Character : Sero Hanta
Anime : Boku no Hero academia
Honestamente, lo habían estado intentando durante semanas.
Sero y tu habían estado saliendo.
¿para qué?
¿Un mes y medio?
¿No empezarían a preguntarse por qué todavía no han tenido su primer beso?
Ven películas románticas...
Seguramente lo han pensado, pero él estaba tan nervioso.
Ha habido varias veces que se quedó mirando tus labios para dejar caer una indirecta además de inclinarse hacia ellos, pero siempre algo salía mal, ¿era culpa suya?
Su primera cita, por ejemplo, tartamudearon un rápido buenas noches y se apresuraron a entrar en sus casa, él lo llamo como nervios.
Luego estuvo el momento en el restaurante en el que se inclinó demasiado sobre la mesa y terminó cubierto de comida mientras te reías de él, claro, tu risa era música para sus oídos, pero no era lo que quería.
O están las múltiples veces que Denki entró e interrumpió distrayéndolos con una conversación.
¡Oh!
¡Así es! ¿Quién podría olvidar el momento en que se inclinó tan rápido, con la esperanza de que finalmente pudiera obtener su primer beso, solo para secar tus lágrimas durante 20 minutos después de darte un cabezazo con extrema fuerza?
Empezaba a creer que era inútil.
Pero todo iba a cambiar esta noche, ¡se hizo la promesa a sí mismo! ¡Iban a tener una cita y estaría condenado si no besaba tus labios esta vez!
De tu mano, en la noche más fría de lo habitual, se maravilló del rubor rosado que adornaba tus mejillas.
Habían terminado de cenar hace un tiempo, pero la noche era joven y ninguno de los dos estaba listo para dejar al otro por el momento.
Debajo de la luz de la luna, te abrazo contra su pecho mientras se apoyaba contra el poste de luz.
Vio cómo tu sonrisa se ensanchaba, haciendo que la piel alrededor de tus ojos se arrugara, no pudo evitar dar una gran sonrisa a cambio.
Continuaron durante minutos, emocionados por alguna historia que estaban contando.
Él quería escuchar, realmente quería, pero todo en lo que pudo concentrarse fue en el pequeño tinte rojo en tus labios.
Se separo un poco de ti para abrocharse la zapatilla, pero para cuando se levantó estaba el solo, en un abrir y cerrar de ojos mientras corrías a unos metros de distancia, agachada frente a un grupo de patitos.
Con un suspiro, hizo un ligero trote para ir hacia donde estabas y agacharse junto a ti.
Comenzaron a divagar una y otra vez sobre lo adorables que eran estos patos bebés, incluso intentaron acariciar y jugar con algunos de ellos.
Una vez que tomaste a uno, sostuviste la bolita de pelusa en tu mano enguantada, sosteniéndola frente a él.
—¡Dales un beso, sé que quieres! ¡Ellos son tan lindos! ¿No quieres besarlo? ━le preguntaste.
Tu rostro estaba radiante de orgullo por el éxito de haber puesto tus manos en uno de los patos bebés.
Con una sonrisa nerviosa y con una mano en tu espalda, murmuró entre dientes —Sí, eso es lo que he estado tratando de hacer...
—¿Hmm? ━tarareaste, volviendo rápidamente la vista hacia donde estaban los patitos, completamente inconsciente de la confesión se Sero que fue murmurada.
Después de jugar por unos momentos, permitieron que el patito alcanzara a su familia, corriendo repentinamente hacia el mirador ubicado a un lado del lago con Sero arrastrándose lentamente detrás.
Se maravillaron con el agua, tus ojos brillantes y otra sonrisa tirando de tus labios. Observó cómo tus ojos brillaban sobre las ondas del agua iluminadas por la luna, el brillo de tu rostro era atractivo y tuvo que recuperar el aliento tomándose un momento para mirar sus zapatos.
—¿Oye, Hanta? ¿Alguna vez te preguntaste cómo se siente el agua? ¿Es fría y solitaria? ¿O la luna la hace compañía por la noche? ¡Oh! ¿El agua refleja la luna para que pueda ver lo bonita que es?
—¿Puedo besarte? ━interrumpió, levantando su rostro sonrojado para encontrarse con el tuyo.
Constantemente tenías tantas preguntas para el mundo, incluso si eran extrañas y de ritmo rápido, Sero pensaba que eras adorable. Le encantaría ver el mundo desde tus ojos, pero no tanto como quería sentir tus labios contra los suyos. Pensó que necesitaba preguntarte sin rodeos, captar tu atención y mantenerla, tal vez entonces tendría una oportunidad.
—¡Ah! sí ━murmuraste.
Te diste cuenta de que estaba nervioso, el carmesí en tu cara ya no era por el aire frío que los rodeaba. Puso una mano en tu mejilla, tus ojos parpadearon entre los suyos, mientras lentamente acercaba su rostro al tuyo.
Después de una gran inhalación, cerró la brecha, sus labios encajaron con los tuyos mientras empujaba suavemente contra ellos.
Un largo suspiro exhaló por la nariz antes de girar lentamente la cabeza para profundizar el beso.
Estaba extasiado. Su corazón latía en sus oídos, todo su cuerpo temblaba, pero ya no podía sentir el frío que lo rodeaba. La sensación en su pecho era pesada, pero lo describiría como una buena sensación. Era profundo y cálido, le daba mariposas y se sentía... bien.
Después de unos momentos que parecieron siglos, se apartó un poco antes de presionar su frente contra la de tuya. La sonrisa en tus labios no podría haberse borrado sin importar lo que dijeran.
Sus balbuceos avergonzados solo alimentaron tu sonrisa. Acarició tu mejilla con el pulgar antes de reír.
—Finalmente.