El cielo estaba obscuro otra vez, así era desde hace 3 meses.
Aún aveces se llegaba a preguntar si la seguían buscando o simplemente se olvidaron de que ella también desapareció.
Era extremadamente doloroso pero fue algo que acepto hace mucho tiempo y era hora de pagarle a Leight por todo lo que hizo por ella.
—te lastimaste otra vez, ¿no? —en la habitación ingreso una tigresa blanca mirándola fijamente—
—solo fue un raspón, no es tan importante —se levanta del suelo sacudiéndose un poco el pantalón—
—me pregunto cuánto tiempo has actuado asi desde que te conocí —rie suavemente ayudándola a levantarse—
—no importa, ya recolectamos lo que pudimos de los doctores, solo hace falta el nuevo contrato con el jefe del Shishigumi
—entonces volvamos —la tigresa le sonrió mostrándole los colmillos—
—si
Ambas se levantaron para caminar con dirección a su guarida, era una carnívora, de aquellas que antes lograban asustarla.
Pero cuando la conoció se dio cuenta que era una mejor persona que los mismo herbívoros.
Miro de nuevo a su tobillo lastimado suspirando suavemente
Porque estoy tropezando, tropezando en las rocas
Cortándome los tobillos donde sé que la sangre se detiene
Azul, rodillas azules
Cayendo por el próximo hombre que respira
Blue Knees
Segunda temporada