Sincerely, yours » h.s

By -smellycat

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"Y aunque el tiempo no lo quiera de esa manera, y la distancia lo acompaña, quiero que sepas que fui tuyo, so... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16, pt 1
Capítulo 16, pt 2
Capítulo 16, pt 3
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34, pt 1
Capítulo 34, pt 2
Capítulo 34, pt 3
Capítulo 34, pt 4
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Epílogo
Agradecimientos + anuncio importante
SEGUNDA PARTE: A LITTLE BIT YOURS

Capítulo 19

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By -smellycat


Londres, diecisiete de marzo, 2020

Me encontraba en los computadores del servicio, rellenando información sobre pacientes nuevos que han llegado para sus cirugías. Era normal que a estas horas de la mañana fueran las más ocupadas, ya que la mayoría de las operaciones se efectuaban en la tarde o al día siguiente a primera hora, lo que daba tiempo suficiente para que los pacientes se prepararan tanto mental como físicamente para ser sometidos al filo del bisturí. 

No dejaba de pensar en que volví a caer en un círculo vicioso de charla y no charla con Harry. Nuevamente no habíamos hablado desde el último mensaje que le mandé y la verdad es que no sabía cómo sentirme al respecto. Pero por ahora, él era mi última preocupación, sobre todo cuando debería estar atenta a los medicamentos que debería administrar y las etiquetas que debería colocar en las muñecas de los pacientes para evitar un enredo en las cirugías.

Miré la pantalla del computador: nueve ingresos, cada uno con su prescripción de medicamentos distintos. Debía de tener mucho ojo para no cometer error de medicación y ahorrarme problemas innecesarios. Comencé a anotar en un papel lo básico: nombre del medicamento, la dosis, pieza y nombre del paciente... Revisé cinco veces para que la información fuera igual, tratando de memorizar todo en mi cabeza.

Faltaban unos diez minutos para empezar mi ronda de administración de medicamentos, por lo que me di el lujo de revisar un poco mi teléfono. Dos mensajes de Tess que me había mandado hace unas horas apareció en mi pantalla.

Tess: "Sé que no revisas redes sociales porque vives bajo una roca, pero TENGO que mandarte esto".

Tess: "Espero que no me odies".

Fruncí el ceño ante tanto suspenso. Luego de ese mensaje no había nada más.

Lena: "???"

Un minuto después, mi amiga me mandó un pantallazo de lo que parecía ser un tweet de unas noticias. Abrí la foto y sentí que me quedé sin aliento al ver a Harry con una chica rubia caminando por la calle, tomando café y con las caras sonrientes. Sobre ellos yacía el título: "Harry Styles con su rumoreada novia Britney Jennings en una cita romántica por las calles de Londres".

¿Y esta en qué momento apareció?

Inmediatamente bloqueé la pantalla y guardé el teléfono en el bolsillo del uniforme. No, no tenía que haberlo visto. No me importaba que lo vincularan con otra persona. Siempre lo hacen; lo ven con alguna chica y los tabloides saltarían rápidamente a la conclusión de que ya no está soltero. Lo que me molestaba era que él me insistió en compartir aspectos de mi vida para conocernos más, y que él haría lo mismo conmigo, pero resultó en puras palabras y ninguna acción. 

Me levanté y me dirigí a la sala de los medicamentos para prepararlos, con el papel en la mano y fui uno por uno, sacando jeringas y ampollas de remedios, sueros y agujas. Etiqueté cada jeringa con la información que tenía para no confundirme y los coloqué todos sobre una bandeja para empezar. Por más que trataba de tranquilizarme no podía. Era ridículo, pero estaba cabreada. Yo traté de hablar con él el fin de semana, pero él no me lo permitió. Me contó que tuvo un día de locos, pero nada relacionado con esta chica. Era como si empezáramos de nuevo hace unas semanas atrás cuando dejamos de hablarnos por primera vez. No me incumbía para nada, lo sabía y lo tenía más que claro, pero me iba a molestar más si él volvía a acercarse a mí como si nada.

Entré a la habitación de la señora Georgina para administrarle los antibióticos profilácticos previo a su cirugía de cadera y Mariam ya estaba ahí, contándole un poco el procedimiento. Le dediqué una sonrisa a la mujer mientras me ponía los guantes y abría la tapa de su vía venosa.

—Lena, ¿qué estás haciendo? —Mariam me preguntó mirándome con los ojos bien abiertos. 

—Le pondré la vancomicina para su operación...

—¿No viste su brazalete? 

Detuve mis movimientos y agradecí a los cielos de que Mariam haya estado para hacerme saber que la señora Georgina era alérgica a la vancomicina, tal como lo señalaba su pulsera con la etiqueta roja, aquella que usamos para especificar la alergia de cada paciente.

Revisé la jeringa que había en mis manos y sentí el alma salir de mi cuerpo al percatarme que me había confundido de paciente. Esto jamás me pasaba. 

Di media vuelta y salí apresuradamente a buscar la correspondiente en la bandeja que había dejado sobre el carrito en el pasillo, Mariam siguiéndome los pasos.

—¿Qué demonios acaba de pasar, Lena? —me susurró indignada mientras buscaba frenéticamente la jeringa de la señora Georgina.

—Lo siento, Mariam, yo...

—Yo nada. Si no fuera por mí, la pobre mujer habría muerto de un shock anafiláctico por tu culpa —sus palabras me golpearon como piedras y no evité en estremecerme y sentir un nudo en la garganta.

—Yo... —mi voz salió quebrada y unas ganas terribles de llorar me invadieron. No tenía ninguna excusa válida para rectificarme.

Ella notó lo acomplejada que estaba y suspiró, dedicándome esta vez una mirada de compasión.

—Perdón, fui muy dura —apoyó su mano en mi hombro, reconfortándome—. ¿Estás bien? ¿Quieres hablar de algo? 

Rara vez Mariam me hacía ese tipo de preguntas, por lo que pude entender que ella también se dio cuenta de que algo estaba pasando por mi cabeza. Tanto así que casi cometí un jodido error de medicación, un error que podría evitarse si tan sólo habría puesto atención.

Pestañeé con el propósito de eliminar las lágrimas que amenazaban con salir y suspiré algo temblorosa.

—Son estupideces —negué con la cabeza, pensando de inmediato que contarle sobre Harry era una pésima idea. Tampoco sabría bien cómo explicarle porque ni yo misma entendía el por qué me sentía así.

Ella me miró con cierta duda y me dedicó una pequeña sonrisa.

—Bueno, no te retengo más —su mano frotó mi brazo, dándome ánimos con su tacto y ahora su voz salió suave de sus labios—. Por favor que no se repita, Lena. Y cualquier cosa que está pasando por esa cabecita tuya, sepárala del trabajo. Sabes que no tengo problemas con que te tomes un respiro de vez en cuando.

—Te prometo que jamás volverá a ocurrir —dije firme y sonreí para mostrarle que estaba mejor, pero la verdad de las cosas, me estaba castigando internamente.

***

Narra Harry Styles

No contestaba.

Era obvio, quizás seguía en el trabajo. Ya me había comentado que no era de revisar su teléfono mientras trabajaba porque la entorpecía.

Pero necesitaba hablar con ella. Pedirle disculpas por no haberle dado suficiente atención los pasados días debido a que estuve muy ocupado viendo las localizaciones para los conciertos benéficos durante la semana. Y sobre todo, explicarle el estúpido rumor que salió sobre Britney y yo.

No podía soportar la idea de que siempre que me veían con alguien del sexo opuesto ya me ponían en una relación que no existía. Apenas salió el rumor, la primera persona que me llamó fue mi madre, algo histérica porque no le había contado nada. Era algo cómico ya que me tuvo toda la mañana asegurándole que no era nada, que nuevamente los tabloides estaban haciendo lo posible para tener atención y que ella sabía perfectamente si alguien nuevo apareciera en mi vida en el sentido romántico, ella sería la primera en saberlo. 

Britney era alguien de mi pasado con quien salí brevemente, pero no significó nada para mí. Sin embargo, no era mala persona por lo que cuando se contactó conmigo para salir a almorzar y ponernos al día no pude negarme. Al ver las fotos y las noticias por todo twitter pensé inmediatamente en cómo se sentiría Lena al respecto, y trataba de contactarme con ella para darle por lo menos alguna explicación. Cualquiera diría que no era necesario, pero sentía que ella sí se lo merecía después de todo lo que vivimos, de todo lo que compartimos, a pesar de que haya pasado un mes desde que nos conocimos. 

Decidí dejar de insistir y esperar a que sea la hora de almuerzo, porque por lo menos ahí sabía que iba a tener algo de tiempo para conversar. Mientras tanto me dediqué a pedirle a Jeffrey que me ayudara a eliminar los rumores de las redes sociales, ya que eso de pronunciarme por mi cuenta a desmentirlos no era lo mío. Tuve una pequeña reunión en los estudios de Abbey Road para discutir los destinos de nuestros conciertos benéficos con los demás y organizamos un itinerario para la semana que viene. Pasaríamos por Northampton, Oxford, Bedford, Chelmsford, Cambridge y Southampton. Por mí recorrería Reino Unido entero, pero el tour mundial empezaría dentro de poco y debíamos prepararnos para las grandes ligas. 

La reunión terminó y me dirigí al coche para ir a casa. Extrañaba mi Range, lamentablemente después del accidente lo declararon como pérdida completa por lo que tenía que andar dando vueltas por la ciudad con este que era más pequeño. Me senté y lo primero que hice antes de encender el motor, fue conectar mi teléfono a mano libre y marcar el número de Lena.

¿Harry? —su voz salió como pregunta y sonreí.

—Hey, Lena, ¿cómo has estado? —inquirí mientras encendía el motor. Hubo un silencio al otro lado de la línea que me puso nervioso.

¿Cómo crees? —bufó y pude verla poner sus ojos en blanco.

—Siento mucho no poder contestarte los mensajes. He tenido mucho trabajo —me disculpé y comencé a manejar en dirección a mi casa.

Harry... —se detuvo por unos segundos y después suspiró—. Hablemos más tarde, tengo que seguir trabajando.

—¿No tienes alguna hora de almuerzo?

No, de lo contrario todo sería maravilloso —rio ligeramente—. Termino mi turno a las ocho, después te llamo.

—Puedo ir a verte si quieres y podemos...

Cielos, no. No quiero molestarte tanto.

Rodeé los ojos. Ella tenía esa manía de no querer incomodar a nadie con su presencia, cuando lo contrario lo único que hacía era aportar buenas vibras. Jamás me aburriría de su compañía, ya que las últimas veces que hemos estado juntos, aprendía algo nuevo sobre ella, lo que hacía todo esto más interesante. 

—Iré a verte —le aseguré—. Llevaré la cena, ¿qué se te antoja?

Harry, de verdad... —su tono risueño desapareció y ahora se escuchaba más apagada, como si algo la estuviese agobiando por dentro—. Yo... um... no estoy teniendo un buen día y quiero estar sola para cuando vuelva a casa.

—Con mayor razón iré —volví a insistir, preocupado—. ¿Estás bien, Lena? ¿Quieres hablarlo?

No, en serio... quiero estar sola, sin... contacto humano. Yo te llamo en la noche para hablar pero sinceramente quiero sólo la compañía de Piper, por favor.

Me quedé unos segundos en silencio, mis ojos sin abandonar la calle al frente mío, dándome cuenta que por más que siguiera insistiendo, ella iba a insistir más. Pensé en no hacerle caso y pegarle una visita sorpresa, pero la última vez que hice algo así con ella las cosas no terminaron tan bien.

—Está bien, Lens, te llamaré en la noche —doblé la esquina y pude ver la entrada de mi casa a lo lejos.

¿Cómo me dijiste?

Me estacioné adentro y apagué el motor.

—¿Lens? ¿Por qué? ¿No te gusta que te digan así? —pregunté algo asustado, pensando que la había cagado.

No obstante, me tranquilicé al escuchar su ligera risa, y no era por ser soberbio ni nada de eso, pero podía jurar que le alegré el día.

Hasta ahora nadie me ha dicho así...

—¿Eso me hace el primero? —inquirí, esta vez divertido. Seguía sentado en el asiento del piloto conversando con ella por el bluetooth del coche y la verdad es que no quería bajarme. 

Debo irme, Harry —dijo después de una risa sincera.

—Adiós, Lens.

***

N/a: Harry diciéndole Lens a Lena MY HEART.

Nuevo capítulo! espero que les guste, estaré esperando sus votos y comentarios como siempre :) ya va agarrando más interés esta historia y para que sepan... tenemos para laaaargo rato jiji

Saludos, los amooo mil gracias por leer :D






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Esta es la segunda parte de London Love, si no la has leído aún, la puedes encontrar en mi perfil