FIREWORK DOLL「 Amajiki✘OC」

By HalynnKei

159K 17.6K 7.6K

La hija de Endeavor, Hanabi, porta un quirk problemático: conserva y roba la energía vital de otras personas... More

Prólogo
OC - Todoroki Hanabi
Capítulo 1 - Festival deportivo
Capítulo 2 - La verdadera Hanabi-san
Capítulo 3 - Ser especial
Capítulo 4 - No está muerto
Capítulo 5 - Mi final
Capítulo 6 - Mi comienzo
Capítulo 7 - Ser tu compañero
Capítulo 8 - Un sentimiento extraño
OC. 2 - Satō Hideki
Capítulo 9 - Dormir para siempre
Capítulo 10 - Fuegos artificiales
Capítulo 11 - Príncipe
Capítulo 12 - Esa cabeza roja
Capítulo 13 - Mi confesión
Capítulo 14 - Una sonrisa melancólica
Capítulo 15 - Shoto me odia
Capítulo 16 - La familia Todoroki
Capítulo 17 - Endeavor
Capítulo 18 - Examen profesional de héroes
Capítulo 19 - Tamaki, este es el momento
OC. 3 - Toraberu Yuudai
Capítulo 20 - El final de nuestra historia
Capítulo 21 - Cambiar el futuro
Capítulo 22 - La graduación de la U.A.
Capítulo 23 - ¿Dabi o Tamaki?
Capítulo 24 - Lidia con la culpa
Capítulo 25 - Pirómano
Capítulo 26 - Asesina
OC. 4 - Rachel Yale
Capítulo 27 - Regalo de cumpleaños
Capítulo 28 - Firework Doll
subordinate ♟doll
Capítulo 29 - Mi padre
Capítulo 30 - Mi madre
Capítulo 31 - Mi forma de quererte
Capítulo 32 - Puedo hacerlo feliz
Capítulo 33 - Caníbal
Capítulo 16.5 - ¿La novia de mi hermano?
Capítulo 34 - El vencedor
Capítulo 35 - Orden final
Capítulo 37 - Festival deportivo, otra vez
Capítulo 38 - Traidor
Capítulo 39 - Desenlace
Capítulo 40 - Te condeno
Capítulo 41.1 - Final
Capítulo 41.2 - Final
Epílogo
¡Gracias!

Capítulo 36 - Hacerlo imposible

1.1K 164 71
By HalynnKei

AMAJIKI TAMAKI

Racconto.

''Vas a matar a Tamaki, con tu don, a la cuenta de tres... Uno...''

Cuando vi su rostro inexpresivo, sin poder apreciar mi reflejo en sus opacas pupilas grises, pensé en la desesperación que estaba sintiendo, atrapada dentro de ese cuerpo. 

''Dos...''

Hanabi... Lo que más me iba a doler de morir, es que no iba a ser capaz de protegerte después de eso. Además... seguramente vivirías con la idea de que fuiste tú la culpable de mi deceso. 

''Tres...''

Apenas su desquiciada voz contó hasta tres, Hanabi usó su poder conmigo. Sentí cómo su delicada palma se posaba en mi mejilla, comenzando a absorber mi energía. En realidad, para ser franco, la idea de morir en sus manos, de manera indolora, no era algo tan malo. 

Quise sonreír hacia ella por última vez, pero no sabía cómo lo interpretaría. Cerré mis ojos lentamente, ante un sueño profundo que me inundaba.

¡¡Bang!!

No creí que algo cambiaría el destino a último minuto.

El sonido del disparo no solo era susceptible de escucharse a muchos metros de distancia, sino que también hacía vibrar la piel, liberaba un calor y un olor inconfundible a pólvora. Cerré mis ojos casi completamente, y solo podía ver mis cortas pestañas.

''¡¡AHHHGH!! ¡¡Detente!!''

Hanabi separó la mano de mi cabeza y caí desfallecido sobre el suelo húmedo del hielo que iba derritiéndose. Mi padre había comenzado a gritar histéricamente... O eso creo... Mis oídos estaban algo tapados, y tan solo podía escuchar un leve pitido producto del arma que se había disparado. 

¿Acaso le habían disparado a él?

No lo sé... tengo... tanto sueño...

''¡¡¿De dónde ha venido ese puto disparo?!! ¡¡Maldición!! ¡¡¿De dónde?!! ¡¿Es la policía?! ¡¡¿Me han encontrado?!! ¡¡Mierda!! ¡¡No voy a volver a ese sitio!! ¡¡No voy a volver a la puta cárcel!!''

Su voz mutó hasta gruñir en un rugido.

''Vámonos de aquí, niña, estoy perdiendo la paciencia''.

Hanabi se colocó de pie en pos de cumplir la orden. Mi padre avanzó haciendo retumbar con sus pisadas el suelo, sobre el cual posaba mi rostro fatigado.

Se marcharon de casa, y yo no podía levantar mis extremidades. No tenía fuerzas para pestañear, tenía demasiado sueño.

Vi el cuerpo ensangrentado de Twinge a lo lejos.

Agudicé un poco mi vista. Ella tenía un arma formada en su mano izquierda. Seguramente había disparado hacia cualquier parte, buscando alterar a mi padre, lo cual le obligó a dar una orden al aire...

Ella había detenido a Hanabi de usar su don sobre mí. En vastas palabras, me había salvado la vida.

Moví uno de mis dedos. ¿O no lo hice?

En mi mente los había movido, pero mis ojos no veían que se movieran.

Tengo que ir... hacia ella... Aunque fuera arrastrándome... no puedo dormirme...

Me concentré lo suficiente como para no perder la consciencia. Debía usar mi don... sí, debo sacar las pocas energías de algún animal dentro de mi cuerpo. Tengo que caminar hacia Twinge y detener su sangrado. También debo ir donde Rei-san y corroborar si estaba viva.

Tengo que...

Me moví por el suelo, cayendo múltiples veces rendido al límite del cansancio. Sabía que durmiendo podría recuperarme, pero la vida de Twinge y Rei-san jamás las podría recuperar si me permitía dormir.

Llegué hasta el cuerpo ensangrentado de Twinge y caí sobre él. La pequeña chica aún seguía respirando débilmente, con pesadez y claros signos de que moriría dentro de poco.

No te duermas, Tamaki, tienes que salvarla...

Tienes...

...

...

''Suneater'', escuché en medio de mi somnolencia una voz llamar mi nombre de héroe. ''Perdóname... Tamaki... fue mi culpa... yo traje a ese hombre...''

Twinge se oía realmente débil. Yo apenas podía procesar las palabras que me decía.

Rodeé su espalda con mi brazo en el suelo, mientras ella temblaba de dolor. Quien tenía que disculparse era yo, por no ser capaz de salvarla.

''No... No te disculpes''. Cerré mis ojos rendido.  ''T-tú me salvaste...''

De pronto comenzó a reír decaída.

''No puedo creer... que tuviese tanto miedo de unos truenos... Creo que morir luego de haber sido parcialmente devorada... es mil veces peor...''

Cerré mis ojos, y percibí cómo su cuerpo se sacudía sutilmente producto de su pequeña risa irónica.

''Gracias... por abrazarme... en mis peores miedos...''

No creí que mi primera compañera en mi carrera de héroe moriría en mis brazos. Terminé por dejar caer mi cabeza por completo en el piso, ya que no podía seguir consciente por mucho que me esforzara. Con suerte tenía las fuerzas de mantener los párpados alzados.

Pero la puerta a mis espaldas se abrió de golpe. Luego de eso no sé qué más pasó, hasta que me volví a despertar.


''¿Amajiki?''

Me desperté de un sobre-salto dentro de la agencia de Endeavor. A mi lado se encontraba Toraberu, quien lucía algo asustado. Me senté con la mente un tanto perdida, recordando de pronto lo que habían visto mis ojos antes de perder la consciencia.

''Lo siento tanto... Llegamos tarde... ese villano se llevó a Todoroki... ¡No tiene sentido! ¡Yo debí haber estado allí! ¡¡Me pude haber teletransportado en un segundo!! ¡¡Pero estábamos con Mirio ocupados, porque Eri-chan... ella usó su don y-!!''.

''¿C-cómo están... Rei-san y Twinge...?'' interrumpí algo confundido al recibir tanta información de golpe.

Detuvo su ataque de ansiedad ante mi pregunta.

''E-están graves, pero creo que fuera de riesgo vital. Con Togata llegamos a tiempo, respecto a ellas... Dios, ellas tuvieron demasiada suerte contra tu padre... Perdón pero... realmente es un monstruo''.

''¿Mirio?'' pregunté con asombro.

''Ah... sí, Togata recuperó su quirk gracias a Eri-chan''.

¿Eri-chan había logrado controlar su quirk?, eso era una excelente noticia.

Suspiré aliviado.

Pero no había nada de que estar aliviado. Mi padre, ese hombre, era casi invencible.

Casi.

Sabía que no podíamos vencerlo sin correr el riesgo.

Recordé sus palabras contándonos sobre su plan.

''Le dije, que si colaboraba conmigo... Que si mataba a mi hijo, y me traía de rehén a la pequeña Endeavor, le recompensaría con el poder más interesante que pudiera ingerir. El de All Might''.

Gracias a ese recuerdo, me di cuenta de algo.

''Ese tipo va a invadir la U.A. hoy...''.

''¡¿Qué?!''.

Mis predicciones eran algo precipitadas, pero debíamos preparar un ataque infalible en contra de ese villano si queríamos evitar que alguien muriera por su culpa.

¿Qué haría con Hanabi?. Mi corazón pretendía ignorar por el momento que estaba roto. Ignorar que habían vuelto a capturarla y ella seguiría sufriendo. Pero...

Pero...

''Toraberu, tengo que eliminar a mi padre''. Pronuncié volviendo a atemorizarme por la cantidad de dones que manifestaba en su cuerpo. ''Él es mi responsabilidad''.

''¿E-eliminarlo? ¿Pero cómo harás eso, Amajiki?, creo que eso es...''

''Con un plan todo saldrá bien... de todas formas, te necesito en él, si no... Ciertamente será imposible de lograr''.

''... Yo... Bueno... ¿para qué están los side-kicks?''.

A pesar que no lucía lo suficientemente convencido, con vasto temor de enfrentarse a alguien del nivel de All for One, e incluso con un plan que desconocía, Toraberu aceptó ayudarme.

''Primero, tenemos que ir a la playa...''

Presente

Mis dedos se movieron primero, en un pequeño espasmo que me permitió despertar el cerebro. Me sentía absolutamente mareado y abrumado.  El asunto empeoró cuando abrí mis ojos torpemente y una luz blanca me azotó la cara.

No sabía dónde estaba, pero me tomó unos cuantos segundos percatarme de que no estaba respirando por mi cuenta.

Mi mano se movió bruscamente contra mi garganta. Tenía un tubo entrándome por la faringe, que me estaba empujando aire a los pulmones. Eso podía desesperar a cualquiera al tan solo despertar, pero dentro de poco me obligué a calmarme para analizar mi entorno.

Estaba en una ambulancia, pero todos los enfermeros y héroes presentes estaban dormidos.

Aparentemente el plan de la Liga había comenzado.

''¿No dijiste que era extremadamente venenoso?, Amajiki... si consumes un animal peligroso es posible que no sobrevivas...''

Si hay algo que le agradecía al océano pacífico que bañaba las costas de Japón, era la variedad de seres vivos que podían ayudarme a generar un plan perfecto. 

Es cierto, el veneno me iba a destrozar por dentro en unos pocos minutos, pero si ingería otros animales marinos resistentes que pudiesen contrarrestar el envenenamiento, mi cuerpo estaría bien al cabo de una hora o un poco más.

Aunque claramente estaba debilitado, y eso me privaría del uso correcto de mi don. La mejor opción era recuperarme, volver a estirarme en la camilla y dormir profundamente con el respirador conectado...

Pero si el resto a mi alrededor estaba inconsciente, eso significaba que estaban utilizando a Hanabi.

No podía permitirlo.

Desenchufé la máquina que estaba proveyendo de oxígeno mis pulmones, y procedí a quitarme el aparato que conectaba con la tráquea, lentamente, esperando no dañarme la garganta.

Una vez fuera, comencé a toser cubriéndome la boca.

Ciertamente, mi respiración por mi cuenta se tornaba más pesada producto del veneno de ese pulpo.

Me coloqué de pie y tomé el pulso de los paramédicos, esperando no encontrarlos muertos.

—Oh... Estáis viv-

Intenté hablar pero la garganta me raspó furiosamente. Volví a carraspear.

Bajé lentamente de la ambulancia observando el desastre que se había montado hasta el final de la batalla. Incluso Enji-san estaba en el suelo boca abajo, ante al poder frenético de Hanabi que absorbía la vitalidad de todos. 

Un fuego artificial a mis espaldas llamó rápidamente mi atención.

Podía observar que producto del uso excesivo de su don, estaba quitando la vitalidad de las personas muy lentamente, pero aún existía la posibilidad de que los matara a todos si este plan se prolongaba un par de minutos más.

En lo que a mí respecta, ella no podía quitarme energía mientras estaba inconsciente, por ello no capturó mi presencia cerca de ella y no utilizó su don conmigo.

Los árboles de la U.S.J, o al menos la gran mayoría, estaban envueltos en llamas azules. 

Mis dedos intentaron formar un mísero tentáculo, o cualquier otro material que pudiera usar para defenderme, pero mis células de dones no reaccionaron ante mis órdenes.

En este estado no podía combatir contra nadie... El veneno había dañado gran parte de mi organismo, haciendo que éste solo se concentrara en regenerar células y curarme por dentro. 

Aún así, debía ir donde Hanabi...

Caminé intentando cubrirme del humo que se generaba producto del incendio. No sabía cómo iba a cruzar esas llamas para finalmente alcanzarla. 

Las flamas eran más altas que los mismos edificios de las residencias de la U.A. 

Dabi. Probablemente se trate de él.

En el camino, procuré ignorar los cuerpos que permanecían derrotados, pero una chica en especial llamó mi atención cerca de los dormitorios de la clase 1-A. 

Eri-chan... 

Ella debía estar muy enferma luego de usar su don con Mirio, y aún así, parecía haber corrido hasta los dormitorios de primer año. 

Seguramente, preocupada por Midoriya. 

Ahora estaba tirada en el suelo producto del don de Hanabi. 

Estaba demasiado cerca del incendio, como para seguir mi trayecto y dejarla ahí tirada.

''Someterla a cualquier proceso y hacer un experimento para utilizar su don, es lo mismo que hizo Chisaki con ella. ¿Pretendes que nos convirtamos en su nuevo Overhaul?''

Recordé las palabras que me dirigió Mirio la última vez que hablamos.

—Lo siento tanto, Eri-chan, jamás quise dañarte... —intenté tomarla en brazos con las pocas fuerzas que me quedaban, para alejarla de las llamas.

DABI

Keigo cayó a mis espaldas sosteniéndose del pecho.

—¡¡Q-qué es esto!! N-no puedo colocarme d-de pie... —gritó el pajarraco endeble.

Hanabi había iniciado el cumplimiento de su orden final, para robar la energía de las personas dentro de la ciudad. Según sus recuerdos del futuro, demoraría cerca de cinco minutos en explotar producto de ello.

Era tiempo suficiente para matar a Shigaraki. 

Comencé extendiendo mis llamas por los árboles de nuestro alrededor, creando una barrera que evitara que otros villanos se uniesen a la pelea.

—Claro, la orden fue hacer dormir a todos, menos a los villanos, y eso es lo que sigues siendo —obvió el cara de muerto.

—Gracias —respondí con dureza.

Pensé en la cantidad de héroes rezagados que morirían hoy gracias al sueño en el que se estaban sumiendo. Hasta el más fuerte de ellos permanecería inmóvil agotado en la tierra, no había otro desenlace.

Era una purga perfecta.

Pero no tenía por qué importarme, solo debía burlar los objetivos de este idiota en particular.

—¿Crees que puedes ganarnos a ambos? —se notaba que bajo su característica mano embalsamada estaba sonriéndome—, veo que tu compañero pájaro no puede mover un solo dedo para ayudarte.

Aquel que está dispuesto a dar su vida por ganar, siempre lleva la ventaja. Sé que él no se permitiría morir y, por eso, tenía algo más que cuidar.

Un portal morado se abrió bajo mis pies, queriendo hacerme caer al vacío. Di un salto hacia atrás y localicé mis llamas hacia Shigaraki, el cual las esquivó avanzando por el suelo hasta intentar tocarme.

Tenía que evitar aquel contacto si quería mantener mi cuerpo íntegro.

—¿Vas a proteger a alguien que te abandonó? —preguntó de pronto—, ¡¿Y boicotear a quien quiso brindarte un sitio después de que lo perdieses todo?!

Creo que la respuesta estaba clara.

—Nunca lo perdí todo. Siempre tuve mi sed de venganza conmigo. La rabia puede ser más fructífera que la esperanza. Mira nada más, hasta dónde he llegado gracias a ella.

—Dabi, maldito sea el día en que Giran te trajo con nosotros. Eres fácil de hacerte odiar.

''Te odio... Realmente te odio por traerme aquí...'' Las palabras de mi hermana vinieron a mi mente.

—Lo sé —sonreí nuevamente, acercándome con mis manos abrasadas de llamas azules.

Un golpe directo le haría moverse lejos de mí, y lo que es más importante, lo obligaría a distraerse.

Hanabi no resistiría mucho tiempo más. Ahondé dentro de mi bolsillo y encontré el arma perfecta.

''¿Quieres un arma para esto? ¿Quieres que la policía le brinde un arma a un criminal? ¿Y luego qué? ¿Que bailen en círculo? ¿Qué más quieres? ¿Un banquete de ave?''

Se suponía que esas palabras de Hawks eran graciosas porque él era un ave.

''Tranquilo, Hawks... mis balas no matarán a nadie''. Le dije para que me la entregaran

Shigaraki debió haber ponderado mucho antes mis actos. No se dio cuenta que iba traicionándolo desde un principio. A mí nunca me interesó seguirle como un perro faldero, a él ni a nadie.

La liga nunca me importó en lo absoluto.

—Qué estás haciendo ahora, ¿crees que te permitiré hacer algo impredecible? —preguntó el líder de los idiotas.

Sentir que podía destrozar sus expectativas en su propia cara, me hacía sonreír como nada más en este mundo. Creo que los locos se contentan con poco.

Una muralla de fuego que no pudiera controlar, iba a debilitar mi cuerpo notoriamente, sobre calentando mis entrañas hasta el punto de hacerme respirar mi propio humo.

Pero de otra forma, sería fácil para Kurogiri verme a través de ella, y abrir un portal para Shigaraki. Por eso mi muralla debía ser lo suficientemente alta.

Apunté el arma de fuego hacia Hanabi, con la intención de dispararle.

—Debiste haberle confiado estas balas, a otro aliado. Idioooooooota. 

—¡¡K-Kurogiri!! ¡¡e-esas son!!

Formé la muralla de fuego directo hacia el cielo. Tosí fuertemente por el impacto dentro de mí y recordé cuando fui un niño y me prendí en llamas.

''Padre, déjame mostrarme mi poder especial... ¡Verás que soy poderoso y puedo vencer a All Might!''.

Mis manos vibraron cuando la pistola echó fuego.

Hanabi rápidamente fue impactada con ella.

Lo logré.

La pelirroja cayó sobre sus rodillas y se deslizó por el globo de la U.S.J.

—¡Maldición, qué has hecho! —gritó Shigaraki sin poder verme, producto de la muralla de fuego que nos separaba.

Volví a toser adolorido y caminé hacia Hanabi entre las llamas que yo mismo formé.

—Idiota —susurré sin poder emitir voz alguna—, es obvio que jamás podría ganarte yo solo...

Entre las opciones estaban, para despertar a un sujeto del Subordinate Doll:

Matar al portador 

Cumplir la orden final

Hacer imposible la orden final


Y no puedes cumplir la orden final si no tienes don, Hanabi, ¿verdad?

—¡¡Kurogiri!! ¡¡Este imbécil tenía las balas de Shie Hassakai! ¡¡Él borró el don de esta mocosa para siempre!!

Iba a escoger la opción tres hasta el último momento de mi vida.

Hanabi estaba boca abajo sobre el pastizal, y muchas llamas amenazaban por cubrirla por completo. 

Ponderé que mi hermana se había hecho un gran daño cayendo desde el techo del prominente establecimiento. Aún así, casi no teníamos tiempo, Kurogiri no tardaría mucho en calmar a Shigaraki y hacer que atravesara las llamas por medio de un portal.

—Hanabi, levántate —le dije agarrando su antebrazo, pero no reaccionó en lo absoluto.

¿Estaba realmente despierta?

Si su orden se había vuelto imposible, debía despertar de la hipnosis. Maldición, es así como debía ser.

¡¡Hanabi, levántate!!

—... —levantó la cabeza aturdida—, no puedo levantarme, padre, no puedo... ¡No puedo levantarme!

Me fruncí ante ella algo desconcertado.

—¿Me estás tomando por Enji? ¿Te pasa algo en la cabeza? ¿Te la golpeaste al caer?

Probablemente lo había hecho, pero esa mirada de desesperación y locura, era algo distinto a una alteración cognitiva. Parece que haber estado sumida en ese estado durante tanto tiempo, presenciando todo tipo de cosas, y además siendo abusada psicológicamente por estos idiotas, le habían costado la cordura.

—¿Estoy soñando?

—¡¡No estás soñando!! ¡¡Estúpida!!

Me hinqué frente a ella y la obligué a subirse sobre mí a cuestas. Se aferró a mi cuello como una niña pequeña, y avancé dificultosamente a través de las llamas.

Tosí y al exhalar me percaté de que emitía un humo azabache en lugar de aliento.

Pensé en Hawks al cual dejé atrás, pero sabía que mis llamas lo ocultarían hasta que pudiese despertar. Ahora que Hanabi había abandonado su orden final, el resto de héroes podría recobrar la consciencia dentro de poco.

Me caí sobre mis rodillas llevándola encima. Avanzaba tan lento, que de seguro ese par de inútiles lograrían alcanzarme. Si lo hacían, nos matarían a ambos.

Tenía la esperanza de volver a donde yacían los héroes profesionales, justo al frente de los dormitorios de los de primer año... Pero estaba llegando a mi límite y ya casi no podía avanzar.

—¿Estoy despierta? —preguntó Hanabi en mi oido, clavando sus uñas en mi cuello. Su cuerpo vibraba de nerviosismo—. ¿Por qué? ¿No se suponía que... debía morir?

Volví a suspirar dejando salir el humo dentro de mí, intentando colocarme de pie con ella encima. El pastizal había ensuciado mis rodillas y seguro me había raspado parte de mi piel sana.

A juzgar por el tono de su voz, no estaba tan lastimada ni agotada.

Si tan solo ella caminara...

La dejé caer al suelo intentando no ser demasiado descuidado.

—Hanabi, necesito que camines... Vámonos...

—No quiero...

—¡¡Maldita mocosa!! ¡¡Si viene Shigaraki va a descomponer tu cabeza hasta matarte!!

Pero ella no movió ningún solo dedo para colaborar.

—Eso sería malo... No quiero que Shigaraki me mate...

—¡Claro que lo sería, Hanabi! ¡Camina!

—Dabi... —al parecer podía reconocerme—, mátame tú...

Su mirada estaba fija en la mía, pero sin brillo alguno. Parecía que aún era una muñeca, pero sin embargo tenía voluntad y sus ojos eran verdes otra vez. Lo que no tenía, era espíritu. Se lo habían arrebatado.

—Qué mierda estás diciendo.

—Quiero... morir... —volvió a acostar su cabeza en el pastizal sin siquiera tener una mínima intención de levantarse.

Tenía que obligarla por las malas. 

Esta devastación era inmensa y sabía que nadie se atrevería a atravesarla para llegar hasta nosotros.

Si no la llevaba todos esos metros que quedaban de camino hacia los dormitorios, nadie más lo haría.

Agarré nuevamente su brazo y tiré de él, gastando las pocas fuerzas que me restaban. 

—Levántate maldita idiota... —comencé a perder los estribos—, ¡¡¿Qué eres, IMBÉCIL?!! ¡¡LEVÁNTATE AHORA!!

—Déjala en paz.

Alguien habló detrás de mí.

Alguien había atravesado las llamas hasta alcanzarnos. Imposible. Eso no tenía sentido. A juzgar por su traje y su capa, era uno de esos héroes asquerosos.

—Qué... ¿Quién eres? —pregunté al ver que no había ningún pasadizo visible entre medio de este abrasador incendio. Y que además, no tenía ninguna quemadura visible.

—¡Mirio! —Hanabi se colocó de pie al verlo, avanzando por mi lado e incluso chocándome con su cuerpo.

La pelirroja abrazó despavorida al rubio con capa.

—Hana-chan, gracias al cielo, estás bien...

Ese sentimiento de vacío me azotó, al verles abrazarse el uno al otro con tanta familiaridad. Conmigo ella no había querido siquiera mover un solo dedo.

—Oi, ¿es en serio?... —me moví hacia ellos dando un solo paso, pero el rubio me detuvo con un ademán en su mano derecha, mientras abrazaba la cabeza de mi hermana con la izquierda.

—Detente. Dabi, ¿verdad?, no por salvarla en el último momento tienes derecho a que ella te perdone y quiera tenerte cerca, después de todo lo que le has hecho pasar.

Sonreí con un sentimiento especial, que no era felicidad, pero al menos no era el sarcasmo al que estaba acostumbrado.

Tenía razón...

Detuve mis intenciones y me devolví un par de pasos atrás, antes de abrir un sendero entre medio del fuego por el cual pudiesen regresar.

Hanabi se aferró a su amigo ''Mirio'', con el cual caminó agarrada del brazo, sin voltearse una sola vez.

No creí que así sería la forma en que nos despediríamos.

Cerré nuevamente la barrera de fuego detrás de ellos, y me eché en el suelo sin poder verla más. Apenas podía inspirar aire producto del humo del incendio en el bosque y lo dañado que habían quedado mis pulmones después de sobreexigirme.

Conté los segundos en que el portal de Kurogiri se abriría frente a mí.

Sucedió al cabo de unos segundos, y alcé levemente mi cabeza para verlos salir del oscuro violeta. Shigaraki tenía gran parte de su cuello rasguñado y era de esperarse.

—Dabi, maldito sea el día en que te confié las mierdas de balas. Y también en el que acepté seguir tu plan y usé a la mocosa, pensando que tenías ideales más fuertes que una simple hermanitis. Destrozaste mi plan por completo, y me traicionaste una y otra vez.

—Shigaraki Tomura, todavía puedes retractarte.

—Qué pasa Kurogiri —hablé entre medio de un par de carraspeos—, ¿acaso no quieres que Shigaraki me mate?

—¿Matarte? —sonrió quitándose la mano embalsamada de la cara, para mirarme directamente a los ojos—, claro que no... matarte sería liberarte... Tengo otras intenciones contigo.

—Quieres torturarme lentamente hasta que muera, ¿no es así?

No abandoné mi sonrisa, ya no le tenía miedo al dolor físico y, a juzgar por el daño que me había hecho yo mismo para crear las barreras de fuego, no viviría más de una semana incluso si nadie venía a rescatarme.

—Mi maestro me dio este don para vengarme de los héroes, y eso es lo que voy hacer. ''Intento de héroe''.

Me quedé inmóvil intentando descifrar las palabras que me estaba diciendo.

—Me queda una sola hipnosis.

—¡Shigaraki Tomura, eso no será bueno para t- !

—¡Silencio Kurogiri! —gritó exaltado—, ¡¡Me voy a vengar de Dabi y de esa mocosa!! ¡¡Sea cual sea el precio que yo deba pagar!!

Colocó su mano en mi frente, sin la intención de descomponerme.

Me iba a convertir en su muñeco.

—Te voy a usar como tú nos has usado, y seré el primer espectador de ello.

Así es, yo había visto este futuro.

Hanabi no moriría producto de una gran explosión. Se sabe desde un principio, que su poder solo es capaz de matarla desde adentro. Pero así como había calcinado la mitad de su casa, su poder exteriorizado le salvaba la vida.

La forma en que moriría Hanabi en un futuro, sería...

—Matarás a Todoroki Hanabi.

El don de All for One, ''Subordinate doll'', cuyo portador era Shigaraki, era capaz de obligar a una persona a hacer cualquier cosa.

—Mataré a Todoroki Hanabi —repetí en contra de mi voluntad.

Me coloqué de pie adolorido sin poder siquiera quejarme de ello. Era una orden ineludible, y a pesar que mis ojos lo veían todo, ya no podía hablar ni moverme a voluntad.

—Ahora, apaga el incendio.

Moví mi mano y la presioné en un puño para agotar la fuerza de las llamas, sin dejar rastro alguno de ellas.

Caía ceniza del cielo oscuro que albergaba la noche. Algunos golpeteaban mi rostro, y no podía quitármelos de encima.

Solo tenía una gran última orden, antes de morir.

Y era primera vez en muchos años que quería llorar, y no podía.

Por eso le dije a Hanabi que no existía un futuro en que ambos pudiéramos vivir.

Porque debía cumplir mi orden, o hacerla imposible.

Claramente esta vez, la haría imposible, acabando conmigo antes de matarla.

Maldición.

''Nii-chan... ¿por qué estás llorando?''

''Desearía poder hacer algo por nosotros...''

¡Gracias por leer cariñooooooossss míos <3!

¡Haré todo lo posible por volver el día jueves!

Continue Reading

You'll Also Like

194K 21.8K 23
MITSUKI│ Estaremos juntos por siempre. ✎│ INICIO: 25/04/19 ✎│TERMINO: 03/10/19 © │ Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, a excepción de _...
284 20 1
𝗜𝗪𝗕𝗬 | Yoᥙ ᥴᥲᥣᥣ thᥱ shots, bᥲbᥱ. I jᥙst ᥕᥲᥒᥒᥲ bᥱ ყoᥙrs. Aquel pequeño enamoramiento fue creciendo poco a poco, hasta ser un sentimiento fuerte. A...
2K 278 9
会いたいです | 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞𝐫𝐭𝐞 Harada ____, una chica tímida en todos los aspectos, cuyo sueño es ser una kunoichi que haga sentir orgullo...
7.8K 482 14
Un día, Bartra, el antiguo rey de Lionés vera el futuro. Un futuro donde Britania esta en peligro. Pero entre toda esa desesperación, cuatro jinetes...