《Dibujo de Multimedia hecha por 'lillovingsoul' en Tumblr》
《Escrito originalmente por 'apricotzel'》
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Debió haber sido él.
Eso es lo que pensó Charles mientras golpeaba su cuerpo contra la puerta de la cápsula de escape una y otra vez. No sabía lo que estaba tratando de lograr, mirando hacia atrás. Abre la puerta, ¿y qué? ¿Ser absorbido por el descuidado y destructivo vacío del espacio? En ese momento, sin embargo, no le importó.
Solo quería llegar a Henry.
Entonces Charles golpeó sus puños una y otra vez contra la ventana de la puerta, chillando, rogando que Henry volviera a casa.
"Henry, por favor, Henry!" Charles chilló en el micrófono, la voz se volvió ronca. "¡Tiene que haber otra cápsula de escape, por favor Henry, sal de allí!"
En la estación espacial de Toppat, Henry simplemente se quedó allí. Calmado como siempre. Charles apenas podía verlo. Si Charles no hubiera estado mirando a Henry desde que lo lanzó la cápsula, estaba seguro de que podría verlo.
Charles no podía decir si estaba llorando, ni siquiera estaba seguro de si Henry lo haría . Sabía que Henry estaba sonriendo. Ese era el tipo de persona que era Henry. Del tipo estúpido y abnegado, que empujó a Charles a escapar mientras se enfrentaba al miembro del Clan Toppat.
Charles vio débilmente a Henry moverse, levantando una mano para activar el micrófono y hablar con Charles. Su voz era rasposa y débil después de no usarla tanto. Al principio, Charles ni siquiera podía procesar lo que había dicho.
"Te am-"
Henry no llegó a terminar. La explosión brillante y vibrante fue cegadora cuando la estación espacial de metal colapsó sobre sí misma. La línea se quedó en silencio.
Charles se sintió débil y cayó al suelo. Todo su cuerpo estaba temblando, tratando de procesar lo que había sucedido. Ni siquiera se dio cuenta de que había estado gritando hasta que su voz se quebró y tuvo que jadear por aire.
Su mente zumbaba mientras trataba de procesar lo que acababa de suceder. Henry estaba muerto. Ido. ¿Así? Después de todo eso, ¿se fue?
Charles no dejó de temblar, ni siquiera cuando aterrizó con dureza, ni siquiera cuando lo arrastraron de regreso al campamento.
"¿Qué pasa?" El general había preguntado. Charles dejó escapar una risa áspera. ¿Cómo se suponía que iba a responder?
En algún momento, había comenzado a llorar, ahora era consciente de las lágrimas que salían lentamente de sus ojos y bajaban por las huellas de lágrimas previamente secas. Miró gentilmente hacia el rostro del hombre preocupado.
"Henry no estaba con él", dijo la persona que lo había acompañado a la tienda del general.
El rostro del general Galeforce cayó ante esto. Hizo una pausa, sin saber qué hacer.
"Ah, bueno, uhm", cruzó la habitación para poner sus manos suavemente sobre los hombros de Charles.
Antes de que pudiera decir nada, Charles lo interrumpió.
"Tenemos que volver por él", dijo Charles, encogiéndose de hombros de las manos del general y abrazándose a sí mismo.
"¿V-Volver? La estación espacial fue destruida, ¿volver a por qué? Preguntó el General, confundido.
"¿Me estás tomando el pelo?" Charles preguntó, olvidando con quién estaba hablando, "¡Ese 'por qué es Henry Stickmin ! ¿Crees que está ... muerto?" Él exclamó.
"Charlie, sé que le tenías mucho cariño a Henry, pero nadie podría haber sobrevivido a eso".
Charles se erizó y, por un segundo, se enfadó. Estaba tan molesto. Todo lo que Charles quería hacer era gritar de nuevo, gritar y arrojar algo. Henry no estaba muerto. No podría estarlo. No había forma de que su Henry, su Henry se hubiera ido. No permitiría que eso sucediera; no conocían a Henry como él. Henry no lo dejaría así, nunca.
Respiró hondo, todo el calor de la ira abandonó su cuerpo tan rápido que se sintió mareado. Sus hombros se desploman, tratando de recordar que este era el General, estaba en el ejército, y era mejor que llorar solo porque alguien no lo escuchaba.
"No puede haberse ido", dijo, con un tono más derrotado que nunca. "Él es Henry. Siempre vuelve ".
"Lo siento, hijo", dijo el general, "pero no vuelves de algo así".
Charles no fue a ninguna misión después de eso. No renunció exactamente, por decirlo así, pero se quedó solo. No fue llamado a recoger a nadie; no tocó un helicóptero durante meses. Era como si el mundo entero estuviera esperando con la respiración contenida, tenso por ver qué haría.
No era un secreto que Charles apreciaba a Henry. Era muy aficionado. Pero nadie supo exactamente cuánto hasta que Henry se fue, ni siquiera Charles.
Charles no fue al funeral de Henry. Henry no estaba muerto. Charles lo sabía, incluso si nadie más lo sabía.
Sin embargo, visitó su tumba. Al amanecer y al atardecer, se sentaba junto a la tumba de Henry y miraba desde el acantilado.
"Vamos a traerte de vuelta, ¿sabes? Te traeré de vuelta. Pueden tratar de enterrarte o darte tantos monumentos conmemorativos como quieran ", dijo Charles, apoyándose contra la tumba de Henry como solía apoyarse contra Henry.
"Pero te conozco mejor que nadie. No solo voy a hacerlo," Charles hizo una pausa, su garganta se sentía ahogada. Miró la piedra lisa e indiferente. Suavemente colocó su mano sobre la hierba junto a él.
Cerrando los ojos, deseó que su cerebro imaginara. Imagínese, sólo por un segundo, que su mano descansaba sobre la de Henry. Imagínese, sólo por un segundo, que el calor del sol fuera el calor de Henry sentado a su lado. Y Henry dejaba que Charles se apoyara en él, y él se apoyaba en Charles, los dos sentados en el acantilado mientras el sol bañaba la tierra en un tono dorado. Que el suave viento que agitaba el cabello de Charles fue el aliento de Henry cuando se inclinó un poco más cerca. Solo ellos y el resto del mundo simplemente existiendo en ese momento.
La mano de Charles se cerró en un puño, arrancando briznas de hierba fresca. El calor se había ido, dejando a Charles solo.
"No voy a renunciar a ti", finalizó Charles, con la voz quebrada. "Siempre he estado ahí para ti. Siempre te he apoyado. Eso no va a cambiar ahora. Incluso si tengo que destrozar el espacio estrella a estrella, te juro que te recuperaré ".
Charles abrió los ojos y se dispuso a levantarse. Se levantó y miró una vez más al océano. Por un segundo, la soledad lo golpeó con tanta fuerza que sintió como si estuviera atrapado en una marejada, la realidad amenazaba con filtrarse y quitarle todo lo que sabía. Quizás Henry estaba muerto. Tal vez no había forma de recuperarlo, y tal vez solo necesitaba seguir adelante.
Cayó de rodillas de nuevo, chocando contra la lápida. Se acurrucó sobre sí mismo, con la respiración acelerada. Hizo un puño con su mano, apretando sus uñas en su palma mientras sus ojos se volvían vidriosos, y todo se volvió borroso con lágrimas no derramadas.
Se apoyó de nuevo contra la tumba, esta vez más pesadamente. Parpadeó y las lágrimas rodaron suavemente por su rostro. El sol se había puesto; no hubo más calor. El frío de la piedra comenzó a infiltrarse en su cuerpo donde estaba tocando la lápida. Lo dejó.
Todo lo que perdura.
Cerró los ojos con fuerza, tratando desesperadamente de reimaginar la escena que tenía antes. Pero la falta de sol hizo que no sintiera ninguna presencia. Todo estaba frío. Frío como el hielo. Frío, como un espacio donde no puedes respirar, y el estruendo de las explosiones llena tus oídos y ...
Lloró sobre la tumba de Henry durante mucho tiempo.
Charles no podía soportar mirar las estrellas. No después de lo que le quitaron. Henry solía amar las estrellas. Arrastraba a Charles en la oscuridad de la noche para mirarlos. Charles estaría medio dormido y se frotaría los ojos somnolientos mientras Henry señalaba un montón de estrellas, etiquetando qué eran constelaciones. Charles estaba convencido de que había inventado algunos de ellos. Cuando Charles no podía seguir las estrellas a las que apuntaba Henry, ellos tomaban su mano con entusiasmo y señalaban cada estrella por turno antes de volverse para sonreír a Charles, como si lo supieran todo y él no. Esa estúpida y engreída sonrisa.
Henry nunca necesitó saber que Charles siempre había visto a qué estrellas apuntaban. Tal vez fue la forma en que Henry le sonrió, o la forma en que la luna brillaba en su cabello blanco, o la forma en que las estrellas se reflejaban perfectamente en los ojos de Henry, o la forma en que su respiración se agitaba cada vez que Charles se apoyaba en él, o la forma en que lo haría. Arrastra a Charles de su muñeca y darle la vuelta y sonreír tan alegremente, pero esas noches eran siempre las más cálidas y felices.
Ya no lo serían.
Charles estaba soñando. Él lo sabía. La última vez que Charles había sabido era que estaba apoyado contra la tumba de Henry. Ahora, estaba en una cama mucho más cómoda que cualquier otra que hubiera conocido.
Abrió los ojos con pereza, sintiendo los párpados como pesas. Era temprano todavía o tarde. No lo habría sabido. Se sentó, desorientado.
La angustia se construyó en él. Estaba molesto, pero no podía precisar por qué. Se sentó, encontrando la cama demasiado grande para una sola persona. Algo andaba mal; algo no estaba bien con lo que estaba pasando. Se sentía tan ... fuera de lugar.
Balanceando las piernas del costado de la cama, caminó por fríos pisos de madera dura mientras deambulaba por la casa. Había largos pasillos, habitaciones vacías. Hacía frío ... no era su casa. Bueno, lo fue, ¿quién más podría ser? Sin embargo, no podía evitar la sensación de que se suponía que no debía estar aquí. Estaba en un sueño o algo parecido. Tenía que serlo.
Un ruido suave lo alertó desde el pasillo en el que se encontraba actualmente. Cada parte de él estaba al borde en este punto, estando en un lugar extraño sin recordar cómo llegó allí. Caminó en silencio, con cautela por el pasillo, mirando a la vuelta de la esquina.
El corazón le subió a la garganta. Una forma demasiado familiar estaba de pie en la cocina, moviendo ollas y sartenes mientras cocinaba algo. Eso no estuvo bien. Por lo que recordaba Charles, no sabían cocinar.
Sus brazos comenzaron a temblar, luego sus piernas, hasta que se apoyó desesperadamente en el marco de la puerta.
"¿Henry?" Charles gruñó, los ojos ardiendo.
Henry se dio la vuelta con indiferencia, con una expresión de sorpresa en su rostro.
"Te levantaste temprano", señaló Henry, "¿Qué pasa?"
Antes de que pudiera terminar, Charles se abalanzó sobre él a toda velocidad, casi derribando al hombre más bajo, y desesperadamente envolvió sus brazos alrededor de Henry. Tomó su calidez, la sensación de los latidos de su corazón contra los suyos, la forma en que Henry tartamudeaba sorprendido contra el cuello de Charles. Olían diferente, demasiado a menta, demasiado poco a petricor.
Charles abrió la boca, un millón de preguntas esperando ser respondidas, pero lo único que pudo decir fue: "Te amo. te amo. Te amo."
"Yo también te amo", dijo Henry. Su voz era tranquila, baja. Charles tardó un minuto en procesar antes de darse cuenta de que Henry había dicho algo.
Dejó ir a Henry para facilitarle la comunicación.
"Henry, tuve un sueño terrible, terrible, te habías ido, estabas muerto, moriste en la estación espacial de Toppat. No pude salvarte, no fue justo, no fue justo , me empujaste a la cápsula de escape, y luego todo explotó, y seguí diciendo que no estabas muerta y que nadie me creería y que debería haber sido yo y ...
Henry interrumpió a Charles cuando le agarraron las manos. Miró a Henry a los ojos y comprendió. Charles entendió mucho entonces y no lo recordaría todo cuando se despertó. Pero miró a Henry y lo supo.
Henry Stickmin no volvería.
"Nos dejaste", finalizó Charles. No había ninguna rabia en su voz. Fue suave y triste. "Me dejaste."
Henry tuvo el descaro de parecer culpable.
La luz del sol brillante hizo que los ojos de Charles se abrieran. Estaba incómodo, por decir lo menos. Quedarse dormido contra una superficie fría y dura le producía dolor, y hacía una mueca de dolor cada vez que giraba el cuello en sentido contrario. Era consciente de la falta de calidez donde había estado Henry en su sueño. Hizo una pausa, fingiendo que el sol era el calor de su cuerpo y se acurrucó sobre sí mismo para preservarlo.
Todo lo que perdura.
Luego se sentó y se estiró suavemente.
"Buenos días, Henry", dijo inconscientemente. Su voz sonaba débil, incluso para él.
Hueco.
Se puso de rodillas, con ganas de levantarse. El general ya estaría preocupado. Estuvo fuera toda la noche. Sin embargo, cuando el sol salió lentamente, Charles no sintió nada más que una amarga aceptación. Tal vez le tomó meses y un sueño de Henry literalmente para contárselo, pero finalmente se había enterado de que no había una misión de rescate. Simplemente no había nada que rescatar. Henry estaba muerto.
Y eso no era algo a lo que pudiera volver. No era algo que pudiera aceptar o simplemente dormir, porque había amado a Henry. Ahora lo sabía. Había amado a Henry y lo había perdido con la misma rapidez.
Podría quedarse aquí un tiempo más.
Solo él y el resto del mundo simplemente desaparecen.
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