La sala de entrenamiento era, sin duda, una sala inmensa. Había distintos paneles con botones de diversos colores y tamaños. Frente a Yibo había una ventana enorme, dónde se podía ver un espacioso cuarto blanco. El humano entró y soltó un sonido de sorpresa cuando todas las luces empezaron a encenderse por sí solas. El cuarto se iluminó y uno de los paneles hizo un ruido extraño de encendido.
El cuarto blanco parecía vacío.
¿Cómo es que entrenan estos alienígenas? Se preguntó curioso mientras tocaba con la yema de sus dedos los laterales de la habitación. Era suave y acolchado.
—Está hecho de un material resistente —Dijo una voz que Yibo pudo reconocer como la de Vanil. —Siento mucho por haber salido corriendo, a veces lo hago cuando estoy muy nerviosa —Dijo ella desde los paneles. Yibo la observó a través de la ventana enorme.
—Descuida. ¿Cómo es que funciona esto? — preguntó mirando en el techo y los lados de la habitación blanca. Aún sin encontrar nada fuera de lo común.
—Es el cuarto de entrenamiento. Tiene tres niveles: principiante, intermedio y avanzado. Se maneja a través de estos paneles ¿necesitas ayuda?
Yibo asintió —Me gustaría entrenar un poco.
— ¿Qué nivel deseas?
Yibo pensó unos segundos. No era lo suficiente experimentado para un nivel avanzado, pero tampoco era tan nuevo para ser un principiante. Después de todo, había estado entrenando con Xiao Zhan cuando estaban en la tierra. El intermedio estaría bien.
—Intermedio.
Vanil asintió.
—Aparecerá un Parkos frente a ti, no te asustes no es real. Aunque puedes sentirlo.
— ¿Qué...?
Yibo no culminó su pregunta porque de pronto la puerta de la habitación blanca se cerró y, efectivamente, frente a él apareció un Parkos.
— ¿¡Qué demonios!?
—Tranquilo, no es real. Soy yo quién lo manipula a través de los paneles. Me dijiste nivel intermedio ¿cierto?
Yibo comenzó a pensar en cambiarlo a nivel principiante por unos segundos, pero meneó su cabeza y se colocó en posición de defensa.
—Sí.
Y el entrenamiento comenzó.
—&—
—Muchas gracias, Talnor —Xiao Zhan agradeció al padre de Derbus —No sé cómo más agradecerle.
—No te preocupes, Xiao Zhan. Tu padre es un buen amigo mío y es lo mínimo que puedo hacer ahora para ayudarte.
Xiao Zhan asintió.
— ¿Sabes las últimas noticias de Karnak?
—No, no me he comunicado con Yue Yue desde que llegué aquí. ¿Usted sabe algo?
Talnor y su hijo Derbus compartieron una mirada y luego miraron fijamente. No debía ser nada bueno.
—Alguien ya ha tomado el poder en Karnak.
— ¿¡Cómo!? —Los ojos de Xiao Zhan se abrieron enormemente y su respiración comenzó a acelerarse. Estaba tarde. Había llegado tarde.
—Nadie sabe el paradero de tus padres. Y las últimas noticias que tenemos es que Karnak está en manos enemigas.
—Imposible.
—Nos ha llegado el dato que su próximo paradero es la tierra.
—No, no, no puede ser cierto. —Xiao Zhan cayó sentado en una de las sillas y Derbus inmediatamente se posicionó a su costado para acariciar su espalda en manera de confort — ¿Quién? ¿Quién está al mando?
Talnor negó con la cabeza.
—No lo sabemos. Ahora mismo, todos los planetas vecinos en Karnak temen, saben que serán pronto invadidos. No me sorprendería que encontraran nuestro planeta también.
—No sucederá, ténganlo por seguro —Xiao Zhan se levantó de su asiento —Voy a detener todo esto. Lo juro por mi vida.
—Xiao Zhan...
—Termine con las armas, Talnor. Al amanecer me iré con Yibo.
Talnor y su hijo compartieron una mirada preocupada nuevamente y asintieron. Xiao Zhan podía ser muy terco e impulsivo a veces, pero cuando se trataba de su planeta, de su gente, era incluso peor.
—&—
Yibo no tenía idea de cuánto tiempo más había pasado. Pero ahora mismo se encontraba sin parte del enterizo puesto, solo sus pantalones. Su cuerpo y rostro brillaban por el sudor y sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas por el calor. Combatir con ese "Parkos" había sido difícil, tenía movimientos muy precisos y técnicas diferentes a las que Xiao Zhan usaba cuando entrenaba con él.
El Parkos ilusorio, ya se encontraba en el suelo, aparentemente derrotado y Yibo se sentía orgulloso consigo mismo. A pesar de que no haya sido real.
Vanil veía todo desde los paneles con una sonrisa y rubor en sus mejillas. Creía que el humano era muy atractivo. Después de todo, era la primera vez que veía a uno en persona.
— ¿Cómo lo hice? —Yibo preguntó entre jadeos dirigiéndose a Vanil quién se sonrojó más y ensanchó su sonrisa.
—Excelente. Eres muy hábil.
—Gracias. —Yibo salió de la habitación blanca y se acercó a Vanil, era gracioso como ponía nerviosa a la alienígena, él no era estúpido para no notarlo. — ¿Habrá algo para beber?
—E-Eso creo. — respondió ella aun mas tímida al tener al humano más cerca.
El suave sonido de una puerta deslizarse hizo que ambos dirigieran su mirada a esa dirección, el sonido de las típicas botas de Xiao Zhan hicieron eco en la sala de entrenamiento y estrechó la mirada al ver a ambos. Vanil muy sonrojada y a Yibo quién estaba todo sudoroso y sin mitad del enterizo puesto.
—Hola Xiao Zhan...—Yibo saludó con una sonrisa y Vanil pareció ponerse más nerviosa.
—Hola —Respondió Xiao Zhan aún con la mirada estrecha y una ceja alzada — ¿Nos dejas solos, Vanil?
—Sí. —Vanil asintió presurosa con la cabeza gacha y la puerta de la sala se cerró de inmediato cuando ella salió
— ¿Qué estaban haciendo? —Xiao Zhan preguntó sentándose en uno de los asientos redondos cerca de los paneles.
— ¿Entrenando? —Yibo respondió como si fuera lo más obvio, porque claro, lo era. Xiao Zhan no lo miraba, tenía las piernas cruzadas y se miraba las uñas con desinterés.
— ¿Con Vanil?
Yibo pestañó un par de veces y entonces comprendió, ensanchó una sonrisa. Xiao Zhan seguía mirando sus uñas para no mostrar su completa molestia ¿estaba celoso de Vanil? ...a Yibo le pareció adorable. Por supuesto, él no tenía ningún interés en Vanil, le parecía una alienígena agradable pero nada más. No sentía lo mismo que cuando estaba cerca de su alienígena, en lo absoluto.
—Solo me ayudó con los paneles. Con la única persona que me gusta entrenar es contigo. —Yibo dijo de cuclillas a la altura de Xiao Zhan en la silla, para que pudiera verlo. — ¿Quieres entrenar?
—Pero ya entrenaste. Además, vine para decirte algo importante.
—Te siento tenso, Entrenemos primero y luego me dices lo que sea que tengas que decirme. Te sentirás mejor, lo prometo.
Xiao Zhan le echó un vistazo al rostro sonriente del humano, y su estomago dio un vuelco. ¿Qué rayos le estaba pasando? No sabía que era, pero lo que sea que fuera, el humano era un factor importante. Le sonrió y asintió tras dar un suspiro —De acuerdo.
Yibo entró a la habitación blanca y antes de que Xiao Zhan entrara, manipuló algunos botones en el panel. Segundos después entró y la puerta se cerró automáticamente.
—Veamos qué has aprendido de tu entrenamiento anterior —Xiao Zhan dijo amarrando su cabello en una coleta y colocándose en posición. Yibo se colocó en posición nuevamente y tronó algunos huesos en su cuello. Sí, estaba cansado y probablemente Xiao Zhan tendría ventaja sobre él, pero sabía que esta sería una ayuda para que el alienígena se relajara.
Como era usual, Xiao Zhan comenzó el ataque. Sus golpes eran más fuertes, Yibo lo notó. Dio un doble salto y una patada que iba directamente a la cabeza de Yibo. Por suerte, este fue lo suficiente rápido para cubrirse, darse una vuelta y propinarle un codazo a Xiao Zhan en la espalda que lo hizo trastabillar.
Xiao Zhan resopló e hizo una mueca de molestia al ver la sonrisa socarrona de Yibo. El humano podía ser tan arrogante a veces. El alienígena atacó nuevamente y Yibo lo volvió a esquivar y a contraatacar de manera limpia. De hecho, Yibo notó imprecisión en los golpes del alienígena, como si tuviera algo más en la cabeza y no estuviera concentrado del todo. Aprovechó en uno de sus movimientos para tomar la cintura de Xiao Zhan y tirarlo al suelo acolchado, al mismo tiempo que lo sujetó de las muñecas por arriba de su cabeza y presionó su rodilla por sus piernas para inmovilizarlo.
— ¿Estás bien? —Yibo le preguntó con un claro tono de preocupación en su voz. Xiao Zhan no lo miró, su rostro volteado a un lado y su labio temblando ligeramente.
—Sí.
—No es cierto, Xiao Zhan.
— ¡Entonces no preguntes! —El alienígena respondió girando su rostro con brusquedad y mirando finalmente a Yibo. Sus ojos brillaban por las lágrimas acumuladas, pero había algo más. Frustración. Impotencia. — ¡No preguntes si ya sabes cómo me siento! —Gritó nuevamente. Su voz era completamente diferente a la normal, parecía que se quebraría en cualquier momento. Yibo podía sentir el pecho de Xiao Zhan subir y bajar por la respiración acelerada. — ¡No lo entiendes!—Xiao Zhan dijo quebrándose esta vez y dejando salir las lágrimas que había estado aguantado ya por mucho. Yibo no dudó ni un segundo en abrazarlo fuerte, mientras Xiao Zhan continuó sollozando. Verlo, sentirlo tan vulnerable hizo que su corazón se hundiera y sintiera un fuerte dolor en el pecho. Xiao Zhan había estado guardándose este sentimiento por mucho y este era el momento en el que ya no podía contenerlo más. —Ya es muy tarde —Dijo el alienígena entre sollozos, su rostro hundido en el espacio entre el cuello y hombro del humano —Mi planeta desaparecerá.
—Sshh, tranquilo —Yibo intentó —No va a suceder, no vas a permitir que suceda, no vamos a permitirlo — le aseguró, pero Xiao Zhan solo sollozó más fuerte, aferrándose de Yibo como si fuera lo única esperanza que tenía para salvar todo el desastre.
Yibo acarició el cabello del alienígena con gentileza y dejó que soltara todas las emociones que llevaba dentro. Que se desahogara y lo dejara ir. Pasaron varios minutos hasta que pudo oír la respiración del otro calmarse y las lágrimas dejaron de salir. No se detuvo en sus caricias y continuó frotando en un ritmo gentil y confortante la cabeza del alienígena hasta que la tensión desapareciera de su cuerpo.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro? —Xiao Zhan sorbió la nariz una vez calmado y tras unos segundos de silencio soltó a Yibo para verlo directamente en el rostro.
Este pudo ver sus grandes ojos aún acuosos, le sonrió y le respondió con voz suave.
—Porque te veo y sé que va ser así. Xiao Zhan, eres el futuro gobernante de Karnak, todo tú lo dice ¿a dónde se fue ese optimismo con el que llegaste a la tierra? ¿Esa fuerza de querer reparar tu nave para venir a salvar a tu gente? ¿Ese orgullo de pronto ser tú quién dirija tu planeta? Además, no dejé a mi familia en vano. Karnak volverá a ser como antes y tú serás el mejor gobernante que pudo haber tenido. Juntos podremos lograrlo.
—Eres un humano extraño, Yibo. —Sonrió Xiao Zhan aún con ojos acuosos y una sonrisa vacilante —Quizá nunca llegue a comprenderte.
Yibo sonrió.
— ¿Cómo te sientes?
—No sé, dime tú.
—Hmm, te siento más relajado y creo que necesitabas esto, no sabía que los alienígenas podían llorar. —Yibo sonrió, intentando animar el ambiente.
—Hay muchas cosas que no sabes de nosotros.
—...y viceversa.
Xiao Zhan asintió, sonrió y sin aviso mordió el labio de Yibo, haciendo que este soltara un gruñido de dolor. Xiao Zhan aprovechó el momento para poner a Yibo de espaldas y colocarse sobre él. Aún con una sonrisa juguetona en el rostro. Más relajado ahora.
— ¡Hey! —Yibo dijo llevándose una mano al labio y revisando sus dedos para asegurarse que no hubiera algún rastro de sangre. La mordida había sido fuerte y Xiao Zhan parecía no estar sentido en lo absoluto.
—No te quejes, tú me enseñaste esa táctica. Sin contar las múltiples veces que la has usado en mi contra—Xiao Zhan sonrió —Y me gusta —Dijo acercando su rostro. — ¿Puedo?
Yibo no lo pensó dos veces y atrajo con ambas manos el rostro del alienígena, atrapando sus labios con los suyos. Xiao Zhan hizo pequeños sonidos en la parte trasera de su garganta por el violento beso y Yibo sonrió complacido de ser la causa de esos sonidos. En ese momento, confirmó que no se cansaría nunca de besar a Xiao Zhan, le gustaba la textura de sus labios, el sabor, y su juguetona lengua. Esta era la parte favorita de Yibo durante el entrenamiento, sin duda
La sensación que el alienígena sentía ahora en su cuerpo era la misma sensación que había sentido aquella vez que estuvo en el cobertizo de Yibo, reparando su nave y había empezado a tocarse a sí mismo. Nunca antes lo había hecho y se había sentido muy avergonzado que prometió no volverlo hacer. Su pene se sentía duro en su entrepierna y el enterizo ceñido al cuerpo no le estaba ayudando en lo absoluto.
El humano, ahora, había decidido atacar su cuello, dando lametones y mordiscos que Xiao Zhan disfrutaba tanto que tuvo que cerrar sus ojos por puro placer. El pecho desnudo de Yibo se sentía tan cálido que se preguntó cómo se sentiría contra su piel. Maldito traje enterizo.
Fue entonces, que el humano hizo un movimiento pélvico que hizo que Xiao Zhan soltara un sonido ahogado y suave. Podía sentir la masculinidad del humano tan duro como el suyo y la sensación del roce era simplemente delicioso. Xiao Zhan buscó por los labios de Yibo una vez más y presionó su erección contra la de este, sintiendo nuevamente esa sensación eléctrica que recorrió todo su cuerpo.
Era la primera vez que el alienígena estaba experimentando estas sensaciones y le encantaba. Sabía cómo era la copulación de los humanos, nada diferente al de los Karnianos, solo en el ritual de reproducción. Xiao Zhan sabía que estaba trasgrediendo una norma importante de su planeta pero...a la mierda, no estaba en Karnak y ya había transgredido más de una norma a estas alturas, además estar con Yibo de esta forma era demasiado adictivo para detenerse.
No supo en qué momento sucedió, pero de pronto él estaba debajo del humano que no se despegaba de su boca.
—Quítate esto —Yibo dijo entre jadeos, no era el único incómodo con el enterizo y Xiao Zhan asintió frenéticamente apurándose a quitarse la molestosa prenda. Yibo ayudó en el proceso y pronto Xiao Zhan ya tenía el pecho desnudo y parte de su pelvis descubierta. El alienígena estaba demasiado caliente para pensar con claridad y saber si lo que estaba haciendo estaba bien o mal. Pero algo que se siente tan bien no podría ser tan malo ¿verdad?
Por otro lado, para Yibo, sentir la suave piel del pecho de Xiao Zhan contra la suya era el cielo. No es que tuviera experiencia con chicos, de hecho, solo había estado con dos chicas en toda su vida y había pasado mucho tiempo desde que había tenido intimidad con alguna. Sin embargo, desde que empezaron los besos con Xiao Zhan en la tierra, había aprovechado el momento para buscar más sobre el sexo homosexual, no es que fuera un completo ignorante al respecto pero había cosas que verdaderamente debía saber. En un principio se sintió bastante confundido porque no se sentía a sí mismo un homosexual y un tanto pervertido por las fantasías que había tenido con el alienígena últimamente, nunca antes le había gustado un chico...excepto Xiao Zhan, y el hecho de que sea un alienígena.
En fin, Xiao Zhan tenía un pene como él y era un chico. Listo.
Aun así, Yibo sentía que Xiao Zhan estaba experimentando tanto como él. Aunque Yibo tenía un poco más de experiencia, supuso. Eso era algo que le preguntaría luego al alienígena. Quería a Xiao Zhan y lo deseaba en todas sus formas. Quizá un poco de toqueteos y... ¿alguna vez Xiao Zhan habrá tenido una mamada?
La idea rondaba la cabeza de Yibo mientras besaba la quijada del alienígena, bajaba por su cuello, mordisqueaba su manzana y recorría su lengua hasta su pezón. Cuando sus dientes tocaron la piel sensible, Xiao Zhan no pudo evitar soltar un gemido, y arquear ligeramente su espalda.
Continuó bajando y colocó sus manos en el dobladillo del enterizo. Eso alertó a Xiao Zhan, quién rápidamente se posicionó en sus codos y miró con ojos nublados y llenos de lujuria al humano muy cerca de su entrepierna.
— ¿Q-Qué haces? —Preguntó el alienígena con la voz entrecortada, no estaba seguro de qué tenía en mente el humano, pero lo que sea que fuera, rogaba que fuera algo bueno.
—Haré algo que te hará sentir mejor, lo prometo. ¿Confías en mí?
El alienígena ladeó su cabeza a un lado y soltó un suspiro. Asintió.
—Bien. —Yibo alzo su cabeza para dejar un beso casto en los labios de Xiao Zhan.
—Raro —Xiao Zhan murmuró en una sonrisa y Yibo solo le guiñó.
Yibo bajó completamente el enterizo de Xiao Zhan, para finalmente deleitarse con el pene erecto del alienígena. De alguna manera, suspiró aliviado al notar que el pene en frente de él no era nada diferente al de un humano normal, de hecho, nunca se imaginó que diría esto pero se veía una delicia, quizá si era gay después de todo.
Xiao Zhan quién tenía su mirada fija en el humano, giró rápidamente el rostro avergonzado, el acto era bastante íntimo y era la primera vez que alguien lo tocaba de esta manera y más aún, era un humano. Sus mejillas estaban lo suficiente rojas para poder ruborizarse más.
—Eres hermoso —Yibo dijo desde su posición, sin quitar su mirada atenta del pene del alienígena, estaba duro e hinchado, pidiendo a gritos un poco más de atención. Yibo nunca antes le había hecho una mamada a alguien, de hecho fue él quien lo recibió una vez con su segunda novia. Definitivamente, una muy buena experiencia, la muchacha sabía hacer su trabajo muy bien. Ahora, no creía poder ser tan bueno, pero esperó serlo para que Xiao Zhan lo disfrutara. Se sentía muy nervioso y lo último que quería era arruinar el momento por su falta de experiencia.
No hizo esperar más al bello alienígena al que estaba rendido, inmediatamente y sin previo aviso, metió la carne al fondo en su boca. El alienígena soltó un sonido que fue más como la mezcla de un gruñido y un gemido, bastante sensual para los oídos de Yibo, por un momento olvidó lo que estaba sucediendo a su alrededor y cayó en la fina red de placer del que estaba ahora atrapado.
Yibo llevó ambas manos a los muslos de Xiao Zhan para separarlos ligeramente y poder tener un acceso completo en su entrepierna. Pudo sentir las piernas del alienígena temblar mientras trabajaba su boca en la erección. Nunca en su vida se había imaginado que estaría haciéndole esto a alguien, ni siquiera en sus más locas fantasías. Nunca. Ahora, tenía su cabeza moviéndose de arriba abajo mientras intentaba no atragantarse con la carne deliciosa.
—Uhng....aah...—Era todo lo que el alienígena podía articular, apenas podía apoyarse en sus codos con su cabeza lanzada hacia atrás. Ganó un poco de fuerza y empujó suavemente su pelvis hasta chocar con la boca de Yibo —Aah...demonios —Maldijo por la exquisita sensación.
Yibo tenía muchas ganas de tocarse a sí mismo ahora, Dios, sentía que explotaría en cualquier momento. Sin embargo, continuó chupando con fervor, sabía que Xiao Zhan estaba muy cerca, su cuerpo temblando y ya podía saborear el líquido pre seminal en su lengua.
Lo soltó con un sonoro y húmedo "pop", relamiéndose sus labios ahora rojos y claramente hinchados por el trabajo hecho. Podía ver al alienígena acostado hecho un desastre. Su cabello desaliñado, su pecho subiendo y bajando con dificultad, mejillas sonrojadas y apretando sus manos en un puño.
Gateó sobre él, deleitándose con la mirada cada centímetro de piel del alienígena.
— ¿P-Por qué te detuviste? —El alienígena habló con la voz rasposa, girando su rostro para ver al humano sonriéndole con lujuria sobre él.
Yibo no respondió, alzó una mano y delicadamente tocó el rostro cálido de Xiao Zhan, acariciando con su pulgar su pómulo, mejilla, quijada, labios. Reposó su pulgar en sus labios. El alienígena mostró una pequeña sonrisa traviesa y, sin quitarle la mirada fija en los ojos del humano, chupó el pulgar de este, asegurándose darle una lamida primero. Yibo sonrió de lado y sin tener segundos pensamientos, sacó su dedo pulgar de la boca del alienígena, dejando colgar un hilillo de saliva hasta su mejilla. Llevó su mano hasta la parte trasera de Xiao Zhan, el lugar entre sus nalgas y tanteó su entrada con el pulgar húmedo.
El alienígena no le quitaba la mirada. Podía ver la adoración en los ojos del humano, podía ver la confianza y el no querer lastimarlo. El humano presionó en la entrada del alienígena con un poco más de fuerza pero no lo suficiente para hacerle daño. Este abrió la boca ligeramente por la intrusión y Yibo aprovechó el momento para besarlo con pasión, introducir su lengua con descaro y manosear el trasero del otro sin pudor.
El alienígena, quien nunca en su vida había experimentado tal situación, sintió que su cuerpo temblaba de placer y de miles otras emociones que no podía descifrar. De pronto sentía que todos sus problemas se desvanecían y que lo único que importaba en ese momento era en la acción que estaba realizando en el momento. No importó las leyes de su planeta ni las del humano. Solo importaban ellos y ese sentimiento que era tan extraño como familiar.
Pronto, estaba jadeando por lo que el humano le estaba haciendo. Podía sentir los dedos de este entrar y salir de su trasero con delicia. No sabía cuántos, pero sabía que no quería que el humano se detuviese.
Sin embargo, su deseo no duró mucho porque el humano se detuvo, como así también dejo de besar su cuello.
—Eres un ser maravilloso, Xiao Zhan —Yibo pronunció en un susurro rasposo al oído del alienígena quien se estremeció cuando el aire cálido rozó su lóbulo.
El alienígena giró de inmediato su rostro para besar con violencia los labios del humano, una manera de protestar el por qué se detenía en los momentos más placenteros del acto.
—Hmm, ¿rudo, eh? —Yibo sonrió molestando al alienígena quién resopló y giró su rostro evadiendo su mirada y con rubor en su mejilla. — ¿Te sientes mejor? —Yibo preguntó de manera sugerente. Él mismo sentía que explotaría en cualquier momento, pero tampoco quería perderse la oportunidad de fastidiar al alienígena, lo prendía demasiado verlo de esa forma.
—Sabes que sí —Xiao Zhan respondió intentando ser cortante pero con súplica en su tono. Se movió un poco y trajo el rostro de Yibo hasta que su oído este cerca de sus labios —Más te vale que continúes si no quieres que te arranque la cabeza de un zarpazo —El alienígena mencionó no sin antes lamer el lóbulo del humano.
—Ahh...mierda —Yibo gimió al sentir al alienígena presionar con fuerza su cuerpo con el suyo. Además, sus palabras fueron más que excitantes que amenazantes en el momento.
Yibo dejó el juego a un lado y después de darle una gentil mordida al labio del alienígena, se posicionó entre las piernas de este. Agarró sus muslos y lo atrajo hacia él con un poco de brusquedad. Xiao Zhan no se quejó.
Una vez que las piernas del alienígena rodearon el cuerpo de Yibo este se inclinó apoyando una mano cerca de la cabeza de Xiao Zhan mientras con la otra dirigía su pene hacia su exquisito destino. Presionó la punta y no pudo evitar soltar un gruñido al mismo tiempo que apretaba con fuerza sus dientes, definitivamente diferente a hacerlo con una chica. De hecho, no creyó que duraría lo suficiente.
El alienígena por su parte, tenía los ojos cerrados y se mordía el labio aguantando un gemido. Esto era distinto, si bien ya había sentido los dedos del humano dentro suyo hace unos momentos, tener parte de su genital era tema aparte.
El humano sentía unas ganas inmensas de empujar y moverse como si no hubiera mañana, pero la sensación era demasiado abrumadora que apenas tenía que asimilar lo que estaba sintiendo. Dio unos cuántos respiros y sin más, entró lentamente dentro del alienígena quien agarró con fuerza sus hombros y casi enterró sus uñas en su piel. Siseó al sentir un escozor en sus hombros y ya se hacía una imagen mental de cómo terminarían después de esto.
—Bésame —Oyó un susurro casi inaudible por parte del alienígena. Yibo cumplió sin más. Besó con torpeza a la criatura y también aprovechó para hacer una ligera embestida. Ambos abrieron sus bocas en un gemido ahogado.
De acuerdo, la sensación para ambos se sentía que iba más allá de lo que alguna vez habían imaginado.
Una embestida más. Y otra.
Y otra.
Y pronto, ambos estaban yendo a un ritmo placentero que poco a poco se iba incrementando. Yibo no dejaba de dar lamidas y mordiscos al cuello de Xiao Zhan, el cual se había vuelto su lugar favorito para saborear, mientras Xiao Zhan no dejaba de emitir eróticos sonidos directamente al oído del humano cada vez que este golpeaba deliciosamente en ese lugar especial que no sabía que podía causarle tanto placer.
Las embestidas del humano comenzaron a volverse frenéticas y el agarre de Xiao Zhan en los hombros de este empezó a presionar con fuerza. Sus cuerpo húmedos y pegajosos por el sudor, de pronto sus bocas unidas por la necesidad de querer estar lo más juntos posible.
Los gemidos amortiguados del alienígena por la boca del humano sobre la suya se intensificaron y presionó con fuerza sus ojos sintiendo una avalancha de sensaciones en todo su cuerpo, como si estuviera a punto de estallar. Yibo podía sentir los músculos internos de la criatura contraerse alrededor de su pene haciéndolo casi querer gritar.
—AAh por rea.... —Xiao Zhan soltó la boca del humano buscando por aire y Yibo hizo lo mismo dando breves embestidas prolongadas y profundas, haciendo que la criatura casi se retorciera de placer. El humano lamió el hilillo de saliva de la comisura de los labios del alienígena y agarró el pene de este de manera firme.
Xiao Zhan apretó la mandíbula y arqueó su cuerpo sin poder contener todas las sensaciones. Era demasiado para él. Yibo, agarrando el pene del alienígena, movió su muñeca tres veces con firmeza, sin dejar de embestir y entonces hizo que Xiao Zhan estallará al instante.
La criatura, abrió la boca en un grito ahogado con los ojos fuertemente cerrados liberando todo el semen sobre su abdomen y la mano del humano que suavizó el agarre.
A Yibo solo le costó tres profundas embestidas más para liberar lo suyo de igual modo. El alienígena arrugó ligeramente el rostro y sonrió al sentir el líquido cálido empapar sus adentros y deslizarse por sus nalgas cuando Yibo decidió salir de él con dificultad.
Ambos tenían la respiración pesada como si hubieran corrido una maratón, sus pechos subían y bajaban y sus corazones palpitaban con fuerza dentro de su cavidad torácica. El humano cayó rendido de espaldas al lado de la criatura quién se acurrucó a su costado para no perder la calidez que su cuerpo irradiaba. Quería sentir todo del humano. Aunque literalmente ya lo había sentido.
Ninguno dijo ni una palabra porque sabían que no era necesario. La cabeza de la criatura reposó en el pecho del humano y este besó el tope de su cabeza desordenada sin dejar de acariciarla. No se quedaron dormidos, pero si cerraron sus ojos disfrutando de la cercanía del otro.
—&—
Una vez en su respectiva habitación, Yibo se encontraba dormido en su cama en forma de cápsula y Xiao Zhan en la suya. Después del placentero acto en la sala de entrenamiento, ambos habían salido a los pasillos para regresar a su habitación, habían intentado lucir lo más normales posibles, pero sus ropas desordenadas, sus cabellos despeinados y sus rostros sonrojados habían llamado mucho la atención de algunos Kleines que pasaban por su lado.
Cuando llegaron a la habitación, ambos se habían mirado y soltado carcajadas. No faltaron unos cuántos besos aquí y allá, simplemente era adictivo. Yibo se había preguntado cómo se bañaban los Kleines y Xiao Zhan le había dicho que entrara a la habitación continua y presionara el botón azul. El humano lo hizo y pronto fue invadido por un vapor frío. Pensó que se ahogaría, pero pudo respirar perfectamente, no tardó mucho tiempo para que Xiao Zhan se le uniera. Al salir de esa habitación, ambos estaban completamente limpios. El humano, deseó por unos instantes que algo así hubiera en la tierra, el tiempo que ahorraría en lugar de los minutos que tardaba en bañarse.
Finalmente, cayó dormido en su cama y Xiao Zhan se quedó despierto por unos momentos más en la suya. Ahora que recordaba, había olvidado hablar con Yibo sobre lo de Karnak, se hizo una nota mental de hacerlo mañana muy temprano, además, su viaje a Karnak empezaría. Era el momento de la prueba para saber si Yibo era el elegido de ir a su planeta o no. Aunque estaba más que seguro que lo era. No podía fallar.
Suspiró y sintió que era el momento de su descanso. Solo rogó no ser mentalmente interrumpido por Yue Yue, realmente quería descansar y después de haber tenido un intenso encuentro con Yibo, lo último que quería eran malas noticias.
El humano lo había hecho sentir tan bien, tan relajado, tan seguro. Había sido su primera experiencia íntima y, a pesar de que no tenía mucho por comparar, la más maravillosa. El cariño que sentía por el humano era un sentimiento distinto al que sentía por sus padres, sus amigos, su gente. Era un sentimiento que nunca antes había sentido y que era completamente nuevo para él.
Giró su rostro suavemente para ver el rostro de Yibo dormir pacíficamente. Si en algún momento pensó que caer en la tierra había sido un error, ahora pensaba lo contrario, haber caído en la tierra y haberse topado con este humano había sido la casualidad más hermosa que pudo haberle pasado.
Resopló para sí y sonrió como un bobo. Se le estaba pegando lo cursi por culpa del humano. Frunció ligeramente el ceño, no quería que le sucediera nada ¿sería buena idea llevarlo a Karnak? no se perdonaría si algo le llegara a pasar a Yibo y si tiene la oportunidad de detener un infortunio ¿por qué no?
Pero entonces recordó las palabras de Yibo, "juntos lo lograrían", quizá la idea no era tan descabellada. Yibo era ese pedacito de esperanza que él no quería perder.
Cuando ya había cerrado sus ojos completamente. Sintió su mente viajar hasta llegar a un lugar oscuro rodeado de una niebla rosa.
Yue Yue.
— ¿Zhan? ¡Zhan! ¡Por fin te encuentro! ...un segundo, siento tu mente muy despejada ¡saliste de la tierra!
— ¿En serio, Yue Yue? Estoy descansando, déjame en paz.
—Oh, también te extrañé, Zhan —Resopló el otro alienígena —Gracias, eh.
Xiao Zhan suspiró rendido —Estoy en el planeta K0620 y...
—Muy buena elección, no te encontrarán ahí, Zhan.
—...y Yibo vino conmigo.
— ¿Yibo? ¿Quién Yibo? No me digas que...
—El humano.
— ¿¡Estás locos?! Oh Rea, Zhan ¿llevaste un humano al planeta k0620? ¿Qué más? ¿Piensas traerlo a Karnak? ¿¡Estás demente!?
—Quizá un poco, sí. —Xiao Zhan sonrió. —No creo que estés interrumpiendo mi descanso para regañarme ¿Qué noticias tienes sobre Karnak? —Xiao Zhan preguntó son seriedad esta vez.
Yue Yue suspiró y aclaró su garganta, no gustándole para nada lo que tenía que decirle a su amigo —La situación está cada vez peor. Tus padres se encuentran escondidos, quiero decir, sé que están en algún lugar porque tu padre me lo dijo, pero no mencionó en dónde. Algunos núcleos fueron salvados y fueron llevados con ellos, otros...simplemente fueron eliminados.
Xiao Zhan apretó los dientes ante eso.
—Karian ha tomado el poder, Zhan. Ahora te está buscando.
Xiao Zhan se quedó en silencio tras oír el nombre de Karian. Sabía que alguien estaba detrás todo, pero Karian había sido su última opción. ¿Cómo no pudo haber presentido su traición? Bueno, él no era el indicado para hablar de traición, cuando fue él quien lo traicionó relacionándose con un humano.
— ¿Zhan? —Yue Yue insistió.
—Ye te oí.
—Como sea, me ha llegado la información de que ha enviado Parkos a buscarte y a eliminar a cualquiera que se entrometa. Tú eres su objetivo después de hacerse con el poder de Karnak.
— ¿Por qué? ¿Por qué Karian querría buscarme? —Xiao Zhan preguntó más para sí.
—Ugh ¿no es obvio? Eres el próximo gobernante de Karnak, Zhan. Por supuesto que quiere eliminarte, a ti y a tus padres.
—No, Yue Yue. Conozco a Karian, tiene otros planes. Maldito él y sus ancestros. Planeo ir a Karnak al amanecer.
Yue Yue rio amargamente —Si estuviera a tu lado ahora mismo, te golpearía —Dijo y Xiao Zhan rodó los ojos —es el peor plan que he oído en toda mi existencia. Después de que me dijeras que trajiste a un humano contigo, claro.
—Yue Yue, no quiero estar aquí sin hacer nada, huyendo y escondiéndome.
— ¡Pero tampoco vas a entregar tu maldito trasero en una bandeja! Ven a Acos. Me encuentro aquí con algunos Karnianos que lograron escapar. Planearemos algo para ir Karnak y enfrentaremos a Karian.
—Yue Yue...
—Zhan...
Xiao Zhan cerró los ojos por unos instantes y asintió rendido. A veces odiaba tener que involucrar a otros en sus propios líos. Sin embargo, sabía que era imposible ir en contra de Yue Yue, siempre lo persuadía de algún modo y le era difícil poder resistirse. Además, la idea de Yue Yue no podía ser tan mala, al menos eso esperaba.
—Dile a Talnor que equipe tu intercomunicador con la señal A320, entonces te guiaré a nuestro escondite cuando llegues a Acos. Ven equipado y más le vale a tu humano que sepa técnicas de combate. —Yue Yue aconsejó y Xiao Zhan ni siquiera tuvo que preguntarle cómo sabía que se encontraba en el núcleo de la familia de Derbus, Yue Yue simplemente era así de bueno con sus poderes mentales...y demás.
—Nos vemos, Yue Yue.
—&—
Yibo no supo cuánto durmió, pero debió haber sido muy poco ya que al ser abruptamente despertado aún sentía su cuerpo cansado.
— ¡Despierta, humano! ¡Nos vamos! —Pudo oír la voz de Xiao Zhan después de que este se lanzara de horcajadas sobre él, causa de su interrumpido sueño.
— ¿En serio? ¡Si acabo de acostarme! —Yibo dijo llevando sus manos al rostro, lástima que no tuviera una almohada o eso estaría en su lugar. Empezaba a extrañar su cama. Pero ese sentimiento se esfumó al sentir el cómodo peso de Xiao Zhan encima suyo.
—Bien, entonces puedes quedarte, le diré a Derbus que te prepare una nave directo a la tierra ¿mejor? —Xiao Zhan dijo con una sonrisa exagerada y luego volviendo a una mueca seria y cruzándose de brazos.
— ¿Sucedió algo? —Yibo ya estaba completamente despierto y por el tono de voz de Xiao Zhan nada bueno podía estar sucediendo.
El alienígena, por su parte, soltó un suspiro, se acercó a Yibo y beso sus labios para después bajarse del humano, dirigiéndose a cargar la mochila que estaba en el suelo. Miró al humano que aún estaba en su misma posición en la cama y suspiró cansado una vez más, Yibo no tenía la culpa de estar tan perdido, después de todo, no le había mencionado sobre la situación en su planeta o de la pequeña conversación que había tenido con Yue Yue. Además, Yibo no sabía sobre Karian. Creyó que era el momento de una conversación.
Caminó hasta estar en frente de Yibo y se sentó en el suelo, hizo un ademán a su costado para que Yibo lo acompañara también. El humano lo miró con curiosidad, no teniendo idea de lo que el alienígena quería, pero se unió con él en el piso.
—Hay algunas cosas que debo contarte —Xiao Zhan comenzó, intentando ordenar las ideas en su mente y poder explicarle al humano la situación sin confundirlo. Yibo asintió lentamente, al parecer, al fin sabría lo que el alienígena le estaría ocultando —Una norma en Karnak es el gobierno en pares. Lo que significa que no puedes gobernar solo y tampoco con el individuo que tú desees, tiene que haber sido aprobado por los gobernantes anteriores, en este caso mis padres, y eventualmente haber un ritual de compatibilidad con la persona que va a gobernar, en este caso yo. —Xiao Zhan hablaba lentamente, mirando a Yibo fijamente. El humano parecía estar comprendiendo porque asintió, aunque tenía el entrecejo ligeramente fruncido. Continuó —En uno de los núcleos de Karnak, conocí a alguien llamado Karian. Un tipo bastante divertido, osado, inteligente —Xiao Zhan sonrió sintiéndose ligeramente ingenuo —Me agradó mucho y numerosas veces lo llevaba a mi núcleo. Nos volvimos muy buenos amigos. Sin embargo...cuando cumplí cierta edad, mis padres creyeron que era momento para la búsqueda de alguien que gobernara conmigo, el ritual de compatibilidad y...bueno, el ciclo reproductivo—Xiao Zhan tuvo que agachar la mirada sintiéndose un poco avergonzado, el tema siempre le daba cierto cosquilleo en el vientre, más aún ahora porque las imágenes de lo que había hecho con Yibo invadían su mente con descaro —Y mis padres no tuvieron mejor idea que decir que Karian era el indicado, la persona con la que debía gobernar y tener una familia posteriormente, pero yo...yo no creía que era la mejor decisión, presentía algo que mis padres ignoraron.
— ¿Qué te hizo sospechar de él? —Yibo habló por fin con suavidad en su voz.
—Su actitud. Al parecer, sabía que estando conmigo tenía la posibilidad de gobernar Karnak. Sin embargo, nada de eso puede suceder hasta que se haya realizado el ritual de compatibilidad y...Karian quiso forzarme en muchas ocasiones, pero me resistí en todas ellas. Mis padres no me creyeron y me dijeron que no encontraría a mejor compañero que él. Sofiris pasaron y yo me seguí negando, de un momento a otro comenzaron algunas explosiones en los núcleos —Xiao Zhan dijo con amargura en su voz —naves de Parkos en todos lados, no sabíamos cómo había sucedido, era cómo si mi padre hubiera dado esa orden, pero sé que no lo haría.
Yibo asintió y tomó las manos nerviosas de Xiao Zhan que estaban descansando en sus piernas cruzadas.
—Cuando la situación empeoró, yo me preparé para salir a combatir todos esos lagartos, pero mis padres me dijeron que sería mejor que huyera a un planeta vecino, para entonces, Yue Yue había configurado una nave para que me llevara directamente a Acos. Yo no quise, me metieron a la nave a la fuerza, tuve un episodio de amargura y tal vez, accidentalmente presioné todos los botones del panel. Debió ser eso o algo realmente malo porque mi nave comenzó a ir en otra dirección y a una velocidad no permitida. De un momento a otro, me encontraba en un sillón, con un humano hablándome en su extraño idioma —Xiao Zhan sonrió a lo último y Yibo acarició el dorso de su mano con su pulgar.
—Entonces Karian originó todo esto.
—No creí que fuera capaz de hacerlo. Soy muy ingenuo.
— ¿A dónde nos dirigimos ahora?
—Me comuniqué con Yue Yue, le dije que llevo a un humano conmigo.
— ¿Su reacción?
—Quiso golpearme —Ambos rieron brevemente ante eso —Me dijo que sí, efectivamente Karian está en el poder ahora y está buscándome. Mis padres están refugiados en algún lugar y Yue Yue con algunos Karnianos se encuentran escondidos en Acos. Le dije que iríamos a Karnak y...la idea le pareció descabellada.
—Definitivamente lo es. —Yibo asintió. Xiao Zhan rodó los ojos.
—Como sea. Me dijo que vayamos a Acos, donde está refugiado. Planearemos algo para luego confrontar a Karian en Karnak. Tengo muchas ganas de patearle el trasero a ese bastardo.
—Ya somos dos —Yibo le sonrió cómplice.
Yibo aún tenía muchas preguntas formuladas en su mente como sobre el "ritual de compatibilidad" ¿a qué se refería Xiao Zhan con eso? ¿Cómo es que ese tal Karian había intentado obligarle? Se hizo una nota mental de hacerle esas preguntas después; en su lugar, se levantó del suelo y acomodó su mochila en la espalda, Xiao Zhan hizo lo mismo y caminaron hacia la puerta.
— ¿Yibo?
— ¿uhm? —El humano se giró para ver el rostro gacho del alienígena.
—Gracias.
Yibo sonrió y llevó una de sus manos al rostro de la criatura, nunca cansándose del suave tacto de su piel contra la yema de sus dedos. El alienígena alzó su mirada y sonrió también. Sentían que ya no debían decirse nada porque sus miradas lo decían todo. Ambos juntaron sus labios en un tierno beso, solo eso, unión de labios sin ningún tipo de agresividad. Ambos podían sentir sus corazones latir muy fuerte en sus pechos. Este beso significaba una mezcla de diferentes sentimientos de seguridad, confianza, cariño. Significaba amor.