Esposa del CEO

De EliseCastro

1.1M 59.8K 2.5K

Una bebida alcholizada y una habitación equivocada será más que suficiente para cambiarle la vida a la retraí... Mais

Prólogo
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
Capítulo trece
Capítulo catorce
Capítulo quince
Capítulo diecisiete
Capítulo dieciocho
Capítulo diecinueve
Capítulo veinte
Capítulo veintiuno
Capítulo veintidós
Capítulo veintitrés
Capítulo veinticuatro
Capítulo veinticinco
Capítulo veintiséis
Capítulo veintisiete
Capítulo veintiocho
Capítulo veintinueve
Capítulo treinta
Capítulo treinta y uno
Capítulo treinta y dos
Capítulo treinta y tres
Capítulo treinta y cuatro
Capítulo treinta y cinco
Capítulo treinta y seis
Capítulo treinta y siete
Capítulo treinta y ocho
Capítulo treinta y nueve
Capítulo cuarenta
Capítulo cuarenta y uno
Capítulo cuarenta y dos
Final
Segundo libro
¡2da parte disponible!

Capítulo dieciséis

24.7K 1.3K 20
De EliseCastro

Aunque la causa de la visita familiar había tenido un propósito diferente.

Zathrian, Hunter y Kailani habían llegado hora y media antes de que Anastasia bajara hasta encontrarse con ellos, Erick se encontraba trabajando en su estudio cuando la noticia le fue dada. Llevaba un tiempo largo sin entablar conversación con alguien de su familia que no fuera su padre, sin embargo, no era como si no los estuviera esperando.

— ¿Debería decirles que regresen otro día? — Preguntó Emily.

— No se irán hasta que alguien les dé la respuesta que necesitan saber. — Erick tuvo que dejar todo de lado para ponerse de pie, aún era temprano por la mañana. — Preparen el desayuno para todos, incluida Ana, despertará en cualquier momento.

Sus odiosos hermanos ya lo estaban esperando, cada uno con un interrogatorio diferente para él.

— Hasta que por fin te dignas en dar la cara. — Zathrian fue el primero en hablar, de brazos cruzados. Fue el único que no se puso de pie cuando Erick llegó — No muestras tu rostro en público desde hace un año, de no ser por padre todos pensaríamos que estás muerto y enterrado ¿Y cuando por fin te descubres es para dar la noticia de que te estás casando? ¿En qué diablos estás pensando?

— Basta, Zath. No vinimos aquí para pelear hoy. — Kailani fue el primero en calmarlo. — Si Erick decidió casarse es cosa suya, vinimos aquí a felicitarlo y a desearle suerte, también a conocer a nuestra nueva cuñada y regalarle mi autógrafo.

— El único que vino a felicitarlo fuiste tú. — Añadió Hunter. — Por ahora necesitamos dejar esto de la boda de lado, Erick aún tendrá tiempo para explicarnos cómo demonios terminó casándose en secreto.

Mantuvieron el silencio en el comedor cuando se les sirvió el desayuno a todos, silencio que rompió Erick al carraspear la garganta luego. — Entonces, si no es para regañarme por no hacer lo que ustedes quieren ¿A qué vinieron?

— Tu boda secreta no es la única noticia reciente de la familia, en vista de que cierto niño decidió irse de casa para vivir un libertinaje las cosas se han vuelto bastante locas. — Dijo Zathrian. — Esa mujer no piensa quedarse quieta, insistentemente ha estado presionando a nuestro padre para que nombre a su arrogante hijo como heredero en tu lugar, debido a que no estabas en las condiciones y padre ya está viejo y enfermo.

— Esa mujer nunca se cansa, déjala en paz. Nuestro padre no es tan estúpido como para poner al mando a un niño mimado. — Respondió Erick, restándole importancia.

— Sabes que nuestro padre no te salvará el pellejo dos veces, Erick. Esa mujer ha estado comenzando a soltar amenazas para obligar a ese vejestorio. Aún no sabemos cómo ha estado recopilando información y si lo que sucedió se sabe ni siquiera nosotros podremos ponernos de tu lado, tú lo sabes bien. — Zathrian naturalmente era una persona que no mostraba sus emociones, sin embargo, en ese momento se lo veía preocupado. — Tienes que sentar cabeza y hacer que ese hombre mañoso te ceda todo antes de que sea demasiado tarde.

Kailani y Hunter también estuvieron de acuerdo.

— Sinceramente haces que me arrepienta de haberme apartado de tu camino a la herencia. — Las duras palabras de Zathrian dejó a todos en silencio.

— Vamos, Zath ¿Es necesario ponerse así? Todos tomamos la decisión unánime de dejar que Erick asuma el mando de la familia y los negocios para perseguir nuestros sueños ¿De verdad quieres vivir con la cabeza metida en montones de papeles sin tener tiempo siquiera para respirar, igual que padre? — Por primera vez desde que llegó habló Hunter para dar su opinión, suspirando de por medio.

Por el momento decidieron cambiar de tema.

— ¿Entonces sí es verdad que te casaste? Gran bastardo ¿Por qué no nos la presentaste al menos? ¿Sabes lo vergonzoso que es que nos pregunten por tu matrimonio y no tengamos nada para decir? Quiero conocer a nuestra cuñada, dime ¿Es fan de Phoenix? — Todos rodaron los ojos ante la pregunta de Kailani.

El resto de la conversación fue un poco más tranquila, por lo menos hasta el momento en que Anastasia bajó y los acompañó a todos.

Anastasia había logrado causar una impresión buena en sus hermanos, al menos por parte de Kailani y Hunter. Quienes eran los que comentaban viejas anécdotas de cuando eran niños y animaban el ambiente, a su parecer no eran unas malas personas, sin embargo, estaba completamente segura de que la manera invasiva en la que preguntaban sobre ella y su pasado demostraba su desconfianza, confirmando así su hipótesis.

Ellos solamente estaban ahí para hacer averiguaciones sobre ella.

— Eres el más normal de tus hermanos. — Le comentó a Erick mientras los despedían en el umbral de la puerta, haciendo un ademán.

— Eso me dicen a menudo. — Fue lo que contestó. Por un momento le pareció ver algo imposible: El rostro de Erick con una media sonrisa, la cual desvaneció en cuanto se dio cuenta de que estaba siendo observado por ella. Carraspeó la garganta antes de darse vuelta. — Regresaré al trabajo.

— Sí, está bien.

Y nuevamente se quedaba sola.

Tenía las manos atadas mientras Erick la mantuviera cautiva dentro de la casa, no conocía a nadie que pudiera serle de ayuda, tenía la sospecha de que Emily había sido contratada al mismo tiempo en que ella llegó a la casa solo para que no tuviera la oportunidad de preguntarle nada, puesto a que tampoco lo sabría.

— Maldición, es más astuto de lo que esperaba. — Gruñó lanzándose a la cama y dando vueltas con enojo.

Fue cuando se dio cuenta de que necesitaba encontrar una manera de convencer a Erick para volver a trabajar.

Justo cuando estaba a punto de idear algún plan la puerta se abrió, sobresaltándola. Lo que más le sorprendió fue ver a Erick de pie en el umbral. Hasta donde llegaban sus recuerdos era la primera vez que la visitaba dentro de su habitación.

De no haber sido por Anastasia quien sabe cuánto tiempo habría permanecido ahí en silencio. — ¿S-sucedió algo?

— No... Sí, pero no. — Divagó, pensativo. — Necesito que me acompañes a un sitio. Ve a prepararte.

— Supongo que no me queda más que aceptar.

— Es tonto que siquiera pienses en negarte.

Sabía que diría algo así.

Gracias a Gael aún recordaba algunas de las técnicas para maquillarse que le enseñó, sin embargo, no quiso realzarse como se suponía que debía hacer por pertenecer a tan presuntuosa familia, fue vestida relativamente normal.

Vio la sorpresa en el rostro de Erick, era cada vez más divertido descubrir los gestos que podía llegar a hacer. A diferencia de ella estaba bien vestido y peinado, su aroma a perfume le llegó hasta donde estaba, de no ser por su horrible carácter seguramente ya habría caído a sus pies, además, Ana sabía que tenía ganas de preguntarle por qué estaba vestida así, y no lo dejaría con la duda.

— Ya te lo dije, no quiero nada de lo que puedas ofrecerme, ni siquiera la ropa. No pienso cambiar mi manera de vestirme solo para complacerte a ti y a los demás, aún si soy tu esposa ahora. Así que si no te gusta puedes pedirme el divorcio en cualquier momento. — Anastasia se puso de pie cuando terminó de peinarse.

Erick hizo una mueca disgustada, cosa que solo la hizo ensanchar más su satisfacción interna. — Como sea, ya vámonos.

— ¿Hacia dónde nos dirigimos? — Trató de igualar el paso de Erick, quien era de caminar rápido. — Ahora estamos casados ¡Ya no puedes arrastrarme a donde quieras sin decirme nada!

— Nuestro matrimonio solo es un contrato ¿Acaso ya se te olvidó? No tengo por qué darte ningún tipo de información. — Su actitud comenzaba a ser una molestia.

Por eso Anastasia se detuvo frente a él, bloqueándole el paso hacia el automóvil. — Erick ¿Acaso los demás saben que este es un matrimonio falso?

—... No.

— No importa si el matrimonio es por un convenio o no, porque hay un acta legal firmada por nosotros donde se especifica que estamos casados. — Se atrevió a mirarlo directo a los ojos, aunque quiso retroceder, sin embargo, no lo hizo — Por lo tanto, sin importar las razones soy tu esposa legalmente y tú tienes el deber de escuchar mis peticiones, no como a una ''Socia'' con la que hiciste un trato, sino como a tu esposa ¿Lo entiendes ahora? ¿O qué? ¿Acaso quieres chismes corriendo sobre lo mal marido que eres?

Él solo fue capaz de apretar las manos con enojo. — Iremos a presentarte con mi padre. — Fue todo lo que masculló antes de subirse a su automóvil.

— Vaya, entonces al toro le gusta que lo tomen por los cuernos. — Dijo para sí misma con aires de victoria, subiendo también al vehículo. Momento en el que reaccionó. — ¡¿Ir a presentarme con tu padre?! Espera ¡Mira como estoy! ¡Quiero bajar ahora!

Erick bloqueó la puerta del auto, riéndose. Algo muy inusual en él, tanto que consiguió desubicarla por un momento— ¿No que estabas muy segura de ti misma y tu manera corriente de vestir? ¿Por qué crees que me arreglé tanto? Definitivamente no fue para causarte una buena impresión.

— Bastardo, ¡Lo hiciste a propósito! — Se hundió en el asiento del vehículo de mala gana. — ¿Acaso no temes que tu padre no me acepte al verme acaso?

Pero él solo se encogió de hombros. — No le quedará de otra.

Siguiendo el modelo del lujoso edificio donde trabajaba Gael llegaron a uno que era el doble de grande, afuera estaban, nuevamente, las siglas RCO, marca registrada por la familia de Erick. No conocía mucho sobre los negocios que administraban, pero juzgando por el edificio, que era más formal y menos colorido que el que visitó anteriormente pudo darse cuenta de que se trataba de una industria dedicada a las ventas, probablemente.

Lo único que se lo confirmó fue el hecho de ver un comercial sobre los productos que diseñaban en una gran pantalla cuando entraron.

Le intimidó las miradas furtivas que estaba recibiendo, era casi como si pudiese escuchar las conversaciones sobre ella. Quien seguía a Erick unos pasos más atrás.

— ¿Es ella la mujer de las noticias?

— Parece más su perro que esposa.

— Y yo que creía que la esposa de él sería alguna supermodelo extranjera, ver que se trata de alguien como ella aumenta mis posibilidades de seducir al jefe ¿No te parece?

— Pobrecita, parece que va a llorar y salir corriendo en cualquier momento.

— Si no puede con esto será mejor que se vaya, el jefe no necesita de una mujer inútil.

Podía escuchar todos y cada uno de sus crueles comentarios hacia ella, el pasado regresando a su cabeza causó que se estremeciera al punto en que las piernas le temblaban, la manera en que la destrozaban con la mirada, el filo de sus lenguas atravesándole el pecho con palabras despectivas y la mala fama que se ganó adjunto al odio aun sin hacer nada le eran jodidamente familiares, tanto que la aterraron, no quería vivir el mismo infierno toda su vida. Por un momento miró la gran espalda de Erick frente a sí, caminando tranquilo, por supuesto que podría estarlo, era casi como una intocable deidad para todos.

En cambio, ella era la tierra que todos podían pisar fácilmente.

Gael había tratado de advertírselo, si no presumía de su posición sería derribada antes de siquiera llegar a la cima. Pero una parte de Anastasia seguía reacia a caer en el juego de todos, solo era una mascota que seguía órdenes.

Un acto sencillo fue capaz de sacarla de sus pensamientos frustrantes: El calor de una mano tomando la suya en un acto casi inconsciente y silencioso, cuando se percató de la situación vio a Erick tomándola de la mano mientras caminaban, pero él no volteó a verla. — Solo lo hago para que no te pierdas por ir atascada en tus pensamientos, incluso puedes llegar a tropezar y caer por estar distraída ¿Cómo quedará mi reputación si caes frente a todos?

Anastasia sonrió de lado. — ¿Acaso te estás preocupando por mí?

Duró un rato sin responder. — ¿Quién se preocuparía por alguien como tú? Solo estoy cumpliendo mi papel así que tú también cumple con el tuyo. — Pese a sus palabras pudo percatarse del rubor en las orejas de Erick.

No hacía falta que lo dijera para saber que lo había hecho para que no se preocupara por los comentarios.

«Probablemente aun queden rastros de sentimientos en ese cuerpo suyo» Fue lo que pensó en su momento.

Fuera de las puertas a la oficina del padre de Erick había una recepcionista y una banca pegada a la pared en frente, fue el lugar a donde Erick se dirigió primero. — Espera aquí un momento, necesito hablar con mi padre antes de presentarte a él ¿Bien?

Anastasia asintió, viéndole entrar sin siquiera pedir permiso o tocar la puerta primero.

A los pocos minutos de quedarse sola las puertas del ascensor se abrieron, una mujer salió de ahí, con un cuerpo escultural y hermosa cabellera pelirroja. Juzgando por sus vestimentas podría tratarse fácilmente de una jefa de departamento, sin embargo, no daba esa sensación, parecía ser mucho más que eso.

Aquella mujer en cuanto la miró pudo notar un tic nervioso en su ceja, sus tacones de aguja resonaron por todo el lugar hasta que se plantó frente a Ana, quien se veía diminuta en frente.

— Tú eres la famosa Anastasia ¿Verdad? — Esa mujer tenía ojos verdes perspicaces y pecas en su rostro como gotitas de agua, además de que parecía olfatear el miedo. — La esposa de Erick.

— Sí, soy yo. — Desvió la mirada hacia otra cosa, como las plantas en sus macetas.

Sin embargo, ella se le sentó justo al lado y se cruzó de piernas. — ¿Estás embarazada?

«¿Por qué todos siguen preguntando eso?» Se cuestionó Anastasia.

— No. — Fue lo que contestó.

La analizó de pies a cabeza, casi podía leer los números en sus pupilas. — No necesitas mentirme, sé lo que está pasando entre ustedes.

Anastasia se quedó helada.

Continue lendo

Você também vai gostar

2.2K 1.2K 50
PROLOGO TRES AÑOS ANTES Eres un idiota Diego Dejame que te explique - el me rogaba a punto de llorar Vete Pe. pero Vete no te quiero ver, sal de aqu...
Siempre mía De Caro Yimes

Literatura Feminina

76.6K 7.3K 71
Pobre Joseph, alguien debió advertirle que se estaba equivocando al contratar a Lexy como su nueva secretaria, pero se "emocionó" demasiado y la mesa...
5.8M 420K 120
Gracias, gracias :) #2 30/08/16 #1 10/09/16 #1 22-23/09/16 #1 25-27/09/16 #3 28/09/16 Código de r...
287K 45K 68
Jungkook no se animaba a pedirle el numero de telefno a Taehyung, el chico guapo del Starbucks, él era mayor que Jungkook, pues tenía ocho años más...