✨ Últimos Capítulos. ✨
—¿Se puede saber dónde has estado en estos días?
—Ven a la casa, y ahí te vamos a explicar todo.
—¿En la casa? ¿Estás en la mansión?
—Sí, y Jimena aquí está.
—No puede ser —susurró frustrada.
—Así que aquí te vemos querida —dijo y colgó.
—¿Qué paso? —preguntó Logan.
—Mi mamá está en la mansión, bueno Jimena también están ahí.
—¿En serio?
—Quiere que vaya.
—¿Quieres que te acompañe?
—Por favor, sinceramente ya tengo miedo de lo que ellas puedan hacer.
—Tranquila, no estás sola Jocelyn.
—Gracias Logan.
El elevador, se abrió y en lugar de ir a la tienda, subieron al auto de él, se dirigieron a la mansión, al llegar vieron ahí un automóvil muy lujoso.
—¿De quien será este auto? —preguntó Logan.
—No lo sé.
Saco las llaves de su pantalón y entraron a la casa, caminaron hasta la sala donde vieron a Susana y Jimena sentadas en el sofá.
—¡Hola Logan! —dijo Jimena saludándolo.
—¿Se puede saber donde estaban? —preguntó Jocelyn.
—Bueno, tuve que resolver algunas cosas.
—¿Por qué no vinieron al funeral de Max?
—¿Era mi obligación estar aquí?
—¡Pues ibas a casarte con él! —dijo en un grito.
—Por que estábamos esperando un hijo, o eso era lo que él creía —dijo riendo.
—¿A que se refiere con eso? —preguntó ahora Logan.
—Que en realidad este hijo no es de Maximiliano, yo le hice creer que era su hijo para que se casara conmigo y así quedarme con todo su dinero.
—¿Qué? —dijo Jocelyn molesta.
—Así es, aunque, la verdad no sé si funciono o no ya que no sé si nos puso en su testamento, pero eso no me preocupa, ya que yo hice que me firmara un documento, que no importaba lo que dijera su testamento, él me cedía todo a mí, la casa, el dinero, las propiedades, además la custodia de su estúpida hija.
—¡No puedo creer lo que hiciste mamá!
—Él ha disfrutado de sus lujos durante años, era justo que ahora alguien más lo hiciera.
—¡En serio que tú estás loca mamá!
—Lo sé, pero no me importa, ya tengo lo que siempre quise.
Jocelyn salió molesta de la casa, Logan iba a seguirla, pero Jimena lo tomo de la mano.
—¿A dónde vas? Deja que se vaya, quien la necesita —estaba por besarlo pero la empujo—. ¡¿Oye que te pasa?!
—Escucha Jimena, nunca me agradaste, te toleraba por que íbamos a la universidad juntos, pero quiero que sepas algo y que te quede claro, no me gustas y nunca me gustarás —dijo y salió de la casa.
Jimena no podía creerlo, ¿La acaba de rechazar?
⭐⭐⭐
Logan buscó a Jocelyn hasta que la encontró cerca de su auto.
—No puedo creerlo Logan, sabía que mi mamá estaba loca, pero no a tal grado de hacer todo esto.
—Créeme, yo tampoco me lo imagine.
—¿Ahora que vamos a hacer?
—Mira, estoy seguro que se podrá hacer algo para evitar eso, no creo que Susana lo haga.
—No lo conoces como yo Logan, ella dice la verdad... cuando papá nos dejo la dejo sin un peso, poco tiempo después la escuché hablando con Jimena, dijo que pronto buscaría a un hombre el cual haría que le de todo su dinero.
—Entonces busco a Max —dijo él.
—Así es.
—Mira, de todos modos yo me pondré en contacto con el abogado de Max y esperemos que...
—¿Por qué no le dices papá? —preguntó mirándolo.
—¿Cómo?
—Sí, ahora que sé que él es tu padre, o era tu padre... ¿Por qué no le dices papá?
—Creo que, me acostumbre a no hacerlo... desde que tenía 15 años deje de decirle así, ya en pocos meses cumpliré los 28, creo que ya no es necesario.
—Bueno, deberíamos irnos, dejamos solas a tu mamá y a Tani.
—Si —dijo y ambos subieron al auto.
⭐⭐⭐
Al llegar se dirigieron al piso donde estaban, ahí las vieron sentadas a las dos.
—¿Qué paso? —preguntó Jocelyn.
—Nada, sigue igual —dijo Pamela.
—Dudo mucho que ahora vaya a despertar —dijo Tani.
—Tengamos fe en que pronto lo hará —dijo Logan.
—Voy a rezar por que así sea —dijo Pamela—. Ya perdí a Max, no quiero perderla a ella también.
—Mamá, este sábado es la lectura del testamento de Max.
—¿Y?
—Debemos ir... todos —dijo mirando a Tani.
—No sé para que quieres que vayamos, pero está bien.
⭐⭐⭐
Pasaron los días y el día de la lectura del testamento llego, Logan bajo del auto y espero a su mamá y a Tani. Se acercaron a la puerta de la mansión y toco, poco después salió Jocelyn, quien con una sonrisa los dejo entrar.
—Me alegra que hayan venido.
—Logan nos obligó —dijo Tani.
—Aún así que bueno que vinieron.
—Creo que no podríamos...
—¡¿Qué HACEN AQUÍ?! —escucharon el grito de Susana.
Venía bajando las escaleras y se acercó a ellos.
—Vaya, al fin te decidiste aparecer —dijo Pamela.
—No le preguntaré otra vez, ¿Qué hacen aquí?
—Yo los invité mamá —dijo Jocelyn.
—¡Ellos no tienen ningún derecho de estar aquí! —dijo ella.
—¿Y tú sí? —dijo Pamela mirándola.
—Claro que sí, Max era mi prometido.
—Era... él mismo me lo dijo, me dijo que ya no se iban a casar.
—¿Cuándo te lo dijo según tú?
—Me lo dijo el mismo día que me dijo que me amaba —sonrió.
—Eres una maldita zorra —dijo y en ese momento estaba podarle una bofetada pero Pamela la detuvo.
—Te estuve dejando pasar muchas humillaciones Susana, pero esto ya fue el colmo, además de que no tienes derecho a estar tú aquí, si no estuviste cuando Max se murió, no vengas ahora que será la lectura de su testamento —borró su sonrisa—. Max tenía razón, tu solo lo querías por su dinero, así que la única zorra, eres tú —dijo y con la otra mano le dio una bofetada haciéndola caer al suelo.
Todos miraban sorprendidos la escena, Jocelyn se acercó a Logan y le susurró.
—Ahora entiendo de donde saco Anna esa fuerza —dijo recordando el día que Anna agarro a golpeas a Jimena.
—Puede ser... pero Anna nunca golpearía a nadie, o quizás si —dijo él.
—Bueno, pero recuerda que Anna estaba actuando extra...
—¡ERES UNA MALDITA PAMELA! —el grito de Susana llamo la atención.
Se había levantado del suelo.
—No tanto como tú Susana.
—Esto me la pagaras muy caro —dijo y se fue de ahí.
—¿Ya está aquí el abogado? —preguntó Pamela—. En cuanto antes mejor para irme de esta casa.
—No tienes por que irte Pamela, el abogado no tardará en llegar.
—Bueno, vamos a esperar en la sala.
Todos pasaron a la sala, donde vieron a Jimena sentada en uno de los sillones. Nadie dijo nada y se sentaron en el sofá grande. Estaban esperando cuando Tani se levantó del sillón.
—Iré a su baño.
—Claro pequeña pasa —dijo Jocelyn sonriendo.
Tani salió de la habitación, camino por el pasillo y subió las escaleras, al llegar arriba volteo a los lados, esperando que nadie la viera, entonces camino directamente al cuarto de Anna, al entrar cerró la puerta con cuidado de que nadie escuchara.
Encendió la luz y miro el cuarto, todas las pertenencias de Anna estaban ahí, sonrió triste, al recordar todas las cosas que habían pasado en esa habitación.
—Quiero que ya despiertes Anna, quiero que volvamos a hacer esas pijamadas —sonrió. Entonces vio una libreta en la cama—. ¿Qué es esto? —se acercó y la tomo—. No debería hacerlo, ya que está mal leer las cosas ajenas, pero mi curiosidad es más grande —dijo y la abrió—. Oh, es la libreta con la que se comunicaba con Renata —dijo y a medida que fue leyendo su sonrisa se fue borrando, miraba la letra que era de Renata—. Un momento, esa letra ya la he leído antes —hizo memoria tratando de recordar donde había leído o visto esa letra antes.
«La chica había entrado a la habitación de su hermano, estaba aburrida así que decidió tomar una de sus películas y verla, aunque no le gustara Batman.
—Haber, ¿Qué otra película tiene Logan aquí? —dijo y comenzó a ver por todos lados. Hasta que encontró una caja—. ¿Aquí las tendrá? —abrió la caja pero en vez de ver películas había varias cartas, las cuales tenían un pequeño corazón—. ¿Qué es esto? ¿A caso el tiene una novia? —la abrió y comenzó a leer—. Oh, mi hermano tiene una admiradora —sonrió. Entonces en la caja vio una libreta, la abrió y en la primera hoja tenía escrito con la letra de su hermano la frase "Te encontraré chicas de las cartas".»
Tani al recordar aquello abrió sus ojos de par en par.
—¡No puede ser! ¡Es ella! ¡La chica de las cartas! ¡Es Renata! —dijo en voz alta.
—¿Qué? —escuchó una voz detrás de ella, igual de sorprendida que ella.
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© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.