Lo que había pasado hace unos momentos realmente lo había afectado. Sabía que aquello se quedaría tatuado en su mente y en su vida para siempre. Era el tipo de cosas que no se olvidan de la noche a la mañana. Aunque no sabía si aquello lo podría olvidar en algún momento.
Pero eso no importaba ahora.
Tenía otro objetivo en su mente ahora.
Debía buscarla. No sabía donde y no sabía como, pero definitivamente la tendria de vuelta fuese como fuese. No sabía si ella lo aceptaría de vuelta despues de tanto tiempo, pero no le importaba. La quería con él. No importaba el precio.
-¿Liam?
Él no se giró. Seguía mirando atraves de la ventana, su vista fija en el mar infinito, las olas golpeaban la arena y el sonido que emitía lo relajaba.
-¿Liam, estas seguro de esto?.- preguntó su amigo, Jack, quien estaba detrás de él.
-Por supuesto.- respondió.
-Creo que te estas comportando como un idiota.- espetó su amigo rubio.- Un imbécil.
-No me importa, Jack. La quiero conmigo.- replicó.
Jack soltó un siseo negando.
-Claro, que oportuno.- musito con amargura.
Liam no se molestó en dirigirle una sola mirada. Sabía que, tal vez, lo que hacía estaba mal pero ahora no le importaba en lo absoluto. Estaba cegado por la desesperación y el dolor que sentía que ya nada le preocupaba. Ante el silencio de su amigo, no le quedó otra que estar a su lado y apoyarlo, Jack suspiró con rendición.
-Bien, como quieras. ¿Que vas a hacer?
Él sonrió un momento, una sonrisa que anunciaba problemas. Pero despues se puso serio con una mirada determinada. No sabía los problemas que le acarrearían su decisión y no le interesaban.
Ahora solo te interesaba una sola cosa.
-Voy a encontrarla.
((((*****))))
El presente.
-¿El ajo?
-Falso.
-¿Los espejos?
-Falso.
-¿El agua bendita?
-Falso.
-¿El sol?
-... entre cierto y falso.
-¿Como es eso?.- cuestionó riendo.
-Bueno, no mueren carbonizados al estar en contacto con el sol, sino mas bien sus pieles empiezan a brillar por alguna extraña razon.- respondió acomodandose mejor en la cama en la cual habían estado acostados aproximadamente una hora.
-Vaya, esto si que es increíble.- musitó él acomodando sus brazos detras de su cabeza.- ¿Los poderes?¿Pueden volar, ser veloces y fuertes?
-Volar no, pero si pueden saltar muy alto gracias a la gran fuerza que poseen. Son muy veloces también.- respondió.
-¿Y pueden hacer algo mas?¿Como hipnotizar a las personas?¿O... convertirse en murciélagos?.- preguntó con voz graciosa.
Elizabeth soltó una carcajada.
-No, no pueden convertirse en murciélagos.- aclaró riendo.
-¡Bah! Que estafa.
-Pero, cada vampiro posee un don en especial. Un don que solo les pertenece a ellos nada mas.- comentó.- Por ejemplo, Edward. Él puede leer la mente.
Liam se giró a verla alarmado. Liza también lo miró, pero confundida por su reacción.
-¿Leer la mente?.- preguntó en voz baja.
-Si. ¿Porqué reaccionas así?
Liam negó con la cabeza.
-Por nada en especial.- musitó mirando el techo de la habitación de Liza.- Es solo que... no me agrada la idea de tenerlo chismoseando en mi cabeza.
-No te preocupes.- dijo sonriendo un poco.- Le diré que no te lea la mente si te incómoda.
-Te lo agradecería.
Elizabeth sonrió negando divertida.
Despues de haber jugado con los poderes de Liam un buen rato, Liza se había tomado el tiempo necesario para contarle a Liam sobre los Cullen. Éste en un principo creyó que Liza le jugaba una broma o algo por el estilo, por lo que al escuchar aquello le pareció de lo mas gracioso y había soltado una gran carcajada, pero al ver que Liza no se reía, se detuvo y la miró serio.
Liza le aseguró que decía la verdad y depsues de una brece explicación, le creyó. Le pidió que le contara todo ya que no quería vivir en la igborancia, pues le había comentado que se quedaría en Forks con ella y que estaría dispuesto a preguntarle a Charlie si le podía dar alojo. Liza no se opuso.
Cuando finalmente terminó de contarle absolutamente todo, desde la historia de Bella y Edward, hasta los Quileutes y los nómadas. Desde que ella llegó aquí, hasta el problema con los Vulturis, tomándose un poco de tiempo oara explicarle quienes eran ellos. También le habia comentado la situación sobre su transformación y el porqué tenía que hacerlo. Liam, claramente, no lo tomó bien.
-¡Estas loca si crees que te dejaré que seas como ellos!.- había gritado en ese momento.- ¿¡No crees que ya te es suficiente con tener a Frost!?
-¡Ya tomé mi decisión!¡No dejaré que mueran por mi!.- aseguró Liza demostrandole que ya no la intimidaba como antes.- Lo voy a hacer. Seré como ellos.
Él apretó los dientes enojado y se acercó peligrosamente a ella, quien no se movió un centimetro.
-Sobre mi cadáver lo harás.- espetó.
-No vas a determe.- aseguró.
Aunque su expresión dura causaría cierta intimidación, ella no se inmutaba. Todo en él gritaba peligro. Por su gran físico, y mirada profunda, cualquiera determinaria que con él no debían meterse, aunque Liza sabía que era todo lo contrario. Él era divertido y muy amable, no era lo que los demas denominan como Badboy, él era en realidad una ternura.
Liam suspiró.
-Por favor, Elizabeth. Esto ya es demasiado para ti.
En ese momento supo que él estaba, mas que enojado, preocupado y lo agradecía, pero no dejaría que los Cullen murieran. Liam aun mantenia la mirada dura, seguía enojado, la había llamado por su nombre, siempre era Snowflake para él, a menos que esté realmente molesto. Como en ese momento.
-Yo decido cuando es demasiado. Esto ya no está a discusión, Liam.- musitó mirandolo a los ojos.- Solo olvidemoslo ya.
-No hemos terminado esta conversación, Snowflake.
En aquel momento habían decido olvidarlo, por ahora. Liam no estaba dispuesto a dejarla pasar por aquello. Liza le dijo que sería doloroso, y ella ya había sufrido bastante, no merecía pasar por aquello solo por que se siente culpable. No era justo.
Liam no olvidaría aquella situación por nada del mundo. No dejaría que su Snowflake pasara por aquello, aún si ella se enojaba con él.
-¿Y el resto de su familia?¿Que poderes tienen?
Liza sonrió al pensar en los dones que, algunos Cullen, tenían.
-Bueno... Alice puede ver el futuro.
-¿¡Que!?¿¡De verdad!?.- preguntó él mirandola con ojos brillantes.
-Si, pero no te emociones tanto.- dijo.- Lo que ella puede ver son los desenlaces de ciertas decisiones que se toman. No puede verlo todo.
Liam se quejó volviendo a su posición inicial.
-Que aburrido.- rezongo.
Elizabeth rió. Parecia un niño berrinchudo.
-Su pareja, Jasper, él puede controlar los sentimientos.- prosiguió.
-Eso es interesante.- murmuró pensativo.
-Lo sé. Yo también me quedé intrigada cuando lo supe.- musitó.- Al parecer solo ellos tienen dones, que yo sepa.
-Uhm. Creí que todos tenían.
-Yo también. Aunque, Emmet es muy fuerte. Aún mas que los demas y Carlisle tiene un sorprendente control sobre la sangre humana.- comentó.
-Es doctor, ¿No?.- cuestionó.- Supongo que se debe a ello.
-Si, es probable.
Ambos se pusieron alerta al escuchar la puerta abrirse y cerrarse momentos despues. Se sentaron al mismo tiempo mirando la puerta cerrada de la habitación de Liza. Seguido de el ruido de la puerta, escucharon unos pasos y la voz de su tío llenando el lugar, mientras avisaba que ya había llegado y que traía una pizza para que cenara. Liam soltó un quejido dejándose caer a la cama de nuevo.
-Vamos, campeón. Dijiste que le preguntarías si podías quedarte.- animó Liza burlona.
-Ya lo estoy reconciderando.- se quejó.
-Vamos. No piensas quedarte aquí a escindidas, ¿O sí?
Liam se volvió a sentar mirando a la pelirroja con ojos traviesos y sonrisa radiante.
-¿Porqué no? Él no lo sabrá.- aseguró.
-Tarde o temprano lo sabrá, y te pegaría un tiro.- replicó.
Liam hizo un puchero desviando la mirada. Soltó un siseo infantil cruzandose de brazos.
-Le quitas lo divertido.
Liza no pudo responder, pues unos golpes en la puerta la interrumpieron, Liam se tenso mirando con exagerado pánico la puerta. Del otro lado la voz de Charlie se hizo escuchar. Liza miró burlona a Liam, quien negó frenéticamente.
-¿Liza?¿Estás despierta?
Liam la miró con súplica. Liza rió divertida y se puso de pie.
-Snowflake, no.- gritó en un susurro.
-Vamos. Podrás hacerlo.
-Aún no estoy listo.- se lamentó dramatico.
Elizabeth giró los ojos.
Se acercó a la puerta. Y la abrió.
((((******)))))
No supieron como terminaron en esta situación.
La tensión se sentía en el aire, al igual que la gran incómodidad.
Liza y Liam cenaban en silencio bajo la mirada inquisitiva de Charlie frente a ellos. Al abrir la puerta, Liam no se contuvo y le dijo ahí mismo al oficial si podía darle alojo. Charlie en ese momento un tanto, asombrado y confundido, simplemente suspiró con cansancio y le indico que fueran a cenar. Hasta el momento Charlie solo los miraba en silencio.
Así fue, hasta que ambos terminaron de cenar.
-Dormirás en el sofá. Y mas te vale no pretender pasarte por la habitación de Liza o de mi hija. ¿Quedó claro?
-Si, si, señor.- aseguró Liam sonriente.
-Bien. Ahora me voy a dormir.- murmuró cansado.- He pasado todo este tiempo meditando una manera para no ser cruel contigo, pero también una manera para hacerte sufrir por llegar tan de repente.
Elizabeth apretó los labios para no reir ante la manera cansada en la que Charlie dijo todo aquello. Liam por otro lado le preocupaba un poco la parte en donde el oficial mencionó algo sobre hacerlo sufrir.
-Le prometo que no le causare problemas, señor Swan.- dijo Liam.
-Eso espero. Aún así mañana hablaremos mejor, ya que eres mayor de edad. Deberás buscar un trabajo para sustentar ciertos gastos de la casa por el tiempo que te quedes.- mencionó mirandolo seriamente.
-Por supuesto.
Charlie asintió poniendose de pie al mismo tiempo que Liza, mientras levantaba la caja de pizza, la cena que su tío habia traido para ella. Mientras Charlie subía las escaleras en dirección a su cuarto, Bella venía bajando.
La castaña no estaba del todo de acuerdo con la presencia de Liam, no sabía porqué, pero de algún modo sentía que la estadía del castaño simplemente haría que Liza se quedars mas tiempo. Claramente, eso no le agradaba. Aunque por otra parte, pedía mentalmente que la llegada de Liam la alejara de Edward para que ella de esa manera pudiera recoperarlo.
-¿Se quedará?.- preguntó mientras veía a su padre subir.
-Si, Bella.- respondió él simple.
La castaña resopló.
Liam le dedicó una mirada. Ella no le agradaba. Las miradas que le lanzaba a Liza no eran agradables, eran llenas de odio y rencor y él sospechaba porqué. Edward, él era el porqué. Liza sentía algo por él y Bella lo sabía, al igual que a la castaña a él tampoco le agradaba en lo absoluto.
-Espero no causes problemas.- comentó Bella.
Liam fruncio un poco las cejas. Él no estaba haciendo nada para incomodarla.
-Ese es tu trabajo, prima.-musito Liza.
-Hablo en serio. Me refiero a los Cullen, él no...
-Él lo sabe.- la interrumpio Liza mientras bebía agua.
-¿Qué?.- espetó Bella mirando a Liam con cierto desprecio.- ¿¡Porque hiciste eso!?¡No tienes derecho!¡Esto no te concierne!
Mientras gritaba aquello se acercaba a Liza cada vez mas molesta.
-Me concierne tanto como a ti, Isabella.- espetó Liza.- ¿Aún no entiendes que yo también estoy involucrada en esto? Será mejor que te vayas haciendo la idea.
Bella miró furiosa a su prima. En sus ojos se notaba que deseaba matarla con todo su ser. Liam se puso de pie mirando a Bella un tanto preocupado, pues ella realmente se notaba enojada.
-Vamos, no creo que sea tanto problema el que lo sepa.- comentó un tanto divertido.
-¡Claro que es un problema!.- exclamó la castaña.- No tenias porque decirle.
-Bueno, yo no soy una mitómana como tu. Yo siempre soy sincera y a él no le oculto nada jamás.
Liam la miró al decir aquello. Se sintió un tanto coibido ante las palabras de la pelirroja que no pudo hacer o decir algo al respecto. Alguna especie de broma amistosa como solía hacerlo antes en situaciones parecidas. Solo la miró.
-Ademas, no necesito de tu permiso para decir o hacer lo que quiero.- espetó.
Bella, al pensarlo mejor, sonrió un poco malvada. Estaba tan concentrada en la molestia que sentía al no ser la única que conociera el secreto de los Cullen que no había pensado en lo importante. La reacción de ellos al saber que su prima compartió el su secreto con alguien mas sin consultarselos primero. Rió un poco para despues cruzarse de brazos.
-Bien, veremos que piensan los Cullen cuando sepan que dijiste su secreto.- musitó.
Elizabeth rió.
-Querras decir: TU verás que piensan los Cullen al respecto.- corrigió Liza riendo.- De verdad que eres muy tonta prima.
Bella borró su sonrisa al momento.
-¿Los Cullen... ya lo saben?
Elizabeth giró los ojos resoplando, le aburría mucho el hablar con su prima por lo que, sin contestarle, le hizo una seña a Liam para que la siguiera en dirección a su habitación.
-¡Contestame!¿Lo saben?
Elizabeth gruño fingiendo mucho cansancio, haciendole saber de esa manera su aburrimiento. Entró a du habitación con Liam detras, quien reía ante la situación. Cerró la puerta en cuanto estuvo dentro.
-Si que es un tanto fastidiosa.- comentó sentandose en la cama, mientras Liza se sentaba en su escritorio checando las cámaras.
-Como no te imaginas.
Mientras Liam se acurrucaba en la cama como un gatito en la cama. Liza vigilaba cada camara que había colocado antes, notando con un poco de pena a un lobo rojizo deprimido deambulando alrededor de la casa, deteniendose mas de una vez fuera de la ventana de Bella.
Suspiró enojada.
Sentía que Bella estaba siendo muy injusta con él, si tal vez Jacob actuó mal en decirle esas cosas a Charlie, pero Bella por otro lado debió entenderlo. Él la ama, y ver a la persona que amas elegir a alguien mas cuando te dio esperanzas es un dolor incomparable. Negó lentamente ante el comportar de su prima.
Se giró a mirar a Liam, sonrió divertida al verlo tan cómodo en su cama. De nuevo lo sintió mentira, el verlo ahí acostado, el verlo de nuevo con su belleza arrebatadora era como una mentira. Después de dos años, finalmente ahí estaba. De nuevo con ella.
-No te acostumbres. Dormirás en el sofá.- comentó.
Liam volteó a verla con un puchero.
Sus hermosas esmeraldas se conectaron con sus ojos castaños y ella volvió a sentir aquel sentimiento que sentía por él antes, pero con muy poca intensidad. Se vio por un momento comparando lo que sentía en ese momento por Liam, y lo que sintió con Edward antes. Se sintió de lo peor al compararlo, no tenía porque hacerlo.
-Vamos, Snowflake. Tu tío ni cuenta se va a dar.- comentó.
De un momento a otro ya no lo estaba viendo acostado, sino sentado a la orilla de la cama. Liza pegó un respigno ante ese rapido cambio en su visión.
-Si, dudo que seas lo demasiado rapido para cambiar de aquí hasta el sofá de la sala.- confesó.
Liam puso una expresión dolida mientras se tocada el pecho.
-Eso fue una puñalada.
Elizabeth rió.
-Vamos, Liam. No hay que tentar nuestra suerte.- sugirió.- Debajo de la cama hay una bolsa, tiene sabanas y colchas. Puedes llevarte una almohada de mi cama.
Mientras decía aquello se giraba de nuevo hacia su laptop para ajustar un poco la imagen de la camara cerca de la habitación de Bella, para intentar ver si Jacob no volvía a hacer su aparición. Le preocupaba un poco que se alertara al sentir el olor de Liam y lo considerara una amenaza.
-¿Que es esto?.- se giró al escuchar la voz del susodicho.
Se tenso al ver a lo que su amigo se refería. Lo había olvidado por completo. Liam había sacado la maleta que ella esperaba no tener que ver y usar su contenido, pero ahora Liam la habia sacado y abierto mientras miraba curioso lo que habia adentro, estando arrodillado en el suelo.
-No es nada importante.- dijo acercandose a él mientrad también se arrodillaba.
-Esto es ropa.- comentó sacando una chaqueta.- De cuero.- comentó pensativo.
-Solo echalo ahí de nuevo. No tiene importancia.- comentó queriendo quitarle la prenda a Liam, pero éste se alejo.- Liam.
-Es la misma ropa que...
-¡Liam!
El castaño pegó un respingo ante la voz de su amiga, pues esta sonó diferente, era un tono amenazante y frío. Al mirarla se asustó por un momento, pues sus ojos se habían vuelto blancos por un segundo, brillantes y aterradores.
-Yo... lo siento.- se disculpó.
Rapidamente se apresuró a guardar lo que había sacado, a cerrar la maleta y meterla abajo de la cama. Miró a Liza quien permanecía con la mirada baja, parecía que se sentía culpable, sus ojos estaban de nuevo de ese hermoso color café que le encantaba.
-Lo lamento.
-No, esta bien. No tienes porqué.- se apresuró a decir.- Yo no debí entrometerme de esa manera.
-Y yo no debí reaccionar así.
-Entonces ambos somos culpables.- finalizó el castaño.
Elizabeth sonrió tenuemente ante aquello. Liam se sintió aliviafo al ver aquella sonrisa, de pronto sintió que salía sobrando en aquel momento y considero que tal vez era así. Elizabeth necesitaba su espacio, por lo que suspiró.
-Ya es tarde. Hay que dormir.- comentó.
Elizabeth sabía que su amigo había visto algo en ella que lo incitara a irse. De otro modo él no hubiera decido irse. Por lo que se sintió mas culpable. Se puso de pie al momento en que él sacó la bolsa debajo de la cama y también se ponía de pie.
-No lo tomes a mal, Liam. Es solo que...
-Aun te atormenta, lo sé.- finalizó él.- Y lo entiendo, pero por ahora hay que descansar.- agregó.
Elizabeth asintió suspirando.
-De acuerdo.- aceptó.- Mañana iremos con los Cullen.
Liam emitió una mueca.
Asintió para despues besar la frente de Liza y salir de la habitación en silencio. La pelirroja volvió a suspirar dirigiendose a su closet para sacar su pijama, se la colocó rápidamente. Levantó la ropa que se había quitado del suelo y se acercó a un cesto en donde echaba su ropa sucia.
-¿¡Él se quedará aquí!?
Soltó un respingo mientras la ropa que sostenía se caía de entre sus brazos y un chillido escapaba de su boca. Se giró rápidamente para mirar al propietario de esa voz y al causante de ese gran susto que sintió. Miró su gran figura frente a la ventana.
-Edward.