>>POV Taehyung.
Jimin iba de regreso a su casa y yo a la mía. Dos semanas de conocer y convivir con Jimin y al fin he podido descubrir que me gusta, no de la forma en la que creía, sino amorosamente.
Me di cuenta cuando vendimos en la carretera, él estaba contándome sobre la escuela o algo así y luego apareció el atardecer y dijo "mira, ya comenzó". Miré el ocaso, pero no me pareció más bonito que ver a Jimin mirarlo.
Quiero llorar, se supone que eso está mal.
—¿Qué haces? —me preguntó Yoongi al verme parado en la puerta.
—Espero a papá.
—Nunca había visto a alguien ser tan idiota —Yoongi me jaló de la oreja y me metió a nuestro cuarto.
—¡Duele!
—Te dolerá más si te quedas afuera.
Yoongi se recargó en la puerta.
—Hoseok me dijo que Jimin le dijo que rompiste un pantalón.
—No lo hice —repliqué. Yoongi fue hacia mi cajón y sacó el primer pantalón y estaba roto. Sabía que debía esconderlo o algo—. Seguro lo hiciste tú.
—Papá ya sabe.
—¿Le dijiste? —pregunté sorprendido.
—No, mamá escuchó a Hoseok y le dijo a papá así que no salgas hoy, seguro estará borracho y…
El golpe en la puerta me hizo saltar del susto.
—Yoongi… –susurré.
—¿Quién?
—Yoongi, tu padre quiere hablar con él.
—Pero fue un pantalón —dijo Yoongi, siempre se arriesgaba defendiendome.
—No es eso, un naranjo se secó.
—Mierda —Yoongi me miró preocupado—. Lo siento.
Dios, aquí vamos de nuevo. Me acerqué a la puerta, no podía escapar de esto.
Cuando llegué aquí tenía tres años, puedo recordar ese día, pero antes no. Mis memorias comienzan desde que estoy aquí. Había una tormenta eléctrica y un naranjo se encendió. Recuerdo estar solo cerca del fuego y de pronto ya estaba con ellos. La abuela gritaba que yo era un demonio que yo había ocasionado el incendio. No sólo eso, días después varios árboles se secaron. Tenían cinco vacas, dos murieron.
Todo apuntaba a mí. Desde ese día cada que ocurría algo malo, era obligado a pedir perdón a Dios, a arrodillarme y a arrepentirme de algo que no hice, convenciéndome de que el problema siempre había sido yo. Además de que mi comportamiento se volvió difícil de controlar, era un niño travieso y me gané varios castigos y golpes.
Nunca me abandonaron porque ellos piensan que fueron elegidos para educarme por el buen camino, además de que temían de mí, a pesar de poder golpearme y castigarme, me tienen miedo.
Salí de la habitación y sin decir nada fui hasta el crucifijo que estaba en la pared y me arrodillé. Junté mis manos y pedí perdón en voz alta. Mis piernas temblaron y pude sentir el primer golpe en mi espalda con el cinturón, otros tres, soporté las ganas de llorar, siempre lloraba incluso antes de ser golpeado. De cierta forma me sentí mejor. Sé que a mi padre le gusta golpear. Me levanté y me perciné. Mi madre me hizo una cruz de agua bendita en la frente y me sonrió, esta vez no le regresé la sonrisa, me he cansado de esto.
Iba directo a mi cuarto a dormir con el escozor en la espalda y mi padre se volvió loco, me golpeó en el rostro, sólo pude sentir varios golpes más hasta caer dormido.
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>>POV Jimin
Le ayudé a Taehyung a regar los naranjos, era demasiado temprano. Pero le prometí ayudar con esto. No pude evitar ver su ojo morado y la mejilla hinchada. Pero no quise incomodar con preguntarle.
—¿Después de aquí iremos a la casita? —negó con la cabeza—. Bien, entonces puedes enseñarme a montar a caballo.
—Hoy quiero hacer otra cosa, quiero estar más lejos de aquí.
Asentí, seguro tuvo problemas con su familia.
Después de regar tomé su mano, sentí que no quería hacerlo, así que la solté y sólo le seguí.
Volvimos a cruzar por el cerco de alambre y avanzamos más lejos. Poco a poco se miraba más triste llegamos a un pequeño lago, estábamos sobre una roca, si hubiera sabido de esto me habría traído traje de baño.
—¿Dónde estamos?
—Esto es parte de la propiedad de tus abuelos.
Por eso mis padres quieren la propiedad, realmente le sacarían provecho.
Taehyung se dejó caer de rodillas y comenzó a llorar. Me acerqué a él.
—No deberías seguir estando conmigo porque soy un demonio.
—Claro que no lo eres —dije acariciando su cabello y luego bajé a su espalda ganándome un empujón de su parte.
—¡Sí lo soy! —gritó.
—No, eso no es verdad —dije tranquilo.
—Maté a la abuela —dijo con lágrimas—, fui a llevarle su jugo a su cama y simplemente se convulsionó y mientras lo hacía ella me señaló —se cubrió los ojos llorando aún más—. Seguro también maté a tu abuelo —me volví a acercar a él—. No quiero hacerte daño, no merezco el cariño, ni el amor de nadie. Sólo mírame. Tengo cicatrices de mis pecados en mi cuerpo y ahora mi rostro se suma a ello.
—No, eso no es verdad, estas cicatrices son por tu familia, tú no las tendrías si no fuera por ellos.
Taehyung me miró y se limpió la cara con su ropa.
—¿Tú crees? —asentí.
—También te mereces el amor del mundo entero.
Rio.
—Me conformaría con sólo tener el tuyo.
—Lo tienes —dije y lo besé en la mejilla, al ver que me sonrió, lo besé en los labios. Él me miró sorprendido y me volvió a besar. No era un beso como se lo daban los adultos. Solamente juntamos nuestros labios, nunca había besado antes y Taehyung tampoco, pero me sentí en un sueño.
Él se levantó y se quitó la camisa, pude ver sus cicatrices y se sacó los pantalones, donde también tenía cicatrices.
—¿N-no es muy rápido? —pregunté avergonzado. No me contestó. Me abrazó y volvió a besarme. Me quitó la camisa y me ayudó a quitarme el pantalón, mi cuerpo comenzaba a calentarse, al verlo hincado delante de mí.
Se levantó. Ambos estábamos en ropa interior, esto era muy vergonzoso. Sujetó mi mano y corrió hasta al final de la roca sin detenerse.
Grité al caer al lago junto a él, no estaba seguro de la profundidad, pero era demasiado tarde para pensar en eso. Caí y mis pies no tocaron el fondo.
Sentí que esto era lo que necesitaba. Floté y me quedé boca arriba hasta que Tae comenzó a lanzarme agua. Tuvimos una guerra hasta que él se rindió.
Se tomó la libertad de besarme. No me molestaba que lo hiciera, en realidad me gustaba mucho sentir sus labios con los míos.
Nos sentamos en una piedra, yo recosté mi cabeza en sus piernas. Me gustaba que no pensara en doble sentido, así no sentía la presión de hacer otras cosas o de reprimir mis acciones afectivas.
—Me gustas mucho —dijo acariciando mi pecho.
—A mí también me gustas mucho, pero no podemos hacer esto delante de los demás.
—Entiendo, la homosexualidad es un pecado.
—Yo no creo eso —dije, él sólo me miró sorprendido y yo me encogí de hombros.
—Yo tampoco —respondió con una enorme sonrisa simétrica.
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Les cuento que cometí un error. En las etiquetas le puse yoonseok pero no habrá Yoonseok :( perdonen. Estos dos sólo serán amigos pq tengo otros planes para ellos.