Los sirvientes abrieron la gran puerta dejando ver a la familia y les dieron la bienvenida.
Tanto los adultos Broflvsky como los Tucker se encerraron en el gran comedor, dispuestos a debatir y preparar todo para el ensayo de la boda de sus hijos.
Craig, aburrido de la tonta conversación de los adultos, como un pequeño niño travieso, se dispuso a abandonar el lugar, caminó por el enorme salón, apreciando a lo lejos un piano muy solo y muy poco usado, se notaba a simple vista por el rastro de polvo. Recuerda cuando su tutor, Token Black, le había enseñado a tocar una que otra canción cuando era solo un niño.
Con nostalgia se acercó a dicho piano, silenciosamente los dedos de su mano se posaron en las teclas, acariciándolas con cariño.
Quizás, una pequeña melodía no molestaría a nadie.
Se sentó, revisando que nadie lo estuviera mirando, y tocó con cuidado algunas notas, siendo rápidamente envuelto por una hermosa melodía. Sus dedos, apasionados disfrutando del sonar.
Kyle quién terminaba de arreglarse escuchó esa hermosa melodía que hace tiempo no escuchaba, decidió salir de su cuarto e ir a dónde provenía.
Bajó las escaleras encontrándose frente a frente con su prometido, se veía que era un poco grande que él en edad, ¿Cómo podría casarse con alguien tan apuesto como él?
Craig, tan ensimismado que estaba en la dulce melodía, se asustó cuando escuchó unos aplausos y una dulce risa, y saltó, tirando el banco al suelo y casi destrozando el pequeño florero.
Kyle soltó una pequeña risita.
-E-eh yo, ¡Lo siento! -se disculpó Craig y Kyle le brindó una de sus mejores sonrisas-
-No te preocupes. Por cierto, tocas hermoso. -alabo Kyle-
-Fue muy descortés de mi parte, cuánto lo siento. -Volvio a disculparse Craig, acomodando el banco de madera-
-Mi madre no me deja tocar el piano, dice que desborda pasiones. -dijo Kyle tan tímido y dulce desviando la mirada-
-Joven Kyle, ¿Donde está su compañía? -adquirio Craig, algo incómodo al estar a solas con el lindo Omega-
-Tal vez, y en vista de las circunstancias, podrías llamarme Kyle. -le dedicó una sonrisa de confianza-
-Si, supongo que tienes razón. -Craig sonrió con nerviosismo- Es extraño, creo, mañana estaremos, uhm, ca...
-Casados, si. -Kyle se mordió el labio inferior mirando para otro lado-
Craig suspiró.
Kyle lo volvió a mirar y sonrió.
-¿Sabes?, Desde niño siempre había soñado con el día de mi boda, esperaba enamorame profundamente de un Alfa y pasar toda mi vida a su lado. Que tontería, ¿No? -añadio, acercándose al piano tocando las teclas y volteandolo a ver a los ojos-
-Si, algo tonto...¡No! ¡No quise decir eso! -Craig, tan perdido había estado en la ilusión de un matrimonio perfecto que estuvo a punto de cagarla con su prometido-
Craig llevo su mano a la cara.
Kyle no había pensado conocer a su prometido de esa manera pero se le hacía divertido y tierno.
-¡¿Qué falta de decoro es ésta?! ¡No deberían estar juntos a solas! -La señora Broflvsky entró a la sala, inundando el salón con sus gritos- ¡Entren a ensayar, ya! El padre Maxi los está esperando. -Ordenó, volviéndose a la sala refunfuñando entre fuertes taconazos-
«............,...........»
-
-Joven Tucker, repita conmigo. -gruñó el hombre, dejando de golpearlo con el bastón- "Con está mano yo sostendré tus anhelos, tu copa nunca estará vacía porque yo seré tu vino, con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad, con este anillo te pido que seas mío"
Craig asintió, se aclaró la garganta, tomó aire, avergonzadose ante la asesina mirada por parte de la señora y el señor Broflvsky y una mirada de burla de Ike y Tricia.
-Con ésta vela -Comenzó, encendiendola, o eso suponía, más la llama se negaba a cooperar, provocando que su nerviosismo aumentara-
-¡Continué! -gritó el padre Maxi, siendo interrumpido por el sonar de la puerta-
-Atienda la puerta, Kenny. -Ordenó Gerald al mayordomo quién asintió obediente y desapareció tras la puerta-
-Supongo que por hoy omitiremos la primera parte joven Tucker. -Gruñó el padre Maxi-
-Es un tal Trent Boyett, señor. -dijo el mayordomo entregandole una tarjeta a él señor Broflvsky-
-¿Lo conoces cariño? -le preguntó a su esposa-
-No lo recuerdo. -dijo ella tomando la tarjeta para leerla-
-Soy malo para recordar las fechas y creo que me presenté antes de la boda, pero ¿no les molestará que los acompañe verdad?
Todos voltearon a verlo, era un hombre de 25 años muy apuesto y elegante.
-No, claro que no, ¡Kenny una silla para el joven! -dijo la pelirroja-
El rubio asintió y fue inmediatamente por una silla, el tipo se sentó se le quedó mirando fijamente a Craig.
-Oh, por favor continúen. -dijo sonriendo-
-Intentelo de nuevo, le parece joven Tucker. -dijo el padre Maxi-
Kyle prendió la vela de Craig.
-Si señor, lo intentaré. -dijo Craig alzando la mano izquierda-
-Derecha. -dijo serío el padre-
-Con está derecha. -Cambio la vela de mano torpemente- Con ésta derecha.
-Mano, Joven.
-Con esta mano yo sostendré..-chocó con la mesa-
-Tres pasos, ¡Tres!, ¡¿No sabe contar?!, ¡¿acaso no quiere esposarlo, joven Tucker?!
-¡No! ¡No! -dijo Craig negando vigorosamente-
-¿No lo deseas? -Kyle lo miró-
-No me refiero a que no quiero casarme, que si lo deseo. -dijo muy nervioso, un bastón se estrelló contra la cabeza del azabache- ¡Ay!
-Preste atención. Ha traído el anillo, ¿No? -inquirio, y como Craig llegase a negar se desataría el desastre en aquel lugar-
Afortunadamente el azabache no negó y sacó el anillo de su bolsillo pero con tal torpeza que este salió disparado, deslizándose debajo del vestido de la señora Broflvsky.
Craig, inocentemente, se metió ahí para sacar el anillo y mostrarlo con orgullo, olvidándose de levantar la vela que estaba quemando las costosas telas.
Todos empezaron a gritar, exepto Ike y Tricia los cuales reían, otros corrían por agua, definitivamente todo era un desastre.
Pero el joven desconocido tomó una copa y la tiró encima del fuego haciendo que se apagara.
Tiró la copa hacía atrás haciendo que cayera parada en la bandeja que sostenía Kenny.
Todos quedaron sorprendidos.
-¡¡BASTA!!, ¡¡ESTA BODA NO SE LLEVARÁ A CABO HASTA QUE ÉL NO ESTE BIEN PREPARADO!! -señalo a Craig con una mirada enfurecida- Jóven tiene que aprenderse bien el juramento-
Todos lo vieron con desaprobación y enojo, Craig rojo de la vergüenza corrió de ahí.
-Que buen partido, ¿No? -dijo Trent con una mirada de asco-
En si, fue un desastre, la boda fue pospuesta ante el padre ante su incapacidad de recordar los votos, la señora Broflvsky estaba indignada, al igual que cada adulto en aquella sala.
«...........................»
Craig se apoyó contra el puente de roca, observando el río con una cara triste.
-Deben pensar que soy un estúpido...-susurró cerrando los ojos mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás con cansancio-
Nadie le había dicho que casarse era tan complicado...
Pero el debía ser un buen esposo, él debía aprenderse sus votos y debía regresar a la mansión para comprometerse con su compañero de vida.
-¡ATENCIÓN, ATENCIÓN, ENSAYO DE BODA TOTALMENTE ARRUINADO GRACIAS AL JOVEN TUCKER! -gritó el tipo con una campana, a lo lejos en la plaza, Craig suspiró pesadamente y caminó hacia el bosque-
No podía ser tan difícil era simplemente unas pocas palabras, recitar cuatro frases.y poner finalmente el anillo dónde correspondía. ¿Porque le resultaba tan complicado?
Se adentro más y más en el bosque, murmurando los votos tratando de recordarlos.
Y, joder, aún así se seguía equivocando.
Llegó a un claro, donde un viejo árbol al borde de la muerte lo esperaba. Craig se apoyó en él, tomando el pequeño anillo entre sus dedos, sintiendo el coraje y la desicion recorrerlo entero. Él quería ser un buen esposo.
-Con ésta mano, yo sostendré tus anhelos -dijo firme y claro- Tú copa jamás estará vacía porque yo seré tu vino. -¡Si! Por fin lo estaba haciendo bien- Con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad -gritó lleno de alegría agachándose hacía una rama que para su suerte se parecía terroríficamente a una mano- Y, con este anillo, te pido que seas mío. -recitó, poniendo el anillo en uno de los dedos-
¡Oh si! ¡Lo logró! ¡Pudo hacerlo! ¡Por fin!
Cerró los ojos con una gran sonrisa, ahora tenía que volver a la mansión y hacer que la boda sea mañana según lo planeado.
Unos cuervos aparecieron y empezaron a volar alrededor de él, Craig no le dió importancia.
Pero antes de hacer algo, aquella rama se movió, abriéndose como si de verdad era una mano, agarró el brazo de Craig y lo tiró hacia abajo haciendo que soltara un grito desgarrador.
¡¿Qué carajos estaba pasando?!