Character : Bakugou Katsuki
Anime : Boku no Hero academia
Song : If the world was ending
A las tres de la mañana estabas segura de que tu novio estaba durmiendo. Quiero decir, era Bakugo después de todo.
Se dormía a las ocho de la noche escolar.
Resoplaste, frustrada por tu incapacidad para conciliar el sueño.
Noches como estas tienden a arrastrar tu mentalidad generalmente feliz a una de tristeza.
Sintiéndote bastante sola y deprimida, pensaste para combatir los pensamientos constantes que daban vueltas en tu cabeza y te entretendría con TikTok hasta que te sintieras lo suficientemente cansada como para dormir.
Al desplazar, viste todas las tendencias. Sin embargo, seguía apareciendo una canción en particular.
¿Si el mundo se acabará tu vendrías, verdad?
Tu vendrías y te quedarías toda la noche
¿Me amarias solo porque si?
Nuestros miedos nos darían por igual
Las lágrimas se asomaron por tus ojos antes de caer silenciosamente por tus mejillas.
En el momento en que te sentiste tan sola, y luego de una mayor contemplación, decidiste que la respuesta probablemente sería no.
Bakugou no vendría si el mundo se estuviera acabando.
Estarías sola.
El dolor de llorar finalmente te cansó hasta el punto de quedarte dormida, y decidiste que era mejor no decírselo a Bakugo al día siguiente.
Probablemente no se daría cuenta de que habías estado llorando la noche anterior de todos modos.
Pero, cuando Bakugou te vio por la mañana, lo supo de inmediato.
—¿Qué diablos te pasa? ━preguntó, tratando de ser un poco menos agresivo de lo normal.
—¡Nada! ━sonreiste y esperabas que la respuesta fuera lo suficientemente convincente.
—Entonces deja de lucir tan nerviosa, no tienes nada de qué preocuparte
━contestó bakugo.
Tomaste su mano mientras ambos entraban al salón de clases.
Está noche condujo a los mismos hechos que la anterior.
Te quedaste despierta con lágrimas en tus mejillas mientras la canción se repetía.
¿Estabas realmente tan sola? Si el mundo se acabara, ¿vendría alguien?
Tus pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte golpe en tu puerta.
Pensaste que probablemente era Uraraka pidiéndote que apagaras la música deprimente y quejándose de ti por estar despierta.
Limpiaste tus mejillas y nariz en las mangas de tu sudadera "de bakugo", abriste la puerta, disculpándote por la música.
—Lo siento, Uraraka. La cambiaré... ━te detuviste a mitad de la oración al ver a Bakugou en lugar de la pequeña morena.
—Oye, osito de peluche ━su voz baja ya te estaba levantado el ánimo.
Le diste una sonrisa suave y te hiciste a un lado, dejándolo entrar a tu dormitorio.
—¿Por qué no estás durmiendo? ━le preguntaste, viéndolo caminar directamente a tu cama y acostarse.
—Podría preguntarte lo mismo, pero noté que estabas triste esta mañana. No quería obligarte a que me lo contaras delante de todos ━te indicó para que te unieras a él donde estaba acostado.
—Pero sabía que estarías triste de nuevo esta noche.
¿Realmente lo notó?, ¿Realmente lo notó?
Tu sonrisa creció mientras te acurrucabas con Bakugo.
Pusiste tu cabeza en su pecho mientras él frotaba formas en tu espalda.
—Es una sudadera muy bonita, he estado buscando una así, alguna idea.
—¿Puedo encontrarla? ━susurraste con una sonrisa.
Sonrio y tarario en respuesta.
Después de un rato de permanecer en silencio, simplemente apreciando estar juntos, finalmente hablaste.
—¿Puedo preguntarte algo?
Levantó la cabeza para encontrar tu mirada. Y levantó la mano para apartar un mechón de cabello de tu cara.
—Cualquier cosa.
Miraste hacia abajo.
—Si el mundo se acabara, vendrías a buscarme ¿verdad? ━arrugaste las cejas.
—¿Qué? ¿Eso es lo que te molesta?.
Te sonrojaste, de repente avergonzada.
—Por supuesto que lo haría, osito de peluche. No puedo soportar estar sin ti ahora, y mucho menos en una gran crisis. Estaré aquí en cualquier momento ━estaba siendo tan
gentil.
Los lados gentiles y vulnerables de Bakugou estaban reservados solo para ti.
Eran raros y distantes entre sí, pero eran tuyos. No los cambiarías por nada del mundo.
—Te amo, Katsuki Bakugo ━sonreiste y lo abrazaste con fuerza.
Él se rió.
—Sí, sí, yo también te amo. Y no me abrazas tan fuerte, idiota. No puedo respirar.
Y así, tú y Bakugo volvieron a sus personalidades habituales.