El día ha comenzado raro.
Sobretodo porque las sábanas que deberían estar encima de mí están en el suelo.
Y el que ocupa ese lugar es Louis.
-¿Estás listo? -me susurra en el oído. Estoy exitado, así que le permito que me penetre, mi cuerpo tiembla cuando lo siento entrar y el habla se me va, aprieto las sábanas de mi cama cuando da la primera estocada.
Louis y yo ni siquiera somos amigos.
Y no sé en qué momento llegamos a este punto de tener sexo por diversión. No somos una pareja, como les dije antes, no somos amigos siquiera. Creo que todo empezó en el día que me dio un aventón a mi casa un día de lluvia, lo invité a pasar y las cosas se pusieron raras.
Simplemente terminamos en la cama entrelazados. Y desde ese día no ha dejado de pasar.
Y han pasado dos meses desde eso, y creo que cada vez con más frecuencia.
-Más, más, más. -siseo, los rizos se me pegan a la cara, Louis me toma una de las manos y la lleva a su miembro mientras él lleva la suya al mío. Encorvo con suavidad mi espalda del placer y le dejo mi cuello descubierto para que lo bese.
Quiero aclarar también que nunca nos hemos besado.
Ni por accidente.
Lo único que hace es explorar mi cuerpo, pero mi cara pasa desapercibida para él. No existe.
Y a veces siento que duele. Me hace sentir como si no fuese una persona.
-Móntame. -dice, asiento, mientras sale de mí y se acuesta en la cama, mientras me tomo el tiempo de sentarme sobre él y alinear su miembro con mi entrada, cuando lo hago, comiendo a dar saltitos irregulares, siento sus manos apoderarse de mi cintura, cierro los ojos, me encanta que haga eso. Al rato siento sus manos tomar mi espalda, su pecho ahora está chocando con el mío y sus caderas me están ayudando a montarlo. Sus manos acarician mi espalda con suavidad hasta mi cuello y yo me quiero morir por eso. Mis manos se van a sus hombros, mientras me ayudo de ellos para seguir dando saltitos. Deliro con que me va a besar cuando lo miro a la cara, pero no lo hace. Como siempre. Desvía sus labios a mis hombros y los besa, decido restarle importancia. Y cuando nos venimos, tengo que darme un momento para separarme. -Maldita sea.
-¿Qué pasa? -digo, estoy acostado a su lado, con las sábanas encima.
-Son las nueve, tengo clase en media hora. -me dice, levantándose y tomando su camisa, lo veo limpiarse sin mucho esmero y ponerse de nuevo su ropa. -¿Te veo el viernes?
-No lo sé. -murmuro, dibujando círculos en las sábanas. -Yo te aviso.
-Claro. -me dice, lo veo acercarse y deliro de nuevo, que me bese por una maldita vez. Pero cuando toma su reloj del buró tengo que aceptar la realidad de nuevo. -Nos vemos.
Ni siquiera le contesto. Lo veo irse de mi casa con sus cosas en las manos. Me quedo un rato aceptando la realidad de nuevo.
Soy un juguete para él y yo lo acepto.
Lo peor es que lo acepto.
Me levanto de la cama sin mucho esfuerzo y me doy un baño, tengo clase en la próxima hora así que no me apuro, me pongo un suéter negro holgado y unos pantalones azules, tomo mi mochila y me encamino a la escuela.
Cuando llego, veo a Niall en las bancas del campo, está sentado debajo de un árbol gigante, comiendo cualquier cosa y haciendo algo de tarea, me siento junto a él y cuando lo hago él me mira.
-¿Estudiaste para el examen? -levanto las cejas. Mierda. No recordé en toda la semana que tenía un maldito examen hoy. -Es en dos horas y siento que una semana y media no alcanzó.
-Realmente... No estudié nada. -murmuro. Ojalá fuese mentira. Pero el lunes tuve que ir a la casa de mi madre, el martes y miércoles fue Louis a mi casa y digamos que no me puedo concentrar mucho cuando estoy con él. Los demás días hasta hoy he estado trabajando en las tardes y bueno, hoy en la mañana digamos que fue la excepción. -Doblé turno en la farmacia.
-Que horror. -dice. -Mira, estoy haciendo un resumen de... Todo. Me ayuda a memorizar las cosas. Puedo prestartelo para que estudies un poco.
-Es por eso que eres mi mejor amigo. -murmuro, sonriendo.
Niall ha estado conmigo desde que tengo memoria. Básicamente nos conocimos en el jardín de niños hace unos quince años y desde entonces, hemos estado juntos en todas las escuelas. Ayuda el que sea de mi edad.
No nos guardamos absolutamente nada.
Excepto el que me acuesto casi tres veces a la semana con Louis.
-Creí que Blair se había roto la pierna. -volteo a ver en dirección a ella. -La maldita tiene una suerte que te cagas.
-No, no se quebró la pierna, simplemente es la sobrina favorita del director. -volteo a ver a Niall. -No es suertuda. Simplemente es la mierda más grande del mundo a la que todo el mundo le hace barba.
-Porque les conviene.
-No me digas.
-Es decir, Louis Tomlinson es su novio ¿caes en cuenta de eso? Tiene todo la maldita perra. -dice él.
Oh sí.
Es una maldita suertuda de mierda.
A la cual su novio engaña con un chico de onceavo grado al cual ella humilla cada vez que puede. Me va a dar muchísima gracia el día que se entere que llevo meses teniendo sexo con su novio.
-Louis no es una meta de vida. -volteo a ver a Niall. -Es un maldito egocéntrico, una mierda y...
-Y es el chico más popular de toda la escuela, es el defensa del equipo y está a nada de ser transferido a Liverpool para ser entrenado para ser parte del equipo. -lo miro. -Además tiene dinero.
-Niall, Louis es un maldito asco. -murmuro. -De seguro engaña a Blair con varias chicas, incluso deben ser sus amigas.
-¿No me digas que no te meterías con Louis? -me dice con una ceja levantada. -Te encantaría.
-Ni debe ser tan bueno en la cama. -creo que me mordí la lengua.
Maldita sea, sí, sí lo es.
-Bueno, yo sí lo haría. -dice, frunzo el ceño. -Si él fuese gay.
Oh dios, creo que no los he contextualizado lo suficiente.
Louis es el ser más heterosexual que "hay" en la escuela. Así que por eso absolutamente nadie sabe que nos hablamos siquiera. Porque tengo el problema de que yo soy gay, y todo el mundo lo sabe. Y para Louis, que alguien se entere de mi existencia en su mundo, es como si un cristiano creyera más en el diablo que en dios. Y yo soy ese diablo en la vida angelical de Louis.
Nadie sabe que me habla.
Y nadie lo sabrá. Jamás.
-Dios mío. -murmuro, levantándome de la mesa, mientras camino con total tranquilidad hasta el aula.
Últimamente Louis me da vueltas en la cabeza todo el día. Y eso no está bien.
Acordamos hace tiempo que nadie jamás iba a saber de nosotros. Que él no iba a decir nada de mí, y que no me iba a molestar (tanto) mientras que yo actuará como si él jamás me hubiese hablado.
Él nunca me dio un aventón a mi casa.
Él jamás ha estado conmigo.
Jamás ha ido a mi casa.
Él jamás ha hablado conmigo.
Y comienza a molestar en el pecho.
Mi celular comienza a vibrar varias veces, lo miro cuando estoy sentado en el salón.
𝚃𝚎 𝚟𝚎𝚘 𝚎𝚕 𝚟𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝚖𝚒 𝚌𝚊𝚜𝚊 𝚊 𝚕𝚊𝚜 𝚍𝚘𝚌𝚎. 𝙼𝚒𝚜 𝚙𝚊𝚙𝚊́𝚜 𝚟𝚊𝚗 𝚊 𝚜𝚊𝚕𝚒𝚛 𝚍𝚎 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎.
-x. ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
𝚃𝚎 𝚍𝚒𝚓𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚟𝚒𝚜𝚊𝚋𝚊. 𝙽𝚘 𝚜𝚎́ 𝚜𝚒 𝚙𝚘𝚍𝚛𝚎́ 𝚜𝚊𝚕𝚒𝚛 𝚎𝚕 𝚟𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜.
-ʏᴏ ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
𝙿𝚞𝚎𝚍𝚘 𝚒𝚛 𝚢𝚘 𝚊 𝚕𝚊 𝚝𝚞𝚢𝚊. 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚙𝚛𝚎𝚏𝚎𝚛𝚒𝚛𝚒́𝚊 𝚖𝚒 𝚌𝚊𝚜𝚊. 𝙲𝚘𝚖𝚙𝚛𝚎́ 𝚞𝚗𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚛𝚎𝚜𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜.
- x ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
𝙿𝚘𝚛 "𝚌𝚘𝚖𝚙𝚛𝚎́" ¿𝚝𝚎 𝚛𝚎𝚏𝚒𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚊𝚜𝚚𝚞𝚎𝚛𝚘𝚜𝚊 𝚍𝚎 𝚝𝚞 𝚗𝚘𝚟𝚒𝚊 𝚗𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚑𝚊 𝚞𝚜𝚊𝚍𝚘? 𝙲𝚛𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚍𝚒𝚓𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚞𝚜𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚘.
-ʏᴏ ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
𝙰 𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚗𝚘 𝚕𝚎 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚊𝚗 𝚎𝚜𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜. 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚙𝚎𝚗𝚜𝚎́ 𝚚𝚞𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚣𝚊́ 𝚙𝚘𝚍𝚒́𝚊 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊𝚛𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚐𝚘.
-x. ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
¿𝙽𝚘 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚎 𝙳𝚊𝚍𝚍𝚢 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗? 🙄
-ʏᴏ ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
𝚅𝚊𝚜 𝚊 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚒𝚝𝚊𝚛𝚕𝚘.
- x. ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ
Mierda.
𝚃𝚎 𝚟𝚎𝚘 𝚎𝚕 𝚟𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝚝𝚞 𝚌𝚊𝚜𝚊.
-ʏᴏ ʰᵃᶜᵉ ᵘⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ