YunHo jadeó encantado cuando su alfa volvió a remarcar su unión, se sentía tan pleno que el nudo expandiendo en sus paredes no le incomodó en lo absoluto, además el orgasmo le pegó tan bien.
—Mi omega—declaró Mingi con su voz de mando acariciando las caderas de su chico.
YunHo le dio una de sus hermosas sonrisas—Tu omega, por siempre.
Juntaron sus frentes, el menor pasó sus brazos alrededor del cuello ajeno y se besaron con amor, devoción. Con lo que duraba el miedo, se dieron muchos mimos y su lobo movía la cola, se sentía tan amado que todo lo demás no importaba, solo ellos.
YunHo delineó la frente de Mingi, acariciando sus cejas con lentitud y admiración. Estaba tan perdidamente enamorado que ignoró ese leve olor cítrico que sitio en el traje de su pareja, de seguro era una omega del trabajo. Su omega había gruñido, destestó ese olor y lo mejor que pudo hacer fue restregarse contra su alfa, impregnándolo de su rico aroma; vainilla y fresas.
Aprovechando su celo, liberó sus feromonas en toda la casa, haciendo aturdir a Mingi por unos instantes y seducirlo para que después lo jodiera en la cama.
Tenía varios días para poder disfrutarse y YunHo solo tenía un objetivo en mente; tener su primera camada.
Claro que no le diría a Mingi, sería una hermosa sorpresa. Su omega se removía emocionado con la idea de un cachorro, liberando feromonas dulces.
—¿Se puede saber por qué estás tan feliz?—la voz de Mingi lo sacó de su ensoñación, este acariciaba sus curvas con lentitud.
—Solo estoy feliz de que hayas aparecido en mi vida, estaría perdido si no fuera por ti—dio un prolongado beso sobre los gruesos labios—Te amo demasiado,jagi.
Mingi le sonrió dulcemente y acarició las curvas ajenas, sin responder.
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Me di cuenta que en mi perfil no tenía ningún YunGi así que decidí traer está adaptación. En lo personal está historia me gustó mucho y por eso quise compartirles esta historia y hacer una adaptación al YunGi.
Espero lo disfruten.