Nunca entendí que me gustaba tanto de ella...que cuanto tenía tan solo ocho años me dije que la haría mía, tal vez eran sus bonitas caderas o su (siempre) muy bien peinado cabello, su bonita personalidad que podía volver hasta un velorio un momento muy agradable de estar. Esa actitud que brillaba más que el sol y sin olvidar ese hermoso cuerpo su piel blanca como la nieve su el suave toque de sus manos o los cálidos abrazos que me regalaba cada vez que no veíamos.
Suspire con mis mejillas sonrojadas por haber escrito esos pensamientos (los cuales por algunas personas no eran considerandos puros) tome en mis manos la pluma con la que había escrito en ese papel me quedé mirándola unos segundos para después mirar el papel aún no podía creer que estuviera haciendo eso. Me recosté contra el espaldar de la silla tira la pluma al escritorio y puse mis manos en mis piernas sonrojandome aún más por recordar las caricias que solíamos darnos, ella era inocente (no totalmente) por lo cual no le importaba mucho que me sentará en sus piernas, pusiera mi cabeza en su pecho, que la tomara de las caderas o que tocará su espalda.
Me maldije una y otra vez por tener esos pensamientos por ella por pensar en ella todas las noches y días, por tener fantasías con cosas que un hermoso ángel como ella no haría con su tierno primito, ella no era la primera persona con la experimente esos sentimientos, pero el echo de que seamos tan cercanos hace que sea muy difíciles de un momento a otro decirle que me gusta.
Sentí que golpeaban la puerta de mi habitación...abrí...no sabía lo que me esperaba esa hermosa híbrida la que había ocupado mis pensamientos hace tan solo unos segundos, hizo la acción que nunca espere por su parte.
Me beso.
Me beso de la manera más tierna y dulce que nunca habria imaginado
--te amo-- dijo segundos después de separarse del beso lo hizo muy cerca de mi oido cosa que logro hacer me temblar
Me levanté agitado algo sudado y agarrando con fuerza la silla donde estaba sentado. En ese momento no sabía que era peor que eso fuera una sueño o haber soñado semejante cosa con ella. Al fin de cuentas había Sido una más de todas las fantasías que había tenido con ella...