¿Escuchas Girl in Red? | PRON...

By Ash-Quintana

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Las cosas comienzan a complicarse para Andy cuando descubre que siente algo más que una simple amistad por su... More

1. Ahora soy tu novia
2. Hay que pegarle
4. Quedé como estúpida
5. Jade con J de "Joder, qué pesado"
6. Me sacan del armario
7. Tengo un gay panic
8. Una pelea (finalmente)
9. LA BESÉ
10. Reforzamos la amistad
11. ¿Charlie escucha Girl in Red?
12. He dicho algo malo
13. Ahora ella es mi novia
14. ¿Qué somos?
15. No salió como esperaba
16. Expongo a Charlie y Jade me expone a mí
17. La novia de Noah (no soy yo)
18. La estampo contra la pared (padre nuestro que estás en el cielo)
19. Mamá, papá, soy gay
20. La hice llorar (verga)
21. Ahuevo chismesito
22. Alana esconde algo
23. Ay, atrapadaaaa
24. ¿Noah?
25. Jade me es infiel
26. Se me junta el ganado
27. Reunión en la ducha
28. Sexo telefónico
29. No puede ser
30. Hay destinos más ricos que otros
31. Chica promiscua ¿Me estás coqueteando?
32. F
33. ¿Lo que pasa en el ascensor se queda en el ascensor?
34. Lo lograron. Finalmente la rompieron
35. Hoy es noche de...
36. El no novio de Jade
37. Caballo homosexual de las montañas
38. Charlie me acorrala
39. Un último baile
40. Epílogo
Ash llorando
Extra 1: Que me bese la cumpleañera
¡Segundo libro!
¡Libro en físico!

3. Los amigos no te cuernean

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By Ash-Quintana


—Quiero mi dinero de vuelta —fueron las primeras palabras de Jade luego de reconocerme.

Durante un segundo no supe qué decir, pero me recompuse en seguida.

—Hola, Jade. —Le sonreí—. Qué pena que hayas perdido tu dinero. Ojala lo encuentres pronto.

Lo saludé con la mano y me aparté hasta acomodarme detrás de Noah y la chica sangrante. Si Jade intentaba recuperar su dinero, tendría que pasar por ellas primero.

Afortunadamente llegó una profesora en ese momento. Detrás de ella Charlie se apresuró con preocupación. Ella me miró en una pregunta silenciosa y yo le sonreí para que viera que estaba bien. Para sorpresa de ambas, yo no había tenido nada que ver.

Los últimos estudiantes entraron y uno de los porteros se acercó a la puerta de entrada para cerrarla.

—¿Qué ha pasado? —preguntó la profesora con alarma.

Se acercó a nosotras y tomó el rostro de la chica entre sus manos para examinarlo. Ella intentó apartarse, incómoda.

—La han empujado cuando entrábamos —dijo Jade.

Charlie reparó en ese momento en su presencia. Sus ojos pasaron de sus pies a su rostro en sólo un par de segundos y una de sus cejas se arqueó con curiosidad.

Jade ni siquiera se dio cuenta de la presencia de mi amiga.

—Esta bien —dijo la chica que se había golpeado. Le dio un manotazo a la profesora para que le soltara la cara y volvió a limpiarse la sangre con su camiseta—. No importa. Quiero encontrar mi salón.

La profesora se llevó una mano a la frente como si le acabara de dar dolor de cabeza.

—¿En qué año estás?

—Último.

Nosotras también estábamos en último.

—¿En qué división? —preguntó Charlie con interés.

Ella abrió el puño que había estado manteniendo cerrado y sacó un papel pequeño y arrugado de su palma para leerlo.

—La sexta —leyó.

El instituto era muy grande. Este, en particular, no sólo por su ubicación cercana al centro, sino por su historia. A los profesores les gustaba hablar sobre su prestigio y cómo muchas figuras importantes estudiaron aquí. A mi me gustaba hablar sobre cómo el techo de la biblioteca estaba hospedando una familia de palomas.

Ser grande implicaba tener muchos estudiantes y eso significaba que cada año estaba seccionado en muchas divisiones. Los primeros años llegaban incluso a tener diez o más.

—Yo también soy de la sexta división —dijo Jade.

Me atraganté con mi saliva.

—Y nosotras —agregó Charlie de buen humor.

Ella escondió las manos detrás de su espalda y le sonrió a la profesora mientras sus pies cambiaban de peso del talón a la punta.

El timbre del inicio de las clases retumbó en los pasillos.

—Tú. —Señaló la mujer a Noah—. Acompáñala a buscarse una gasa. Luego vuelvan a clase. Ustedes tres —nos miró a Charlie, a Jade y a mí—. Al salón.

Noah no perdió el tiempo.

Se acercó a la chica nueva y señaló hacia otro pasillo para indicarle a dónde tenían que ir. El único botiquín que tenía toda la escuela se encontraba en la cocina.

Me eché la capucha de la sudadera sobre la cabeza y tomé rumbo hacia el salón antes de que Charlie o Jade pudieran decir nada. Con suerte, llegaba justo cuando comenzaba la clase y me evitaba tener a ese pesado reclamándome por el dinero que, definitivamente, no iba a devolverle.

Ya nos habían avisado desde el campus virtual cuál sería nuestro salón este año, así que no tardé en encontrarlo. Subí las escaleras hasta el tercer piso mientras me parecía oír el eco de las voces de los otros dos detrás.

—Ve mas despacio.

Charlie me alcanzó cuando llegué a nuestro piso y me tomó del hombro para que me detuviera. Echó una ojeada por todo el pasillo para leer los números pegados en la puerta y luego señaló el salón indicado.

Entramos juntas.

El primer profesor aún no había llegado pero el encargado del curso estaba tomando asistencia. Él nos reconoció, nos sonrió y levantó su mano para saludarnos.

Ese hombre siempre se veía tan despreocupado. No sabia nada sobre él, pero lo adoraba.

Los asientos delanteros ya estaban ocupados. Reconocí muchas caras viejas pero también habían demasiados nuevos. Charlie y yo levantamos asientos del fondo y los colocamos adelante, para quedar frente la pizarra.

Un chico nuevo comenzó a protestar.

Charlie le preguntó si tenía algún problema.

Evité cruzar miradas con Jade cuando él entró, me dejé caer en mi asiento y suspiré.

—¿Estás enojada?

Charlie se acercó a mi oreja y sopló. Me tapé con una mano y la miré con molestia, sin comprender a qué venía la pregunta.

—Me estás ignorando —añadió.

Bajó el mentón para mirarme a través de sus pestañas. Un mechón rosado cayó sobre su rostro, pero no se lo apartó.

—No lo estoy haciendo. —Apoyé el codo en mi mesa y descansé mi rostro en la palma de mi mano—. Pero debería. —Le mantuve la mirada un momento. Ella no dijo nada, así que acabé por enfocarme en la pizarra—. Estabas hablando con él.

No hizo falta que aclarara de quién hablaba. El ex novio de Charlie estudiaba en otra división, un piso más abajo. Cuando ellos rompieron ella estaba tan furiosa que creí que no volvería saber más de él. No lo mencionó en todo el verano, incluso.

—Pensé que podíamos ser amigos —se defendió.

Miré de reojo sus manos, sobre la mesa. Se las masajeaba con fuerza en un gesto un poco nervioso.

En ese momento llegó una profesora para saludarnos y tomar su propia asistencia.

Resoplé.

—Él no es tu amigo, Charlotte. Los amigos no te cuernean. Quiero decir —me corregí y bajé la voz hasta casi un susurro. No creía que alguien nos estuviera escuchando, pero por si acaso—. Es obvio que no le importas. Y encima tiene la osadía de esperar que lo perdones. Te quiere ver la cara de estúpida.

La vi esconder las manos en los bolsillos de su chaqueta e inflar las mejillas. Se pasó el aire de un lado al otro mientras miraba pensativa a la pizarra, como si estuviera degustando mis palabras.

—Bueno, si lo pones así, supongo que tienes razón. —admitió. Hizo una mueca—. Supongo que no podemos ser amigos.

Pegué mi hombro al de ella para poder hablar más bajito. Nadie se había callado aún y no quería alzar la voz.

—¿De verdad quieres un amigo así? —la empuje con suavidad para darle ánimos—. Consíguete a alguien mejor.

Alcé mi mano cuando me nombraron. Noah llegó en ese momento junto a la chica nueva, pero nadie les prestó atención, incluso aunque ella tuviera un trozo de gasa incrustado en la nariz.

Le señalé a Noah los bancos vacíos de atrás para que se sentara con nosotras y saludé con la mano a la chica nueva. Ella me devolvió el gesto, pero con menos entusiasmo.

—Tú nunca has tenido esos problemas —dijo Charlie con suavidad—. ¿Verdad?

—¿Uh?

Volví a fijarme en ella. Me miraba con curiosidad, pero no tanta. Como si sólo quisiera sacar un tema de conversación.

Intenté no pensar en nadie en concreto cuando me pregunté por qué todas mis relaciones duraban tan poco. Si es que si quiera pudiera llamarlas así. Sólo me gustaba salir con alguien por un tiempo y luego...se me olvidaba.

Dudaba que fuera algo normal el simplemente olvidarte de la persona con la que sales, pero no lo hacía adrede. Simplemente nunca había llegado a tener algo lo suficientemente serio como para llamarlo un noviazgo o lo que fuera.

—Nunca me han engañado, si es a lo que te refieres —contesté.

Pero sí me habían usado para engañar a alguien más.

Y eso me molestaba.

-.-.-.-.-.-.-

La chica nueva se llamaba Alana.

Era un poco difícil hablar con ella, pero Noah de alguna manera conseguía sacarle conversación sin llegar a irritarla.

Alana había recursado su primer año, así que era mayor que nosotras. Vivía un poco lejos de aquí, al igual que yo, pero en la dirección opuesta. Y también le gustaba Green Day, según pude ver en el logo de su camiseta.

Camiseta que le habían obligado a cambiarse porque a uno de los profesores le daba un poco de impresión ver las manchas de sangre.

—¿Por qué tu camiseta huele a pollo frito? —preguntó Alana desde su cubículo.

Arrugué la frente.

¿Qué tenían todas contra el olor a pollo?

—¡Porque trabajo en un McDonals! —Me excusé.

Había traído toda mi ropa en la mochila que Charlie me prestó, pero no encontraba la camiseta que me puse el día anterior. En cambio, lo que sí había hallado era la del uniforme.

Alana tiró de la puerta de su cubículo para abrirla y yo quité el pie de debajo. Las puertas de este baño por alguna razón no tenían trabas, así que nos tocaba venir de a pares para que una la sostuviera desde afuera.

Salió, se planchó las arrugas con la mano y me miró. Tenía que admitir que se veía bastante graciosa con mi chomba gris, cuando debajo llevaba mangas largas de red negra.

—Deberías hacerte un moño en el pelo, para combinar —le sugerí.

Ella me miró mal. Tenía unos bonitos ojos verdes que escondía detrás de un flequillo rubio mal cortado. Su delineador era lo suficientemente grueso como para que todos alcanzáramos a verlo con claridad.

—Oye.

Una voz masculina me hizo dar un respingo.

Volteé hacia la puerta de salida y me encontré con ese chico raro de antes.

Zafiro.

—Esmeralda —dije.

Habían baños para chicas y para chicos en la planta baja, pero mientras más pisos subías, menor parecía ser el presupuesto invertido en infraestructura. Consecuentemente los últimos dos pisos tenían un baño unisex que generalmente sólo se usaba para lavarse las manos. Aún así, no estaba bien visto que un chico entrara si habían mujeres en los cubículos, o viceversa.

Él hizo una mueca de disgusto y yo le alcé las cejas, expectante. El aire de los baños públicos siempre estaba viciado, así que no quería mantener una conversación muy larga aquí. Y estaba segura de que si nos veía algún profesor, nos regañaría.

—Dejaste esto en mi casa.

Levantó su mano para enseñarme un  trozo de tela rojo que colgaba de la punta de su índice.

—¿Una tanga? —Preguntó Alana antes de mirar de qué se trataba.

Le di un codazo y le chasqueé la lengua antes de acercarme a Jade para arrebatarle el trozo de tela. Era mi camiseta, la que me quité cuando llegué al trabajo. Recordaba atarla a mi bolso de regreso a la casa de Charlie, pero nada más.

Probablemente se había caído en el jardín de él.

Jade levantó el brazo para evitar que alcanzara la camiseta. Alcé la cabeza y lo miré, completamente seria. Él bajó la vista. Su cabello cayó negro sobre su frente, sus rasgos finos y oscuros.

—Devuélveme el dinero —dijo.

Lo miré desafiante.

—No puedo. Lo gasté en el desayuno.

Él pareció sorprendido. Dejó caer su mano y yo aproveché para arrebatarle la playera.

—¿Todo el dinero? —se veía impresionado y derrotado al mismo tiempo.

Me toqué el estómago y pensé en ese emparedado enorme que compré para compartir con las chicas. Había comido de más, pero no me arrepentía. Los gastos en comida siempre eran dinero bien invertido.

—Estuvo riquísimo —le dije.

Antes de que pudiera decir algo más, lo esquivé y salí.

No sabía por qué, pero me daba la sensación de que Jade no planeaba dejarme pasar lo del dinero.

🌸🌸🌸

Holiii

¿Cómo andan? ¿Que estuvieron haciendo esta semana?

Yo jugando al among us JAJDJAJA perdon es una adiccion 😔 y estudiando un poco porque ya se acerca el parcial AAAAAAA

No tengo mucho para decir. Sólo que stream Girl in Red ahre

Y les dejo un dibujo de Andy y Charlie y uno de Noah y Alana para que  vean lo preciosas  que son

Noah esta chiquita ayuda JAJAJA

Ah, casi me olvido. Anuncios parroquiales:

Hay un grupo de discord por si quieren unirse. Pueden encontrar el link para unirse en el último link de mi bio (el que dice carr.co). Ahí está el botón para unirse al servidor.

Ahora si.

Bai ♡

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