Habían pasado dos días, en ese momento Minho se encontraba dormido mientras Chan sostenía mano. Chan no había querido irse, tenía demasiado miedo que cuando volviera Minho ya estuviera dormido permanentemente.
La puerta que se encontraba al ingresar daba a un tipo departamento, contaba con una pequeña sala donde había un sillón negro y otros dos individuales, un baño que solo consistía en el retrete y un espacio con una regadera, un cuarto con 3 camas individuales, y un pequeño comedor, este no tenía cocina debido a la estricta higiene que debía tener el lugar, toda la comida era por pedido y depositada en un contenedor especial que después llegaban a recoger devuelta.
Si alguno de ellos dormía, utilizaban una de las camas, ya que Chan se negaba a irse bajo cualquier circunstancia, Matthew le prestaba su ropa, usualmente no dormía en una cama, solo cuando era obligado por Matthew o Jeno quien al parecer no lo tenía en estima, pero le permitía estar ahí por Minho.
Fuera de Matthew, Han y el señor Lee quién no se podía quedar por cuestiones de la empresa, y Jeno, ninguno de los otros amigos de Minho conocía su historia, por lo tanto le trataban bien, Minho le pidió que no les dijera nada, así que mantenían todo de esa forma.
Minho dormía de forma tranquila, Chan se mantenía tranquilo mientras el sonido de la máquina siguiera indicando pulso, a veces sentía que el silencio era más grande de lo que esperaba, sentía su corazón estrujarse y sus lágrimas a punto de salir, pero una vez que volvía a sonar, se tranquilizaba un poco.
Mentiría si dijera que se sentía feliz, no, de hecho, su corazón se estrujaba cada día mas, cada día el nudo en su garganta duraba más, a veces le era imposible no derramar lágrimas cuando nadie le veía, la verdad su corazón se iba deshaciendo día a día, su ser se iba muriendo de a poco.
Cuando Minho estaba despierto sonreía, porque sabía que Minho merecía eso, porque también estaba contento de tener cada una de esas oportunidades con el vivo, de poder ver su sonrisa, de poder escuchar su voz pese a que se escuchaba poco a poco mas cansada, mas rasposa, pero aún podía hablar, aún le podía sostener su mano, aún le podía decir que lo amaba y escuchar las mismas palabras salir de su boca.
Pero cada que Minho cerraba sus bellos ojos para dormir otra vez, la inevitable realidad lo golpeaba, temía que nunca más se volviera a despertar, el miedo se acumulaba en su interior, mientras apretaba el agarre en sus manos rogando internamente que por favor Minho volviera a despertar, que por favor pudiera ver su sonrisa otra vez, y que por favor le permitieran decirle que lo amaba otra vez.
Justo como esos momentos, que le veía fijamente mientras dormía.
Tomó la manos que sostenía y le dio un beso, al poco escuchó pasos cerca, no hacía que volteara, sabía que era Jeno, cada cierto tiempo volvía a ese cuarto para ver a Minho, de hecho todos volvían, la mayoría del tiempo estaba acompañado, probablemente la persona que menos lo hacía era Changbin, al parecer era muy sensible y muchas veces era incapaz de soportar estar cerca de Minho por mucho tiempo.
Jeno se sentó del otro lado, sostuvo la otra mano de Minho mientras le veía, con su mano libre acomodó el flequillo de este, le siguió viendo, Chan sabía que Jeno probablemente estaba pidiendo en su interior lo mismo que él, que Minho pudiese despertar una vez más. Jeno era el doctor de Minho, hasta ese momento era quien más fuerte se había mostrado, pero en momentos como ese sus ojos mostraban lo mucho que le dolía todo, después de todo Minho no era sólo un paciente mas, peor aún Minho era el paciente que siempre quiso salvar y que estaba a días de irse.
Chan no hablaba con él, se sentía terrible con sólo verle, verle le hacía más consiente de lo mucho que el estaba involucrado en todo eso, algo que le hacía sentirse demasiado culpable, lo sentía, lo sentía demasiado, sin embargo no podía disculparse, no podía remediar nada.
—Me basta con que lo hagas feliz.
Chan volteó a ver a la persona frente a el, sentado del otro lado de la camilla.
—No puedo regresar el tiempo, por mucho que lo desee, no puedo hacer nada más, por mucho que así lo quiera, las cosas seguirán este curso y yo no puedo hacer nada.
Sus palabras sonaban tristes, llenas de resignación, como alguien que había perdido la batalla más importante de su vida, Chan quiso llorar.
—El merece el mundo ¿sabes?, no podía dárselo, pero quería darle el tiempo para obtenerlo.
Chan vio cómo apretaba un poco la mano de Minho, mientras se mordía el labio inferior.
—Tampoco pude dárselo, ahora sólo quiero que sea feliz en estos días.
Una pausa.
—Irónicamente tampoco soy capaz de hacerlo, pero tú sí y no importa lo mucho que odie eso, es algo que no puedo cambiar.....por eso, ahora solo quiero que le hagas feliz, sin importar que, hasta el último minuto, hazlo feliz.
Chan hizo un gesto de afirmación con su cabeza.
Jeno se levantó de la silla, probablemente para ver otros pacientes.
—No te odio, tampoco te guardaré rencor, es lo único que puedo hacer por el.
Jeno se fue del lugar.
Minho abrió sus ojos y Chan sintió como la tensión en su cuerpo se iba, estaba contento, sonrió para después inclinarse a besar la frente de Minho, para después recibir una bella sonrisa de parte de este.
—Hola, bello durmiente.
—Hola, príncipe guardian.
Poco después todos junto a los dos lados, conversaban, contaban anécdotas, algunos planes a futuro que tenían, daba un ambiente ilusorio, como si Minho solo estuviese ahí temporalmente recuperándose de alguna otra enfermedad o una fractura para después salir con todos ellos y seguir su vida juntos, aunque las sonrisas a veces un poco forzadas, los planes contados con tanto detalle para que Minho pudiese imaginar todo debido a que no estaría para verlos realizarse, Matthew tocando la espalda de Changbin a forma de consuelo en algunas ocasiones, todo eso evidenciaba la realidad y durante esos momentos el corazón de Chan le lastimaba.
Jeno se había unido a ellos un tiempo después, Minho quiso hablar con él por lo tanto todos se dirigieron al departamento, el único que se quedó fue Matthew, por si necesitaba ayuda.
Después de cierto tiempo Jeno y Matthew entraron al departamento.
—Se ha vuelto a dormir.
Nadie dijo nada.
—Yo me iré, debo revisar unas cosas.
Jeno vió a Chan antes de irse, su mirada era extraña, parecía como si estuviese a punto de llorar.
—Será mejor que comamos ahora.
—Yo ya comí hace un rato, por lo tanto quiero estar con Minho.
Matthew me vio por un tiempo que pareció eterno, su mirada era tan extraña como la de Jeno.
—Está bien, cuídalo.
Su voz apenas parecía un susurro, como si luchará por mantenerla estable.
Cuando Chan estaba pasando por su lado escuchó con claridad que le dijo hazlo feliz algo que no entendía hasta que vió a Minho.
No estaba en su camilla, tampoco tenía su bata puesta.
Estaba sentando en una silla de ruedas, tenía una playera blanca con unos pantalones negros, sus ojos estaban un poco maquillados, parecía un ángel con su bella sonrisa en sus labios que apareció cuando se vieron.
—Minho.
—¿Te gusta?, Matthew y Jeno me ayudaron a vestirme, también a sentarme aquí.
—Te ves hermoso pero.... ¿estás bien? ¿no te hace mal no estar acostado?
Minho sonrió pero era distinto a lo usual.
—Chan, ¿podemos tener una cita?
El mencionado no dijo nada, estaba seguro que Minho no estaba en condiciones de eso, pero algo dentro de el no pudo responder.
—Desde que somos pareja, solo hemos podido vernos dentro de estas paredes, es algo deprimente que todos mis recuerdos con mi novio sean en un cuarto de hospital
Minho hizo un puchero para después sonreír.
—Quiero poder salir contigo, sé que se siente ser besado por ti, ser tomado por ti, ser amado por ti, pero nose que se siente salir contigo, ¿puedes cumplir ese deseo egoísta?
—Minho........yo
—No quiero que lo último que obtengas de mi este pintado de blanco, con olor a hospital, quiero dejarte el mejor recuerdo que pueda construir........por favor.
Chan sintió su corazón quebrarse en ese momento, no podía negarse, pero también sabía lo que ello implicaba. Sonrió lo mejor que pudo, soportando el nudo que comenzaba a formarse en su garganta.
—Sería todo un honor para mí, salir con la persona más hermosa de este mundo.
—Ohhh, y ¿cómo se llama esa persona?
–Lee Minho.
—Él es una persona afortunada, bastante afortunada.
Chan se situó detrás de la silla de ruedas para empezar a empujarla, mientras trataba de mantener todas sus piezas juntas, haría feliz a Minho, haría que esa fuese la mejor cita que le podría dar.
Salieron del cuarto, hacia el pasillo, al poco tiempo Jeno apareció frente a ellos.
—Jen, prometiste dejarme.
—No te detendré, sólo vine para ponerte esto, dame tu brazo.
Sacó un frasco con una jeringa.
Jeno no pudo inyectarle el contenido del frasco, su mano temblaba, al final hizo un sonido de frustración y le pidió a una enfermera que pasaba hacerlo por el, mientras ella lo hacía veía a Minho.
—Se feliz.
Minho sonrió.
—Lo prometo.
Después vió a Chan, no le dijo nada hablado pero con la mirada le gritaba "hazlo feliz" Chan solo afirmó con su cabeza.
—Por desgracia no puedes salir más allá del patio de este hospital, pero es bastante amplio y hay unas palapas bastante cómodas, ahí puedes comer o beber lo que gustes, cerca hay una cafetería.
—Gracias.
♡quiero interrumpir esta parte de la historia para invitarles a que escuchen "gracias – la ciencia de juancho Valencia" mientras leen esto, estaba escuchándola mientras redactaba esto y me pareció una canción increíble para este momento, gracias♡
Salieron al jardín del lugar, hasta apenas Chan se dio cuenta que era hermoso, tenía diferentes pasillos con arbustos, cada camino era de un distinto tipo de flor, rosas, tulipanes, girasoles, orquídeas, habían una enorme variedad, empujó la silla por el camino de rosas primero.
—¿Por qué las rosas?
—Porque, quiero que veas la enorme variedad que te hubiera dado si no hubiese sido tan idiota, todas estas rosas tienen distintos significados desde un "te amo" hasta un "amistad", yo hubiese querido darte todos los significados del mundo en diferentes ocasiones, sorprenderte siempre con ellas, decirte lo mucho que eras para mí mediante ellas, eres mi mundo y quiero decírtelo ahora, quiero mostrártelo ahora.
—¿Puedes tomarme una foto junto a ellas? Quiero verla y sentir que tengo el cúmulo de recuerdos en uno solo.
Chan sintió el nudo en su garganta intensificarse, pero sólo asintió con la cabeza.
Le tomó una foto a Minho, sonreía radiante en medio del camino después este le tomó una foto a el, lograron convencer a una enfermera que les tomara una foto juntos.
Minho quiso tomarse selfies frente a las rosas rojas junto a su novio, en algunas se daban un beso en las mejillas, en otras sólo sonreían, en algunas ocasiones hicieron gestos, Minho reía mucho en casa momento y Chan disfrutaba de poder lograr ver a Minho feliz a su lado, como si todo lo malo del pasado jamás hubiese existido.
Con el permiso de una enfermera Chan tomó una rosa blanca y la colocó en la oreja de Minho, después de decirle que se veía hermoso le besó brevemente en los labios, la sonrisa de Minho significó todo para el, daría todo por poder despertar junto a esa sonrisa todos los días.
Después de haber paseado por todos los pasillos llenos de flores, platicando y riendo, Minho pidió que fuesen a una palapa, Chan fue por un café para cada uno y un choco flan para compartir, llegó a sentarse frente a Minho.
Tenían sus ojeras más marcadas y su rostro se veía pálido, Chan sintió su corazón oprimirse pero continuó sonriendo y haciendo a Minho reír, tomaba de su café mientras Chan contaba alguna de sus experiencias como Trainee en Jyp, Minho le contó sobre la ocasión en que lo vió, la canción que estaba cantando y bailando mientras sus mejillas se tornaban rosas.
Chan sonrió y le dio un beso de lo adorable que se veía, se daban de comer en la boca mutuamente, y Chan amaba remover las manchas de chocolate en el rostro de Minho con un beso o con su lengua, el rostro de Minho de tornaría rojo y aparecería una sonrisa tímida en sus labios que a veces también besaría.
Minho puso sus manos delante de sí para sostener su cara, se veía cansado pero antes de que Chan le sugiriera volver, Minho le pidió que cantará para él.
Chan le tomó una mano, mientras Minho colocaba su rostro en la palma de la otra. Comenzó a cantar, al poco tiempo Minho comenzó a cantar con el, su voz era hermosa, tan cálida y puro como él, Chan sentía como su garganta quería traicionarlo, pero decidió seguir, hacerlo perfecto por Minho.
Minho dejó de cantar cerca del final, sólo se dedico a sonreírle mientras recostaba su cuerpo en la mesa, al terminar Chan se levantó de inmediato para ir a verle, Minho sonreía de forma cálida.
—Gracias.
Jeno apareció detrás de Minho.
—Ya es hora, debemos llevarlo de regreso.
Chan sintió que todo en el se derrumbaba, quería que todo fuese una mentira, pero aún no podía, aún no quería derrumbarse, tomó a Minho entre brazos y lo llevó de regreso cargando, no pesaba casi nada y eso era aún más doloroso.
—No quiero que pienses que será tu culpa, tu has sido luz en todo este tiempo y hoy ha sido el momento más feliz de mi vida, no me arrepiento de nada y si pudiese volver a repetirlo, lo haría.
Minho le susurro en el camino, Chan por su parte solo lo apretó un poco más contra sí.
Llegaron al cuarto de Minho, Chan lo coloco en su camilla con cuidado, todos sus amigos estaban ahí, incluido Changbin quien apenas podía controlar sus evidentes ganas de llorar, también el señor Lee se encontraba presentes.
—Changbinnie, eres malo para las despedidas.
Este soltó unas cuantas lágrimas.
—Yo no me quiero despedir, quédate por favor.
Minho sonrió.
—Lo haré, en tus recuerdos, en los recuerdos de todos, en cada cosa que vivimos e intercambiamos, ahí estaré yo.
—Sabes a lo que me refiero, no quiero verte solo ahí.
—Lo siento Changbinnie, solo puedo quedarme ahí, te quiero, los quiero a todos.
Las palabras de Minho eran apenas un susurro.
—Matthew, cuida a Changbin mucho, asegúrate que sonría una vez a la semana, tu también cuídate y busca un trabajo donde no expongas tu vida, quiero que vivan lo más posible, Yuna confiesate a Kai o alguien más lo hará, no descuides tu salud por el trabajo, Hyunjin estoy seguro que tu programa será todo un éxito así que no dudes en llevarlo a la compañía de tus padres. Hannie estoy seguro que tu exposición será todo un éxito. Gracias por incluirme en ella, no llores mucho y no descuides tu salud.
—Jeno, muchas gracias por todo lo que has hecho hasta ahora, incluso ahora, tu hiciste ese médicamento para evitarme el dolor, ahora solo me siento cansado, sé que no dejaras de ayudar a la gente, sé que serás aún mejor que ahora, no te guardes todo para ti, tienes amigos con quien compartir todo, lamento no poder corresponderte mas, lamento no poder estar ahí.
—Papá, gracias por respetar mis deseos egoístas, gracias por cumplir uno de mis más grandes sueños, lamento haberte hecho sufrir, lamento no haber podido salir a la luz debido a mi condición, aun tienes vigos, así que trata de formar otra familia, come bien, duerme bien, eres el mejor padre del mundo pese a que nadie lo sabe, yo se que lo eres.
Chan sostenía la mano de Minho, mientras lo veía despedirse, podía sentir como las fuerzas iban desapareciendo de esta, también podía sentir su temperatura más baja de lo usual, también pese a que lo odiaba, podía sentir el pulso de Minho disminuir cada vez más.
Supo desde que le vio en esa silla de ruedas que Minho había elegido morir ese día, era obvio que su cuerpo no era capaz de manejar su cita pero Minho lo había elegido de esa forma, Minho quería un recuerdo feliz antes de su muerte y Chan no podía negárselo, pese a lo mucho que odiaba ser parte de su muerte otra vez, no podía negarle a Minho un día donde no tuviese que recordar que estaba condenado a morir, pero dolía, le desgarraba por dentro.
—Chan...se que lo que pedí tal vez era demasiado...
Antes de que siguiera Chan le puso un dedo en sus labios.
—Nunca digas eso, lo que mi hermoso novio me pida, nunca es demasiado, lo que sea que te haga feliz, no merece que te arrepientas de ello, si te hizo feliz yo tampoco me arrepiento de nada.
Minho sonrió.
—Gracias.....me hace feliz amarte........te amo.
Chan le devolvió la sonrisa
—Te amo, y porque te amo te haría feliz cuantas veces fuesen necesarias, en las vidas que fuesen necesarias.
Minho comenzó a cerrar sus ojos pero sin quitar la sonrisa de sus labios, un ligero sollozo comenzó a escucharse en la habitación.
—¿Puedes darme un beso de buenas noches?
Chan se inclinó hacia Minho
—Se feliz.—susurró.
—Te extrañaré.
Chan le respondió antes de unir sus labios, sintió como era correspondido para después sentir una quietud dolorosa, la mano que sostenía perdió la fuerza que tenía, al separar sus labios las lágrimas ya había comenzado a salir de sus ojos, cayendo en el cuerpo ahora inerte debajo suyo.
Minho había muerto.
Chan se aferró a la mano que sostenía mientras lloraba, su corazón dejó caer los pedazos que ya se había formado, su ser sintió un vacío enorme, no quería que se fuera, no quería creer que ya no podía ver a Minho sonreír, escucharlo hablar, cantar, sentir su calor, pero la mano que estaba empezando a perder temperatura lo traía a la realidad y la sostenía con más fuerza intentando en vano regresarle el calor, se derrumbó por completo.
No pasó mucho tiempo para que mas llantos se escucharán en el cuarto. Changbin estaba hundido en el pecho de Matthew mientras este sollozaba también, Han había cubierto su rostro con ambas manos al igual que Hyunjin y Yuna, Jeno anotó algo en una hoja, después se recargo en la pared para comenzar a llorar, fue dejándose caer con la espalda contra la pared para al final esconder su rostro en sus rodilla.
El señor Lee no estaba mejor, abrazaba el cuerpo de su hijo mientras lloraba desconsoladamente, pedía que regresara, repetía el nombre de Minho una y otra vez, besaba la frente de su hijo, le acariciaba la cabeza, como si esperara que volviera, como si fuese a despertar con gestos, pero ya no volvería más, Minho no abriría nuevamente sus ojos.
El fue privado, sólo lo atendieron los mismos que estaban en el hospital, durante esos días Chan no había parado de llorar, no había hecho ningún post en sus redes sociales, llegó el punto donde la persona de relaciones públicas posteaba por el, no sabía que había puesto, ni le interesaba, sin Minho las cosas simplemente no tenían sentido en ese momento.
Durante el funeral todos estaban en aparente calma, pero todos estaban derramando lágrimas en silencio, tenían los ojos rojos e hinchado, signo de que lloraron más allá del funeral.
El cielo también estaba nublado, al final terminó lloviendo, pero Chan no se tomó la molestia de buscar un paraguas o un refugio, se sentía vacío, un chico se acercó y le dio un paraguas, al parecer era el asistente del señor Lee y les estaba repartiendo uno a todos, ya que nadie se movió de su lugar.
Todos tenían el espíritu bajo, pero todos se levantarían, era una promesa no dicha, lo harían por Minho, se levantarían por el y no perderían el contacto, pero necesitaban un poco de tiempo para recuperarse de las heridas.
Uno a uno se fueron retirado del lugar, nadie dijo nada o habló con alguien, Chan buscó las fotos de Minho y el entre las flores, deseaba que todo fuese una mentira, pero la lápida con el nombre de Lee Minho era el cruel recordatorio, volvió a llorar con fuerza, mientras veían las fotos, necesitaba sacar todo.
__________________________________________________
AAAAA, este capitulo siempre me hace llorar mares.
Chan es como yo. Minho manda, yo obedezco.