Joel mira a su alrededor y sonríe al ver como su sueño se ha hecho realidad. Hace 5 años decidió estudiar art en la facultad más prestigiosa de Nueva York. Muchos, en ese entonces, le decían que solo perdería su tiempo con esa carrera, ya que es algo que no es constante. Ahora, él se siente orgulloso de donde está, y de los planes que tiene para su futuro.
—¡Joel! ¡Joel! —una reportera trata de llamar su atención. —nos puedes contar como te sientes al abrir tu propia galería de arte después del fiasco y escándalo en el cual estuviste involucrado... —
—Sin comentarios. —el representante de Joel es rápido en contestar por él. —por favor, apéguense a la lista de preguntas que se les dio al principio ya que esas serán las únicas que el pintor Pimentel contestará. —
La reportera da una sonrisa de lado, bajando el rostro con las mejillas sonrojadas. Su compañía le ha dicho que le saque alguna declaración al pintor acerca de ese escándalo, ya que nadie lo había hecho antes y se vería bien para la empresa. Los demás reporteros hacen las preguntas que están en la lista mientras que la castaña mira al pintor fijamente, sabiendo que esa imagen tan compuesta no tiene nada que ver con él.
—¿Cuál es tu nombre? —el pintor cuestiona, mirándola fijamente.
—Jared de Jesús para la revista Vogue. —dice un poco tímida, sabiendo que de esa forma suele verse más confiable.
—Bueno, Jared. —le sonríe de lado. —refiriéndome a tu anterior pregunta. —pausa, dejando a todo el mundo en suspenso. —todo quedó claro en la investigación, yo no tuve nada que ver con los negocios sucios que se estaban haciendo con mis pinturas y eso es todo lo que tengo que decir al respecto. —le da una sonrisa.
—Gracias. —ella contesta, el sonrojo de sus mejillas aumentando.
Cuando la conferencia de prensa termina Joel camina por la galería admirando su trabajo. Se detiene enfrente de una de sus obras y una media sonrisa se forma en sus carnosos labios. Sus ojos se pasean por la imagen de la pelinegra pintada de perfil, con expresión seria en su rostro. No le hace falta recorrer mucho de la pintura para poder ver al castaño. Sus ojos se llenan de lágrimas al recordar la historia detrás de esta obra.
—Son ellos, ¿no es así? —la voz de alguien lo saca de sus pensamientos y no se sorprende al ver a Jared de pie al lado de él.
—Si... pero eso no está en el record. —Joel es rápido en decir.
—Por supuesto. —ella sonríe por lo bajo. —Jared de Jesús. —le extiende su mano para un apretón.
—Joel Pimentel. —le sonríe de lado, dándole la mano.
Después de un momento vuelve a ver la obra que pinta la historia de Haise Gómez y Christopher Vélez.