Abby.
Frío.
Eso describe todo lo que siento ahora, me importa poco lo que pasó con Eitan hoy, duele mucho, bastante, pero al menos el frío me hace ocultar mi dolor y pensar menos en aquella desgracia.
Dereck me ha llamado varias veces al celular, incluso más que Eitan, pero decidí rechazar las llamadas, sé que Dereck puede estar muy preocupado, por lo que le mandé un mensaje de texto aclarando que estaba bien, pero que no quiero hablar con nadie ahora mismo.
Ni siquiera Thea o Darla, ellas están muy felices ahora, Thea y mi hermano comenzaron a salir, y a Darla le propusieron matrimonio, no quiero preocuparlas en este momento.
Desde que le mandé ese mensaje a Dereck, nadie más ha insistido en llamarme, y sé que si Eitan estuvo insistente, Dereck le tranquilizaría.
Pero aunque haya rechazado todas las llamadas, no estoy bien. He estado caminando por las calles con los brazos cruzados y el frío emanando mi cuerpo, se podría decir que no sé en dónde estoy o a dónde voy, estoy perdida. Y no sólo físicamente, mi mente y mi alma también lo están.
Me quedo sentada en el tronco de un árbol que está en una plaza no tan lejos de la quinta, quizá esperaré a que sea más tarde para que los invitados de Darla se vayan y entonces yo vaya en busca de la quinta para quedarme ahí durante esta noche.
Un coche negro y lujoso se acerca a mí, temo que sea alguien malo que me ha estado observando mientras vago por las colonias, pero me tranquilizo al ver que una de las mejores personas que conozco baja de ese auto.
Layla.
—¿Q-qué haces aquí? ¿Cómo sabes que yo... —ella corre a abrazarme y me anima a levantarme del suelo.
—No puedes estar aquí, Abby —me levanto y ella me indica que me suba al auto lujoso, no entiendo muy bien qué está sucediendo o porqué ella está aquí, pero tengo tanto frío que ya no soportaría una hora más ahí.
Me subo al auto y mis ojos se abren de par en par, al ver que ahí se encuentra Thomas —¿Qué? ¿Pero cómo?
—Eitan me llamó —responde Thomas a todas mis preguntas con sólo esas tres palabras.
Me hundo en el asiento. Genial, el chismoso fue y le contó todo a él ¿Por qué a él? —¿Qué te dijo?
—Nada —frunzo el ceño —No necesito saber nada, recibí indicaciones y estoy dispuesto a cumplirlas —sé que Eitan le dijo aunque sea algo y él lo oculta, pero no estoy de ganas para discutir ahora.
—¿Te encuentras bien, Abby? —cuestiona Layla desde el asiento de en frente.
Asiento mientras paso mi mano por mi brazo. Thomas me extiende una sábana —Estás helada.
La tomo y me la pongo, satisfacción siente mi cuerpo al sentir algo caliente después de varias horas de frío y tristeza.
-
Llegamos a la mansión Harper y dudo mucho en bajarme, los dos hermanos Harper no tienen mucho de diferente, quizá se aliaron para que Eitan aparezca ahí de repente y nos reconciliemos.
Pero no es así de fácil.
Layla se acerca a mí y me indica que todo está bien, ella me da más confianza a decir verdad, es una mujer tranquila, amable y honesta. Me bajo del auto y todos entramos a la mansión, Layla me muestra una habitación donde puedo pasar la noche hoy, me dice que dejó una pijama en el baño y me sentí más que satisfecha.
Entro al baño de la habitación y me doy una ducha caliente, salgo rápido y aplico crema en mi cuerpo, me siento más tranquila cuando me coloco la cómoda pijama.
Salgo del baño y lo primero que veo es a Thomas recargado en la puerta, le ignoro y espero a que él comience a hablar —¿Estás bien?
—¿Te lo preguntó Eitan? —él asiente —Dile que puede meterse sus preguntas por el culo —juro que no quería decir eso, pero me siento muy cabreada en este momento.
Thomas ríe por lo bajo —Sólo se preocupa por ti.
Me quedo en silencio y me lanzo a la cama.
—Sé que no tenemos la mejor relación, pero también me preocupas. Eres la novia de mi casi hermano, y la madre de mi hija.
—Era la novia de tu casi hermano —aclaro.
—Escucha, yo... ¿te puedo preguntar algo?
—¿Puede ser mañana? —cuestiono —Tengo mucho sueño y pocas ganas de hablar —digo con sinceridad, aún me siento un poco triste y cansada con lo sucedido.
—Seguro —él se acerca a la puerta y la abre —Descansa.
—Igual tú.
Sale de la habitación y entonces me recuesto en la cama y me acurruco entre las sábanas. Pienso en todo lo sucedido antes de dormir, y me desanimo más, creí que Eitan sería el chico con el que estaría toda mi vida, el que jamás me guardaría nada y el que sea sincero conmigo en todo momento, Drake no se equivoca, soy ingenua.
Muy ingenua...
Eitan.
—Di todo de mí, y no fue suficiente, madrina —de sólo recordar ese momento, me lleno de melancolía y frustración —Quisiera poder retroceder el tiempo y jamás haber jugado apuestas.
Mi madrina sonríe con tristeza —Si así hubiera sido, no habría empezado tu interés por Abby —dice pasando su mano por mi hombro en forma de consuelo.
—La he llamado varias veces y ella no contesta... n-no sé qué hacer —paso mi mano por mi cabello y comienzo a llorar sin compasión.
—Dale tiempo —me intenta animar —Has hecho suficiente con llamar a Thomas.
—Aún no sé si eso fue buena idea.
—Si no hubiera sido buena idea, ella seguiría vagando por las colonias con el frío. Estoy segura que Thomas le está ayudando como se debe, ella sólo necesita superarlo, y lo hará, y ambos saldrán adelante.
Asiento sin tener otra opción. No creí que una pequeña mentira podría arruinar la relación por la que he dado todo y la que pensaba que seguiría en pie hasta el fin. Es triste, porque aunque todo comenzó con apuestas, el besarla, tocarla, amarla, nunca lo fue.
Abby.
—¿Alguna vez te meterás ese tenedor a la boca? —pregunta Scarlett desde el otro lado de la mesa. Le obedezco y como un pedazo de los panqueques que Layla preparó, por suerte Benjamín se encuentra trabajando, sino todo este desayuno sería más incómodo.
—Mamá... —Thomas le habla para que se tranquilice un momento, pero ella le ignora.
Entonces se dirige a mí —Abby... anoche quería hablar contigo —Scarlett le voltea a ver con una ceja en alto, pendiente de lo que su hijo vaya a decir.
—Claro, dime.
—Es que yo... —se rasca la nuca con nerviosismo —Quería saber si hay una posibilidad de que, p-pueda ver a Chloe.
Me sorprendo ante su petición y Scarlett le lanza una mirada de desaprobación, le estoy por responder, pero la señora Harper interrumpe —En la mesa, NO se habla —dice recalcando la palabra "no" como si no estuviera de acuerdo con lo que Thomas acaba de pedir.
—Lo siento, madre —se disculpa apenado.
No entiendo cómo es que esa bruja puede manipularlo de esa manera, sé que Thomas no ha sido la mejor persona desde que lo vi por primera vez, pero también estoy consciente que parte de su decisión tomada hace cuatro años, fue manipulada por Scarlett.
Layla entra al comedor con miel de maple, ella camina lento, como si temiera que le fueran a juzgar por estar en el comedor. Scarlett le lanza una mirada asesina —¡Apúrate sirvienta! —le exige.
Ella deja la miel en la mesa y sale de ahí con rápidez, me gustaría insultar a la señora Harper en todos los idiomas posibles, pero sé que no es una buena opción.
—He terminado —dice Thomas levantándose de su silla, me lanza una mirada que entiendo por completo, es como un "te veo afuera", asiento sin que la señora Harper lo note y apenas termino mi desayuno y salgo al patio.
Él está en una banca con sus brazos sobre sus piernas, me siento a su lado y él me nota —Perdón por eso, a mi madre no le gusta mucho la idea de conocer a Chloe —menciona apenado.
—¿Por qué? —frunzo el ceño.
—Dice que si lo hago, me distraeré de mis deberes.
Hago una mueca con los labios —Pues... aún así es tu hija —hace unos meses atrás, estaría loca si dijera eso.
—Y quiero verla, pero no puedo si mi madre me vigila cada segundo —se rasca su nuca —Al menos presentándome como un amigo.
—No tienes porqué ocultárselo.
Él sonríe —Entonces... ¿si puedo verla?
Asiento, a pesar de todo también es su hija y tiene derecho a verla. Una sonrisa se forma en su rostro al darse cuenta que estoy de acuerdo —Gracias —agradece con una sonrisa.
-
Después de unas horas decido que ya es hora de irme, sinceramente estar aquí me ayudó a pensar muy bien las cosas, a liberar un poco mis pensamientos y a estar sola por al menos un momento. Lo que sucedió con Eitan aun me tiene molesta, no entiendo porqué haya decidido mentirme, porqué nunca lo dijo, siento como si él nunca me hubiera tenido confianza, como si todo este tiempo sólo se estuviera burlando de mí.
—Bueno, entonces nos vemos mañana —Thomas se despide de mí, dijo que no quiere molestarme por el día de hoy y que está dispuesto a conocer a Chloe mañana, a mi me pareció bien, quiero relajarme un momento más y no involucrarme en más cosas por hoy.
El chofer de la familia Harper me trajo hasta la casa, Dereck es el primero que me recibe, corre hacia mí y me da un abrazo —Dios, me tenías preocupado.
Le muestro una sencilla sonrisa —Estoy bien.
—¿Qué sucedió con Thomas? ¿Te hizo algo? —yo niego.
—Sólo quiero estar tranquila.
Él comprende y me acompaña dentro de la casa, ahí está Thea jugando a las muñecas junto a Chloe y mi madre en la cocina hablando por teléfono, que hasta donde tengo entendido no tiene idea de lo que ha sucedido con Eitan.
—¡Mamá! —mi pequeña hija corre hacia mí con felicidad —¿Dónde estabas?
—Descansando —me limito a decir.
Thea se aproxima a mí y me da un abrazo —Le dije a Dereck que no me iría hasta verte volver sana y salva a casa.
—Gracias por preocuparte —le sonrío con sinceridad —Pero ya estoy mejor, enserio.
Ella asiente y se separa de mí, —¿Quieres que hablemos de ello? —pregunta en un murmullo.
—N-no lo sé —arqueo mis labios indecisa, me duele demasiado la idea de sólo pensar que Eitan me mintió de esa manera.
—Ven —me indica que vayamos arriba a hablar tranquilamente. Ambas subimos hasta mi habitación y me siento en el borde de la cama —No hay nada relevante —insisto —Sólo que perdió mi confianza.
—Abby, él... estaba muy preocupado.
—¿Y su mejor opción era llamar a Thomas? —río con ironía —Hubiera sido el colmo que hubiera llamado a Drake en su lugar.
—Sólo cuidaba de ti.
No dudo que Eitan se haya vuelto como loco ante lo sucedido, algo que me gusta de él es que suele preocuparse por los demás. Así como estas, había más virtudes de él que hace unos días podría mencionar sin parar, pero siento que toda esa chispa de interés hacia él se ha ido, y no logro ver nada más que lo negativo.
Me siento mal por todo esto, siento que todos estos meses se han echado a la basura y a decir verdad, tampoco tengo interés de renovarlos.
Thea se sienta a mi lado —No lo entiendo... has perdonado varias veces sin ningún problema ¿por qué con Eitan sería diferente?
—Porque Eitan no sólo me mintió, me decepcionó.
Ella baja su mirada —Claro —se pone de mi lado —Te entiendo completamente, yo pasé por lo mismo —su voz parece entre triste y melancólica —Creí que lo que había tenido en el campamento con Dereck fue una mentira, un engaño, estaba decepcionada de que él me haya engañado y me aferré a esa idea por tanto tiempo, que incluso temí enamorarme de nuevo.
—Dereck fue tu amor adolescente Thea, me alegro que hayan regresado, de verdad. Pero con Eitan... creí que era algo que perduraría por siempre.
Ella suspira y recarga su cabeza en mi hombro —Sólo... haz lo que creas correcto ¿sí? —asiento y pienso profundamente en sus palabras.
Quizá sólo necesite tiempo para volver con Eitan y hablar tranquilamente con él, quizá el tiempo no es la cuestión, a veces sólo es necesario demostrar todo tu amor. De cualquier modo, lo que pasó con Eitan se quedará en mis recuerdos por ahora, el futuro dirá si en algún instante los renovaré a momentos o si simplemente se hundirán en mis pensamientos.
♡♡♡
Bien, disfruté escribir este capítulo y espero que les guste tanto como a mí >:3
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Siento que el próximo capítulo les va a doler o les partirá el alma por un momento... bueno, depende de cada quien, jejej.
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—Dany.