Cuidare a mi hijo sola, George Weasley
. . .
George Weasley caminaba de lado a lado, no podía creer que Estela estuviera embarazada. Ya habían pasado unas dos semanas desde que salió corriendo.
—¿Esta Embarazada?—Le pregunto a Fred a su hermano.
—Si, aun no lo creo — Contesto a George.
—Pero...— Lo interrumpió.
—El día que fui a Hogsmeade.
—Ah... Pero ¿Qué le dijiste?
—Nada...— Susurro.
—¿Saliste corriendo?— pregunto Fred sorprendido.
—Si...
—Pero eres un bruto ¿o que? ¿Cómo la vas a dejar sola?— Lo golpeo en la cabeza.
—Lo se, pero...
—Ningún pero, tienes que ir a disculparte ¿Sabes como se debe estar sintiendo? — Le pregunto Fred.
—No...— Respondió George con la cabeza mirando al suelo.
—¿Ves? ¿Voy a tener un sobrino? Espero que le pongan Fred.— Lo señalo con el dedo.
—Ya, la cosa es que tengo que arreglar...
—El error que cometiste ¿Qué esperas?
George salió corriendo de la habitación, bajo corriendo, la busco por todos lados, como ella lo hizo, no la encontró. Quería, necesitaba arreglar las cosas, no podía dejar que Estela se encargue de su hijo sola. Además que la amaba desde siempre.
Miraba los estantes de la biblioteca y la vio. Su cabello rubio suelto, sus ojos azules, esas diminutas pecas esparcidas por todas sus mejillas, su labio rojo y apetecible. Camino despacio hasta ella.
—Estela.— George pronuncio despacio el nombre de la mujer a quien ama.
Estela levanto la mirada, lo miro para luego seguir leyendo su lectura, si él creía que lo iba a perdonar fácilmente, ¡ja!
—¿Qué quieres Weasley?— Pregunto fríamente.
Aun que no se note a vista, a George le dolió que le hablara fríamente, pero se lo merecía.
—Necesitamos hablar.— La miro con suplica.
Todo lo que sea por el bebe que llevo dentro, pensó Estela, ella no quería ir con él, no quería, no soportaba verlo, no lo necesitaba.
—Quiero pedirte disculpas por como me comporte.— Se disculpo George, Estela lo miro con una ceja alzada.
—Cuidare a mi hijo sola, George Weasley.— Dijo firmemente.
George se quedo mirándola con dolor, sabia que tenia la razón para enojarse, pero no quería que esto sucediera, no lo deseaba así.
—Se que estuvo mal huir como un cobarde pero...— Fue interrumpido.
—¿Tu crees que yo no tuve miedo? George tengo miedo, mucho miedo, pero por eso no voy a huir como una cobarde, yo no voy a matar a este bebe, jamás lo podría hacer, es un bebe, nunca lo dejaría solo.— Dijo Estela.
Estela se fue dejando solo a George, el pelirrojo se quedo mirando por donde había salido. Tenia que recuperarla a como de lugar. La amaba y van a tener un hijo.
—Te recuperar Estela Johnson, aunque sea lo ultimo que haga en mi vida.
(. . .)
—Harry acaba de encontrar un lugar donde podamos entrenar.— Dijo Amelia.
Las dos caminaron hasta el lugar.
—La sala de Menesteres, es la sala que viene y va.— Comento Estela sorprendida.
Tocaron la puerta, abrió Harry, Amelia se sonrojo mientras que Estela movía las cejas de una manera graciosa. Amelia la fulmino con la mirada, la rubia se rio y entraron. Adentro de ella ya se encontraban la mayoría de personas que firmaron. Hermione abrazo a Estela y Amelia. Amelia se ponía nerviosa cada vez que Harry se le acercaba.
—No estés nerviosa.— Le comento Estela a Amelia.
—Ya.
—Bueno —dijo Harry un poco nervioso—. Éste es el sitio que hemos encontrado para nuestras sesiones de prácticas, y por lo que veo... todos lo aprueban.
—¡Es fantástico! —exclamó Cho, y varias personas expresaron también su aprobación.
—Esa Changa.— Susurro Amelia. Estela soltó una débil carcajada.
—Qué raro —comentó Fred echando un vistazo a su alrededor con la frente arrugada—. Una vez nos escondimos de Filch aquí, ¿te acuerdas, George? Pero entonces esto no era más que un armario de escobas.
—Es cierto.— Comento Amelia. Todos la observaron.
—Digo, una vez nos tuvimos que esconder de unos...— La interrumpió Estela.
—Olvídenlo.
George la miraba fijamente y pasaba su mirada de arriba hacia abajo, como si no quisiera perderse un solo movimiento que hacia Estela.
—Oye, Harry, ¿Qué es eso? —preguntó Dean desde el fondo de la sala, señalando los chivatoscopios y el reflector de enemigos.
—Detectores de tenebrismo —contestó Harry, y fue hacia ellos sorteando los cojines—. Indican cuándo hay enemigos o magos tenebrosos cerca, pero no hay que confiar demasiado en ellos porque seles puede engañar... —Miró un momento en el rajado reflector de enemigos; dentro se movían unas figuras oscuras, aunque ninguna estaba muy definida. Luego se dio la vuelta—. Bueno, he estado pensando por dónde podríamos empezar y... —Vio una mano levantada—. ¿Qué pasa, Hermione?
—Creo que deberíamos elegir un líder —sugirió ella.
—Harry es el líder —saltó Cho mirando a Hermione como si estuviera loca.
—Perra.— Susurro Amelia.
—Sí, pero creo que deberíamos realizar una votación en toda regla —afirmó Hermione sin inmutarse—. Queda más serio y le confiere autoridad a Harry. A ver, que levanten la mano los que opinan que Harry debería ser nuestro líder.
Todos levantaron la mano.
—Bueno, gracias —dijo Harry, que tenía las mejillas ardiendo—. Y... ¿qué pasa, Hermione?
—También creo que deberíamos tener un nombre —propuso alegremente sin bajar la mano—. Eso fomentaría el espíritu de equipo y la unidad, ¿no les parece?
—Podríamos llamarnos Liga Anti-Umbridge —terció Angelina
—No, se daría cuenta, esto es como una secta secreta.— Comento Estela.
Angelina asintió dándole la razón.
—O Grupo Contra los Tarados del Ministerio de Magia —sugirió Fred.
—Muy grande.— Comento Amelia.
—Yo había pensado —insinuó Hermione mirando ceñuda a Fred— en un nombre que no revelara tan explícitamente a qué nos dedicamos, para que podamos referirnos a él sin peligro fuera de las reuniones, ósea lo que dijo Estela.
—¿Entidad de Defensa? —aventuró Cho—. Podríamos abreviarlo ED y nadie sabría de qué estamos hablando.
Estela miro como Amelia miraba a Cho con desprecio y fastidio.
—Si sigues así vas a ser muy obvia.— Le dijo Estela en susurro a Amelia.
Amelia se sonrojo y dejo de mirarla tan fijamente.
—¿Están todos a favor de ED? —preguntó Hermione en tono autoritario, y se arrodilló en el cojín para contar—. Sí, hay mayoría. ¡Moción aprobada!
—Pareceses un juez.— Le comento Estela a Hermione.
Ella se sonrojo y volteo los ojos.
Clavó el trozo de pergamino donde habían firmado todos en la pared, y en lo alto escribió con letras grandes:
EJÉRCITO DE DUMBLEDORE
—Estamos en una secta.— Comentaron al mismo tiempo Estela y Amelia.
—Que no es una secta.— Dijo Hermione irritada.
. . .
Espero que les guste y no se olviden de comentar y votar.
VOTA - COMENTA
FABIOLA PÉREZ