Aliens

By Ara_YiZhan

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Ambos curiosos por el mundo del otro. Ambos tan distintos y parecidos al mismo tiempo. El universo inmenso... More

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EPISODE 17
EPISODE 18
EPISODE FINAL

EPISODE 9

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By Ara_YiZhan


Yibo aún seguía en estado de shock. Su respiración era dificultosa y sus manos temblaban de sobremanera. Ahora mismo, estaba sentado al lado de Xiao Zhan, quien al parecer no le importaba en lo más mínimo los rasguños en su rostro, solo presionaba los botones de su nave y se guiaba de los extraños símbolos de la pantalla en frente de él.

Intentó calmar sus nervios respirando hondo y soltando el aire de vez en cuando. La nave había empezado a elevarse y él comenzaba a sudar frío. No estaba seguro si estaba listo para esto en lo absoluto. No le temía a las alturas, pero esto iba más allá de un miedo.

Su temor pudo ser sentido por el alienígena quien lo miró de reojo con preocupación.

— ¿Estás bien? —El alienígena preguntó sin apartar su mirada de la pantalla y sin dejar de manipular los diversos botones en el panel.

Yibo asintió —No lo sé. Eso creo.

—¿Te hicieron daño?

Yibo negó —Gracias, por cierto.

—Nos están siguiendo —Xiao Zhan habló —Voy a acelerar esto, es probable que te marees, por favor resiste.

Yibo no estaba listo aún, pero asintió de todos modos.

Fue así que sintió una fuerte presión en su cuerpo, al mismo tiempo que sentía estar de cabeza, podía sentir toda la sangre subirse al cerebro y su estómago comenzó a dar vueltas. Cerró los ojos con fuerza y se agarró de los lados del asiento, aferrándose a este como si fuera a caerse a un vacío. Sentía que la sensación era infinita, como si nunca fuera acabar aunque quería que acabase.

—Ya casi —Pudo oír Xiao Zhan. A pesar de que el alienígena estaba a su lado, oyó su voz como si estuviera lejos. Sus oídos comenzaron a doler también y pronto sintió un cosquilleo en su nariz. Estaba sangrando. —Resiste, Yibo.

Yibo no estuvo seguro de haber podido oírlo, su cabeza seguía dando vueltas y sabía que vomitaría en cualquier momento. En cuestión de segundos, todo se detuvo de golpe. Su cuerpo se abalanzó hacia adelante por la inercia, siendo retenido por el cinturón y tosió sintiendo arcadas. Afortunadamente, no vomitó.
Abrió los ojos lentamente y lo que vio fue más que maravilloso.

—Ya estamos fuera —Xiao Zhan sonrió, se inclinó un poco hacia el humano y con la yema de su pulgar limpió el rastro de sangre de la nariz de este—Gracias por resistir. —Articuló casi en un susurro.

Yibo seguía maravillado, estupefacto. Todo era oscuro, solo veía pequeños puntos por doquier y a un lado pudo divisar el planeta tierra, su hogar. Se veía tan pequeña y vulnerable en medio de, lo que parecía ser, la nada.

—E-Estamos...Estamos en...—Yibo balbuceó incoherencias sin pestañar. Simplemente no podía creer la maravilla que tenía frente a sus ojos, el universo era hermoso. Silencioso y, aparentemente, tranquilo. — ¿Qué...Qué pasó con los...los lagartos? —Yibo dijo aún no consciente de lo que estaba sucediendo.

—Los perdimos, pero no me sorprendería que los encontremos de nuevo en cualquier momento.

Yibo asintió y decidió no preguntar más sobre ellos. En su lugar, decidió admirar la belleza de su alrededor. Se preguntó si alguna vez alguien le creería si lo contara, por un momento se imaginó como su abuelo Dan, contándole a sus nietos verdaderas aventuras de alienígenas. Sonrió ante el pensamiento, definitivamente lo haría algún día.

—Llegaremos pronto al planeta K0620.

— ¿Tan pronto? —Yibo preguntó incrédulo, si hace menos de unos minutos habían salido fuera de la tierra.

—Así es. Aunque no lo parezca, en estos momentos mi nave está yendo a una velocidad bastante rápida. De hecho, me asombra que haya resistido, pudo haber estallado en el proceso.

— ¡Mierda Xiao Zhan! —Yibo dijo casi espantado y el alienígena rio.

—Oh cierto —Xiao Zhan dijo abriendo una de las mochilas —Necesito que uses este traje y coloques estas dos pastillas en tus fosas nasales.

— ¿Qué rayos se supone que son estas pastillas? —Yibo dijo arrugando el rostro — ¿Y cómo demonios entraré en este traje? —Dijo estirando el material extraño.

—Las pastillas te brindarán el oxígeno necesario y el traje te hará más ligero.

Yibo asintió, aunque no quería, decidió no hacer más preguntas. Estaba casi resignado a no poder comprender la tecnología extraterrestre. Dejó su curiosidad de lado para solo seguir las órdenes del alienígena.

La nave, por dentro, era bastante estrecha, por un momento agradeció no ser claustrofóbico porque hubiera sido un problema. Decidió colocarse el traje en su asiento. Empezó quitándose las zapatillas, sus pantalones y luego la sudadera junto a su camiseta. Estaba bastante distraído viendo como colocarse el traje extraño para notar que el alienígena lo observaba de reojo sonrojado.

—Oye, Xiao Zhan...—Yibo de pronto dijo alzando su mirada mientras colocaba ambas piernas en el traje. El alienígena giró su mirada de inmediato, maldiciéndose por ser tan obvio, sin embargo, Yibo no lo había notado...no hasta que vio el ligero sonrojo en las mejillas del alienígena, entonces se dio cuenta. —Lo siento.

— ¿Cómo? —El alienígena pestañó un par de veces y giró a verlo confundido — ¿Qué sucede?

—No quiero ser un estorbo para ti. Quiero decir, debí haberte ayudado cuando esos lagartos comenzaron a atacar y lo único que hice fue salir corriendo yo lo siento.

—Eres un humano tonto.

—Sí, bueno, lo sien-

—Deja de disculparte, no eres un estorbo en lo absoluto. —Xiao Zhan suavizó una sonrisa y Yibo le devolvió el gesto —Termina de vestirte estamos cerca.

Yibo asintió, prometiéndose a sí mismo ser más útil la próxima vez, los entrenamientos con Xiao Zhan no tenían que ser en vano. Había terminado de colocarse el traje y, efectivamente, se sentía más ligero, como si no vistiera nada, pensó que sería incómodo al ser tan estrecha al cuerpo, pero, sorprendentemente, no lo era. Cómodo en su asiento una vez más, se tomó el tiempo de admirar el espacio en la gran ventana frontal. Según el alienígena, estaban yendo a mucha velocidad, sin embargo sentía todo lo contrario. Prefirió no cuestionarse más por que sentía que le daría una jaqueca pronto, en su lugar, miró de reojo al alienígena a su costado. Xiao Zhan seguía manejando los botones en el panel y al mismo tiempo arrugaba el rostro con una expresión de dolor, tal parece que la pelea con esos lagartos sí le habían hecho algo de daño.

Tomó una de las mochilas y sacó el objeto sanador que Xiao Zhan usó para curarse aquella vez que sufrió una crisis. Una vez encontró el objeto, se giró hacia Xiao Zhan.

— ¿Xiao Zhan?

— ¿Uhm? —El alienígena se giró dejando de presionar los botones de su nave. — ¿Yibo? —El alienígena abrió los ojos de sorpresa al ver al humano acercarse lentamente para coger su barbilla y presionar el objeto sanador con gentileza, haciendo que una luz apareciera en la punta e ilumine los rasguños en su mejilla. Yibo miraba con concentración como la herida iba sanando, mientras el alienígena miraba con adoración al humano.

—Malditos sean esos lagartos y toda su raza, juro que patearé sus traseros la próxima vez que los vea y no dejaré que vuelvan a dejarte ni un solo rasguño —Yibo dijo una vez localizando otro rasguño en el hermoso rostro del alienígena para usar el objeto sobre este.

—Palka Yibo —El alienígena susurró con una sonrisa boba que el humano no pudo notar.

—Listo —Yibo dijo satisfecho al ver el rostro impecable del alienígena una vez más, al mismo tiempo que acariciaba con su pulgar la piel recién curada. Se fue acercando lentamente, mirando tentativo los labios de Xiao Zhan. Sí, quería besar sus labios, quería volver a sentirlos una vez más contra los suyos. El alienígena parecía estar pensando lo mismo, porque acercó su rostro y empezó a cerrar sus ojos con anticipación, esperando por el beso. A solo unos centímetros de poder tocar sus labios, Yibo se sobresaltó al repentino ruido que la nave produjo y Xiao Zhan bufó malhumorado por la interrupción. — ¿Qué mierda fue eso? —Yibo se separó de inmediato mirando alrededor.

—Maldita nave, nuestro aterrizaje no será nada agradable —Xiao Zhan dijo enfocado en el panel de botones una vez más.

— ¿Estamos cerca? —Yibo preguntó preocupado. La nave no estaba en las mejores condiciones y no había planeta a la vista dónde aterrizar.

—Sí, solo un poco más —Xiao Zhan se mordió el labio, tampoco estaba muy seguro de poder lograrlo. —Prende el intercomunicador, por favor.

—De acuerdo —Yibo asintió haciendo lo dicho. Pronto Xiao Zhan empezó hacer un llamado en su idioma, quizá debió haberle pedido al alienígena que le enseñe algunas palabras de su idioma para que pudiera comunicarse, hizo una nota mental de pedírselo en algún momento.

— ¿Derbus? —El alienígena llamó.

— ¿¡Darloc!? —Una voz provino del intercomunicador en un idioma que Yibo no pudo entender, así que solo se encogió de hombres y dejó de prestar atención. Por otro lado, Xiao Zhan soltó un suspiro de alivio al oír la otra voz al otro lado.

— ¡Derbus! ¡Derbus necesito tu ayuda!

— ¿¡Estás vivo!? ¿Cómo...?

—Te lo explicaré luego, necesito que preparares la base de aterrizaje en tu planeta, estoy en camino.

— ¿¡Qué!?

—Hazlo, por favor. —Xiao Zhan oyó un suspiro de rendición al otro lado del intercomunicador y con eso fue suficiente para saber que recibiría la ayuda.

Al apagar el intercomunicador, le echo un vistazo al humano quien lo miraba con confusión.

—Aterrizaremos, muy bien aquí vamos —Xiao Zhan advirtió y se abrochó un segundo cinturón. Yibo ni siquiera había notado que el asiento tenía un segundo cinturón de seguridad, pero si el alienígena lo usaba, lo más seguro es que él también lo hiciera. Yibo giró la cabeza hacia Xiao Zhan justo a tiempo para ver como este le sonreía tranquilamente. Como esas sonrisas que dicen "todo va a estar bien".

El aterrizaje fue muy rápido. Yibo sintió el fuerte impacto y un intenso calor, como si estuviera dentro de un horno. No pasó mucho tiempo para quedar inconsciente.

—&—

Cuando Yibo despertó, lo primero que sintió fue un fuerte pinchazo en su muñeca. Arrugó el rostro y pestañó un par de veces para poder ver en su totalidad. Estaba mareado y su vista era desenfocada. Notó que ya no estaba en la nave de Xiao Zhan y que ahora se encontraba acostado en una camilla metálica. La habitación era ligeramente ovalada o eso es lo que percibió, las paredes no eran rectangulares. La luz que alumbraba la habitación era de color azul suave.

Levantó su brazo izquierdo en donde sentía el pinchazo y notó una aguja delgada, que penetraba su piel, y esta a su vez estaba conectada a un cable delgado dónde podía ver un líquido naranja recorrer en ella. La vista hizo que el dolor fuera más intenso.

—Nag gala ja ya du me —Dijo una voz y Yibo frunció el ceño confundido. ¿Dónde estaba y quién le estaba hablando? ¿Dónde estaba Xiao Zhan?

— ¿Hola? —Yibo se movió nuevamente.

— ¡Fu nag gala ja ya du me! —La voz repitió con más énfasis y Yibo arrugó el rostro nuevamente, la voz era bastante chillona. Giró su rostro cuando una de las paredes se deslizó (al parecer era una puerta, Yibo asumió) y Xiao Zhan ingresó junto a alguien más que Yibo no pudo reconocer.

— ¿Xiao Zhan? —Yibo dijo queriendo levantarse de la camilla, pero una vez más, la voz chillona pronunció las palabras molestosas que Yibo no podía entender.

— ¡Fu nag gala ja ya du me!

— ¡Oh por Dios, ya cállate! —Yibo dijo a quién sea que le estuviera hablando. Solo oyó un bufido de molestia como respuesta.

—Dala ya mi ka poda —Xiao Zhan dijo con una sonrisa mirando hacia el suelo y Yibo, confundido, siguió la mirada del alienígena. Fue entonces que Yibo divisó el origen de la voz chillona, era una pequeña criatura robusta, sin cabello y solo tenía un ojo. Parecía malhumorado y salió de la habitación tirando sus manos en el aire y murmurando algunas palabras en su idioma. Yibo seguía confundido. —Al fin despertaste —El alienígena se dirigió a Yibo y este alzó ambas cejas sorprendido y confundido mirando a la persona al lado de Xiao Zhan —Oh, cierto, él es Derbus, gracias a él pudimos escapar de mi nave antes de que estallara.

— ¿¡Qué!? —Yibo abrió los ojos con sorpresa y miró al susodicho. Derbus también parecía tener apariencia humana con la única pequeña diferencia de que solo tenía un ojo, uno muy grande. Similar a un cíclope, aunque Yibo pensó que era bastante atractivo para ser un cíclope. Los cíclopes eran monstruos horribles. Derbus no lo era.

—El pinchazo que te hicieron en la muñeca era para verificar de que no eras un Kamlos, si fueras uno, hubieras muerto. —Yibo asintió a las palabras de Xiao Zhan —Derbus es de los pocos Kleines que saben el idioma humano, así que puedes hablarle.

—Oh, uhm...de acuerdo —Yibo se levantó de la camilla, no sin antes quitarse la aguja de la muñeca, y se acercó al nuevo alienígena en frente de él —Mi nombres es Yibo. —Saludó.

—Lo sé —Derbus respondió —Darloc ya me habló ti —La criatura señaló y Xiao Zhan sonrió. —Ahora mismo estás en esta habitación porque estamos evaluando que no seas un peligro para nuestro planeta. Eres el primer humano aquí.

Yibo asintió.

—Sabemos que si el Darloc te ha traído es porque eres de los buenos, pero tenemos que asegurarnos.

—Ugh, Derbus, solo dime Xiao Zhan —el alienígena rodó los ojos y Derbus se sonrojó ligeramente.

—Lo siento.

Yibo miró a ambos con el ceño fruncido, aún estaba ligeramente confundido y ahora se daba cuenta que se encontraba en otro planeta.

— ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? —Yibo se dirigió a Xiao Zhan esta vez.

—Siete sofiris o menos. Nos instalaremos en el núcleo de Derbus y luego partiremos a Karnak.

—Darl...Xiao Zhan, no creo que sea buena idea que regreses a Karnak tan pronto —Derbus interrumpió — Al menos no sin las armas necesarias, si planeas ser parte de la guerra.

Xiao Zhan asintió —Te escucho.

—Muy bien, puedo hablar con mi padre. Él puede conseguirte armas que tú y aquí el humano presente...

—Yibo, mi nombre es Yibo — dijo serio cruzándose de brazos algo fastidiado.

—...podrían usar para la guerra —continuó —Además, una nave nueva te sería muy útil.

— ¿Harías todo eso, Derbus? —dijo Xiao Zhan ilusionado por las palabras de Durbus, pero claro que no se dio cuenta de la mirada asesina que Yibo le estaba dando.

Derbus asintió —Es lo mínimo que puedo hacer después de que salvaras mi vida, Xiao Zhan. Te debo eso y más. —Yibo no entendía de qué hablaba este alienígena, pero debía ser algo muy serio para hacer tanto por su alienígena, recordó preguntárselo a Xiao Zhan una vez estuvieran solos. —Necesito que ambos me acompañen.

Ambos, Xiao Zhan y Yibo asintieron siguiendo a Derbus fuera de la habitación.


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Llegar al núcleo de Derbus no fue tan sencillo como Yibo se había imaginado. Antes de salir de la habitación completamente, tuvieron que hacerle unos análisis más, fueron bastante rápidos, más aún con la presencia de Xiao Zhan. Yibo notó entonces que Xiao Zhan no solo era un ser importante en su planeta, sino en este también. A pesar de que Xiao Zhan no era un kleine (como se le llama comúnmente a los habitantes del planeta K0620) estos le mostraban mucho respeto y gratitud. Al mismo tiempo, para Yibo, era gracioso cómo lo observaban con curiosidad. Bien Derbus había afirmado que era el primer ser humano en ese planeta, era obvio que sentían curiosidad por él. Después de que concluyeran de que Yibo, en efecto, no era un kamlos y que tampoco era un humano con malas intenciones, decidieron dejarlo continuar con su camino en el planeta. Fue así, que junto a Derbus y a Xiao Zhan, fueron subidos a una nave directo al núcleo de Derbus.

A través de la ventana de la nave, Yibo no pudo evitar ver todo su alrededor con mucha curiosidad y emoción. Estaba en otro planeta diferente al suyo. Esto iba más allá de lo imaginable, sentía que uno de sus objetivos en la vida se estaba realizando.

El planeta era bastante futurista, y los colores plateado y azul sobresalían en sus edificios. Yibo pudo divisar pequeñas estructuras ovoides, que a su alrededor tenía una capa, aparentemente, de vidrio que las cubría. Se preguntó que eran.

—Esos son los núcleos —Xiao Zhan señaló desde su asiento a su lado, como si hubiera leído la mente de Yibo —Y la cubierta son las mantas de protección.

—Increíble —Respondió Yibo sin quitar la mirada de la ventana.

—Están hechas de un material bastante duro, tendrían que usar un arma especial para poder destruirla. Los Kleines son los que proveen la tecnología a los otros planetas, aquí se creó la primera nave hace millones de años.

—Interesante.

—Lo es —Xiao Zhan sonrió.

—Por cierto, Xiao Zhan —Yibo se giró para encarar al alienígena — ¿Cómo es que le salvaste la vida a Derbus?

—Oh es una larga historia —Xiao Zhan frunció el ceño —Te la contaré luego. Lo prometo.

Yibo asintió sin ganas.

Yibo percibió que tardaron alrededor de una hora para finalmente llegar a su destino. La nave aterrizó suavemente y las puertas se abrieron para que ellos pudieran salir. Todo alrededor parecía estar hecho de cristal. Yibo no pudo evitar tener la boca abierta mientras admiraba el lugar.

—Por aquí, por favor —Derbus los guio, dentro del núcleo. Después de que una luz examinara el rostro de Derbus, una puerta se abrió inmediatamente. Yibo y Xiao Zhan fueron bienvenidos por una plataforma a sus pies. El alienígena se subió a este y el humano miró el objeto con duda. El alienígena le hizo un ademán para que lo siguiera y Yibo asintió subiendo ambos pies en la plataforma que pronto empezó a moverse, guiándolos dentro del lugar. Frente a ellos estaba Derbus sobre otra plataforma parecida a la suya.

—Este es el taller de mi padre, aquí se encarga de producir las armas. Visitaremos este lugar luego, para que puedan elegir las armas que necesitan —Derbus señaló. —Este pasillo conduce a las habitaciones de descanso y este otro a la habitación de alimentos, por aquí está la sala de entrenamiento, la necesitarán si piensan regresar a Karnak.

— ¿Qué sabes sobre la situación en Karnak, Derbus? —Xiao Zhan preguntó con el ceño fruncido y Derbus hizo una mueca a la vez que se rascaba la parte trasera de su cuello.

—Es muy complicado, Xiao Zhan. ¿Estás seguro de querer volver?

—Es mi deber.

Derbus asintió y continuó mostrando el lugar. Yibo seguía maravillado por todo lo que veía a su alrededor y tenía tantas preguntas en su cabeza que sentía que explotaría en cualquier momento, para una persona tan curiosa como él, era inevitable.

Tras un largo recorrido lleno de indicaciones, finalmente se detuvieron en una amplia habitación. Era lo suficiente espaciosa para dos personas y pronto supo que ese sería el lugar que compartiría con Xiao Zhan en su estadía en ese planeta.

Mientras Yibo curioseaba dentro de la recámara, Xiao Zhan agradecía a Derbus por el acogimiento y recibía las mochilas que algunos ayudantes Kleines traían consigo, entre ellas, una de las mochilas que se pudo rescatar antes de que su nave estallara después del aterrizaje.

Yibo no oyó cuando la puerta de la habitación se cerró y Xiao Zhan comenzaba a acomodar las mochilas. Estaba realmente maravillado con su alrededor, las paredes eran grandes ventanales en las que se podía apreciar el paisaje exterior del núcleo. Todo lucía tan tranquilo, tan pacífico, que por un momento había olvidado que la razón por la que estaba ahí era para ayudar a Xiao Zhan a terminar la guerra en su planeta. Quería ayudarlo y se prometió a sí mismo que lo haría.

Se giró y se encontró con Xiao Zhan sentado, Yibo supuso, que serían las camas. En realidad, parecían (o quizá eran) cápsulas. Al menos tenían forma de una.

—Tienes suerte —El alienígena de pronto pronunció, haciendo que Yibo frunciera el entrecejo con curiosidad. —Tus pertenencias pudieron ser salvadas a tiempo —Dijo lanzándole a Yibo su pequeña mochila, la cual atrapó con torpeza en sus manos. Sí, efectivamente era su mochila con sus pertenencias. Antes de que partieran de la tierra, Yibo había decidido llevar una mochila con objetos que podría necesitar. Por alguna razón creyó que su teléfono sería útil, ¡cómo si fuera serlo!

—Este lugar luce más lujoso que el hotel más caro de cinco estrellas en la tierra —Yibo bromeó pero solo consiguió que Xiao Zhan lo mirara confundido. Por supuesto, qué sabría él sobre hoteles de cinco estrellas. —Lo siento, a veces olvido que no eres de la tierra.

Xiao Zhan lo miro algo dolido y pestañó un par de veces para luego asentir y agachar la mirada. Yibo quiso morderse la lengua, no debió decir eso ¿cierto?

—Quiero decir, no es que sea algo malo que no lo seas ¿sabes? —Intentó remediar —me gustas tal y como eres de todos modos —Yibo sonrió dándole una pequeña caricia en la mejilla. Yibo empezaba sorprenderse de sus propias acciones, no sabía que podía ser tan cursi a veces, supuso que era un efecto que Xiao Zhan tenía en él.

—Humano tonto —Xiao Zhan sonrió ligeramente sonrojado — ¡Muy bien! ¡Tenemos mucho que hacer! —Dijo levantándose de pronto y abriendo una de las mochilas que estaban sobre la cama.

— ¿Qué vamos hacer? —Yibo preguntó curioso al mismo tiempo que veía a Xiao Zhan sacar unos aparatos tras otros.

—Necesito que el padre de Derbus repare estos objetos.

— ¿Qué son?

—Este es mi cinturón, se averió cuando aterricé en la tierra, es de bastante ayuda cuando necesito usar un arma. Te lo mostraré una vez este reparado. Este es un intercomunicador y este es un láser.

—Son geniales.

—Lo son aún más cuando funcionan. Ahora solo son basura, espero que el padre de Derbus pueda ayudarme.

—Oh Derbus... ¿puedes contarme sobre él ahora?

Yibo pudo ver a Xiao Zhan pensar un poco antes de responderle, finalmente solo asintió y se acomodó sentado en el borde de la cama una vez más.

—A Derbus lo conozco desde hace mucho, cuando apenas éramos menores ¿Cómo le dicen en tu planeta? ¿niños? Yo estaba de visita por primera vez aquí en su planeta, Derbus era bastante tímido, en ese entonces. Una vez, mientras caminábamos por uno de los núcleos vecinos, unas criaturas nos atacaron, al parecer querían llevarme consigo, pero para ello, querían eliminar a Derbus primero. Uno de ellos tenía un arma el cual disparó contra él, pero yo fui lo suficiente rápido para empujarlo y cayera sobre una pendiente y yo por un...o lo que parecía ser un abismo.

— ¿¡Cómo!?

—Tranquilo, ahora ves que estoy sano y salvo —Xiao Zhan rio por lo bajo —Pero en ese entonces, Derbus solo terminó con unos rasguños y yo...bueno, pasé varios sofiris en Karbas, es un lugar especial para la recuperación de daños, si es muy grave, no podemos curarnos solo con...esto —Xiao Zhan alzó, lo que Yibo llamaba, el objeto sanador que había sacado de una de las mochilas.

—Debió haber sido muy grave —Yibo dijo con cierta preocupación en el rostro, a pesar de que eso había pasado hace un tiempo y que ahora Xiao Zhan estaba, o parecía, estar bien, la imagen mental de lo que el alienígena le había contado lo hizo arrugar el rostro de dolor.

—Desde ese entonces, Derbus se siente culpable de que haya pasado todo eso, ya que fue su idea pasear en los núcleos vecinos y siente que me debe mucho, además que le salve la vida.

—Entiendo.

Xiao Zhan suspiró y cerró la mochila de la que había estado sacando objetos —Te recomendaría que descanses, en la tierra ya ha pasado un día.

— ¿No necesitas ayuda? —Yibo preguntó, aunque sí, realmente se sentía cansado y una siesta no le vendría mal.

Xiao Zhan sonrió y besó la mejilla del humano —Por ahora no, descansa. —Antes de que Xiao Zhan saliera de la habitación, Yibo jalo su brazo y junto sus labios para ese beso que tanto había necesitado del alienígena.

—Nos vemos en un rato mas mi precioso. —Dijo Yibo a centímetro de los labios de Xiao Zhan.

Xiao Zhan se alejó con una sonrisa en los labios y salió con los objetos fuera de la habitación. Yibo solo sonrió y se acomodó en la cama o cápsula, lo que sea, lo que sí sabía era que estaba bastante cómoda, solo dormiría unas cuantas horas...solo unas cuantas.

—&—


—Yo veo un avión...no, no, creo que es un helicóptero ¿ves sus hélices? —El pequeño señaló con su dedo índice en dirección a las estrellas en el cielo.

—Parece más una libélula —El otro pequeño respondió haciendo una mueca pensativa.

— ¡Yibo, es un helicóptero!

— ¡No, Wen, es una libélula!

El pequeño Wen Han se levantó de los peldaños de la casa del abuelo Dan y miró a Yibo directamente —El abuelo me dará la razón, es un helicóptero —Dijo corriendo hacia la casa.

Era una noche bastante tranquila y el cielo estaba lleno de estrellas, Yibo y su primo Wen Han, habían querido salir y observarlas un rato. Al poco tiempo, a ambos pequeños se les había ocurrido la idea de darle forma a un grupo de estrellas. Todo estaba muy bien...hasta que Wen Han veía un helicóptero y Yibo una libélula.

A los pocos minutos, Wen Han regresó de la mano con el abuelo Dan.

— ¿Verdad que es un helicóptero? —Preguntó señalando el grupo de estrellas en el cielo —Yibo dice que es una libélula, dile que no es cierto, abuelito.

— ¡Lo es! —Yibo insistió y cruzó sus manos.

—En realidad —Comenzó el abuelo —...es lo que ustedes desean que fuera. Mientras para ti es un helicóptero, para Yibo es una libélula. Ambos están en lo correcto.

— ¿Qué es para ti, abuelito? —Yibo preguntó alzando su mirada al anciano.

—Qué bueno que lo preguntaras...—El abuelo Dan se sentó en el peldaño junto a Yibo y sentó a Wen Han en su regazo, listo para contarles otra historia sobre extraterrestres.


No era un sueño, era un recuerdo de lo que había sucedido hace mucho, un día antes de que Wen Han desapareciera. Yibo realmente extrañaba a su primo, más que eso, era como su hermano.
Yibo no supo cuánto tiempo estuvo durmiendo, pero se despertó al sonido de un objeto golpeando el piso de cristal e inmediatamente se sentó para ver cuál había sido la causa que interrumpía su descanso. Aunque ya estaba parcialmente despierto.

Yibo pestañó un par de veces, frente a él había un kleine, de hecho, bastante similar a Derbus, la altura, la contextura. La gran diferencia era que tenía dos ojos. Derbus llevaba el cabello corto, el individuo frente a Yibo, llevaba un cabello más largo y rosa.

— ¿Quién eres? —Yibo preguntó y solo notó como el individuo frente a él, lucía asustado y con la boca ligeramente abierta como si no supiera qué decir. ¡Claro, seguramente no sabe el idioma humano!, Yibo se abofeteó mentalmente.

Lo que no esperó, es que el alienígena le respondiera en su idioma.

—L-Lo siento.

Fue entonces que Yibo descubrió que no se trataba de el individuo, sino la. Era una alienígena que por cierto era extremadamente atractiva para sus ojos.

— ¿Conoces mi idioma? ¡Es fantástico! —En realidad lo era, Yibo bajó de la cama y se acercó a la alienígena quién retrocedió asustada. —Oye, descuida, no voy hacerte daño, lo prometo. ¿Cuál es tu nombre?

—Me dicen Vanil —Respondió ella con la cabeza gacha, era unos centímetros más baja que Yibo y parecía ser bastante tímida —S-siento mucho haberte despertado, humano.

—No te preocupes, ya estaba despierto...o casi. Puedes decirme Yibo —Dijo él, no estaba seguro si debía estrechar la mano ¿tendría el mismo significado que en Karnak? De todos modos, decidió no hacerlo y solo asintió con la cabeza.

La alienígena asintió aún sin alzar la mirada.

—Entonces... ¿Qué hacías por aquí?

—El señor Xiao Zhan me dijo que te trajera algo de comer ya que no habías ingerido nada desde tu llegada aquí. Así que traje eso —La alienígena señaló el pequeño frasco en el suelo, lo que había despertado a Yibo. Este se acercó a recogerlo, era un frasco, bastante simple y con algo dentro que parecía un vomitado, al menos tenía un color y apariencia desagradable. —No sabe a como luce, es realmente delicioso —La alienígena añadió alzando su mirada hacia Yibo. Definitivamente era una alienígena muy linda, pensó él.

—De acuerdo, lo probaré.

La alienígena sonrió —Necesitarás esto —Dijo dándole un sorbete. O lo que parecía ser uno. Al menos tenían el mismo uso.

Yibo dudó unos segundos, al abrir el frasco y acercar su rostro, se dio con la sorpresa de que no tenía un mal aroma, de hecho no olía a nada. Adentró el sorbete en la sustancia y le echó un vistazo a Vanil quien lo miraba expectante. Dio un respiro y llevó el sorbete a sus labios.

No tenía ni la más mínima idea de qué estaba hecho, pero sabía muy bien, de hecho, no podía hacer la comparación con algo que haya probado en la tierra. Simplemente sabía bien y listo.

—Es delicioso —Dijo y masticó algunos trocitos de lo que sea que estuviera comiendo — ¿Qué es?

—Es un postre tradicional en nuestro planeta. El señor Xiao Zhan me dijo que te preparara el más delicioso. Me alegra que te guste —La alienígena sonrió y agachó su mirada tímida una vez más. Interiormente, Yibo agradeció a Xiao Zhan al haber sido considerado.

Cuando Yibo terminó con su aperitivo, Vanil le ofreció a darle un paseo por el núcleo, Yibo no pudo negarse en lo absoluto. Definitivamente quería conocer los alrededores y si era posible, interactuar con más kleines.

— ¡un segundo! —Yibo se dirigió a su mochila y sacó su celular, después de todo podía ser de utilidad. Lo encendió y probó su cámara. Sí, funcionaba a la perfección. —Vamos.

— ¿Qué es eso? —Vanil preguntó mientras salían de la habitación.

—Un Iphone, en la tierra se utiliza para comunicarse con otras personas, además tiene diferentes aplicaciones.

—Luce bastante primitivo, sin ofender —Respondió ella sin dejar su timidez. Yibo solo sonrió de lado y asintió. Definitivamente.

Al salir del lugar, Vanil llevó a Yibo a diferentes lugares del núcleo, a los campos dónde había plantas, no muy diferentes a la tierra, no estaba seguro. Mientras Vanil le enseñaba las distintas zonas del núcleo, pudo ver a varios Kleines yendo de un lado a otro. Algunos lo miraban con extrañeza, otros con asombro y murmuraban en su idioma. Hubo uno que se acercó e hincó con su dedo uno de los lados, como si estuviera verificando que fuera real o no. Yibo rio por lo bajo. En general, los Kleines eran criaturas muy pequeñas, parecían duendes y la gran mayoría tenían un solo ojo. Se preguntó por qué Derbus y Vanil eran los únicos, aparentemente, que tenían una forma más humana.

—...esta zona es el lugar más tranquilo entre todos los núcleos, generalmente los otros núcleos están atiborrados de edificios. —Vanil explicó señalándole todo el campo verde y amarillo.

—Sin duda muy tranquilo —Yibo asintió y tomó una foto del lugar.

— ¿Puedo preguntarte algo, Vanil?

—C-claro.

— ¿Sabes algo de Karnak? ¿Sabes sobre toda esta guerra que está sucediendo en ese planeta?

Vanil agrandó los ojos y negó rápidamente —Regresemos al edificio —Dijo caminando rápido en dirección por dónde habían venido.

— ¡Hey, Vanil! ¡Espera! —Yibo trotó tras ella hasta alcanzar —Espera ¿Qué sucede?

—No podemos mencionar la guerra de ese planeta aquí. Alguien podría escucharnos. Estaremos a salvo en el edificio.

Yibo asintió confundido hasta regresar a los pasillos del edificio dónde habían estado antes.

— ¿Ahora sí vas a decirme?

— ¿Qué te ha dicho el señor Xiao Zhan? —Vanil preguntó con cierta preocupación. Yibo no lo entendía, pero respondió igualmente.

—Xiao Zhan solo me dijo que había una guerra en su planeta y que su padre lo quería lejos. Al parecer quieren el poder de Karnak.

Vanil asintió.

—No creo que sea yo quién deba contarte. El señor Xiao Zhan te lo dirá en su momento.

— ¿A qué te refieres? —Yibo ahora estaba más confundido y necesitaba respuestas ahora.

—No debo decir nada, lo siento. —Vanil salió corriendo por uno de los pasillos, Yibo intentó ir tras ella, pero no pudo alcanzarla.

¿Acaso Xiao Zhan le estaba ocultando algo? ¿Por qué no le había contado la verdad completa de lo que sucedía en su planeta? Quizá Xiao Zhan piensa que él es lo bastante inútil para que supiera ¿Qué podría hacer un humano al respecto después de todo?

Yibo apretó sus manos en un puño. No quería ser un estorbo para Xiao Zhan, quería ayudarlo, ser útil. Se dio cuenta que el pasillo en donde se encontraba ahora lo llevaría a la sala de entrenamiento, quizá debía empezar por ahí primero. Entrenar su cuerpo sería el primer paso para demostrarle a Xiao Zhan que no había viajado en vano para ser un estorbo.

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