Hermione salió del baño cubierta con una toalla al rededor de su cuerpo, intentó cerrar la llave de pasó, pero no podía. Hizo un poco de fuerza, pero no tuvo éxito. No tenía a mano su varita, así que lo haría a lo muggle. Empujó la llave hacía adelante y tiró de ella, pero no fue una buena idea, ya que la termino arrancando del lugar. Unos chorros de agua la empaparon por completo a ella y el baño. Intento tapar el desatre con una toalla pero fue inútil.
Malfoy sintió un ruido y apagó la estufa, caminó por el pasillo, y vio un charco de agua bajo la puerta.
_¿Estás bien, Granger?-pregunto.
Hermione solo intentaba tapar la fuga con ambas manos.
_¡Sí! No te preocupes, estoy bien.
_¿Segura?-le volvió a preguntar.
_Sí. Solo estoy solucionando algo-amarro la toalla a la cañería.
Malfoy se apartó de la puerta, y tomó su varita de su bolsillo.
_Abre la puerta, Granger.
_¿Qué?
_Que abras está puerta. Claro que no. Estás loco, estoy desnuda-grito.
_No importa. Si no la abres la tirare abajo.
_Solo vete-dijo ella enojada intentado ponerse en pie. La toalla se safo de la cañería y un chorro de agua le dio en la cara. ¡Ahh!-grito Hermione.
_Te lo advertid-dijo Malfoy sacudiendo su varita y abriendo la puerta de golpe, encontrado a Hermione en el suelo como una pequeña cucaracha. ¿Pero qué diablos?-pregunto mirando el desatre del pequeño cuarto. Tomó su varita, u conjuro un reparo a la tubería.
_Yo... yo lo tenía bajo control-protesto ella poniéndose en pié. No tenías por que intervenir-temblo sobre la alfombra empapada.
Malfoy la miró de pies, a cabeza molestó. Tomó un par de toallas, cubrió su cabeza, y su espalda. La cargó en brazos y la sacó de ahí.
_¿Qué haces? Sueltame-protesto moviéndose.
_Quedate quieta, la amenazó mirandola a los ojos. Ella se quedó quieta como una estatua. Conocía esa mirada que él tenía y lo mejor era acatar sus órdenes.
Malfoy entró a la habitación y la sentó sobre la cama. Tomó su varita y encendió la chimenea. No puedo creer que seas tan irresponsable-busco dentro de unos cajones un par de toallas. Quitó la de su pelo y la que le cubría el cuerpo. Hermione agrando los ojos como platos. Acaso la había desnudado y cubierto sin inmutarse.
Él la cubrió por completo con una bata de baño, y cogió una toalla para secarle el cabello. Ella seguía inmóvil, sacando que su cara parecía un atardecer de verano de muchos colores.
_¿Qué sucede?-le preguntó precupado. ¿Te duele algo? ¿es el bebé?le volvió a preguntar tomando su rostro.
Ella negó con la cabeza y agachó la cabeza hacia abajo más avergonzada que nunca.
_¿Qué sucede entoces?
_Me... me quitaste la toalla-dijo ella.
_¿Y?
_¿Cómo qué y? Me viste desnuda-grito por fin.
_Oh,... bueno no te preocupes no vi nada. Ni siquiera pensaba en eso, solo intentaba que entraras en calor, Granger.
_Pues puedo sola-dijo ajustándose la bata de baño bien al cuerpo, y ahora si no te molesta, querría tener privacidad, Malfoy-señalo la salida.
_Bien, te veré en la cocina. La comida ya esta lista.
_No tengo hambre.
_No me hagas venir a buscarte, Granger. Por eso lo haré-dijo él caminando hacia la puerta para cerrarla tras él.
_Te mataría, pero no puedo hacerlo. No puedo dejar a mi bebé sin padre, ¿por qué tú padre es tan intenso?-se preguntó frotándose el vientre, un pequeño sonido salió de el. Vaya si que tienes hambre, ¿verdad? Y huele muy rico. Será mejor apurarme o él vendrá por mi.
_Oye, enano no te separas-amemazo Ron caminando tras Daveed en el super mientras miraba unas cajas de cereales.
Daveed lo miró por un momento y puso los ojos en blanco y siguió caminando por el pasillo del supermercado.
_¿Daveed?
_Hola, Daphne-saludo el pequeño abrazandola por la cintura.
_¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Neville?-pregunto mirando a todas partes.
_Estoy con un amigo de él. Vinimos al super por unas cosa, ya que él está viviendo con nostros.
_¿Cómo qué alguien vive con ustedes?pregunto molesta. Neville me debe un explicación. Ahora dime ¿quién es el irresponsable que deja a un niño solo en un supermercado?
_Ahora resulta que soy un irresponsable-contesto Ron parado enfrete suyo con una bolsa de compras.
_¿Ron?-pregunto Daphne sorprendida.
_El mismo.
_¿Eres el amigo de cuál habla Daveed?-le pregunto apartando al niño.
_Sí-contesto el mirándola de arriba a bajo.
_¿cómo puedes dejar a un niño solo?-le reclamó molesta. Sabes lo peligroso que puede ser, ¿tiene idea de cuantos niños desaparecen en el mundo?-golpeo su pecho muy molesta.
_No has cambiado nada, Greengrass Sigues siendo la misma exagerada de siempre.
_Y tú un petulante, irresponsable.
_¿Por eso me déjate?-le preguntó mirándola a los ojos.
La mirada de Daphne cambió inmediatamente.
_Ven Daveed. Tenemos que irnos, hablaré con Neville. No puedes seguir viviendo con él.
_¿Por qué? Me gusta vivir con, Tío Neville, tu jamás estás y no quiero estar solo otra vez-se safo de su agarré.
_No te preocupes, volveremos a Francia. Y te prometo que pasaré más tiempo contigo, cariño.
_No. Siempre dices lo mismo, y terminó quedándome solo.
_¿Ustedes se conocen?-pregunto Ron confundido.
_Daphne es mi madre-dijo el pequeño.
_¿Madre? ¿Tuviste un hijo?-le preguntó Ron.
_Soy su madre de adopción-contesto Daphne.
_Oh, ya veo que madre eres.
_¿Qué tratas de decir?-le preguntó molesta.
_Oh, nada.
_Escupelo ahora Weasley. Ron la tomó del brazo y la apartó de Daveed unos metros.
_Tienes un hijo al que dejas al cuidado de Neville mientras casi no pasas tiempo con él y... no sé que más puedo decirte.
_Mi trabajo me toma mucho tiempo, weasley.
_Pues deberías haberlo pensado, antes de adoptar aún niño o mejor hubieras adoptado un perro.
_No sabes nada weasley. Así que no te metas. Y mejor vete con tu séquito de zorras-murmuro molesta.
_Para tu información son admiradoras, no zorras.
_Da igual. Todas se arrastran por ti.
_Al menos tengo de dónde elegir, ¿tu puedes decir lo mismo?
_Soy una mujer, weasley. Puedo tener al hombre que quiero pero no deseos tener enfermedades venéreas
_Yo no tengo enfermedades, uso protección.
_¡Genial!-exclamo. Pero no necesito los detalles. Ahora si me disculpa tengo que irme se marchó hacia el pequeño.
Ron miraba a Daphne ella no había cambiado nada. Seguía igual de terca y por que no decir que bella. La vio sacar un teléfono de su bolso y contestar, luego colgó y lo puso en su bolso. Tomó a Daveed y la trajo hasta Ron.
_Tengo una emergencia. Llevalo a casa de Neville. Deveed mamá tiene una emergencia, te quedarás con él. Iré apenas me desocupe, ¿si?
_Eso quiere decir que seguire viviendo con tío Neville.
_Luego discutiremos eso, ahora hazme caso-beso su frente. Mamá te ama. Y tú Weasley nada de azúcar antes de dormir, ¿entendido?-ella se marcho apurando el paso.
Ron la ignoro por completo.
_¿Cómo la soportas?-le preguntó Ron a Daveed.
_Ella es buena, y dulce.
_Ah,... y dime ella tiene un pretendiente.
_¿Qué es un pretendiente?-pregunto el pequeño.
_Un novio niño.
_Sí me compras un helado tal vez pueda recordarlo-dijo Daveed balanceadose de atrás para adelante.
_Eres un pequeño pilló.
Ya Granger, no me mires así.
_¿Y cómo quiere que lo miré? Me acaba de ver desnuda.
_Te he dicho que no vi nada. Ahora come-señalo su plato.
_Solo por que tengo hambre y no por que tú me lo ordenas.
_Solo come seguro ese bebé tiene hambre.
Ella se sentó en la silla y miró el plato de pastas olía riquísimo, tomó el tenedor y enrollo un poco de pasta en el y dispuso a saborearlo. Y se escucho ese placentero gemido de disfrute.
_Merlín esto es delicioso-exclamo Hermione saboreando la pasta, pasó su lengua por su labio inferior quitando el resto de salsa. Volvió a tomar otro bocado pero se detuvo y miró a Malfoy. Él estaba quieto frente a ella sin tocar su plato con la cabeza abajo.
_Sucede algo, Malfoy-pregunto dejando su cubierto aún lado del plato.
_No hagas eso-contesto él.
_¿Hacer qué?
_Ese ruido.
_¿Cuál?
_El que acabas de hacer.
_¿Por qué? ¿Cuál es el problema?-le preguntó ella tomando de nuevo su tenedor.
_Si lo vuelves a ser, te juro que te arrastrare a la habitación y ahí si vas a gemir pero de otra forma más placentera, Granger-dijo por fin levantado la cabeza para mirarla a los ojos fijamente.
El tenedor se resbaló de la mano de Hermione por aquella crudas palabras, pero lo que más le asustaba a ella era que tal vez quería que él cumpliera esa promesa.