~No existe crimen perfecto~
Para ser honesta una parte de mí se sentía realmente satisfecha por pensar que al menos podía causarle algún dolor sobre con lo que dije. Me agrada la idea de que el pudiera sufrir con mis palabras. Cuando Salí del establecimiento con el corazón acelerado me di cuenta que había sido una mala idea, no por el sino por la gran razón que las nubes grises que opacan el cielo con relámpagos anuncian el aguacero que está a punto de desatarse en Redmond.
Debí esperar a Cody.
Saque el celular de la bolsa del pantalón y llame a papá. Podría tomar un taxi o el camión pero por las cosas que pasaron los meses anteriores algo había cambiado en nuestro condado.En el viento se aspiraba pesadez y miedo. Sé que a lo mejor es solo cosa mía pero siento que tampoco es así.
—El número que usted marco se encuentra ocupado— expresó la maldita operadora—
Mi padre debe estar platicando en llamada como es obvio. Su turno había terminado hace unos 10 minutos atrás. Marque 5 veces más y en todas ellas el resultado fue el mismo, las pequeñas pizcas heladas ya habían empezado a caer una por una. La primera golpeo mi mejilla y después de ellas vinieron más.
Me detuve en la esquina de una cuadra. Desde lo lejos podía ver a un taxi aproximándose sin prisa alguna. Si no quiero llegar empapada a casa tenía que tomarlo, agite mi mano en señal de parada, por detrás del vidrio el hombre me señalo que iba a estacionar al otro lado de la carretera, la lluvia tomo intensidad al mismo tiempo que mi celular tintineo. Decidí cruzas la vía con rapidez llevando de nueva manera mi mano al bolsillo de mi pantalón para sacar el móvil y contestar. No escuche el ruido de algún motor o bramido de un claxon todo paso tan fugaz.
La enorme furgoneta roja me iba a atropellar, quede cegada y estancada con sus faros como un ciervo en medio de la carretera.
Los frenos chirrearon
Un par de brazos fuertes y seguros envolvieron mi cadera para sacarme del camino de la muerte. Ambos caímos en el duro adoquinado enérgicamente. La presión se me bajo por tal susto, me sentía como una paleta de papaya olvidada en el refrigerador por años por tal frío que se encontraba mi cuerpo.
— ¿Estas bien?
Me percaté que conozco a la persona que me había protegido. Su distintivo tono de su voz melodiosa no se pierde. Alain me había salvado. Necesitaba un pellizco para salir de mi perplejidad.
— Alain...
Una sonrisa tiro de sus labios
— Si ese es mi nombre no lo vayas a desgastar.
Intenté incorporarme y entonces me percaté de que me apretaba contra su duro pecho. unos abdominales bien sincerados se sienten con demasiada lucidez aun debajo de su camiseta limón.
Me sonroje
Él se quitó de encima y gracias a dios no me desmaye. La persona que iba a ocasionar que estire la pata no tuvo la decencia de frenar y preguntar si me encuentro bien.
Alain era mi salvador, me daba vergüenza y me hubiera dado aún más a verme desfallecido.
Soy la tonta chica desmayadisa
— ¿Te encuentras bien? — volvió a preguntar.
— Si no te preocupes — Mi propia voz me resultaba extraña
Las pulsaciones de mi corazón eran tan rápidas que hacían que la sangre tupiera mis oídos y excitaban a que se hinchasen hasta el nivel de prohibirme una clara comunicación. Palme mis brazos para quitar la tierra del concreto, minúsculas piedras se habían clavado en mi piel. Ambos nos cubrimos del agua debajo de un árbol frondoso a un lado de la escarpa.
— Creo que te has dado unas buenas raspadas — agarró mi brazo con delicadeza
Hice una mueca.
— ¡Ay! —exclamé, ardía al sólo mover mi extremidad, mi heridas estaban punzando y se sentían calientes.
— ¿te duele?
—un poco
—necesitamos ir a un doctor
—No es necesario— me negué.
—te las desinfectare entonces
—No es necesario— repetí nuevamente
Su rostro se endureció
— No me pasa nada — intente mino rizar.
— ¡Pensé que te iban a matar! El o La imbécil conducía con demasiada velocidad, no es cualquier cosa
— y no paso, no te preocupes.
— por suerte
No me había dado cuenta que el señor del taxi por tal susto que le di se había bajado del carro con semblante preocupado. Un susto como ver ser arrollada a una persona por una camioneta no es muy bonito que digamos.
Es un buen hombre
— Señorita me da gusto que se sienta bien— se unió una tercera voz a nosotros.
— Lo siento por causar tanta preocupación — repetí—Estoy perfectamente bien —repetí con un suspiro mientras lanzaba una rápida mirada de no te preocupes demás a Alain
— La llevare a su ca...
Alain impidió
— No es necesario — sonrió y sacó un billete de diez dólares para extenderlo al hombre— no va necesitar su servicio yo la lleve a su casa
El señor agarro el dinero
— Quédese con el cambio— concluyo.
— no debiste pagar por mi
— solo era un billete de 10, tengo muchos más.
Le regale una mirada de reproche. Nunca me ha gustado que paguen por mi aun así no podía ponerme a pelear mucho menos después que el me salvará la vida
— Gracias, sino fuera por ti seria puré de Osiris.
— No tienes por qué agradecer, mi coche está dando la vuelta de esta manzana— menciono— te llevare a casa.
— Eso no está bien Alain...
Se los sentimientos que él siente por mí y eso es un error. No pude aceptar subirme a su camioneta, lo mejor para mi es deslindarme de ellos.
— ¿Por qué?
— " tu hermano"
— ¿y? No llevas un anillo de bodas ni de compromiso con él. Ya no son nada
— Jamás podre corresponderte— murmure apenada— si no te importa, tomare el siguiente taxi— tartamudee Por el fuerte trueno que se escuchó, los pelos se me habían puesto de punta.
Me odiaba a mí misma por tenerles miedo aun
— sucede que si me importa, todo lo que sea de ti me importara.
— deberías quitar tus ojos de mi Alain
— Eres demasiado buena para ser real, jamás podre quitar mis ojos de ti— mojo sus labios— en pocas palabras toma mi mano porque no estoy dispuesto a perderte de nuevo.
Sonrió
— Eres tan encantador con esa sonrisa cálida— acaricie su mejilla— ¿te lo tienen dicho?
Alain es un chico malo con el corazón contaminado. Siempre eso pensé de él, aunque la realidad es muy lejos de eso. Tenía problemas con su ira pero no era porque él quería saber su pasado te hace tener conciencia y empatia.
— ¿Entonces es un sí?
— Eres un loco estaríamos rompiendo todas las reglas.
Sonrió
— Los locos rompen las reglas y se aventuran porque no les importa que piensen que son locos. Me gusta serlo
Empezamos a caminar ambos
—las personas nos juzgarán
—Tal vez suene algo estúpido pero no me importa el que dirán. Solo me importas tu
Tenemos todos los contras de porque nunca podríamos ser nada.
— a mi si me importa. Aparte a Dios no le gustaría creo.
—Ningún dios que te quiera, quiere que cambies ni que modifiques algo de ti que te hace feliz tampoco que te reprimas . Ningún ser bondadoso haría algo así porque si es así es una deidad egoísta que quiere cambiarte y moldearte a algo que tu no eres, si te quiere te va a querer como tu eres.
Bro, I really feel it. Grito la parte más oscura de mi mente.
××××
Cuando fuimos a buscar su auto el me abrió caballerosamente la puerta. Solo agradecí por su acto tan noble para mí. Veía desde mi a ciento detrás del cristal a los ciudadanos andando con sus paraguas de diferente colores y ropa de lluvia.
— ¿y bien?
— ¿Y bien qué?— inquirí
— ¿Cómo estas lidiando con lo de Adonis?
Tarde unos segundos en responder. Forcé una sonrisa
— Mirarlo en la escuela solo me hace sentir que hubo algo allí y que ahora no hay nada— respondí— Es una persona que paso a ser un desconocido para mí.
Es un idiota
— Chicos como tu hermano deberían venir con una portada de Advertencias.
— Las traen — confirmo— pero se les olvida leerlas por tan lindo y peligroso que es.
Resoplando y casi puse los ojos en blanco pero al final algo muy dentro de mi decía que él tenía toda la razón.
—Bueno, a veces sólo quieres ir a donde está oscuro y peligroso por más que sepas la verdad, ¿sabes?
—Si
— Adonis solo fingió que me amaba con todas sus fuerzas.
—la suma de todas las fuerzas da cero
— Mamon.
Después de eso tanto Alain como yo nos quedamos callados, él no me llevo directo a casa si no que antes paso por un café de una tienda rápida, no me gustaba que mi bebida este hirviendo por esa razón decidí medio abrir la ventana.
Mala idea
Mi servilleta que no tenía bien sujetada salió volando retorciéndose por el aire fuera del coche. Lo malo a todo eso es que un policía lo vio, solo hubiera pasado a una multa pero aquel hombre conocía a Alain y no le caía nada bien. A veces pienso que debería tener un amuleto como una pata de conejo por más retorcido que parezca cuando quiera andar.
Todo lo malo me pasaba siempre
Estamos sentados a un lado en unas sillas de metal pegadas a la pared de la comandancia de Redmond. El lugar está repleto de oficiales elaborando en cada uno de sus puestos de trabajo, el sonido de las llamadas se mezclan en el ambiente
— ¿Que le hiciste a este servidor público para que te odie?— dije entre dientes.
Me miró y sonrió.
— Creo que Adonis y yo le destrozamos el auto a su hijo dentro de él y después lo sacamos por la ventanilla.
Al ver mi expresión de horror su sonrisa creció.
— ¿Estas bromeando verdad?
Negó con la cabeza
— Eres un idiota.
— mi coeficiente es de 140, yo creo que no.
Lo fulmine con la mirada y me cruce de brazos.
— Justo ahora me estoy arrepintiendo de haberme subido en tu carro— apoye mi cabeza a la pared— eres un Danger todo tu es peligro igual.
— que todas las personas digan que lo soy no significa que sea real.
Si claro mentí. Los labios de Alain se quedaron entre abiertos.
— ¡Osiris Edelaind Darmond!
Escuchar su autoritaria voz me provocó miedo. Agarre rápidamente una de las revistas de aun lado que están arriba de la mesa y tape mi cara abriéndola.
— La piel de burro no es trasparente.
¿ cómo sabía que estaba aquí? Todavía ni nos habían concedido el derecho a una llamada y nuestros celulares no los quito el policía y dijo que no los daría hasta que un adulto venga a recogernos.
— Tu nombre es muy largo y ridículo pero lindo ¿sabes ?— por cierto la revista de como masturbarme está al revés — musito Alain entre dientes.
Pegue un gritillo y mire a mi padre parado frente a mí con las manos en la cintura.
Me lleve las manos al estómago
— Creo que voy a vomitar.
— No vine a regañarte— aclaro
— ¿Ah no?
— No.
— uno de mis pacientes fue llamado para testificar
— ya veo
— ¿Sobre qué?— intervino Alain.
— Godfrey— saludo a duras penas— el caso de la señora Spellman paso de ser a un suicidio a un asesinato.
Mis ojos se abrieron de golpe
— ¿Como?
— No debería decir esto— musito con cara larga— pero su muerte fue causada por un estrangulamiento homicida no fue por un estrangulamiento suicida
— ¿Eso es posible de ver si es real?
— El forense dijo que la mujer tenía dos fracturas del lado izquierdo y derecho de la laringe.
—Son extremadamente inusuales en las ejecuciones suicidas— hablo Alain.
—Son más comunes en un estrangulamiento homicida —dijo mi padre en concordancia.
— Blake— se escuchó una cuarta voz a las espaldas de mi padre
— Noah— se giró a verlo.
Mi padre y el sheriff Stiles son grandes amigos, ambos se saludaron con respeto.
—todo bien
—Si— afirmó el señor Stiles— tengo niños que fueron violados antes que conocieran la palabra esto no es nada pero no deja de ser horrible
— Lo siento , entrare a ver que dice Drake— afirmó papá — después me llevare a estos diablillos
— me parece un trato justo.
Ambos hombres desaparecieron de nuestras vistas por un largo pasillo. Para ser honesta había sido una noticia muy paralizante si fue un homicidio es horriblemente turbio.
— Hay un testigo — murmuró Alain para el mismo.
— ¿Crees que sea el mismo?
—Si.
❤❤❤
Perdón por tardar tanto es que simplemente me sentía agobiaba por muchos factores.