Esposa del CEO

By EliseCastro

1.1M 59K 2.5K

Una bebida alcholizada y una habitación equivocada será más que suficiente para cambiarle la vida a la retraí... More

Prólogo
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
Capítulo trece
Capítulo catorce
Capítulo quince
Capítulo dieciséis
Capítulo diecisiete
Capítulo dieciocho
Capítulo diecinueve
Capítulo veinte
Capítulo veintiuno
Capítulo veintidós
Capítulo veintitrés
Capítulo veinticuatro
Capítulo veinticinco
Capítulo veintiséis
Capítulo veintisiete
Capítulo veintiocho
Capítulo veintinueve
Capítulo treinta
Capítulo treinta y uno
Capítulo treinta y dos
Capítulo treinta y tres
Capítulo treinta y cuatro
Capítulo treinta y seis
Capítulo treinta y siete
Capítulo treinta y ocho
Capítulo treinta y nueve
Capítulo cuarenta
Capítulo cuarenta y uno
Capítulo cuarenta y dos
Final
Segundo libro
¡2da parte disponible!

Capítulo treinta y cinco

15.6K 1K 42
By EliseCastro

Erick estaba pasmado, Anastasia no se quedó para esperar su respuesta cuando una nueva pregunta surgió tras observar lo que tenía en las manos.

— ¿Qué estás haciendo? — Cuestionó, pero Erick no contestó. — ¡¿Qué crees que estás haciendo?! — Anastasia de inmediato forcejeó contra él, alcanzando a quitarle las píldoras de las manos. — ¡Esta no es la maldita solución a tus problemas, Erick!

— Todo está saliendo mal, los niños se fueron, robaron algo de la subasta, permití que hicieran trampa... ¡Las necesito!

— No, no es así. — Anastasia no se las regresó, al contrario echó las píldoras por el drenaje del lavamanos. — No puedes consumir medicinas no recetadas cada vez que tengas un problema agobiante. — Arrojó los frascos vacíos a la basura. — Aún estamos a tiempo, necesito que me digas qué pasó con Edith y tu padre y quiero la verdad.

Erick la miró con cierto temor, sujetándose la cabeza. — Edith está embarazada... Y es probable que el niño sea mi hijo. Las fotografías son de nosotros en una cama de hotel. — Confesó, Anastasia se quedó perpleja, sin comentarios. — Anastasia ¿Qué voy a hacer?

— ¿Te acostaste con Edith?

— No lo sé.

— ¡¿Cómo que no sabes si te acostaste con alguien más?!

Pero Erick se veía igual de desesperado que ella.

— ¡No lo sé, maldición, no recuerdo nada de ese día...! — Gritó devuelta. — Qué comí, qué ropa usaba ¡No recuerdo nada!

Anastasia inhaló hondo. — ¿Cómo que no lo recuerdas?

— Todo lo que sé es que tuve una junta con mis socios para discutir los juegos para la competencia... Luego una mesera tropezó y dejó caer su bebida sobre mí y trató torpemente de secarme con un pañuelo de tela... Es todo, no recuerdo nada más.

Eso le parecía demasiado extraño.

— Entonces si no recuerdas no podemos afirmar o negar que hayas dormido con Edith ¿No? — Erick alzó la mirada hacia ella. — Algo tuvo que haber pasado, pero no es momento de pensar en eso ahora ¿Si? Necesitamos concentrarnos en el objeto que fue robado.

— Ya le pedí disculpas a Charity...

— ¿Por qué?

— Lo que robaron fueron las llaves del almacén subterráneo a las afueras que ella ofreció. — Suspiró, poniéndose de pie con un increíble dolor de cabeza. — Cuando uno de los ayudantes fue a organizar las cosas abrió el cofre y las llaves no estaban. Alguien que no participó en el juego y de quien no estuvimos al tanto tuvo que haberlas robado, mis sospechas se desviaron de Edith porque ella estaba inusualmente tranquila sentada, solo se movió para chantajearme con el asunto de las fotos.

Anastasia trató de calmarse.

— ¿Por qué querrían robarse las llaves de un búnker vacío? — No pudo evitar preguntarse. — ¿Y las cámaras de vigilancia?

— Fueron desconectadas durante el momento del robo, nuestro ladrón sabía muy bien lo que hacía. No robó más que ese par de llaves.

— Hay tantas personas aquí... Y tan poco tiempo. — Anastasia se estresó, los problemas no dejaban de aparecer uno tras otro. — Menudo desastre.

Y no quería pensar en el hecho de que Erick realmente hubiera embarazado a Edith.

— Bien, no tenemos tiempo para buscarlo ahora. No tenemos rastro del ladrón y era un objeto que íbamos a subastar de todas maneras. — Dijo para calmar la ansiedad de Erick que comenzaba a apoderarse de su rostro. — Continuemos con la noche ¿Si? Pero prométeme que no seguirás consumiendo tus drogas.

— No son drogas, es medicina recetada.

— Cualquier cosa que te genere dependencia a ella es una droga. — Interrumpió. — Erick, si Edith está embarazada de ti te vas a meter en una bronca doble: La primera es conmigo por romper nuestro acuerdo de fidelidad y la segunda es con todos los demás que te echarán a la calle cuando sepan lo que has hecho, lo último que necesitamos ahora es que te ahogues en la bañera de nuevo ¿Si? Por favor, promételo.

Anastasia ya no sabía qué hacer, las cosas se le escaparon de las manos.

Pero no podían empezar a incriminar personas sin razón alguna.

Era más que obvio que el ladrón no se quedaría en la fiesta, y sea como fuera había personas a nivel internacional esperando a la subasta de los objetos de esa noche.

Erick y Anastasia salieron del baño luego de arreglar la vestimenta y el cabello de Erick, quien necesitaba tranquilidad para recordar lo que había sucedido la noche en que salió a comer con sus socios semanas atrás, no podía alterarlo, pero solo podía rogar para que la memoria le regresara pronto.

— Buenas noches, agradecemos que todavía permanezcan con nosotros luego de una noche tan entretenida. — Anastasia fue quien habló, Erick estaba pálido y enmudecido a su lado. — Tuvimos algunos inconvenientes previos, pero ya llegó lo que tanto han deseado: La subasta de OBRC.

Se escucharon aplausos de fondo.

— Como ya saben soy Anastasia Russo, esposa de Erick y seré la subastadora de esta noche. — Anastasia se colocó detrás de un pequeño exhibidor. — Así que, sin más preámbulos es momento de comenzar.

Golpeó con un pequeño martillo de madera para dar inicio a la subasta de la noche.

Los objetos más pequeños fueron los primeros en sacarse, y por pequeños se refería a los de menor valor, aunque para ellos lo más barato era un lujoso automóvil último modelo.

Piezas de joyería, estatuas, esculturas, obras de arte irreemplazables, antigüedades únicas. Las líneas telefónicas estaban saturadas con personas ofreciendo gigantescas cantidades, Anastasia esperaba, preguntando quién ofrecía más y cediendo el objeto a vender a la persona que rebasó los límites monetarios de los demás compradores.

La mueca aprobatoria de Erick le hacía saber que lo estaba haciendo bien.

La mayoría compraban cosas que no necesitaban a exorbitantes precios, por supuesto, no porque les gustara, sino para dar una lección y un recordatorio de cuánto dinero estaba a su posesión.

— ¡Excelente! El anillo de oro con diamantes incrustados vendido al señor de la corbata azul. — Golpeó el mazo de nuevo contra la superficie de madera. — Y ahora, el objeto más esperado de la noche ¡La colección completa del corazón de rubí! Usado por la mismísima difunta esposa del señor Anthony Russo, una pieza de joyería invaluable, solo hay una como esta en todo el mundo.

Inclusive el precio inicial fue exitosamente costoso, superándose con cada comentario.

— ¡Un comprador anónimo acaba de ofrecer cincuenta millones por la pieza! — Anunció una de las telefonistas.

— Por aquí tenemos cincuenta millones ¿Alguien dice sesenta? — Señaló a un hombre entre el público — ¡Sesenta millones ofrecidos por el hombre con el sombrero! ¿Quién dice sesenta y cinco? — Otro hombre alzó la mano y Anastasia lo señaló. — ¡Sesenta y cinco millones ofrecidos por el hombre con cabello blanco!

Estuvo a punto de vendérselos hasta que la telefonista volvió a interrumpir.

— ¡Mi comprador está ofreciendo cien millones!

Anastasia casi se atraganta ¿Cien millones por una joyería? Ese hombre debía estar loco.

— ¡Cien millones al comprador misterioso! Recordemos que estos fondos serán distribuidos a la caridad ¿Alguien tiene una oferta final? Cien millones a la una, cien millones a las dos y... ¡Vendido al comprador misterioso!

Había sido un completo ajetreo.

— Vaya manera de cerrar con la subasta. — Mientras estaba sentada en las escaleras, sin zapatos y desarreglada tomando aire fresco Erick se sentó a su lado y le ofreció una soda en lata. — Nunca creí que la joyería de ese vejete se vendería tan bien.

— Ese comprador misterioso seguramente tenía buenas razones para comprarlo. — Movió la cabeza un poco, le dolía el cuello. — Al menos todo resultó bien al final.

— Casi todo...

Anastasia se giró un poco hacia él. — Estarás bien, lo arreglaremos ¿Si? Edith es capaz de hacer muchas cosas solo por atención y quizá...

— No es eso a lo que me refería... — Murmuró pesadamente. — Justo en un momento como este tiene que venir ella a echarlo a perder todo, cuando estábamos tan bien...

— ¿Qué tiene de diferente este momento a los demás?

Erick se encogió de hombros.

— ¿Recuerdas cuando dije que quería hablar contigo sobre nuestro...Secreto? — Aludió el contrato, Anastasia asintió, sintiendo cómo le temblaban las piernas.

— Es cierto, está a punto de terminar... Han pasado tantas cosas que el tiempo se fue volando y... Lo olvidé. — Dijo — Dentro de poco regresaremos a como eran nuestras vidas antes de conocernos...

La situación se tornó pesada.

— No quiero que eso pase. — Interrumpió Erick, tomándola de las manos. — No quiero que mi vida vuelva a ser como antes de que llegaras, sentado en un lugar frío y solitario mientras todos me despreciaban. No quiero que te vayas, no quiero romper nuestro matrimonio... Quiero mandar al diablo el contrato.

Anastasia no se esperaba esa respuesta. — ¿A qué te refieres precisamente...?

— Quédate conmigo, aún si no sientes nada por mí... Por favor, sigue siendo mi esposa. Dependo de ti completamente. — Erick apoyó su frente en las manos de Anastasia que estaba sujetando. — Sé que no puedo comprarte, es por eso que te lo estoy pidiendo sin ofrecer nada más que mi compañía incondicional a cambio.

Anastasia parpadeó varias veces, convenciéndose de que aquello no era un sueño.

— Erick ¿Yo te gusto? — Preguntó de la nada.

— No sé qué ni cómo describirlo... Pero si gustar es la sensación que oprime mi pecho cuando pienso que no estarás a mi lado se llama así... Entonces estoy completamente loco por ti... Aunque entendería si no quieres y o aceptaré, no sé qué hacer yo jamás...

— Acepto.

— ¿Eh?

Anastasia mostró el anillo de bodas en su mano y se lo quitó para dárselo a Erick y luego tomó él de él. — Yo, Anastasia Wilde... Te acepto a ti, Erick Russo, como mi legítimo y verdadero esposo, para amarte y respetarte en la salud y en la enfermedad, en la riqueza e incluso durante la pobreza hasta que la muerte nos separe.

Con cuidado le colocó el anillo, Erick se había quedado sin palabras

— Te toca. — Le dijo, extendiendo su mano hacia él con una sonrisa.

— Yo, Erick Russo... Te acepto a ti, Anastasia Wilde, como mi legítima... Y verdadera esposa, para amarte y respetarte tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza hasta que la muerte nos separe.

Erick le colocó el anillo de vuelta.

— Ya puedes besar a la novia. — Murmuró Anastasia algo divertida.

— Eso es lo que iba a decir yo.

Y aunque solo se trató de un par de tórtolos compartiendo votos sobre las escaleras en la entrada de un hotel, las sinceras emociones a flor de piel la hicieron más especial que cualquier otra ceremonia en el planeta.

Esa misma noche renovaron sus votos y la luna en conjunto con las estrellas fueron testigos de la nueva vida que comenzarían a partir de ese preciso momento. Aún quedaban muchas pruebas que afrontar, tal vez llegarían al punto de quiebre y querrían arrojar la toalla, pero si estaban juntos no había prueba que no pudiesen superar y el beso que compartieron juntos era la constancia de que sería así.

Esa misma noche Erick le prometió una cosa: Darle la luna de miel que ambos se merecían y alejarse de todos por un tiempo en un viaje donde solamente serían ellos dos.

No importaba el destino mientras que fuera juntos.

Continue Reading

You'll Also Like

429K 28.4K 66
Si pudieras volver atrás y cambiar sólo una cosa de tu vida ¿lo harías? Y si fuera así, ¿Elegirías un camino completamente diferente? ¿O sólo cambi...
1.4M 77.7K 55
Dafne comienza una nueva etapa en su vida dispuesta a convertirse en alguien con un gran futuro. Lo tiene todo: una vida feliz, una familia peculiar...
48K 3.2K 41
Lo bueno de las máscaras es que sólo te reconoce quien siempre te miró a los ojos.
21.8K 656 8
𝐂𝐀𝐋𝐋 𝐎𝐅 𝐃𝐔𝐓𝐘 ──𝘿𝙚𝙨𝙞𝙧𝙚 ━━Los personajes de estos One shots pertenecen a Activision. ━━⚠ Errores ortográficos ━━ Traducciones de tumbl...