Por otro lado Alice había pasado un buen campamento con sus amigas, y ella no dejó de pensar en Roberth, y mucho menos que Nahomi había llevado su "pócima especial" más la confianza que se tenían en un sitio que estaba lejos de la civilización, se creó un ambiente apto para poder desahogarse de lo que les había pasado, porque Alice no era la única que había tenido una historia de amor fallida, así que las 3 tomaron, lloraron, cantaron hasta que se quedaron dormidas, al otro día se dieron cuenta que ni si quiera se habían metido a las casas de campaña que tanto trabajo les había costado hacer, el lugar era muy caluroso y tenían planeado regresarse a su casa el domingo a más tardar a las 4 de la tarde para poder descansar como se debía y arreglar las cosas para la escuela, todas llamaron a sus papás para que ellos supieran que estaban bien, fueron a nadar al río, después comieron y acordaron ya no beber solo platicar contar alguna que otra anécdota hacerse muchas fotos juntas, todo estaba excelente pero Alice se sentía culpable porque en lugar de estar pensando en Gabriel estaba pensando en Roberth lo extrañaba de sobremanera, quería ser envuelta en sus brazos una vez más quería ser besada por esos labios que tanto amaba, quería ver de cerca esos hermosos ojos azules que tanto caracterizaban a su apuesto ahora ex novio, el amor de su vida, Gabriel tambien tenía ojos azules pero no eran de ese mismo azul intenso más bien era un color aguado,no era que no amara a Gabriel pero era diferente, claro no podía suceder dos cosas de igual manera con diferente persona, pero es que Roberth era el mismo siempre tenia algo que decirle así fuera malo, y Gabriel era de esos chicos lindos que empiezas a andar con ellos y te encierran en una burbuja para que nada ni nadie te hiciera daño, ella no decía que estuviera mal, hasta le gustaba bastante, lo malo del caso es que Rob pensaba que el lo había engañado y que tenía un bebé que no era de el pero no había tenido la oportunidad de poder hablar con el y aclararle las cosas, por lo menos quedar en buenos términos, el hasta había cambiado su número, obvio ya no vivía en la escuela y nunca supo donde vivían sus padres, los directorios londinenses tenían a un millón de Roberth con su mismo apellido, Alice lo estaba dejando al tiempo y al destino, tal vez ellos querían que se encontraran en un futuro y pudieran despejar dudas había tantas cosas que decir, que tal vez tendrían que hablar todos los días por un año completo, y solo ser amigos o solo quedar en buenos términos, tal vez presentarle a su actual novio porque sí, Gabriel se merecía todo el amor del mundo, era un chico que aparte de ser sumamente atractivo era inteligente, detallista, romántico y todo lo lindo que puede llegar a ser un hombre verdaderamente enamorado, no quería decir que todo era miel sobre hojuelas, obvio como todas las parejas tenían sus problemas pero los solucionaban siempre y el caso dejaba de ser mencionado, la verdad era muy feliz, ya habían planeado que terminando la universidad se irían a vivir juntos para ver si funcionaba, aunque tuvieron una larga plática con sus padres de cada uno lograron convencerlos que querían probar y pues terminaron accediendo, de todas maneras Alice había querido casarse de blanco saliendo de la casa de sus padres y caminando hacía el altar del brazo de su padre, pero entendía que los tiempos habían cambiado y que ya nada se parecía a los libros que ella leía donde los personajes se casaban de la manera más hermosa posible y luego bailaban una linda canción donde el le cantaba al oído, y ya eran felices para siempre
lo que Alice no sabía que cuando llegara a casa le tendrían una hermosa sorpresa