Capitulo 17: Misiones y... Boruto?
Cierto peli verde se encontraba llendo a un punto de reunión, donde se reuniría con su equipo.
Antes de ir hacia el lugar, vio la cafetería Amai Ai. Miro su camino y el local, mientras se preguntaba ¿Cual era más importante?
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Los dulces, paso con una sonrisa, la peli rosa lo saludo con una enorme sonrisa.
Compro unos caramelos, junto a unos de menta, para su compañera, se había acordado que ella le había pedido uno, lo cual rechazó diciéndole que son suyos.
— ¿Caramelos de menta? — Pregunto la peli rosa con confusión, si bien recordaba a el peli verde no le gustaban los dulces de menta.
— Si, son para una... Amiga... Si una amiga. — Sonrió cerrando los ojos.
— Está bien! — La mujer fue a buscar una bolsita de caramelos.
— ¿Una amiga? Te hiciste sociable? — Pregunto con burla el peli negro sentado en una banca atrás del mostrador.
— No lo sé... — Recostó su cabeza en sus brazos, estos estaban apoyados en el mostrador.
— Ten. — La mujer le dio las bolsitas de dulces.
— Arigatō. — El chico saco el dinero de su porta kunai. — Tenga. — Le dio el dinero, se paró y salió de la tienda, no antes sin decir un "adiós".
Corrió hasta el punto de encuentro, al llegar vio a sus compañeros, se acercó a la chica peli chicle, está al verlo acercarse a ella, se extraño.
— ¿Hasaki pasa algo? — El peli verde se acercó y paró se caminar frene a ella.
— Ten. — Extendió la mano, misma acción que repitió la chica, y le dejo la bolsita de caramelos de menta. — Son... Para ti. — Se sonrojó levemente.
— Oh, gracias! — La chica le sonrió con alegría.
Unos minutos pasaron, finalmente el peli plata llego.
Comenzaron a hacer las misiones.
La primera: sacar las hierbas malas del jardín de una señora, todo iba bien, peor como escribí "iba" ya que el rubio arranco todas las hierbas tanto buenas como malas, ganándose un golpe de la señora.
La segunda: recoger la basura de un pequeño río.
El rubio avía el rubio había caído al agua, siendo arrastrado por esta.
— Oh qué mal, Naruko va a morir... — Dijo el peli verde viendo a el rubio apunto de caer por una cascada, pero fue salvado por el Uchiha. — Oh... Ya no. — Dijo continuando la limpieza.
La última: Cuidar perros... Esto no le iba muy bien a nuestro pequeño protagonista, a Midori no le agradaba los perros, aparte de que era alérgico, así que se la paso estornudando.
— Maldito perro... — Susurro sentado en un árbol mientras se limpiaba la nariz con un pañuelo. ¿Porque me pasa se a mí...? — Dijo viendo al perro, el cual le ladraba, aunque en realidad se estaba burlado del pobre peli verde. — Si claro... Burlare de mí... Total... Iguro-San igual lo hace. — Hablo.
Mientras que a el otro protagonista rubio, no le estaba yendo nada bien, el perro, el cual era muy grande, lo estaba llevando a un campo minado.
Finalmente terminaron las misiones del día, mientras Sasuke, Hasaki y Kakashi se retiraban, Naruto y Sakura se quedaron hablando.
El peli verde se iba al bosque, en el camino iba pensando en si su tutor, a el cual ahora le dice hermano, iba a aceptar que su gran espada se quede en casa.
Según recuerda, le había dicho que no ya que con la espada había roto la pared... ¿Cómo?
Pues...
Ya habían llegado a Konoha, el equipo se separó, cada uno por su camino a casa, el peli verde iba caminando tranquilo.
Al llegar a casa pensó que no había nadie, reviso la casa, encontrándose con su hermanito junto a sus dos amigos tomando té con dangos.
— Hola, Moegi, Udon. — Saludo con una sonrisa entrando, los niños al verlo entrar con la espada se sorprendieron.
— ¿Y esa gran espada? — Pregunto su hermanito viéndola.
— Es una gran historia! ¿Quieren escucharla? — Les pregunto y los niños asintieron. — Está bien, iré a cambiarme. — Dijo llendo a su habitación.
Después comenzó a contarles, los niño lo veían con mucha emoción y atención.
— Y entonces hice así y... — En un moviento rompió la pared. — ... Kusō... — Dijo con un aura deprimente.
— O no! Asuma-San nos matara! — Gritó el chico Udon.
— No! Ya se! — Dijo Konohamaru. — Miren... —
Después de eso minutos el corte en la pared ya estaba arreglado, para que el hombre y la mujer no se den cuenta, el peli verde escondió la espada en su cuarto.
— Bueno al menos lo escondimos... — Dijo el peli verde.
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Asuma y Kurenai llegaron a casa, los dos hermanos se encontraban en el sofá tomando té, al escuchar la puerta se asustaron.
— ¿¡Que paso aquí!? — Se escuchó un gritó, los dos chicos se asustaron más... — Hasaki! — El hombre de tez morena lo llamo.
Los dos se pararon, fueron a la sala y vieron al hombre señalando la pared.
— ¿Que paso aquí? — Le pregunto el hombre.
— Hasaki no rompió la pared con una espada... — Dijo sonrojado, escondiendo sus manos detrás de el y con la cabeza gacha, levantó la mirada viendo a Asuma con el ceño fruncido. — Hasaki no miente... — Dijo sonrojandose más.
— Hasaki... Donde esta la espada? — Le pregunto el hombre suspirando, mientras la mujer se alejaba con el menor.
— Está en la habitación... — Dijo bajando la cabeza, vio como el hombre se dirigía a la habitación así que lo siguió. — Espera... Asuma-Ni-San... — Cuando entro a la habitación vio al hombre observando la espada.
— ... ¿A quien se la sacaste? — Pregunto, el peli verde se puso nervioso.
— A un muerto... — Susurro con lagrimitas aproximadose.
— ¿¡Que!? No... Hasaki... Aprende a usar esta cosa si quieres que se quede... Y mañana arreglarás tu habitación. — Dijo saliendo de la habitación. A lo último que dijo, su cuarto estaba completamente destruida, en esta parte de la casa normalmente entrenaba con kunai y shuriken... Y bueno su katana.
— Ha-hai... — Dijo con una gotita en la cien, se acercó a la espada. — Tranquila... — Dijo.
Así que ahora entrenaría un poco, pero... Se olvidó la espada, suspiro cansado.
Al llegar al bosque, fue por un pequeño camino.
Cuando terminó el camino, puso observar a un muchacho rubio regando un árbol, el peli verde lo observo.
— ¿Que hace el idiota de Boruto aquí? — Se pregunto en su mente. — Idiota, lo estás ahogando. — Le dijo, el rubio se dio la vuelta, sus rojos ojos se encontraron con los verdes ojos de Midori.
— ¿Quien eres tu? — Pregunto con sus ojos clavados en la mirada del peli verde.
— Mnh... — Se dio la vuelta, la mirada del rubio le estaba incomodando, claro, no lo iba a admitir. — No te interesa saberlo. — Dijo fríamente.
— Maldita... — Se paró y comenzó a caminar, cosa que el peli verde igual había hecho antes que el.
— Deja de seguirme... — Dijo con furia, comenzando a caminar más rápido.
— No te estoy siguiendo... — Repitió la acción de Hasaki.
Comenzaron a aumentar la velocidad hasta llegar a la cafetería Amai Ai.
— Ne-San/Mitsuri-San! Esta/e tipa/o me está acosando! — Gritaron los dos llegando a la cafetería, se vieron. — Deja de copiarme! — Gritaron al unísono.
— Woa, que bueno que ya se llevan bien. — Dijo la mujer con una mano en la mejilla.
— Claramente se llevan mal... — Murmuró el hombre sirviendo dos pastelitos de frutilla y dos té.
— Midori-Kun, Kai-Kun tomen asiento. — La mujer puso los postres delante de ellos junto con el té. — Los hizo Iguro-San. — Dijo sonriendo.
— Oh, vaya. — El peli verde se sentó comenzando a comer.
3 de Marzo de 2021