❋ Narra Jaz ❋
A pesar de que hace un par de días que me encuentro segura en la casa de los Weasley, las pesadillas no dejan de invadir mi cabeza por las noches.
Mi brazo, por otro lado, no deja de arder; especialmente donde se encuentra ese horroroso tatuaje. Tal como si el mismo Voldemort estuviera torturándome.
Lo único que puede ayudarme a distraerme de esas cosas es Harry.
Es como si todo lo que vivimos durante estos meses nos hubiera ayudado a fortalecer nuestra relación como nunca antes.
Él comprendió que no quiera hablar mucho acerca de lo que ocurrió durante el tiempo que estuvimos separados, en especial, de las cosas que tuve que hacer.
Es el mejor
Hermione por otra parte, admitió ante mi sus sentimientos por Ron; que en realidad, ya había deducido hace tiempo.
Pero este último no hace más que actuar torpemente a la hora de hablarle a ella, cosa que hace que Harry y yo no podamos evitar reír cada vez qué pasa.
A pesar de la guerra en la que estamos viviendo, Bill y Fleur decidieron festejar su boda, en las afueras de la madriguera Weasley.
Me coloqué un vestido azul que Hermione amablemente me prestó, junto con un collar que pertenecía a mi madre y unos zapatos color marfil.
Harry estaba esperando en la cocina, con el profeta en sus manos.
-Hay alguna novedad?- le pregunto señalando al diario en sus manos, logrando atraer su atención.
- Wow, te vez... increíble- dice casi boquiabierto.
- Solo me puse un vestido, Harry, no es nada especial- le digo algo avergonzada.
- Pero tu haces que cualquier cosa sea especial, Jaz- me dice acercándose a mi-
¿ Y Dónde está Hermione?- dice arruinando un poco el momento.
- No lo se Harry, acaso quieres besarte con ella? Porque yo soy la que está frente a ti- digo riendo.
Finalmente ambos nos besamos. Pero debemos detenernos al ver que alguien se encontraba detrás de nosotros. Más precisamente, George.
- Buen día, tórtolos- dice haciendo una cara atrevida- No paren por mi, continúen con el espectáculo.
- Ire con Hermione, luego te veo- le digo a Harry apunto de despedirme. Pero oímos que alguien se acerca a la madriguera.
El nuevo ministro de magia.
- ¿A que le debemos el placer, ministro?- le dice Harry.
- Los dos sabemos la respuesta, Señor Potter.
Asumo que era por el testamento que les había dejado Dumbledore. Por lo que no dudo en retirarme silenciosamente de allí.
- Debería quedarse, señorita Parker- dice nuevamente el ministro haciéndome dar vuelta- Esta incluida aquí.
Simplemente no podía creerlo
Iba a matar a ese hombre, ¿por qué demonios me dejaría algo a mi?
El trío de oro y yo procedimos a sentarnos en uno de los sofás. El ministro se colocó frente a nosotros.
- " Esta es la última voluntad y testamento de Albus Percibal Wulfric Brian Dumbledore.
En primer lugar, le dejo a Ronald Billius Weasley mi desluminador, un objeto que yo mismo creé con la esperanza que cuando todo parezca oscuro, encuentre la luz.
Ron procedió a agarrar el objeto y mirarlo desconcertado.
- Que... genial- dice algo confundido- ¿Qué es?
Ninguno le responde, Hermione solo lo mira incrédula.
Ron toca una especie de botón y todas las luces de la habitación quedan concentradas en pequeño objeto.
Al volver a apretar, estas vuelven a la normalidad.
- Increíble!- dice esta vez emocionando.
- "... A Hermione Jean Granger, le dejo una copia de Los cuentos de Beedle el Bardo, con la esperanza que le parezca divertido y educativo"
- Mi mamá me lo leía, ¡Babbity Rabbity y su cepa cacareante!- dice nuevamente Ron.
Todos lo miramos sin decir nada.
- Por favor ¿Babbity Rabbity?- vuelve a decir algo esperanzado- ¿No? Oh.
- " A Harry James Potter, le dejo la Snitch que atrapó en su primera partida de Quidditch, como recordatorio de las recompensas de la perseverancia"
Harry toma la Snitch en sus manos y la mira nostálgico.
- " Y por último, a Jazmin Emily Parker, le dejo la espada de Godric Gryffindor"
Todos me miran sorprendidos.
- No la merezco, no puedo aceptarla- digo seriamente.
- De igual forma- me interrumpe el ministro-
A Dumbledore no le correspondía regalarla. Como una importante reliquia, pertenece a Hogwarts. Además que desconocemos el paradero de la espada.
- ¿Cómo?- pregunta Hermione.
- La espada desapareció- dice nuevamente-
No se que planea, Sr Potter- está vez, se dirige a Harry- Pero no puede pelear solo en esta guerra. Él es demasiado fuerte.
Todos lo miramos seriamente. Estaba diciendo la pura verdad.
Luego de eso, el ministro se retiró y luego de unas horas comenzaron a arribar los invitados de la boda.
***
Harry se encontraba sentado con un anciano, más bien, Elphias Doge, un antiguo amigo de Dumbledore.
Hermione por otro lado, se encontraba bailando con Víctor Krumm, uno de los que participó del torneo de los tres magos junto a Harry. Mientras que Ron, en un costado, los miraba irradiando nada más que celos.
Me acerqué a una de las mesas para servirme un vaso de lo que supuse que era agua y noté como alguien se paró a mi lado, haciéndome mirar a su dirección.
Era un muchacho de nuestra edad.
Tenía el cabello oscuro y ojos azules, realmente llamativos. Lo extraño es que no despegaba su mirada de mi, provocándome incomodidad.
- Disculpa, ¿te conozco?- le pregunto directamente.
- No lo creo- me responde con voz calma- Pero he escuchado mucho de ti.
- Pues, supongo que no debiste oír nada bueno- le digo algo avergonzada.
- La verdad es que no es así , oí que fuiste muy valiente al escapar de quien tú sabes. Eso te convierte en alguien interesante para mi-
me dice mirándome fijo- Soy Mark Wilson, es un placer conocerte.
- Un gusto Mark- le digo estrechando su mano- me presentaría pero creo que sabes más de mi de lo que esperaba- le digo sonriente- ¿Y qué haces en esta boda?
- Tengo un par de asuntos pendientes- me dice, sin despegar sus ojos de mi.
Había algo en su mirada que me resultaba por alguna razón, conocido.
Debo estar confundida
- ¿Que clase de asuntos?- le vuelvo a decir.
- No quiero aburrirte, la verdad- me dice esta vez mostrando una sonrisa. Era realmente lindo.
¡Pero que estoy pensando! Tengo novio
Debo ir con Harry
-Creo que iré con mi amiga, Mark. Pero fue un gusto conocerte.
- Igualmente, Parker- me dice sin borrar su sonrisa.
Al llegar hacia Hermione, no pude evitar volver a pensar en ese chico. ¿Por qué es que tengo tantas ganas de saber más de él?
Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando una especie de bola de luz aparece en el medio de la carpa. Asustando a todos.
"El ministerio ha caído. El ministro de magia está muerto. Ya vienen. Ya vienen"
Habló esa extraña luz para luego desvanecerse.
Todos comenzaron a exaltarse, y a buscar a sus allegados.
Entonces, unas cuantas sombras de Mortífagos se hicieron presentes y comenzaron a atacar a los invitados.
Oh no.
Harry. Debía encontrar a Harry.
Visualize a Hermione junto a Ron en un costado. Intente correr hacia ellos pero uno de los mortífagos me tomó por desprevenida, intentando atacarme.
No encontraba mi varita, estaba muerta.
El hombre iba a lanzar un hechizo cuando alguien se posicionó frente mío. Era Mark.
Este desarmó al otro hombre y se dio vuelta para recoger mi varita y entregármela.
- Vamos. Escapa- me dice.
- Gracias y adiós, Mark- le digo para darme vuelta y correr hasta mis amigos. Harry se acerco hacia nosotros y juntos nos transportamos.
***
En un instante, nos encontrábamos en medio de una de las calles principales de Londres.
Un gran autobús por poco nos atropella si no es que nos corríamos para atrás.
Los cuatro nos quedamos petrificados.
- ¿Que haremos ahora?- pregunta Hermione.
- Escapar - dice Harry
No sabemos que nos espera, pero de algo estoy segura.
Estamos en un terrible peligro
***
¡Hola!
Espero que les haya gustado❤️
¿Que piensan acerca de Mark?
Será muy interesante lo que traerá este nuevo personaje...
En fin, los veo pronto!