Lena Luthor y Tú | Mi Misión

By _YANIJAURE_

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[Primera parte] [Terminada] Todos creen que los únicos Kryptonianos enviados a la tierra fueron el pequeño K... More

CAPÍTULO 1
Tráiler
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 27 (Final)
Importante de leer

CAPÍTULO 26

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By _YANIJAURE_

Una vez más hubo el cambió de agentes dándome a entender que iniciaba la madrugada.

Me acosté en un intento de dormir, pero desde la conversación con Lena, simplemente dormir ya no era una tarea fácil. Mis ojos últimamente parecían arder a causa del cansancio, seguramente estaban rojos y hacía lo posible para mantenerlos abiertos, y por otro lado en mi mente parecía haber mucho ruido el cual claramente no podía controlar.

No sé cuantos días habían pasado desde mi último encuentro con Lena y parece que a los Súper y a mis padres les tenían prohibido darme mucha información de lo que sucedía allá afuera. Pero sus visitas eran más que suficientes, de hecho debía de sentirme agradecida por ello.

Todo se había transcurrido en una rutina tan aburrida y había aceptado que era mejor aceptarla porque daba la impresión que era la rutina que tendría hasta un tiempo indefinido. Simplemente era la realización de mis necesidades básicas y quedar la mayoría del tiempo acostada o sentada en ese incómodo lugar en donde tenía que descansar.

Cerré mis ojos dispuesta a dormir, el silencio del lugar logrando hacer que fuera imposible no escuchar mis pensamientos, pero de pronto estos se callaron y absolutamente todo fue un silencio. Me comencé a sentir liviana y todo mi cuerpo comenzaba a relajarse.

Parecía estar durmiendo, pero no llegaba a estarlo profundamente. Una parte de mí aun seguía atenta a todo, pero la otra se encontraba relajada. De pronto comencé a sentir que algo estaba cerca de mí, pero aún así no podía lograr despertar.

"Hija de la casa de EL..."

Logré escuchar en un rincón de mi cabeza. Su voz era tan profunda, rasposa e inquietante.

"Has arruinado todo"

Nuevamente se pudo escuchar esa voz que llegaría a atormentar a cualquier mortal. En sueños pude ver como de un momento a otro en donde solo había oscuridad aparecieron dos ojos brillantes de color rojo.

"Lillian se ha equivocado contigo, pero yo no lo haré"

Queda atenta a sus palabras, no había ningún tipo de reacción en mí. De hecho me quede en espera de oír nuevamente aquella voz. Pero nada pasaba y cansada de solo ver oscuridad y aquellos ojos brillantes, decidí por hablar.

"¿Qué tienes que ver con Lillian?" Pregunté, mi voz también recorriendo cada rincón de mi cabeza.

Luego de aquella pregunta, se pudo oír una carcajada de aquel ser que estaba en mi cabeza y siendo intruso de mi sueño. Era el sonido más horrendo que había escuchado en mi vida.

"¿Quién eres?" Pregunté, haciendo que ese sonido horrendo dejará de retumbar en cada rincón de mi cabeza.

"Hace miles de años he tratado de invadir la tierra y mi cometido fue interrumpido por malditos dioses y humanos" su tono se voz era de frustración "ahora he tratado de atacar desde el interior y nuevamente he fallado. Esto solo hace que le tenga más manía a su inútil mundo"

¿Invadir la tierra?¿Qué?

"¿Y por qué no lo hiciste nuevamente por tu cuenta?" Me atreví a preguntar "pareces lo suficiente poderoso como para entrar a mi mente"

Nuevamente el horrendo sonido de su risa se escuchó haciendo que sintiera cierta incomodidad.

"Soy un Dios, pero he vigilado suficiente tiempo la tierra como para saber que ahora ustedes los Kryptonianos son un problema" dijo arrastrando cada palabra "pero esto no es el fin, Luthor solo fue una opción que decidí tomar en cuenta, pero ahora que ha fallado voy a recurrir a otras alternativas, un tanto similares a la vez anterior"

"¿Por qué me cuentas todo esto?" Pregunté confundida.

"Para hacer saber que mi cometido aún sigue en curso" pude notar el humor en su voz "ha sido muy desesperante esperar a que tuvieras el suficiente poder para acabar con los otros dos Kriptonianos y que al final no resultará nada, fue bastante decepcionante"

"¿Por qué recurriste a Lillian?" Nuevamente pregunté.

"No recurrí a Lillian, sino a su hijo, Lex" respondió "una de las pocas personas brillantes de tu planeta, o eso creía, y corrompida hasta el punto de servirme con tal de obtener poder. Además, tenemos al mismo rival. Lillian luego formó parte de todo"

"Lex recurrió a Lillian..." dije más para mi misma.

Hubo un silencio entre ambos y no dude en que Lillian nunca haya dejado de visitar a su hijo en la cárcel y aceptará todo acuerdo con el fin de que hubiera venganza para él. Solo había servido para alguien más y ahora la interrogante era que si el plan fue de Lex, cómo es que sabía de mi existencia. Tanta era su obsesión por Clark que pudo llegar a mí.

De pronto aquellos ojos rojos brillantes fueron desapareciendo y comencé a sentir que mi subconsciente se alejaba de aquello que había parecido un mal sueño o una ilusión.

A los lejos llegaba a escuchar murmullos, luego se convirtieron en gritos y después sentí cómo mi cuerpo era sacudido.

Me incorporé de golpe y de inmediato mis manos fueron a mi rostro, la habitación no estaba iluminada por la típica luz roja y la luz blanca solo hacía que mis ojos se irritaran.

—¡¿Estás bien?!— escuché decir a Clark tomándome por los hombros.

Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, parpadeo tres veces seguidas para luego dirigir mi mirada hacia Clark. Él estaba dentro de la prisión, de rodillas frente a mi y de pie se encontraba Kara, ambos con miradas desesperadas y con sus trajes puestos.

—¿Qué ha pasado?— pregunté desconcertada y luego dándome cuenta que mi cuerpo estaba cubierto por una capa de sudor.

—Los agentes dijeron que comenzaste a soltar murmullos, luego fueron más elevados y comenzaste a sudar como si de eso dependiera tu vida— explicó Clark.

Los mire sin saber qué responder y después mi mente comenzó a recordar aquel sueño extraño, esos ojos rojos brillantes.

—¿Segura que te encuentras bien?— preguntó Kara, examinandome con su mirada.

Pero no supe responder y todo fue interrumpido cuando la puerta principal de la habitación fue abierta e ingresaba J'onn J'onnz hecho una furia.

—¡Supergirl, Superman! ¡No tienen permitido abrir esa celda!— gritó haciendo que llevara mis manos a los costados de mi cabeza, de pronto ésta comenzó a doler.

—¡Ella se encuentra mal!— exclamó Clark, saliendo de la celda y yendo a enfrentar al marciano.

—Eso no me interesa en lo más mínimo— respondió él con amargura.

Clark iba a comenzar a protestar, pero antes de que lo hiciera me adelante.

—Basta, Clark— dije haciendo que los tres me miraran— estoy bien, solo fue un mal sueño. Por favor, Kara, sal de aquí y cierra nuevamente la celda— dije sin mirarla.

Ella un poco dudosa hizo lo que le indique y la celda nuevamente fue cerrada. Podía notar el enojo en Clark hacía J'onn y negué con mi cabeza.

—El general del ejército está en camino— anuncio J'onn y los Súper dirigieron sus miradas hacía él sin entender— los acontecimientos fueron mayores y creo que los superiores nuevamente están dudando de que tener héroes no es la mejor opción— J'onn me miró con su habitual mirada seria— vienen a verla.

—¿Qué le harán?— preguntó de inmediato Kara, pero J'onn simplemente no respondió y salió de la habitación.

Mis manos fueron a mi rostro y no pude evitar pensar que las cosas iban a empeorar aun más.

—No saquemos conclusiones, esperemos— dijo Clark— iré a hablar con él.

Lo siguiente que vi fue como Clark se marchaba y quedaba junto a la compañía de Kara.

—Hace un tiempo el general del ejército estuvo en contra de Superman y de Supergirl— comenzó a contar Kara, mientras jugaba con el anillo decorativo que había en su mano derecha— le hemos demostrado por suficiente tiempo que no somos la amenaza y espero que aún lo tome en cuenta.

Me sentí mal al haberlos metido en este asunto y aquello solo me confirmaba que merecía lo que me estaba pasando.

—En la visita que te hizo Lena, por las cámaras hemos podido ver y escuchar con más detalles de cómo fue que logramos detenerte...— habló nuevamente Kara y con solo oír su nombre todos mis sentidos quedaron alertas— mierda, perdona, pero últimamente he estado tan nerviosa que no sé lo que sale de mi boca.

Una risa amarga salió de mi garganta y los nervios en Kara solo aumentaban.

—Ella es muy inteligente y astuta, deberán de agradecerle toda la maldita vida— dije con una sonrisa a medias en mis labios— si no fuera por sus instintos, no hubieran detenido la gran amenaza que fuí...

—No eras ninguna amenaza...— comenzó a decir, pero rápidamente la detuve.

—No nos engañemos, Kara— dije mirándola a los ojos.

Nos quedamos en un silencio incómodo después de aquello. Yo por estar recordando esa ocasión en que vi por última vez a Lena y Kara seguramente criticandose por el tema que había sacado.

—¿Así que me vigilan?— pregunté riendo un poco, tratando de aligerar el ambiente— eso es muy turbio.

—J'onn cree que es necesario— dijo un poco menos avergonzada.

—Estoy de acuerdo con J'onn— dije cerrando por unos segundos mis ojos para nuevamente abrirlos y seguir hablando— ¿Y ella cómo está?

—¿Quién?

—Lena, ¿Cómo está ella?

Kara demoró unos segundos en contestar, seguramente pensando muy bien en lo que diría.

—Ella está distante— informó finalmente con voz apagada— ha estado sumergida en su trabajo y no le interesa mucho la compañía de alguien más. Similar a como cuando la conocí...

—No dejen que se aleje, no dejen que vuelva a su antiguo yo— dije con cierto dolor en mi pecho— sé que es irónico por todo el daño que le hice, pero como pudieron ver y oír en la conversación que tuvimos, ella con el tiempo me llego a importar más que a nada en el mundo— el dolor en mi pecho y el molesto nudo en la garganta que aparece cuando estas apunto de caer, apareció— y no dejen que seres como yo se le acerquen... será difícil porque hay muchos en este mundo, pero tú me entiendes— dije en un intento de broma.

—___________....— susurró Kara, en sus ojos azules habitaban la pena hacía mi persona.

—Prometelo, Kara... promete que cuidaran de ella— rogué mirándola a los ojos.

—Lo prometo, ___________.

Respondió Kara sin dejar de observar mis ojos.

De mi boca salió un suspiro de cansancio para después asentir estando de acuerdo, y en ese pequeño instante de silencio recordé una vez más esos ojos rojos en medio de la oscuridad de mi mente, su voz también vino a mí, sintiendo un poco de temor de solo imaginarla. De pronto recordé mi última conversación con Lillian, ella de manera perfecta había dicho que después de derrotar a los Súper, un Dios vendría, y lo que sea que experimenté en ese sueño también se había referido así mismo como un Dios.

—Kara...—llame su atención, haciendo que me mirará al instante— cuando Lillian confesó haber hecho de las suyas... ¿ha mencionado algo sobre un Dios?

Kara se detuvo unos segundos analizando mi pregunta y con una gran interrogante en su rostro respondió.

—No, absolutamente no— respondió Kara, extrañada por mi pregunta.

—Esto te parecerá raro, pero el motivo de mi despertar tan exaltado es por un mal sueño o una ilusión, no lo sé— comencé a decir y el rostro de Kara parecía aún más confundido— todo era tan oscuro a excepción de unos ojos rojos brillantes y esa voz tan... escalofriante— explique observando al suelo como lo más interesante y en un intento de recordar cada suceso— no tenía sueño, pero de un momento a otro invadió mi mente y su voz ocupó cada rincón de mi cabeza.

—No estoy entendiendo nada, ___________— respondió Kara.

—En mi última conversación con Lillian, antes de que le diera la orden a su estúpido robot que me dejara casi inconciente e introducir a mi cuerpo kryptonita roja, ella confesó que un Dios llegaría a la tierra cuando yo acabará con ustedes— confesé sintiéndome mal por lo último— y en ese sueño o lo que sea que haya sido, ese algo que invadió mi mente confesó que hace miles de años intento invadir la tierra, pero dioses y humanos interrumpieron su propósito y que ha vigilado suficientemente la tierra para saber que ahora nosotros los kryptonianos somos el problema... 

—Wow... esto es muy extraño— comentó Kara, soltando una risa nerviosa— pero si lo ha confesado Lillian, es por algo, ¿no?

—Sí...— dije recordando más cosas de aquel sueño extraño— además... ese algo que invadió mi mente me dio a saber que no contacto por primera vez con Lillian, sino con Lex... — susurre pasando mis manos por mi rostro— ya sabes, el tipo que estaba o está obsesionado con Clark. Dudo que simplemente sea un sueño, Kara...

La rubia guardo unos minutos en silencio y no la culpaba, todo lo que estaba diciendo parecía irreal o sacado de una película, pero confío en que no puede tratarse de un simple sueño.

El silencio de Kara me dio tiempo para recordar algo más, específicamente antes de los sucesos con Lillian. Justamente ese momento en donde aquel libro con páginas amarillentas se encontraba en el laboratorio de Luthor y minutos más tardes sucediera todo lo acontecido.

—Espera, hay algo más...— dije llamando la atención de la rubia— Lillian tenía un especie de libro antiguo, en una de sus páginas había un ser o lo que sea que aparecía en ella. Y ahora recuerdo perfectamente que sus ojos eran iguales o similares a los que aparecieron en mi cabeza— Kara asintió dándome a entender a que siguiera hablando— de hecho nuevamente lo pude tener en mis  manos la noche en que todo se fue en picado, cuando me revele contra Lillian, la primera vez fue en su casa pero llegó a tiempo para interrumpir me. Creo que llegué a encontrar su nombre, pero mi cabeza ha sido golpeada tantas veces que no llego a recordar...— dije con cierto pesar.

—No te lo voy a negar, todo esto parece un poco descabellado— confesó Kara— pero no lo descarto para nada, si Lillian te dio aquella información es porque debe ser cierto, ¿no?— asentí dándole la razón— gracias por haberlo hablado conmigo, ___________...

A penas terminó de decir mi nombre, a la habitación se adentraron nuevamente J'onn, Clark y otro hombre con vestimenta militar y no se hizo necesario preguntar de qué se trataba.

—Supergirl— dijo el hombre con voz neutra.

—General— contesta simplemente Kara.

El hombre de edad mayor se acercó hasta la celda a paso lento y cuando lo hizo, se detuvo. Sus ojos me analizaron detenidamente, así como los míos lo hicieron con él y luego las esquinas de sus labios se alzaron levemente.

—Haz causado estragos en una parte de la ciudad— dijo él— sé que aquí en la DEO te tienen en una excelente vigilancia, al igual que a tu padre.

Baje mi cabeza por instinto al oír el tema de mis padres y pude notar que había un cierto humor en él.

—Pero tengo otros planes para ti.

—¿Qué harán con ella?— intervino rápidamente Kara.

—Ya le hemos dicho que ha actuado bajo la influencia de la kriptonita roja y de Lillian Luthor, y que no ha presentado una actitud de querer dar batalla, no es ninguna amenaza— dijo Clark, un tanto alterado— de hecho ha escuchado las grabaciones en donde Lillian Luthor ha confesado absolutamente todo.

—Lo sé, lo sé— contestó el General con total tranquilidad— por algo después de mucho tiempo he aceptado estar de acuerdo con que J'onn J'onnz dirija la DEO después de que fuera revelada su edentidad y que Superman y Supergirl sigan siendo héroes de National City, sin revelar sus edentidades. Algo que deberán de seguir agradeciendo a nuestro presidente quien les dió la oportunidad. Además, no son malos planes, bueno... no tan malos.

Kara y Clark se mostraron incómodos, mientras que J'onn pareciera estar de acuerdo con la situación y no lo culpaba, sé que para él fue frustrante tener la amenaza tan cerca y no haber podida impedir la a tiempo.

—Sabemos que no eres una amenaza, al igual que Superman y Supergirl— dijo el Generla, señalandome con su dedo índice— un tercer Súper, impresionante — comentó con un tono burlesco— pero hemos pensado... ¿por qué tenerla pudriéndose en una celda si podemos sacar beneficio de ello?— lo miré fijamente y siguió hablando— hemos pensado que trabajes para nosotros, el ejército— una risa incrédula salió de mí sin poder evitarlo— sé que esto parece una locura, pero no es así, porque mientras prestes tus servicios estarías pagando tus daños a la ciudad y si te opones a ello, no te preocupes— dijo con una sonrisa— aplicaremos el mismo método de, Amanda Waller, colocando una bomba en tu cabeza lo suficientemente efectiva si te revelas y decidas por atacar una vez más. U otra opción sería utilizar kryptonita.

Kara y Clark parecieron querer discutir, pero pronto J'onn los detuvo.

—Estarías haciendo el mismo labor que los Súper, pero sin ninguna publicidad— comento el General con el mismo humor— he tenido está conversación con el presidente y ha estado de acuerdo. De todas maneras él se comunicará con usted J'onn J'onnz— informó dirigiendo su mirada al marciano.

Sin decir algo más o despedirse, el General dio por terminada la conversación y se retiró. J'onn de igual manera lo hizo, solamente quedando Clark y Kara junto a los agentes que hacían de guardia en la habitación.

—¿Quién es Amanda Waller?— pregunté con tranquilidad, pero en mi cabeza había un espiral de pensamientos.

—Por lo que se sabe es una agente de alto rango del gobierno y comanda un grupo que los hace llamar, Escuadrón suicida— comenta Kara, con un ánimo por los suelos— criminales con grandes habilidades.

—También es dueña de una organización— incluye Clark.

En el fondo no me oponía a lo que podría sucederme más adelante. Es lo mínimo que podría hacer para pagar por mis malas acciones y luego de dar por terminada aquella conversación, Clark y Kara, se marcharon no sin antes colocar nuevamente la luz roja en la habitación y  prometer que harían algo al respecto, para después nuevamente quedar a solas con mis pensamientos.

...

Aunque no lo demostrará a simple vista, mis ánimos estaban por los suelos y la espera por otra noticia que pudiera declarar mi destino solo causaban aumentar los nervios.

Como siempre, no sabía a ciencia cierta cuanto tiempo había pasado desde la conversación junto al general. Solo me encontraba a la esperaba de algo y en un intento de tranquilizarme cerraba mis ojos tratando de visualizar esos ojos esmeraldas que habían despertado miles de emociones nunca antes experimentadas, después su piel pálida y algunos lunares en ésta, definitivamente eso debía considerarse como un hermoso paraíso y luego su melena negra, melena que te invitaba aún más en sumergirte a lo prohibido.

Si esto debía de pagar por los daños causados, así lo haría, sin importar el vivir con una bomba preparada para estallar en mi cabeza.

La oleada de pensamientos fue interrumpida cuando la puerta principal fue abierta. El pulso de mi corazón se llegó a acelerar y mi garganta pareció cerrarse, hasta que al lugar entró aquella chica que años atrás había sido mi cómplice en casi todo.

—Bonito lugar— dijo ella, señalando con su dedo índice el lugar— llegué a pensar que te pondrían en un calabozo.

Una sonrisa a medias apareció en mi rostro al verla frente a mí, pero la vergüenza era aún más grande haciendo que bajará la cabeza.

—Pensé que nunca más volvería a verte— dije en un tono bajo, a causa de la pena recorriendo mi cuerpo.

—Te dije que Lillian Luthor no me generaba confianza...—murmuró Maggie, ignorando mis palabras— pero siempre corres a lo desconocido.

—Lo sé, fui una completa idiota— contesté levantando nuevamente mi cabeza.

—Lo eres— asintió con su cabeza, mientras su mirada iba a todos lados menos a mi rostro— siempre creí que solamente Lex era el único Luthor maniático, pero parece que es de familia.

—Lena no es como ellos...

—No sé, ___________... hace muy poco he considerado que debo de tener el beneficio de la duda en cada persona, incluso los que me rodean. Ya sabes, puede ser que me estén mintiendo en la cara.

Sus palabras salieron tan amargas que me hicieron tragar saliva al sentir mi garganta seca. Mis ojos fueron a los suyos y me pude dar cuenta que también la había perdido, ya no había esa pizca de diversión en sus ojos como lo era de costumbre y lo llegaba a entender perfectamente.

—Te felicito, aprovechaste muy bien tu cercanía con los demás. ¡Dios! qué digo, ¡Lo hiciste excelente!— exclamó soltando una risa incrédula al final— ¿sabes?, he tenido que confesar después de todo lo acontecido y ahora Alex me odia. Se ha enterado que al igual que tú, conozco a Lillian desde hace mucho y que el motivo del por qué me he acercado a ella fue porque había averiguado que tenía cercanía con tus primos. Ahora piensa que todo lo nuestro también fue una mentira y la verdad no estoy para jurarle que llego a ser alguien importante en mi vida, lo nuestro ya fue y además ella tiene su vida hecha junto a alguien más, pero me reconfortaba la idea de que lo nuestro había terminado más o menos en buenos términos— sus palabras salían de su boca con el mismo tono amargo haciéndome bajar la cabeza como una cobarde— ahora todo ha cambiado y todo esta mierda casi arruina mi maldito trabajo sino fuera porque dijera que no estaba al tanto de nada.

—Carajo... perdona, Maggie— mi cuerpo se tensó y aquella disculpa pareció tan estúpida después de haberla dicho— pero no te preocupes, me harán pagar por todo lo ocasionado— dije con la mirada perdida recordando la conversación con el Genaral.

—¿Qué te harán?— preguntó Maggie al instante y llegue a pensar que aún sentía compasión por mí.

—Lo mínimo que puedo merecerme, Maggie.

Maggie quiso responder al instante, pero la voz de uno de los agentes custodiando la puerta hizo llamar nuestra atención.

—¡La visita ya ha acabado!— gritó.

—Está es la única visita que podré darte, ____________. Por orden de J'onn Jonnz— dijo Maggie— me has decepcionado y esto nunca te lo perdonare, nunca— sus ojos tenían una pizca de frustración y no dude en sus palabras— pero siempre tendré un aprecio hacia tu persona y espero seguir sabiendo de ti.

—Lo mismo digo, Maggie. Te deseo lo mejor.

"Una mentira más no hará diferencia" pensé hacía mis adentros viéndola marchar.

Luego de aquella visita tomé asiento y mi mente y cuerpo cansado, por fin llegaron a estar de acuerdo con que todo había acabado, bueno, para mí.

...

Pasaban los días y algo provocaba una presión en mi pecho causando un leve dolor en éste y de mi ojos seguramente hubieran aparecido leves indicios de lágrimas, pero estos ardían lo suficiente para que ello no se llevará acabo.

A mi mente llegó mi madre, era unos de los pocos pensamientos que me llegaban a tranquilizar en las silenciosas noches y recordar su sonrisa era como obtener un poco más de energía para llevar acabo mi destino. Habían otros días en que recordaba a mi padre, seguramente estando en una de las celdas de la DEO, a solas, al igual que en mi caso. Me llegaba a preguntar si la maldad vendría de sangre... Lex Luthor pudo ser que la heredo de su madre y yo pude heredar la de mi padre.

"Que estupido" susurre riendo con amargura ante la cobarde idea de poner aquello como una excusa.

La risa cesó cuando a mi mente pasaron recuerdos junto a Lena y aunque ya había dejado de ser algo para ella, para mí ella siempre lo sería todo.

Es increíble como los sentimientos llegan a aumentar cuando te das cuenta que has perdido para siempre a ese alguien importante y es aún más doloroso cuando recuerdas que nunca te tomaste el tiempo de hacérselo mostrar.

La puerta principal fue nuevamente abierta, pero ya estaba tan cansada que no me inmuté en saber quién era.

—Hace unos días a la DEO han traído todo material que había en Cadmus— susurró Kara, podría ser en una intención de que la conversación fuera sumamente privada— y además, también algunas cosas de la casa de Lillian. He revisado todo y no he encontrado ningún libro, _____________.

Antes de hablar trague un poco de saliva al sentir mi garganta completamente seca y finalmente levanté mi cabeza mirando fijamente a los de la rubia.

—Cree en mis palabras, Kara— dije con cansancio— si lo ha dicho tantas veces Lillian es porque es cierto— ella asintió varias veces con determinismo— eso que estuvo en mi cabeza era tan real y con cada día que pasa me convence aún más la idea y sé que a ti también— mi mirada se perdió recordando aquel sueño extraño— antes de que me traten como un animal y pongan una bomba de tiempo en la cabeza, necesito que me prometas que no dejarás pasar esto por alto. Sé que es desconciderado de mi parte pedirte tanto después de todo el daño que hice, pero si esto es tan importante y tengo cierta posibilidad de hacer un poco de cambio en esta situación, los horrendos errores que he cometido en un futuro tendrán menos peso sabiendo que hice algo valioso.

Ella asintió con cierta tensión en su cuerpo.

—Dile a Clark.

*Pov Kara*

Los gritos de los presos en las abarrotadas celdas se convertían aún más eufóricos a medida que pasaba entre ellos convertida en mi álter ego. Los insultos y maldiciones se volvían más intentos a medida que pasaba el tiempo y estos dejaron de oírse al entrar a un área con mayor seguridad. El policía abrió la puerta de una habitación y muy amablemente me invitó a pasar. Cuando entré solo había una mesa y dos sillas, tomé asiento en uno de ellas y me dispuse a esperar, al cabo de unos minutos la puerta fue abierta y por ella ingresó el hombre más repugnante que jamás había conocido.

—¡Supergirl!— exclamó, mientras el policía los esposaba a la mesa para luego retirarse— o mejor dicho, Kara Danvers— susurró para luego soltar una risa torcida haciendo un leve eco en la habitación— ¿A qué se debe tu visita?

—No perdamos tanto el tiempo, Lex. No hay mucho tiempo— dije inclinandome un poco hacía adelante, logrando ver como su sonrisa se hacía más grande.

—Me han informado que ____________ Williams hizo un maravilloso espectáculo, pero no llego a la excelencia— mi mandíbula se tensó y de él salió una risita malévola— han hecho un excelente trabajo impidiendo que mi influencia no llegue a extorsionar a estos estúpidos policías, pero querida Supergirl, el poder siempre viene a mí.

Mis puños se cerraron y aquella sonrisa retorcida solo provocada que algo en mi interior se volviera inestable.

—Parece que estás al tanto de todo, así que no sucede nada si conversamos de ello, ¿no?— preguntó acomodandose en su lugar— la verdad no me siento muy orgulloso de ese plan, para nada a decir verdad. Dejarme llevar por los consejos de mi mamá no fue tan efectivo como pensé, pero era el único instrumento que tenía fuera de ésta mugrienta cárcel y sus palabras tan soñadoras, además del inmenso deseó de terminar por fin con ustedes, nublaron por completo mi inteligencia— una mueca de disgusto había en su rostro, pero cuando terminó de hablar nuevamente apareció esa sonrisa— pero no pasa nada, ya he recibido mi castigo y una nueva oportunidad del gran Dios que llegó a mí— dijo refiriéndose a una venda que cubría todo su antebrazo derecho y la cual en algunas partes habían pizca de sangre— ha dolido como el diablo, pero logré ganar su piedad.

Nuevamente su carcajada hizo un leve eco por la habitación y a mi mente llegaron las palabras que parecían irreales por parte de ____________.

—¿Quién es el Dios?— pregunté mirándolo fijamente.

—¡No seas impaciente, Supergirl!— exclamó con mucha exageración— él no se rendirá hasta lograr lo que quiere, tenlo por seguro.

—Sí aquel estúpido Dios es tan poderoso, ¿por qué no le pediste que te sacará de aquí y así poder haber realizado tu plan con excelencia?— pregunté con enojo.

—Porque sabía que era una rotunda estupidez— contestó con diversión— todo el mundo conoció la locura de Lex Luthor y aún libre, se me estaba siendo difícil esconderme. Todo hubiera sido un maldito caos.

El policía nuevamente entró a la habitación informando que el tiempo de visita había acabado.

—Fue un gusto conversar, Supergirl. Saludame a tu querido primo.

...

Mis pasos iban de un lado a otro en mi apartamento mientras le platicaba a Clark sobre la relación del sueño extraño de ____________ y la confesión de Lex Luthor.

—Esto es una locura— comentó Clark, cuando había terminado— conspiraciones de un Dios quien aún no sabemos su identidad.

—____________ ha dicho que Lillian llego a comentarselo, luego tuvo ese raro sueño y ahora Lex Luthor sigue la misma línea— dije deteniendo mis pasos, pensando en todo lo que estaba pasando.

—Sí es así, tenemos que comentarlo a tiempo a la DEO— contestó Clark, convencido— como sabrás la última vez que hemos guardado un secreto tan grande, las cosas resultaron desastrosas y aún tienen cierto resentimiento hacía nosotros.

—Seguramente ya sabrán algo, habrán oído la conversación que tuve con ____________ — él asintió estando de acuerdo— sólo estarán esperando más información por parte de nosotros.

Quedamos en total silencio, solo se podían oír el tráfico de carros en National City y el ruido que hacían las personas en sus tareas del día a día.

—Hace pocos segundos he hablado que no es conveniente guardar más secretos, ¿pero qué haremos con ____________?— pregunta Clark— sabemos que si la dejamos bajo el control del ejército ellos no desaprovecharan la oportunidad para en ciertas ocasiones utilizarla para situaciones con beneficio propio o incluso se podría desatar una guerra. Conocemos la actitud del General y que en ciertas ocasiones los superiores pueden actuar de forma corrupta. No es conveniente que tengan mucho poder en sus manos.

—No la dejaremos bajo el control del ejército, Clark.

—¿Qué?— preguntó con cierto desconcierto.

—Nos ganaremos ciertas enemistades, pero no dejar a ____________ bajo el poder del ejército será menos devastador. Sabemos que J'onn y Alex odian a ____________, pero también sabemos que en el fondo están conscientes que dejar a alguien con mucho poder bajo ordenes del ejército puede resultar peligroso.

Las cosas pasaron rápido durante los próximos dos días en los cuales junto a Clark estuvimos ideando ideas para poner a ____________ fuera del alcance de algunas personas ambiciosos. Los nervios estaban a flor de piel, todos parecían seguir con la mayor normalidad después de lo sucedido con ____________, y sin poder evitarlo la culpabilidad llegaba a mí.

Todo sucedió rápido el día en que todo se iba a dar. La madrugada había llegado y Supergirl junto a Superman llegaron a la DEO, todo era como siempre, pero algo fue distinto a como lo era siempre cuando dimos falsas órdenes a dos agentes que custodiaban la habitación en donde se encontraba todo el equipo eléctrico de la DEO. Algunas sectores de la instalación quedaron sin luz eléctrica, con el fin de que todo fuera lo más natural posible y que la habitación en donde queríamos interceptar no captara toda la atención.

Con la misma rápida velocidad con que ingresamos y llevamos a cabo nuestro plan, de la misma manera salimos rápidamente de allí y con nuestra velocidad llegamos en segundos a la celda en donde estaba ____________. Cuando llegamos a ésta, nos dimos cuenta que no había nadie custodiando la puerta, llegando a acertar en que el cambió de guardias en la madrugadas y los inesperados apagones en las instalaciones harían que estos se salieran de sus caminos. La leve luz que emitía los rayos infrarrojos en nuestros ojos nos hizo dar cuenta que ella no se había inmutado ni siquiera en hacer un intento de escaparse, haciendo que me convenciera aún más de lo que estábamos haciendo.

—¿Qué hacen?— preguntó cuando abrimos su celda.

—Sacarte de aquí— respondió Clark.

—No pienso escapar— dijo ella con tranquilidad.

—Tendrás que hacerlo porque no pensamos dejarte bajo el poder de algunas personas con malos fines— dije con determinación— mantente lo más alejada de todo.

—No puedo hacer esto...

—Sí llegas a recibir señales de quien sea ese Dios, no dudes en entonces volver y si nosotros llegamos a captar algo, no dudes en que iremos a buscarte— ella no respondió por lo que decidí seguir hablando— si te dejamos bajo el poder del ejército sucederán situaciones en donde no podremos intervenir. 

—No puedo irme así como así— contestó con frustración— mis padres se sentirán aún más decepcionados, no puedo escapar como una maldita cobarde...

—Nosotros le haremos saber todo— está vez habló Clark quien se había quedado en silencio varios minutos— será peligroso si estás en otro bando cuando lo que sea que esté amenazando el mundo, decida actuar. La situación se saldría de las manos de los del ejércitos y es mejor que estemos los tres juntos.

—No puedo alejarme de nuevo...— susurró ella con pesar.

—Tenemos que ser rápidos, __________. El tiempo se nos está acabando.

Ella pareció no aceptar nuestra propuesta, pero en el último momento se puso de pie y nuestros brazos la recibieron.

—Entre poco te recibiremos de mejor manera y los tres acabaremos cualquier amenaza en contra de nuestro nuevo hogar— dijo Clark, cuando el abrazo había acabado.

_____________ me dio una última mirada y con dolor nuevamente la deje marchar. Clark la cargo en sus brazos y pronto desaparecieron de mi vista.

Salí de habitación sumergiendome en la oscuridad y minutos después de estar recorriendo algunos pasillos, las luces iluminaron nuevamos los pasillos.

—¿Qué ha pasado?— pregunté cuando me crucé con Alex de imprevisto.

—Lo mismo quisiera saber, vamos— contestó ella de la forma más ingenua.

Ahora solo tocaba esperar a que la verdad saliera a la luz.

_________________________________________

El próximo capítulo será el capítulo final y también se dará a conocer las dos sospresas que hace unos capítulos atrás dije.


💙💫

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