Un Amor Declarado y Personal

By YIZHAN_2MIN

152K 18.5K 4.1K

Si quería seguir adelante con esa farsa relación, tendría que comportarse como un esposo leal... tanto en la... More

Sinopsis
Falsa Noticia
Acepto
Tirano
Plan
Baijiu (licor de arroz)
Tatuaje
Reinvención
Carácter
Nuevo hogar
Equivocación
Química
Chocolate
Deseos
¿Arrepentido?
Hielo
Princesa
Matrimonio
Noche de bodas
Miedos
Ya no te amo
TE AMO (Final)

Anillo de compromiso

6.1K 785 122
By YIZHAN_2MIN

Sí, había sido una pregunta muy peligrosa. Pero ZhanZhan no se había percatado del peligro hasta que las palabras no salieron de su boca. Y estaba seguro de que Yibo no sospechaba cuánta verdad ocultaban ni cuántas enseñanzas iba a necesitar.

Oh, cielos...

Solo de pensar en ello le ardía todo el cuerpo. Y por eso no iba a pensar más en aquella distracción inútil. 

Día siguiente...

Miró el reloj y se removió en el sillón. Lu Xiao Yu ya estaba allí, jugando con MeiLing en la alfombra del salón. La pequeña había reconocido a su cuidadora casi al momento y parecía muy feliz con ella.
Zhan suspiró y se dio cuenta de que estaba moviendo la pierna. 
Intentó tranquilizarse, pues el tic nervioso no encajaba muy bien con el elegante traje que llevaba puesto.

Sí, se había puesto un traje para ir a una cita. Algo que no había hecho desde, nunca había ocupado uno. No era el tipo de chico que atrajera a los hombres. Era el extravagante, el divertido, el del tatuaje de dragón... No se engalanaba para asistir a actos benéficos con multimillonarios. No se comprometía con ellos, ni se casaba con ellos tampoco. Pero todo eso había cambiado por culpa de una estúpida mentira de lo más inoportuna.

Cuando era niño, y hasta que entró en el instituto, siempre estaba diciendo tonterías y poniéndose en evidencia. Por esa razón había optado por ser el payaso de la clase en vez de intentar gustar a los chicos cuando ya se declaró gay. Era mucho más fácil sucumbir a su naturaleza en vez de intentar ser algo que no era.

Llamaron a la puerta y Xiao Zhan se puso rápidamente en pie, recogió su chaqueta y la bufanda y se agachó para besar a MeiLing en la cabeza.

—No volveré muy tarde —le dijo a Lu Xiao Yu.

—No me extrañaría que no fuera así —respondió ella.

Zhan sintió que se ponía rojo como un tomate.

—No... volveremos tarde —tenía que hacer algo para controlar su rubor. No había ninguna razón para ruborizarse. Wang Yibo no iba a violarlo en el asiento trasero de su auto.

Se colocó la bufanda azul marino enrollada en su cuello y se miró en el pequeño espejo del salón de camino a la puerta.

—¿Pensabas dejar que me congelara en la puerta? —le reprochó el menor al abrir.

—Estamos en Beijing. Aquí nadie se congela. Y hay calefacción en el pasillo.

—Es una cuestión de principios.

—Tenía que despedirme de MeiLing. ¿Quieres verla?

Una mezcla de confusión, pánico y desgana cruzó el rostro de Yibo.

—No.

—Oh, lo siento. A casi todo el mundo le gustan los niños pequeños y...

—No albergo el menor deseo de tenerlos. Ni siquiera sé por qué 
deberían gustarme.

—Porque son muy lindos y adorables.

—Sí, como las mascotas. Y tampoco quiero tener una mascota.

—Un bebé no es una mascota.

Wang se encogió de hombros.

—Por lo que a mí respecta, me da igual lo que sea.

Xiao Zhan puso los ojos en blanco y pulsó el botón del ascensor.

—Bueno, espero que MeiLing y yo no te causemos demasiadas molestias cuando nos instalemos en tu casa, ya que no quieres tener esposo e hijos.

—Es una casa muy grande —dijo el chico, aunque por su tono no parecía estar muy convencido.

Las puertas del ascensor se abrieron y pasaron al interior. ZhanZhan nunca se había percatado de lo pequeños que eran los ascensores hasta que se vio compartiendo uno con Wang Yibo, quien llenaba cualquier espacio con su imponente presencia. No solo por su metro setenta y algo de estatura y anchos hombros, sino también por el carisma y energía que irradiaba. Tan inalcanzable y desinteresado se mostraba que Zhan sentía el irrefrenable deseo de llamar su atención, de despertar su interés, de hacerlo sonreír...

Se le daba bien hacer reír y sonreír a la gente y aliviar la tensión con chistes y bromas. Pero por lo visto no había aprendido la lección sobre los hombres inalcanzables. A punto estuvo de hacer una broma, pero entonces sus miradas se encontraron y el aire abandonó sus pulmones. Los profundos ojos de Yibo lo recorrieron de arriba abajo, haciéndole pensar en el diálogo de la noche anterior...

¿Qué otras cosas me enseñarás a apreciar?

Oh, no, no, no. De ninguna manera iba a seguir por ese camino. Nunca lo había hecho y no iba a empezar en esos momentos. Además, Yibo podría tener a cualquier persona que deseara.

¿Por qué iba a sentir atracción por él y su pequeño tatuaje?

Había crecido en un pueblo pequeño donde todos se conocían. Todos los chicos sabían que hablaba demasiado y que tenía una incontrolable tendencia a las carcajadas histriónicas y que le había cortado la lengua a una chica con sus aparatos en su primer beso. Sabían que había sido el blanco de todas las bromas en la escuela, que apenas había conseguido graduarse y que sus padres no habían querido pagarle la universidad al ver que no se aplicaba en los estudios. Le habían buscado un trabajo en una cafetería en vez de mandarlo a estudiar, como todos sus compañeros.

Desde el jardín infantil hasta convertirse en un adolescente todos lo habían visto como una persona torpe y atolondrada.
Era como vivir en una pecera y encima tener una aleta rota. Nada que ver con su hermana, que siempre había destacado en los estudios, ni como su hermano, una estrella ídolo en ascenso.

El solo era Xiao Zhan. Un logro patético, pero así lo había aceptado durante toda su vida. Mejor hacer honor a la imagen que los demás tenían de él que intentar ser otra persona.
Hasta que llegó un momento en que no pudo seguir soportándolo. Estaba sirviendo el vigésimo café del día cuando el cliente le preguntó por su hermana en vez de interesarse por él. 
Una semana después se había marchado. Necesitaba comenzar de cero en otro lugar donde nadie lo conociera y descubrir quién era realmente, aparte del joven fome e inadaptado que siempre había sido.

No fue un cambio repentino, pero al menos consiguió hacer nuevas amistades y encontró un empleo en Wang&Tuan, lo que lo hizo sentirse orgulloso por primera vez en su vida. Habían visto que tenía talento y lo habían contratado sin tener en cuenta su expediente académico.

En Wang&Tuan, y con Yibo, sintió por primera vez que creían en él.

Extraño.

Miró de reojo al menor, tan alto y rígido con aquel smokin ceñido a su figura. Yibo siempre iba impecable, y Zhan envidiaba aquella perfección, elegancia y dominio sobre sí mismo. Era un hombre arrebatadoramente varonil, de rasgos duros y atractivos, y Xiao Zhan deseaba tanto que lo mirase como lo miraba él.

Las puertas se abrieron y salieron a la calle. Había un auto negro esperándolos junto a la acera. Wang Yibo abrió la puerta trasera y el mayor se acomodó en el interior. Nunca se había montado en un auto con chófer. Ni siquiera en un taxi. Siempre iba a todas partes en su viejo y abollado vehículo.

—Será agradable no pelearse con el tráfico para variar —comentó cuando Yibo se sentó junto a él.

—Mmm —se limitó a murmurar el menor, antes de sacar su celular y concentrarse en sus mensajes.

Típico de Wang Yibo.

Xiao Zhan se miró la mano izquierda y el dedo anular, aún desnudo.

—¿No que ibas a darme un anillo?

Wang dejó de ver la pantalla del celular y lo miró.

—Sí, ¿pero por qué quieres arruinar la sorpresa?

—Porque no es una sorpresa Yibo.

—Quizá tuviera algo planeado Zhan-Ge...

El mayor no creía que lo dijera en serio, pero con Wang era difícil saberlo. De todos modos, no pudo evitar imaginarse cómo sería que un hombre como aquel se pusiera de rodillas, lo mirase fijamente a los ojos y....

—¿El anillo? —extendió la mano e intentó empujar la fantasía al fondo de su mente. Jamás recibiría una proposición de ensueño.

Yibo sacó un estuche aterciopelado del bolsillo interior de su chaqueta.

—¿Xiao Zhan, quieres ser mi esposo, etc, etc? —abrió el estuche para mostrar un anillo en forma de diadema rodeada por unos rubis y diamantes.

—Vaya... —imposible no quedarse anonadado ante un anillo semejante—. ¿Cómo sabías que me gustaba el rojo?

—Por tu entorno y tu adorable tatuaje —ironizó el menor.

—Oh...

—Pensé que encajaría contigo. No parece que los colores apagados sean lo tuyo.

—Pues... no, no mucho.

—Póntelo.

—¿Qué? Ah, sí —miró el anillo y sintió que se le encogía el pecho.
¿De verdad iba a hacerlo? ¿Iba a ponerse aquel anillo y asumir las consecuencias?

Sí. Sí, iba a hacerlo. Nunca había estado más seguro de nada. Nunca había tenido un propósito tan claro en la vida. Quería y debía ser el mejor padre que MeiLing pudiera tener.

Respiró profundamente y tomó el anillo para deslizárselo en su dedo anular.

—Listo. Ya estamos comprometidos.

👶👨‍❤️‍👨👶👨‍❤️‍👨👶👨‍❤️‍👨👶👨‍❤️‍👨👶👨‍❤️‍👨👶

Hello people!❤️
Mil disculpas por mi ausencia con los otros fanfic, pero he estado muy ocupada con unos trabajos en casa, que solo he podido avanzar en esta historia que está prácticamente hecha 😁✌️💕

Cariños y espero actualizar pronto.

Sin más me despido ❤️😷

Regalo visual

💫Hermoso edit fanart💫

Continue Reading

You'll Also Like

209K 25.1K 48
Por un caso que esta investigando la aurora Hermione Granger llega a la mansión Malfoy en busca de su ex compañero, llevándose la sorpresa de que el...
408K 38.9K 62
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...
24K 3.8K 17
Xiao Zhan, totalmente sólo, sin compañía y desamparado en las calles de Beijing, sin saber qué hacer, a dónde ir, dónde refugiarse. Esperar su salva...
11K 1.9K 34
¿Qué es un fénix? Pues es un ave de larga vida que se regenera de las cenizas de su predecesor. Eso es lo que representa Xiao Zhan, un joven doncel...