba consintiendo al conejito entre sus manos, mientas le daba algo de comer.
El conejito se arrullaba con su ahora más notoria pancita, pues estaba ancioso, solo le faltaban tres meses para parir, y habían comprado ya varias cosas para los bebés y demás.
Dejo al conejo con su casita en el cuarto de los animales para que el luego comenzará a recorrer la casa por si solo.
Y después camino directo para abrir la puerta del patio de su casa. Cuando lo hizo los perritos salieron corriendo hacia el, y después los gatos se acercaron a él para restregar su cuerpo con la pierna de Eros y este sonrió sin poder agacharse.
Esa era una de las cosas que se le hacían difíciles, su ropa la mayoría del tiempo solo era de Kilian, y pocas veces se ponía una suya.
Kilian dejo las comprar en la cocina y luego las acomodó, cuando fue a buscar a Eros camino directo al patio.
Eros estaba sentado en el césped jugando con los perritos y acariciando a los gatitos.
Sonrió ante la imagen y cuando vio a Eros frutar sus ojos y luego hacer un puchero después de bostezar se dió cuenta de lo mucho que habían estado caminado hoy.
Se acercó a él y Eros lo miro.
-Vamos, ya es tarde.
Eros asintió y Kilian se agachó tomando a Eros en sus brazos.
Este se arrullo contra su cuerpo mientras subían las escaleras y cuando lo dejo en la cama se acostó junto a él para que pudiera dormir.
Y se sintió completo al escuchar los latidos de sus tres bebés, mientras su primer bebé dormía en la barriga de este sentía como los otros dos se movían.
(ʘᴗʘ✿)
Kilian se levanto en medio de la noche al no sentir a su novio a su lado.
Le tranquilizó saber que estaba en la casa así que de levantó y bajo las escaleras, comenzandolo a buscar.
Cuando olores de varias comidas llegaron a su olfato camino hasta la cocina viendo a Eros comer sentado en la isla.
Cuando lo escucho sollozar se asustó un poco, por lo tanto se acercó a él a pasos rápidos.
-Amor. -Llamo y Eros lo miro.
-Toy godo. -Hablo con un pedazo de mango en su boca.
-Ya te lo eh dicho bebé, no estás gordo, solo estás embarazado, creando vida en tu barriguita, ¿Si?.
Dejo un beso en la frente de Eros y este volvió a sollozar.
-Pero tengo mis pies, mis piernas y mis cachetes hinchados. -Hizo un puchero viendo sus piernas y pies.
-Es parte del embarazo, ¿Si?. -No se atrevió a decir “Y también porque comes mucho”, porque si no después Eros se iba a resentir o algo.
-Sabes que no puedes comer ese tipo de cosas.
Eros puchereo.
-Creo que ya comiste lo suficiente. -Dijo Kilian viendo más de una en una fundita.
-Pero...
-Ven aquí. Tienes que descansar. -Kilian lo atrajo a su cuerpo y lo cargo.
En el cuarto lo llevo al baño y Eros lavo sus manos y su boca, Kilian dejo a Eros en la cama sintiendo todavía su cuerpo caliente, evitando con todo su ser seder a ello.
Al acostarse con él solo lo abrazo y dejo en beso en la frente de este, Eros alzó su cabeza con un puechero y Kilian sonrió dejando un beso en los labios de Eros.
Eros quiso más besos y Kilian se los daba, Eros subió su pierna en la de Kilian y comienzo a rozar sus partes bajas, Kilian paso su mano por la pierna de Eros hasta el trasero de este, metiendo su mano por debajo del shorts de Eros tendiendo contacto la piel de este.
-Duerme, tengo que levantarme en unas horas para trabajar, y después no voy a querer salir de la cama.
Eros sonrió mordiendo su labio bajo la atenta mirada de Kilian.
-¿Y crees que pasarás tu celo trabajando allá?.
-Lo notaste. -Dijo Kilian suspirando.
Eros asintió y dejo besos en la mejilla de Kilian, y fue bajando hasta el cuello de este, Kilian cerro sus ojos disfrutando de aquello, y apretó la cintura de Eros cuando la lengua de este hizo contacto con su cuello, pero ,ese no era tanto el problema, si no que las manitas de Eros habían recorrido todo su pecho hasta llegar a su pantalón de dormir, comenzandolo a acariciar por encima de este.
Y estaba sensible, desde que el embarazo de Eros fue avanzando de alguna forma el se había vuelto sensible en ese sentido, y ahora también era porque Eros desde hace unas semanas no había querido tener ningún tipo de contacto con él de esa forma, siempre se iba o solo decía que no quería.
Pero pasar de tener sexo casi todas las semanas a solo tener en algunos momentos y si es que quería Eros, se le complicaba un poco, pero era por lo menos soportable.
Y ahora su celo se presenta y que su esposo haga ese tipo de cosas sin que siquiera se lo pida siempre lo volvía loco.
Y su celo lo volvía más sensible así que Eros apenas con unos besos ya le estaba provocando muchas cosas a su amiguito.
Después de Eros sentirse conforme de dejar unas cuantas marcas en el cuello de Kilian siguió bajando sus besos por su pecho, abdomen y así llegar hasta el pantalón de Kilian, chupando el pene de Kilian sobre el pantalón y masajeandolo con su boca.
Kilian al mirar y sentir eso con sus ojos oscurecidos no quitó la vista de Eros, y menos de la boca de este.
Detuvo a Eros por un momento y bajo su pantalón ya que como era costumbre la mayoría de veces no utilizaba el boxer para dormir.
Eros sonrió al ver ya lo algo desesperado que Kilian estaba y metió el pene de este a su boca con una lentitud matadora para Kilian.
Kilian suspiro apretando sus labios y también el cabello de Eros entre su dedos sin mucha fuerza.
Eros cerro sus ojos cuando empezó a sentir el movimiento de Kilian, pero al pasar de los años aunque lo meta “todo” a su boca en realidad nunca pudo, y peor en los días de celo de este, ya que eso crecía sin ninguna otra explicación.
Y después de un tiempo Kilian ya estaba encima de Eros haciéndole el amor con toda la delicadeza que podía en su sircustancias, admirando de ves en cuando la hermosa barriguita de Eros, y por su puesto, al portador de esta, ambos quedaron con sus diesiocho años a pesar de uno tener ya veinticuatro y el otro ir a los veintitres, era como si el tiempo en su cuerpo o vida no hayan pasado.
Pero viendo todo los que les rodea, los recuerdos en su mente o fotos, cumpleaños, navidades, viajes, sus carreras universitarias y trabajos, la pequeña barriguita de Eros, a Eros junto a él como más que un novio, un esposo y en definitiva todo para él, hacia que su corazón se llenará tan bonito, porque todo su mundo se aclaró desde la primera sonrisa de esa persona, así sea algo maliciosa con sus ojos llenos de vida como los ve ahora y esas mejillas algo rodonditas y rositas cada que decía algo bonito para el, todo simplemente no importó más, todo fue Eros.
Y esa mirada de comprensión cuando se sentía inseguro de algo o la de amor solo si se observaban, le hacía sentir en casa, y no necesirba más que eso para saber que hay era y debía estar.
Beso los labios de Eros para luego mirarlo con tanto amor que Eros sintió todo a flor de piel.
-Gracias por simplemente existir y amarme.
-Gracias a ti, por saberme amar, y haber existido, y estar conmigo.
Kilian sonrió y volvió a besar a Eros, sabía que si algo le llegará a pasará ese niño... Simplemente ya no tendría vida y siquiera un alma que alguien más pueda recuperar además de Eros.
Pero los finales felices siempre traen algo escondido... Porque no son para siempre.
Para los que ya habían leído está parte les pediría de corazón, que lo vuelvan a leer, puede que haya agregado o quitado algunas cosas, Wattpad me hizo una mala jugada al subirse esto primero.·´¯'(>▂<)´¯'·.
Listo chicuelos, aqui esta el último extra, no los quería dejar esperando así que les traigo los dos últimos extras, la verdad muchas gracias por todo, y a todos, es tan bonito que le hayan dado una oportunidad a mi historiaಥ╭╮ಥ.
Aquí les traje el final de KILIAN.