Maldición Willburn © ✔️ (M #1)

By ZelaBrambille

6.4M 629K 327K

En las calles se cuenta una leyenda: Rowdy Willburn no sabe querer porque ya no tiene corazón, es una maldici... More

Maldición Willburn
Prefacio
🎲 TOMO I | La caída 🎲
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06 (pt 1)
Capítulo 06 (pt2)
Capítulo 07
Capítulo 08 (pt1)
Capítulo 08 (pt2)
Capítulo 09
Capítulo 10 (pt1)
Capítulo 10 (pt2)
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14 (pt1)
Capítulo 14 (pt2)
Capítulo 15
Capítulo 16
Extra | Regina y Tyler
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Extra | Rowdy y Giselle
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
🎲 TOMO II | El ascenso 🎲
Capítulo 29
Capítulo 30
Extra | Kealsey y Omar
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48 (pt1)
Capítulo 48 (pt2)
Capítulo 49 (pt1)
Capítulo 49 (pt2)
Capítulo 50 final
Epílogo I
Epílogo II
| P L A Y L I S T |

Capítulo 41

71.1K 8.2K 3.5K
By ZelaBrambille


Otra de las canciones que me dedicó suena, lo escucho tararear, de vez en cuando me mira de reojo, me doy cuenta porque hago lo mismo. Estamos pintando la misma pared, uno al lado del otro. Me tomo un momento para tomar agua, decido buscar algo en la lista para él, para regresar las palabras que no puedo decir.

Encuentro una que hace que mi corazón se acelere. Es algo simple y comercial, pero es la indicada y describe a la perfección lo que quiero decirle. La selecciono tan pronto acaba la que está sonando, dejo que Sometimes de Britney Spears resuene.

Rocket siente mi nerviosismo, pues se queda quieto y me mira fijamente, tal vez piensa que estoy enloqueciendo. Me asombra la conexión tan fuerte que construimos en tan poco tiempo.

«Sometimes I run,

sometimes I hide,

sometimes I'm scared of you,

but all I really want is to hold you tight,

treat you right, be with you day and night.

Baby, all I need is time»

El primer coro termina, él me busca con rapidez. Nuestros ojos coinciden y no se mueven, tengo que respirar para controlar mi agitación. Él está ahí, viéndose como todo lo que no sabía que quería. Nos quedamos en silencio el resto de la canción. Una tenue sonrisa se dibuja en sus labios al final y asiente.

Tengo que girarme para no dar saltitos de laemoción. 



Que esté en la casa donde viví muchos años es extraño, no he dejado que muchas personas vengan aquí, es como abrir otra pequeña puerta para él. Es verdad que estuvo aquí una vez, pero es diferente porque en esta ocasión viene conmigo. Vamos juntos a mi habitación cargando unas cuantas cajas y bolsas.

—Huele a ti —dice una vez que cruzamos el umbral.

—¿Sí?

—Sí, huele a mujer sexy y hermosa.

Niego con la cabeza, divertida. Le doy un vistazo para averiguar qué está haciendo. Se toma unos minutos para inspeccionar. Se aproxima al tocador, al lugar donde están mis perfumes, huele los cuatro frasquitos y sonríe cuando encuentra el que uso todo el tiempo. Después pasa el dedo por los lomos de los libros que descansan en mi estantería, no son demasiados, solo unos cuantos, sobre todo clásicos.

Se rasca la barbilla al ver mis trofeos, tengo un montón y de muchos deportes de todos los concursos en los que participé. También ve fotografías que están en los cuadros. No lo interrumpo porque es fascinante ver cómo se mueve en mi alcoba, entonces se acerca a los post-it que olvidé que estaban en la pared.

—¿Qué es esto? —pregunta con el entrecejo fruncido y yo quiero morir de la vergüenza.

Arranca un post-it para inspeccionarlo mejor, doy pasos largos y rápidos para alcanzarlo con la intención de quitárselos. Él alza el brazo cuando me acerco, una sonrisa crece en su boca. Siento que rodea mi cintura con su mano libre y me aleja del resto de post-it. Entramos en una lucha, yo porque quiero impedir que siga leyendo y él porque está fascinado con lo que encontró.

—¡Row! —exclamo, pero no puedo aguantar la risa.

—Así que coleccionas mis palabras, qué interesante.

Deja los papelitos en su lugar y se gira hacia mí, todavía no me ha soltado. Me analiza.

—Era un ejercicio, tenía que escribir frases positivas sobre mí —explico.

Se agacha hasta que sus labios llegan a mi oído.

—Puedo llenarte de esas frases si quieres —susurra.

Tiemblo, él puede sentirlo, pues el agarre se vuelve más firme y duro. Suceden varias cosas: la primera es que me sonrojo, la segunda es que su sonrisa se hace más grande y la tercera es que se escucha un ruido.

Giro la cabeza y doy con la causante de la interrupción, mi madre está de pie ahí, muy cerca de nosotros, mirándonos fijamente. Row se pone tenso, pero no se mueve ni me suelta, al contrario, me abraza más. Lo miro y me sorprende encontrar un ceño fruncido y unos ojos duros que le regresan la mirada.

No he visto a mamá desde hace meses, no quería verla hoy, le pedí a mi padre que le dijera que necesitaba estar sola para sacar mis cosas, supongo que ignoró mi petición. Y eso me molesta.

No es la primera en hablar, está demasiada callada observándonos, sus ojos van de mí a Row y a su brazo a mi alrededor, su espalda está tensa, sus labios se convierten en una línea. Me parece extraño, pues la vez que estuvo aquí lo trató con mucha amabilidad y alegría.

—Hola —digo.

—¿Qué hace él aquí? —Su voz es dura, seca y cortante—. No puede entrar a mi casa.

Ladeo la cabeza, sin poder creer que esté siendo tan grosera. ¿De verdad eso es lo primero que me dirá después de tanto tiempo? Me decepciona.

—Pensé que esta también era mi casa —respondo.

Es inútil, ella está perdida y furiosa por la presencia de Row.

—Te dije que te alejaras de Giselle —dice entre dientes mirándolo.

—Y yo le respondí que no lo haría —suelta y se encoge de hombros.

¿Habló con él? ¿Por qué? No entiendo nada, pero no me gusta cómo lo mira, cómo mira nuestro contacto. Mi cabeza se aclara lentamente y todo encaja en su lugar. Es mi turno de ponerme tensa, aprieto los puños.

—Le pedí a papá que te dijera que no quería verte —digo alzando la voz. Eso llama su atención. Esta vez, cuando nuestros ojos conectan, se ve avergonzada.

—Lo siento, quería saludarte y...

—Y lo primero que hiciste fue preguntar por mi compañía, ya no me sorprende, nunca he sido importante —interrumpo—. Respeta por una vez lo que quiero y dame unas horas para sacar mis cosas. Y no vuelvas a hablarle a Row de esa manera porque él ha estado conmigo en todo momento, algo que tú no has hecho.

—Giselle, él no te conviene, es peligroso que te relaciones con alguien así cuando tienes esta condición.

No puedo aguantar la risa amarga e incrédula.

—¿Es por eso? Ya sabías quién era cuando vino la primera vez y no lo trataste así, ¿o me equivoco?

Se ve más pequeña cuando exhala, se queda callada y agacha la cabeza con lo que creo es pesar.

—Es el amigo de Lili —susurra, el dolor en su voz podría sentirse a kilómetros.

A mí también me duele, es imposible negarlo porque una parte de mí siempre se lamentará por su rechazo y lejanía. Es increíble que haya pasado por la mierda y que lo único que le preocupe sea que el viejo amigo de Lilibeth me esté abrazando, en lugar de alegrarse porque estuvo junto a mí todo estos meses, apoyándome y dándome el cariño que siempre necesité. Row definitivamente no cambió mi vida ni hizo que me sintiera mejor, su amor no fue una cura, pero fue una bomba que me hizo reaccionar, la marea que me ayudó a llegar a la orilla del mar.

—Durante mucho tiempo quise odiar a Lili, ahora sé que ella no tiene la culpa de que tú no puedas superar su muerte —contesto, obligándome a no ceder a su súplica—. Me duele muchísimo que te duela tanto, no sé lo que es perder a una hija, pero sí sé lo que es perderlo todo y estar sola. Deberías buscar ayuda, no por mi padre ni por mí, por ti, porque ese dolor está acabando con todo lo que amas y terminará consumiéndote. Yo no la conocí, sin embargo, crecí escuchando sobre ella, estoy segura de que a Lili no le hubiera gustado verte así.

Se queda un minuto más, luego nos muestra la espalda y se va en silencio, el sonido de la puerta al cerrarse retumba entre los dos.

Me tomo un minuto para recomponerme, para respirar profundo y procesar lo que ha pasado, lo que le dije. No me arrepiento de haberlo hecho, durante muchos años aguanté, ella tiene que parar y, si no lo hace, dejar de lastimarme.

Enfrento a Row, quien me mira fijamente, sus ojos buscan algo en los míos, quizá espera que me vuelva loca, que le grite o le pida que se vaya. No lo haré.

—Gracias por no alejarte de mí —digo.

Sus párpados se abren, la sorpresa se refleja en su mirada. Él responde inclinándose y depositando un besito en la punta de mi nariz.



Nos tardamos empacando todos los objetos que quiero llevarme, mi padre se encargó de la mayor parte de mi ropa, ahora me concentraré en mis recuerdos, libros, películas, perfumes y ese tipo de cosas. Ya es tarde cuando terminamos de apilar la última caja en mi nueva alcoba. Mi ánimo cae, no quiero que se vaya.

—¿Tienes hambre? —pregunto—. Hay un restaurante de comida italiana cerca, nunca he ido, pero se ve bien.

—Me muero de hambre.

Row me espera en la sala mientras me cambio la ropa por algo más presentable. Con los nervios zumbando en mi cuerpo elijo unos jeans, botas negras hasta las rodillas y un simple suéter gris. Me emociona que no intente disimular su escrutinio cuando lo alcanzo en la puerta.

Vamos caminando porque está a unas calles. Una de sus manos resbala por mi brazo, su palma toca la mía, nuestros dedos se entretejen. Miro hacia otro lado para morder mi labio y sonreír.

Me gusta esto, podría hacerlo.

El restaurante tiene una atmósfera cálida, al entrar me siento como en la casa de mi abuela, se siente familiar de alguna manera. Afortunadamente no necesitamos reservación, nos dan una mesa frente a un gran ventanal, por lo tanto, tenemos una vista privilegiada de un parque repleto de árboles.

Lo primero que pedimos son las bebidas, él pide una cerveza artesanal, yo prefiero agua. Hay platillos que se ven interesantes, no obstante, esta vez quiero un gran plato de pasta y ensalada, él pide algún corte de carne.

Nos quedamos solos cuando la mesera se va luego de dejar nuestras bebidas. Row le da un trago a su cerveza sin quitarme la mirada de encima. Se ve relajado, feliz, con una sonrisita traviesa que no ha perdido desde ayer.

Enfoco la vista en las servilletas perfectamente acomodadas en el centro de la mesa, todavía no he dicho nada y ya comienzo a sentir que mis mejillas se encienden. Me gusta hablar con Row, pero nuestras pláticas siempre fueron seguras, yo jamás hablé sobre mi vida, creo que él habló muy poco de la suya.

—¿Cómo fue tu niñez? —pregunto.

Alzo los ojos cuando suelta un suspiro. Ahora es su turno de mirar a la nada, hay una arruga en su frente y la melancolía invade su semblante.

—Siempre fui callado y solitario, al principio no entendí lo que era tener cáncer, pero veía a mi familia triste y rota por mi culpa, es una enfermedad que no solo acaba contigo, también con todo lo que te rodea, eso me pasó. Cuando eres pequeño no lo entiendes, yo no lo entendía, así que lo más fácil fue odiar a todo el mundo. Odié a mi padre, odié a mi madre, me odiaba porque dolía, porque dentro de mí estaba eso que tanto mal me hacía, y la solución ardía hasta los huesos, me enfermaba más. Cuando todo terminó yo ni siquiera me conocía, ir a la escuela era una tortura, ya nada era lo mismo, tampoco recordaba cómo era mi vida antes de estar enfermo. Arruiné muchas cosas, me atrasé en la escuela y me alejé de las personas que amaba.

—¿Odiabas a tu familia?

—No lo sé, creo que odiaba lo que la enfermedad nos hizo, no supimos cómo enfrentarlo. Recuerdo que siempre estaba enojado, quería pelear. Estaba furioso con todos, los trataba mal, me desquitaba con ellos. Mi madre soportó mucha mierda en esos días, por eso creí que alejarme de ella era lo mejor, ya comprendo que también me equivoqué en eso.

—¿Cómo es la relación con tu madre?

—Amo a mamá, hace poco hablé con ella, le conté sobre mis sentimientos. La visito más y hablamos todos los días, creo que eso la hace feliz. Con papá también tengo más comunicación, estoy trabajando con él, así que no me puedo escapar. —Él sonríe de lado—. A pesar de que evito el tema, terminamos hablando de mamá.

También sonrío.

»Ya superé eso, claro que tuve que ir a un montón de terapias, después del cáncer y la muerte de Lili todo fue un poco caótico, me hacían bullying, tenía pesadillas, lloraba por las noches. La hermandad también me ayudó a canalizar el enojo.

—¿Fue difícil regularizarse en la escuela?

—Sí, me atrasé mucho por las quimioterapias, como yo no lograba asimilar mi condición, mis padres decidieron sacarme hasta que todo mejorara, volver fue un infierno. Además, no me importaba, me comportaba como si quisiera vengarme de algo. Reprobé, hice cosas malas para que me expulsaran... Hasta que un día escuché a mi madre llorar y decirle a papá por teléfono que el cáncer nos seguía destruyendo. No te voy a mentir, muñequita, yo era un desastre, cuando nos conocimos ya no era esa persona, pero durante muchos años me refugié en el alcohol, las fiestas, el sexo. En ocasiones me siento realmente mal, desperdicié muchos años por dejar que el pasado me consumiera, para algunos quizá es estúpido que me haya afectado tanto, pero dentro de mí dolía.

—No te juzgo, Row...

—Por supuesto que no, tú eres muy dulce.

En ese momento llega la mesera y deja nuestra comida.

—Muchas gracias —le digo.

—Esperamos que sea de su agrado.

Ella me regresa la sonrisa antes de irse.

Extiendo el brazo por encima de la mesa y alcanzo la mano de Row, él no se espera el toque, pero une nuestros dedos y me da un apretón.

—Te lo dije una vez, pero volveré a decírtelo, no fue tu culpa. No eres culpable de que tus padres se separaran, que te diera cáncer y las cosas se complicaran en tu familia.

Su pulgar acaricia mis nudillos.

—Lo sé ahora, me costó trabajo llegar hasta aquí.

Toma mi mano y besa el dorso, me da una suave caricia ante de soltarme. La comida es deliciosa. A pesar de que en el centro no podía quejarme, una de las cosas que más extrañaba es comer.

—Mierda, esto está muy bueno —digo y creo que gimo.

Row suelta una risita.

—Podría verte comer todo el tiempo si prometes hacer esos ruiditos.

—Necesito ir pronto por una hamburguesa grasosa y patatas fritas, helado... ¡Oh, sí! Quiero pizza y mucha comida chatarra. —Me acabo la ensalada y tomo un trago de agua—. Volviendo al tema, la pandilla te ayudó a controlar el enojo...

—Sí, estar en Blacked me ayudó de muchas formas, proteger a las personas le dio sentido a mi vida cuando no sabía por qué había sobrevivido. Crecí con ellos, son mis amigos, mi familia. Además, llevar una vida tranquila y sencilla me ha permitido ahorrar mucho dinero e invertirlo.

—¿Invertir dinero? ¿Qué?

Creo que mis preguntas le han hecho gracia, lame sus labios y muerde su labio inferior.

—¿Qué creías, cariño? —Se ríe al notar mi confusión—. Los pagos que obtuve en Blacked los ahorré, además, recibí una herencia de parte de mis abuelos. Invertí gran parte en la empresa en un proyecto nuevo que comienza a dejar frutos; ayudé a mi madre a abrir su negocio; y estoy pensando en comprar edificios para futuros salones de fiesta.

—¿Salones de fiesta? A mí me encanta organizar fiestas, es uno de mis pasatiempos favoritos.

—Estamos hechos el uno para el otro —dice y sonríe de lado.

Niego con la cabeza, pero no puedo ocultar mi diversión.

—¿Y cuál es el proyecto de la empresa en el que invertiste? —pregunto.

—Llevamos nuestros neumáticos al extranjero, aposté por Latinoamérica, hace dos años arrancó la planta en México, tengo acciones ahí y nos está yendo muy bien. No me involucraba con los negocios, hace unos meses decidí hacerme cargo de eso y ahora lo estoy manejando.

—Vaya... —murmuro—. No tenía idea.

—No, porque nos conocimos de formas muy interesantes...

Levanta su ceja con picardía, me carcajeo.

Me echo hacia atrás y sobo mi barriga, estoy llena. Él le da un trago a su cerveza y empuja su plato hacia el centro, señal de que ha terminado.

Me ofrece su mano cuando salimos del restaurante, no dudo en tomarla. El camino de regreso se siente lento, quizá es porque estoy con él. Me apoyo en su costado, mi cabeza en su hombro. Creo que le agrada, pues me suelta para envolver mi cintura con su brazo y pegarme a él.

Llegamos a casa, el auto de mi padre está estacionado en la cochera.

—¿Quieres entrar? —pregunto.

—Será mejor que vaya con mamá, quiere que le ayuda con algo.

Asiento y me recargo en la pared. Él da un paso, se acerca solo un poco, lo suficiente para sentir calor y tener que alzar la cabeza.

—No sé si este es el momento adecuado para esto, sé que hay muchas cosas pasando...

—¿Qué pasa?

Toma un respiro profundo.

—¿Te gustaría salir conmigo? Una cita, tal vez baile y luego una cena.

Coloco las manos en su pecho, lo toma como una invitación a acercarse. Lo abrazo, escondo mi cara en su cuello y absorbo su aroma. Él me corresponde rodeándome.

—Nunca he salido con un chico, b-bueno tú y yo hicimos cosas juntos, pero no era... no estábamos juntos y... ¡Maldición! No sé cómo decirlo.

Suspiro.

—Entiendo.

Acaricia mi espalda de arriba abajo, sus dedos me tranquilizan, la tensión me abandona.

—Lo del baile suena agradable, aunque tendrás que guiarme porque apesto, probablemente seré la peor compañera —respondo después de un minuto de silencio.

—¿Te parece bien el viernes?

Asiento con la cabeza.

Minutos después Row se marcha, yo vuelvo a suspirar, entro a la casa sintiéndome en las nubes.

—Pero mira nada más esa sonrisita... —suelta mi padre desde el sofá y se carcajea cuando le hago mala cara—. Iba a preguntar dónde estabas, pero es demasiado obvio, siempre sonríes así cuando estás con él.

Me dejo caer a su lado.

—Me gusta —digo.

—Se nota —responde y me da un golpecito con su hombro—. Me alegra mucho que hayas encontrado a un buen chico.

—Te agrada.

—Me agrada cualquier persona que te quiera y se preocupe por ti.


* * * 

YA ES TARDE, PERO ME VALEEEEEE :B

Amo a Giselle toda nerviosa con Row jajaja amooooo

Se los dije en redes sociales (síganme para estar enteradxs de todo ;) *momento de publicidad*), MW ya casi termina, hice el conteo y solo quedan 5 capítulos y el epílogo. También escribiré extras, ya veré si los subo a Wattpad. ESTOY MELANCÓLICA PORQUE EXTRAÑARÉ A MIS BEBÉS :c 

Recuerden que cuando la historia termine haré un en vivo en instagram (imzelabrambille) para aclarar dudas, hablar sobre la historia y chaleeeeeear.

Les mando un abrazo fuerte.

Continue Reading

You'll Also Like

376K 30.7K 20
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
59.7M 1.4M 18
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
37.3K 7.6K 15
Aquí puedes leer el cómo el presidente electo de la República está obsesionado conmigo. *Novela corta
101K 13.1K 163
Entra para obtener más información de la historia 💗