JiMin miró de mala manera a Taehyung, de alguna forma tratando de intimidarlo, pero el Alfa se limitaba a alzar las cejas graciosamente. Entonces, cansado, JiMin soltó un bufido y se dio vuelta en la cama dándole la espalda.
—Bien. Vete con el idiota ese y déjame solo.
No obtuvo respuesta de Taehyung y por un par de segundos creyó que se había marchado, pero escuchó la carcajada que soltó y se sintió aliviado, en parte. Luego, tenía a Taehyung encima suyo dejando besos en su mejilla.
— ¿Por qué te cae tan mal Yoongi? Es un buen chico.
—Si te vas a quedar para hablar bien de él, entonces vete. Pero vete bien a la mierda.
Escuchó otra risa de Taehyung y no pudo evitar sonreír. Al Alfa le gustaba que lo celara, y le gustaría sólo hacerlo para encantar a Taehyung, pero no era de tal forma. En serio se sentía inseguro cada vez que Taehyung se acercaba a algún Omega porque ellos comenzaron una relación de manera obligada (por lo menos antes de que se pusieran de acuerdo). Así que no sería extraño si comenzaba a gustarle otra persona. Le dolería, pero también lo entendería.
—Quiero que tengas muy en claro que Yoongi no podría gustarme.
— ¿Por qué? Es bonito, y según lo que has dicho, te agrada mucho.
—Sí, pero Yoongi no hace mi vida divertida como la haces tú. Simplemente, él no es tú y ya, así que no tengas miedo de nada.
JiMin se puso boca arriba y miró a Taehyung por unos segundos en silencio. A veces, a su parecer, la palabra "enamorarse" también significaba "debilidad". Sabía lo tan débil que hacía sentir a las personas, sabía la tanta inseguridad que provocaba, y esa era una de las razones por las cuales no le gustaba enamorarse. Pero también sabía que era algo imposible de evitar. Así que sonrió y rodeó el rostro de Taehyung con ambas manos para acercarlo y besarlo con lentitud.
Le encantaba.
—No me hagas necesitarte tanto —pidió en un susurro al separarse. Taehyung sonrió sin decir una palabra, se limitó a acercarse y besarlo profundamente de nuevo.
El pensamiento de que era imposible no ser dependiente de Taehyung llegó a la mente de JiMin. Se dio cuenta de que hace mucho perdió la oportunidad de no serlo: cada vez que volvía al pasado, estaba Taehyung cuidandolo, Taehyung haciéndolo reír. Taehyung, Taehyung, Taehyung. Sólo ahora se daba cuenta lo tan necesario que fue en toda su vida, lo tan presente que siempre estuvo.
Taehyung lo había vuelto dependiente desde hace mucho tiempo y ni siquiera se dio cuenta. Sólo quería reír y sonreír por ese hecho. Taehyung nunca se fue de su lado, y ahora no tendría por qué dudar de si lo haría o no.
—Nunca te irás —adivinó. Taehyung aún sonreía mirándolo a los ojos—. Nunca te has ido y nunca lo harás, ¿verdad?
Taehyung negó con la cabeza. —Te equivocas. Sí me he ido una vez, pero me arrepiento mucho de ello. En parte fue bueno porque me di cuenta de que nos necesitamos más de lo que podemos admitir, pero no lo volveré a hacer.
—Más te vale. Porque de otra forma... te cortaré la polla.
—Que agresivo —Taehyung rió un poco para luego dejar un casto beso sus labios—. Me parece extraño que aún no ha aparecido mi celo, ¿sabes?
—Suele venir en momentos inesperados, y más cuando se trata de un Alfa —opinó JiMin pensativo, según lo que sabía gracias a las "clases" que su madre le daba cuando era un niño. Luego se encogió de hombros—. La verdad es que no es importante cuándo llegue. Sabes que estaré aquí contigo.
—Que no te extrañe que aparezca algún día en tu universidad, casi muriendo por ti.
—Trataré de estar preparado.
Taehyung soltó una pequeña risa antes de oír la puerta de la habitación ser golpeada. Cuando le dijo a Grace que podía entrar, la mujer se asomó por la puerta con una sonrisa de disculpa.
—El señor Yoongi te está esperando, Taehyung.
—Dile que estoy ocupado —Se encogió de hombros, llevando su vista a JiMin, quien sonreía hacia él con los ojos brillantes—. Que luego hablamos de lo que quería decirme.
—Bien —Fue lo único que dijo Grace, para luego salir de la habitación cerrando la puerta detrás de él y dejando a los dos jóvenes juntos.
Antes de que JiMin se diera cuenta, Taehyung se había acercado y lo estaba besando tan bien como antes. Podía acostumbrarse demasiado a ello, y la verdad es que ya no le molestaba para nada. Le gustaba. Le gustaba como no sabía que lo haría, de una manera que antes no se animaba a admitir. Sin embargo, se dio cuenta de que nada tenía que perder porque después de todo, esta sería su vida para siempre. Y no le molestaba en lo absoluto.
—Te odio tanto —dijo cuando Taehyung se separó. Sin embargo, la sonrisa en sus labios indicó perfectamente que no era verdad.
—Lo sé —suspiró Taehyung con una sonrisa pretenciosa—. Suelo causar eso en las personas. No te das una idea la suerte que tienes al tenerme loquito por ti.
—Señor ego te dicen, ¿cierto? —rió un poco—. Creo que deberíamos levantarnos aunque haga frío.
—Yo ya estoy vestido. Tú eres el vago que planeaba quedarse todo el día en la cama.
Taehyung salió de encima de JiMin para dejarlo levantarse y se alejó hasta llegar a su celular, el cual lo había dejado encima del escritorio frente a la cama. Tenía un mensaje, y puso los ojos en blanco al ver de quién era.
De Yoongi: No puedo creer que te dejes dominar por un Omega. Me decepcionas, habías prometido que iríamos a tomar algo, mal amigo :(
Para Yoongi: Lo entenderás perfectamente cuando el amor te llegue, querido amigo. Otro día iremos a tomar algo para ponernos al tanto de nuestras vidas (:
Ni siquiera esperó la respuesta de Yoongi cuando se volteó para encontrarse a JiMin dado vuelta, mirando hacia el armario totalmente desnudo. Él se había vestido más temprano porque se suponía que iba a irse con Yoongi, pero ahí se encontraba sin arrepentirse de la decisión de quedarse junto a su Omega en vez de ir a verse con un amigo. Todo para que JiMin estuviese bien; todo para que se sintiera seguro de sí mismo y de lo que comenzaba a sentir por él.
☀☀☀
El celo deTaehyung los tomó a ambos por sorpresa en la semana. Duró dos días en los cuales JiMin no pudo separarse de él porque probablemente si lo hacía, a Taehyung le daría un ataque y terminaría rompiendo todo. No importó de todas formas; fue bueno, o algo así. Quitando el hecho de lo tan adolorido que JiMin quedó.
Cuando Taehyung se despertó en la mañana siguiente ya sintiéndose tan lucido como para preocuparse acerca de todo —con "todo" se refiriéndose a JiMin— lo encontró durmiendo contra su pecho, ambos totalmente desnudos. Sonrió por inercia. Sonrió como si fuese automático, de la forma en la que lo ha hecho durante varios días desde que tenía a JiMin sin ninguna restricción (por restricción se refería a JiMin diciendo que sólo eran "amigos").
Sin embargo, la sonrisa se fue segundos después de comenzar a disfrutar a JiMin encima de él muy cálido, en el momento que vio los hematomas en el cuello del Omega. Quiso despertarlo para preguntarle si le había hecho algún daño muy importante cuando estuvo en su estado de no-lucidez, pero tenía miedo de que JiMin estuviera muy adolorido y en el momento de despertar lo sufriera. No se perdonaría.
Prefirió quedarse quieto en la cama, sintiendo la calidez de JiMin encima de él abrazado a su torso y con el aliento tibio chocando contra su pecho. Y a pesar de todo sonrió porque era imposible no hacerlo. Nunca pensó que estaría en tal situación y jamás hubiera pensado que se encontraría en tal situación con JiMin. Su mejor amigo. O bueno, quien en la actualidad solía ser hace mucho su mejor amigo. Pero le gustaba, más de lo que debería. Sabía que es peligroso, pero le empezaba a importar más que nada.
Ahora sólo le importaba hacer feliz a JiMin a costa de todo. Sin importar nada.
Despertó media hora después. Taehyung llevaba un par de minutos acariciando sus cabellos, pero al sentir que se movía dejó de hacerlo para volver a encontrar la preocupación latente en su pecho. Era una señal buena que JiMin estuviese aún ahí cuando había abierto los ojos; si lo hubiese lastimado de una forma exagerado, ya estaría lejos apenas se diese cuanta de que estaban cerca. Logró que se sintiera un poco aliviado. Sólo un poco.
—Hey —murmuró en voz baja, volviendo a mover sus dedos en el cabello de JiMin. Éste se limitó a soltar un fuerte respiro para luego cerrar los ojos y acurrucarse nuevamente en su pecho.
—Calla, hace sueño.
Taehyung soltó una risa ronca y segundos después vio la sonrisa de JiMin, también la sintió contra su pecho.
—Quiero saber si te lastimé en mi estado desesperado por sexo —admitió en voz baja, bajando su mano hasta la espalda baja de JiMin.
—Bueno, me duele un poquito todo el cuerpo pero nada insoportable. Fue más lo que disfruté que lo que me importó lo agresivo y posesivo que te pusiste —rió un poco, aún con los ojos cerrados. Taehyung frunció el ceño.
— ¿Posesivo?
JiMin nuevamente para luego sentarse en la cama (después de un par de sonidos de queja por el dolor en su espalda baja y todo el cuerpo) para dejar a Taehyung ver el trabajo que hizo en toda su anatomía. Lo cual, para su extrañez, en ningún momento le molestó.
—Que... —murmuró Taehyung asombrado, mirando todo el torso y cuello de JiMin marcado por hematomas morados. Bajó un poco la vista para notar que de igual manera tenía los muslos—. Soy... una bestia. ¿Estás seguro de que te sientes bien? No tienes que tener miedo de decir nada, JiMin. Podemos ir al me...
Antes de que pudiera terminar la oración, JiMin se acercó para callarlo con un profundo beso que los hizo caer a la cama de nuevo. El Omega se sentó en su cintura para luego alejarse, dejando sus manos reposadas en su pecho.
—Te digo que estoy bien —replicó JiMin con una sonrisa que parecía ser eterna en sus labios—. Me cuidaste bastante, pero bueno, entendí todas estas cosas en mi cuerpo. Después de todo, me encontraste hablando con un Alfa cuando había llegado tu celo.
Taehyung sonrió al recordarlo. Estaba en la empresa de su padre cuando comenzó a sentirse extraño, segundos después de que se había dado cuenta de lo que le sucedía (ya que también Jong In mencionó algo de que se notaba diferente) manejó a toda velocidad a la universidad de JiMin. Su Omega estaba por salir del lugar, por lo que estaba hablando con un Alfa, mostrándole algo en un cuaderno, en el momento justo que Taehyung llegó.
—Apenas recuerdo lo que sucedió luego de que te aleje del Alfa ese y casi lo ataco —admitió en voz baja y sonriendo, aunque sin una pizca de arrepentimiento. ¿Qué hacía un Alfa cerca de su Omega? Simplemente, no.
—No me gustó mucho, de todas formas —JiMin dijo haciendo un mohín—. Siento como si no confiaras en mí cada vez que hablo con un Alfa y no te gusta.
—Sabes que no es eso —desesperó Taehyung, luego soltó un bufido—. En todo caso tampoco sé por qué te molesta que pase tiempo con Yoongi. ¿Qué? ¿No confías en mí?
—Sí, bueno, la diferencia es que los Alfas con los que he hablado y me has alejado no gustaban de mí, en cambio Yoongi sí de ti —argumentó de manera obstinada. Y en serio no podía creer que metiera a Yoongi en la conversación. En el tiempo que pasó luego de la última discusión que tuvieron acerca de cómo se sentían, Yoongi fue un principal nombre dicho por JiMin. Por el odio que le tenía por acercarse a Taehyung.
—Esto es inútil —rió Taehyung apretando la cintura de JiMin sin hacerle daño—. Siempre terminamos discutiendo de lo mismo para llegar a nada.
— ¡Es tu culpa! ¡Tú metes a Yoongi a la conversación! —discutió en broma JiMin—. Terminaremos divorciándonos por la culpa del idiota ese.
—Dios, eres imposible. Nada te viene bien.
JiMin le sacó la lengua para luego acercarse a su boca y lo besó de manera lenta hasta que el Alfa decidió darlos vuelta, dejándolo abajo y al mando de todo. Habrían continuado hasta probablemente terminar en otra cosa (sexo, por supuesto) pero el celular de JiMin sonando los interrumpió. Cuando quiso alejarse, Taehyung soltó un quejido y lo sostuvo fuerte, pero JiMin logró zafarse luego de que Taehyung cedió.
Buscó su celular para darse cuenta de que era una llamada de Jennie la que le estaba entrando, y apenas respondió pudo oír el llanto de su hermana junto a muchas palabras inentendibles.
Supo que algo estaba muy, muy mal. Porque Jennie llorando, era algo que vio escasas veces en toda su vida.
☀☀☀
Las semanas continuaron pasando y JiMin sentía como lo que Taehyung y él habían comenzado iba nada más que avanzando para bien. Y también estaba feliz de decir que no se encontraba asustado por lo nuevo porque algo le decía que si tan bien lo hacía sentir, no podía ser nada malo. De cualquier forma, sería malo lo que pasaría por distintas razones (lo cual le gusta llamar terceros, o Yoongi abrazando a Taehyung y logrando que quiera saltarle encima para golpearlo). Pero quitando los celos de ambas partes, todo estaba bien.
Bueno, bien para ellos dos. Y puede que no tan bien para Taehyung porque ahora JiMin se encontraba más pendiente de su hermana que de otra cosa.
Jennie estaba embarazada. Y sí, puede que no sea una mala noticia, pero para Park Shin Hye lo fue, al igual que enterarse que su hija no sólo está embarazada, sino que lo está de un Alfa. Ya es lo suficiente malo que JiMin tenga de pareja a un Alfa, ahora... su única hija, la cual esperaba no la decepcionara, estaba embarazada de un Alfa que probablemente la abandonaría.
Y JiMin no entendía nada porque era irónico lo que su madre argumentaba, alegando que no había hecho otra cosa que decepcionarla cuando la verdadera decepción se la estaban llevando ellos por la falta de apoyo.
JiMin estuvo casi todos los días —luego de que recibió la noticia de Jennie— tratando de levantarle el ánimo después de la cantidad de palabras que Shin Hye le dijo, las cuales no fueron ni la mitad de leve de las que le dijo a JiMin hace ya tiempo (las cuales superó al momento de oirlas gracias a la costumbre). Jennie tuvo la genial idea de decirle que estaba embarazada y que tenía una pareja Alfa el mismo día. Y ahí fue cuando detonó la bomba Park Shin Hye (como a JiMin le gusta llamarle). Pésima idea. Muy pésima idea.
Y a pesar de que la relación de JiMin y Taehyung iba avanzando, había conflictos. Como:
— ¿Te puedes callar? —soltó Taehyung bruscamente, dejando con fuerza el vaso del cual estaba bebiendo jugo, en la mesa. JiMin, quien se encontraba lavando los trastes con Grace, volteó para verlo sorprendido—. Me tienes harto. Encima de que apenas pasas tiempo conmigo, no dejas de hablar de los problemas que tiene Jennie. Y entiendo que es malo, pero JiMin, por Dios. Te quiero junto a mí.
Se quedaron en silencio por un par de minutos. La mirada sorprendida de JiMin no abandonó la desesperada de Taehyung, y pudo sentir a Grace negando con la cabeza hacia Taehyung por haber dicho tal cosa.
—Lo... lo siento. Tienes razón, lo siento —dijo JiMin, tratando de sonreír un poco. Taehyung suspiró sintiéndose un verdadero idiota al ver el dolor en los ojos del Omega y quiso poder tener un timbre en su cabeza que le advirtiera cada vez que iba a decir algo idiota para por lo menos pensarlo dos veces y no cagarla como lo había hecho ahora.
—No, no —negó, cerrando los ojos y soltando un suspiro—. Lo siento yo. Me estoy comportando como un mocoso caprichoso y egoísta. Lo lamento.
Y fue sincero. No sabía por qué había dicho tal cosa cuando él también estuvo preocupado por la situación de Jennie, por todo lo que pasó. Pero la frustración de no encontrar a JiMin para calmarlo cada vez que volvía de mal humor de la empresa de su padre, se acumuló y lo largó de la manera incorrecta, cuando JiMin sólo está preocupándose por su hermana.
JiMin se limitó a asentir con la cabeza para luego darse la vuelta y continuar ayudando a Grace con los trastes. En silencio. Un silencio incómodo que Taehyung necesitaba cortar, también quería dejar de sentirse idiota por lo dicho, pero sabía que ninguno sería posible.
A veces era bueno ser impulsivo porque uno hacía lo que sentía, pero otras veces era malo porque no todo lo que uno siente era correcto.
Cuando se fueron a la habitación, JiMin se quedó un par de minutos en el baño para luego aparecer sólo usando boxers. Taehyung ya se encontraba de la misma forma, sólo que tapado con las sábanas y frazadas (estaban a nada de llegar a febrero y el frío aún se sentía muy potente en el ambiente). JiMin se sentó de su lado de la cama mirando hacia la nada en silencio, mientras se mordía el labio.
Taehyung lo miró por uno par de minutos hasta que vio la primer lágrima caer y no pudo evitar sentirse más mierda que antes. Sin duda, debía pedirle una clase nueva a Jong In acerca de cómo tratar a un Omega. Por lo menos ahora sabía que no les gustaba que les griten, y gracias a JiMin aprendió que tampoco les gustaba que los menospreciaran o a sus problemas, por más simples que fuesen.
—Lo siento, JiMin —gimoteó con miedo a tocarlo—. Siempre la cago. Lo lamento.
JiMin negó mientras se quitaba las lágrimas en vano, pues más comenzaban a salir de sus ojos.
—No te disculpes. Soy yo que exagero —soltó un sollozo. Sólo ahí se permitió abrazarlo porque fue demasiado como para no hacerlo—. Creo que... ni siquiera fue por lo que dijiste. Es que me siento tan mal por lo de Jennie, he tratado de ser fuerte por ella, porque está mal y... ella siempre me cuidó de mamá, de lo que decía y yo no puedo hacer nada para que esté bien. Me siento inútil.
—Yo lo que creo es que tienes que relajarte —comentó Taehyung en voz baja, escuchando como JiMin sorbia por la nariz—. Estás muy mal últimamente, y debes comenzar a relajarte porque te llevará a explotar de distintas formas y... no quiero verte mal.
—Pero Jennie...
—Ella tiene un Alfa ¿no? Y estoy seguro de que tampoco le gusta que estés encima de ella, ¿verdad? —Cuando JiMin asintió, Taehyung sonrió—. Y no es que menosprecie lo que haces para que esté mejor. Es sólo que no le debe gustar mostrarse débil para no sentirse de tal manera.
JiMin no mencionó nada y Taehyung no presionó. Sabía que había algo más que le molestaba y esperaba que se lo dijera.
— ¿Tú...? —carraspeó—. Tú... ¿no te volverás como esos Alfas que son... malos y controladores, verdad?
Taehyung sonrió. Se suponía que debía sentirse ofendido por tal pregunta, pero sabía que todo Omega llevaba dentro suyo ese temor. Y con la forma en la que le elevó la voz a JiMin hace menos de una hora, entendía que tuviera ese temor o duda.
—Por supuesto que no —aseguró con un suspiro—. Sólo... te hablé así porque estoy un poco frustrado. Hasta Jong In lo notó y hablamos de eso. Me ofreció algo.
— ¿Qué?
Rió al oír el temor en la voz de su Omega, pero dejó un beso en su mejilla para calmarlo.
—Se acerca tu cumpleaños —mencionó como si fuese algo casual—. ¿Qué te parece si hacemos un buen viaje relajante, lejos de todas y todos?
cualquier falta de ortografía o incoherencia pueden hacérmela saber
—Allis