Character : Bakugo Katsuki
Anime : Boku no Hero academia
Te sentaste frente al tocador de tu apartamento.
Era tu segundo aniversario con tu novio y héroe número uno, Deku.
Estabas muy emocionada porque últimamente no habías podido verlo mucho. Entre sus clases universitarias y su trabajo de héroe, ustedes dos se habían desviado un poco.
Sin embargo, no fue porque no trataste de mantenerte cerca.
Intentaste llamarlo muchas veces y enviarle mensajes de texto también, pero generalmente no respondía.
Honestamente, te estaba frustrando tu hombre, pero te guardaste tu enojo.
Sabías que estaría ocupado entrando en la relación.
La sensación de que no eras lo suficientemente buena se deslizaba constantemente en tus pensamientos.
Sin embargo, sentiste un gran alivio cuando recibiste una llamada de Izuku unos días antes de su aniversario, preguntándote si te gustaría salir a cenar.
Por supuesto que estuviste de acuerdo a pesar de tu enojo, ya que realmente extrañabas a tu novio.
Después de terminar tu look, decidiste continuar y partir hacia el restaurante.
Por lo general, Izuku te recoge en tu apartamento, pero hoy dijo que sería más fácil en su horario si conducías tú misma.
Te surgió una ligera ansiedad ante la idea de conducir hasta el restaurante, el restaurante elegido fue exclusivamente para héroes.
La única forma de entrar era con un héroe profesional. Esperabas que Izuku estuviera allí cuando llegaras, de lo contrario no podrías entrar en absoluto.
Al llegar al restaurante, tus nervios crecieron mientras mirabas a todos los héroes profesionales y sus acompañantes.
Todos son tan hermosos y fuertes.
Saliste de tu coche y caminaste con tanta confianza como pudiste hasta la puerta principal para esperar a Izuku.
Conforme pasó el tiempo, decidiste sentarte en el banco y observar a la gente.
De todos modos, rara vez pudiste ver a los profesionales tan de cerca, por lo que determinaste que sería interesante ver lo que sucede.
Después de mirar alrededor del estacionamiento por lo que pareció una eternidad, miraste por las ventanas del restaurante.
Inmediatamente viste el cabello verde.
¡Finalmente!
Saltaste de tu asiento para saludar a lzuku cuando tu oído escucho.
Sentiste dolor físico al verlo frente a ti.
Izuku se sentó al otro lado de la mesa frente a una heroína profesional absolutamente impresionante.
Agarró su mano de manera protectora como solía hacer con la tuya.
Querías apartar los ojos de la escena, pero no pudiste.
Entonces Izuku miró hacia arriba e hizo contacto visual directo contigo.
No mostró ninguna emoción mientras se inclinaba para colocar sus labios sobre los de ella.
Tu corazón se hizo añicos, congelada en tu lugar mientras observabas cómo uno de tus mayores miedos se desarrollaba ante tus ojos.
Bakugo tomó un sorbo de cerveza en el bar del restaurante.
Se preguntó por qué accedió a salir a tomar algo esta noche con Kirishima y Kaminari.
Honestamente, no estaba de humor para el alcohol. Pero, sí se preocupaba por sus amigos a pesar de su apariencia exterior, y sabía que Kirishima quería ir y no habría venido si no lo hubiera hecho.
Se enfrentó al resto del concurrido restaurante y se apoyó contra el mostrador con los brazos cruzados.
Observó a sus colegas comer, hablar y bailar.
Su mente vagó hacia ti.
No te había visto en una eternidad, pero recordaba cómo lzuku solía traerte aquí.
Cada viernes por la noche como un reloj, bailabas y te reirías toda la noche en los brazos de Deku.
A menudo se preguntaba cómo estabas y se enojaba al pensar en que eras la chica de su rival y no de él.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Kirishima empujando su hombro.
—¿Qué te tiene tan enojado? ━él pelirrojo enarcó una ceja.
—Cállate pelo de mierda, no estoy enojado ━resopló Bakugo.
Se alejó de Kirishima para escanear una vez más el restaurante.
Sus ojos se posaron en Izuku e inmediatamente su corazón saltó.
¡Ella está aquí!
Bakugo empujó su peso del mostrador y caminó hacia la mesa en la que Izuku estaba sentado.
Su ceño se frunció al ver a Uraraka ocupando el asiento frente a él en lugar de ti.
No había escuchado que ustedes dos habían roto.
¿Cuando sucedió eso?
Se dio la vuelta para volver a su posición inclinada y beber cerveza cuando vio por la ventana delantera.
Allí estabas, en toda tu hermosa gloria.
Su confusión se profundizó hasta que siguió tu mirada rota hacia Deku y Uraraka asquerosamente besándose en tu mesa.
Todo hizo clic, y Bakugo sintió que su sangre hervía.
Si no odiaba a Izuku antes, seguro que lo hacía ahora.
Bakugo solo tardó un segundo en decidir qué hacer.
Kirishima se le acercó después de darse cuenta de lo que estaba pasando.
Puso una mano sobre el hombro de Bakugo.
—Oye hombre, cálmate ¿Qué vas a hacer ━Bakugou sonrió.
—Voy a ir a buscar a mi chica ━casi salió corriendo por la puerta principal hacia ti.
Tus ojos se agrandaron al ver a Bakugo por primera vez en mucho tiempo.
Sinceramente, extrañaste tenerlo cerca.
—B-bakugou, lo siento. Debería probablemente... ━trataste de explicar que te ibas entre sollozos.
Sacudió la cabeza.
Sentiste que te envolvía en un fuerte abrazo, presionando suavemente tu cabeza contra su pecho.
—Shhh, osito de peluche. Te tengo ━susurró en la parte superior de tu cabello.
Te relajaste en su agarre y dejaste escapar tus gritos.
Bakugou nunca había estado más enojado en su vida.
Él nunca se atrevería a lastimarte.
Te había amado desde el día en que te conoció, y sabía desde el principio que cuando Izuku la cagara, él sería el que recogería los pedazos de tu corazón roto.
Más tarde, Bakugo te trajo a casa y le suplicaste que se quedara.
No podía negarse y no quería irse de todos modos.
Te abrazó en el sofá, tu cabeza en su pecho con tu peso cómodamente encima de él.
Frotó formas en tu espalda y jugó con tu cabello.
Fue entonces cuando decidió que sabía cómo se sentía el cielo.
Levantaste la cabeza para mirarlo a los ojos.
—Katsuki, ¿seré alguna vez lo suficientemente buena? ━tus ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con caer.
Su corazón se partió por tu tristeza.
El odiaba a deku por hacerte sentir así.
—Osito de peluche, eres más que suficiente, lo eres todo.
Sus ojos no tenían nada más que adoración.
Estabas enojada contigo misma por no darte cuenta antes de lo que estaba frente a ti.
—¿Me amarías si me tuvieras? ━dejas que las lágrimas caigan una vez más.
Su pulgar las limpió de tus mejillas.
Quería besarte, hacerte sonreír, reír, cualquier cosa.
Quería pasar por todo esto contigo, los días felices, los días malos, protegerte y apreciarte.
Bakugo finalmente se sintió tranquilo y completamente completo contigo.
Sin embargo, en lugar de decir estos pensamientos, te dejó con dos palabras.
Decidió que incluiría el resto de sus pensamientos más tarde. —Me gustaría.