Aliens

By Ara_YiZhan

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Ambos curiosos por el mundo del otro. Ambos tan distintos y parecidos al mismo tiempo. El universo inmenso... More

EPISODE 1
EPISODE 2
EPISODE 4
EPISODE 5
EPISODE 6
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EPISODE 14
EPISODE 15
EPISODE 16
EPISODE 17
EPISODE 18
EPISODE FINAL

EPISODE 3

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By Ara_YiZhan


— ¿Xiao Zhan? ...Zhan ¿dónde estás?

— ¿Yue Yue?

Xiao Zhan no estaba muy seguro de dónde se encontraba ahora, sabía que su mente estaba navegando en algún lugar. Había neblina ligeramente en todo su alrededor, todo lo demás era oscuro. Escuchaba una voz familiar haciendo eco en el ambiente, el cual rápidamente reconoció como Peng Chu Yue.

— Yue Yue ¿Eres tú?

— ¡Zhan Zhan! ¡Por Rea! ¡Finalmente te encontré! —La voz mencionó haciendo una pequeña exclamación a la diosa Rea, guardiana y creadora de su galaxia, Peng Chu Yue era un fiel creyente y a Xiao Zhan simplemente le daba igual. — ¿En dónde estás? Mi mente apenas puede sentir tu presencia ¿Qué tan lejos estás? ¿No has llegado a Acos? ¿Estás perdido?

Xiao Zhan frunció el ceño e hizo un gesto de molestia por todas las preguntas de su amigo, bien, sabía que estaba preocupado por él, pero tantas preguntas le aturdían.

—Estoy en el planeta tierra, Yue Yue.

— ¿¡QUÉ!? ¿Cómo? Yo mismo configuré tu nave antes de que abordaras ¡Eso es imposible!

—No lo sé, pero me alegra que me hayas encontrado.

—No mentía cuando dije que mi mente puede alcanzar hasta el último ser de la galaxia.

—No es momento para tus alardes—Xiao Zhan contestó.

—Cómo sea, si te he encontrado, eso quiere decir que estás tomando un descanso ¿Se agotó tu energía?

Xiao Zhan no sabía por dónde empezar, su nave estrellada, el humano Yibo, la transferencia inversa de lenguas...

—Escucha, no es muy sencillo Yue Yue. Solo no le digas a mi padre dónde me encuentro, mi nave estará lista pronto y me dirigiré a Acos, comunícate conmigo dentro de 5 Sofiris"días".

— ¿5 sofiris? ¡Eso es mucho tiempo Zhan!

—Estaré bien.

—Estás en la tierra, con humanos...son peligrosos, te atraparán y experimentarán contigo.

— Yue Yue ...

—Y entonces querrán buscar a más como tú y...

— Yue Yue ...

—Y luego construirán naves y vendrán a buscarnos a todos nosotros.

— ¡ Yue Yue!

— ¿¡Qué!?

—Ya cálmate.

Ambos permanecieron en silencio por unos instantes. Xiao Zhan no podía culpar a su amigo, cualquiera en su planeta estaría igual de preocupado qué el próximo gobernante se encontrara en la tierra, con los humanos, se suponía que debía mantenerse a salvo, en su lugar, parecía haberse escondido en la boca del lobo.

—Disculpa por preocuparme por ti. —Xiao Zhan rodó los ojos, a veces Yue Yue era muy sobreprotector.

—Solo comunícate conmigo en 5 sofiris, estaré bien, te lo prometo.

—Muy bien.

—Diles que estoy bien, sin mencionar en dónde.

—Haré lo que pueda.

Xiao Zhan despertó, esperando que Yue Yue confiara en él una vez más y creyera que estaría bien. Se sentía con más energía, no tenía idea de cuánto tiempo había permanecido dormido, pero habían molestos rayos de sol asomándose por el balcón hasta llegar al pie de la cama dónde se había acostado. No era muy amigo del sol, después de todo la energía proveniente era gracias a las estrellas muertas de su alrededor...En fin. Se levantó de la cama y en el escritorio encontró su pequeña caja metálica, seguramente el humano lo había recogido de la sala y la había dejado en la habitación en caso la necesite y no se equivocó.

Lo que llevaba en esa pequeña caja metálica eran algunos accesorios personales y arma además de algunos controles de repuesto para la nave y alimento inyectable.

Entre sus objetos personales tenía un spray, su maquillaje que solo su familia debía usarla, cada uno se identificaba con él, en la batalla, con su gente. Más allá de tener un significado "obligatorio" debía usarlo, él solo lo hacía ligeramente, era parte de su costumbre Karniana.

Después de terminar de arreglarse, abrió la puerta de la habitación y caminó escaleras abajo hacia la sala principal, dónde había despertado la primera vez y dónde la mayor parte de los hechos había ocurrido. Escuchó unos gruñidos (ladridos) provenientes de una de las habitaciones, seguido de un aroma agradable que penetraba su nariz descaradamente. Xiao Zhan tenía un buen olfato y ese aroma estaba llegando hasta su cerebro haciéndolo salivar.

— ¡Buenos días Xiao Zhan! —Saludó Yibo mientras colocaba un plato de algo que Xiao Zhan no podía reconocer pero que sin embargo sabía que de ahí emanaba el aroma.

Xiao Zhan alzó dos dedos de la mano derecha, las colocó en su pecho e inclinó su cabeza cómo saludo. Yibo asintió con una sonrisa, al parecer esa era la manera de saludarse, lo tomaría en cuenta. Observó cómo el alienígena tenía su mirada fija en el plato de tocinos con huevo y no pudo evitar sonreír aún más. Seguro tenía hambre.

—Preparé algo de comer, es casi mediodía, tienes el sueño pesado —Yibo rio —Ven siéntate. —Xiao Zhan asintió y caminó hacia la mesa, sintió algo moverse debajo de ella y al bajar la mirada se encontró con "Hada", al animal peludo.—Solo quiere jugar, es inofensivo, puedes acariciar su cabeza, no va hacerte daño —Yibo dijo mientras colocaba unas tiras de tocino en el plato de Xiao Zhan.

Este se atrevió a colocar la palma de su mano sobre la cabeza del animal y acariciarlo con cuidado, hacía lo mismo que solía hacer con los harloqs de su planeta, ellos amaban cuando les acariciaban el lomo, la cabeza o la panza.

—Parece que le agradas —Yibo mencionó tomando asiento al frente de Xiao Zhan. —pero ahora Hada, largo —dijo con voz firme y Hada obedeció dando brincos fuera de la cocina.

Xiao Zhan rio, era un animal gracioso, ya no algo peludo que pudiera hacerle daño como creyó en un principio, miró a su plato, el aroma seguía penetrando su nariz, agarró las tiras con sus manos y le dio una mordida sin ni siquiera pensarlo, estaba muy hambriento para eso.

Yibo sonrió al ver a Xiao Zhan comer de esa manera. Parecía un salvaje y uno muy adorable.

— ¿Te gusta?

—Delicioso —Xiao Zhan respondió comiendo otra de las tiras de tocino. — ¿Hay más?

—Por su puesto.

Yibo siguió observando a la criatura. Su cabello lucía arreglado y pudo notar que incluso llevaba maquillaje oscuro en los ojos, no se había percatado de ello la noche anterior, no es que no le haya tomado importancia, simplemente estaba tan envuelto en sus pensamientos y confusión que no lo había notado. Xiao Zhan también lucía gracioso vistiendo su ropa holgada, se sintió un poco culpable ya que el alienígena se ha de haber sentido un tanto incómodo, pero era todo lo que tenía, incluso era la talla más "a su medida" para él.

No había podido dormir propiamente la noche anterior, su pensamiento estuvo invadido por el alienígena, irónicamente. Muchas de sus teorías habían sido, metafóricamente, destruidas, incluso muchas de las teorías que parecían ser casi imposibles de refutar, habían sido aplastadas por la sola presencia de Xiao Zhan en ese momento.
Si hubiera sido otro tipo de persona, de seguro hubiera llamado a canales de televisión y hubiera hecho de Xiao Zhan un animal de circo. Quizá lo hubiera vendido a una gran cantidad de dinero con el que pueda vivir por el resto de su vida...pero no. Tenía ahora la misión de ayudarlo y haría todo lo posible para que la criatura llegue a su planeta sano y salvo, lo único que pedía a cambio era información, conocimiento, poder llenar su curiosidad que lo había estado matando por años.

—Entonces Xiao Zhan...—Empezó Yibo mientras le daba un sorbo a su taza de café caliente — ¿Podrías decirme más de tu planeta? ¿De Karnak? — preguntó sin quitar su mirada del alienígena quién empezó a masticar el tocino de manera más lenta, pensando sus palabras.

Xiao Zhan sabía que había cosas que no podía decir, secretos que no podía revelar. El espacio exterior era una caja llena de sorpresas buenas y malas, cualquier movimiento en falso podría causar la destrucción de miles de vidas allá afuera, debía ser cuidadoso, a pesar de notar cierta amabilidad en el humano, no confiaba del todo, la incertidumbre aún estaba ahí.

—Planeta de una galaxia muy lejana —Xiao Zhan finalmente dijo —Imposible de llegar con la tecnología humana e imposible de encontrar fácilmente.

Yibo asintió, para nada ofendido, sabía que la tecnología de ellos no era nada comparada con la del alienígena.

—Guardián de tu planeta —Añadió.

Yibo frunció el ceño.

— ¿A qué te refieres?

Xiao Zhan no sabía si lo que había dicho estaba bien, pero continuó.

—A pesar de la lejanía. Seres de nuestro planeta resguardan el tuyo para evitar las invasiones ¿no te has preguntado por qué mi apariencia es similar a la tuya y no luzco como un lagarto o algo parecido?

Yibo pestañeó un par de veces, entendía perfectamente a qué se refería, Xiao Zhan no estaba ayudando mucho, estaba más y más curioso al respecto.

—Hay hechos que va más allá del entendimiento de los humanos, no quiero subestimar su inteligencia —Xiao Zhan dijo amigable —Solo que...no sé si podrás entender lo que voy a decirte.

Yibo asintió un tanto confundido esta vez.

—Una pequeña parte de mi sangre es humana. De hecho, todos los seres de mi raza tienen apariencia humana, todos en Karnak. —Yibo asintió y Xiao Zhan continuó —Hace mucho tiempo atrás mis ancestros visitaron este planeta y se relacionaron con los humanos primitivos. Aprendieron su lengua y los observaron por mucho, mucho tiempo. Cómo vivían, cómo se reproducían, cómo evolucionaban. Por otro lado en Karnak, las situaciones no estaban muy bien. Las hembras en nuestro planeta eran escasas y no había forma de poder reproducirnos a falta de hembras, entonces, al tener conocimiento de la reproducción de las hembras de este planeta, Karnianos decidieron abducir algunas de aquí.

Yibo estaba sorprendido al oír la historia y asintió para que continuase.

—Algunas morían en el camino, por no decir la mayoría, solo las más fuerte sobrevivieron hasta llegar a Karnak y empezar el ciclo de reproducción. Sin embargo no era suficiente, las hembras de este planeta no vivían lo suficiente y morían. Es así como mis ancestros, decidieron crear una forma de que los machos también pudieran reproducirse en Karnak con tan solo la sangre de las hembras de este planeta.

—Increíble...—Yibo murmuró

—Con el pasar del tiempo ese proceso fue...mejorando —Dijo Xiao Zhan no muy de acuerdo —Tenemos un almacén de células humanas y sangre de hembra de este planeta para la reproducción en el nuestro. El hecho de que nuestro planeta cuide al suyo es por, cierta, conveniencia. De esa manera podemos continuar manteniendo nuestra raza y su reproducción.

Yibo asintió con el ceño fruncido...

— ¿Qué mejoró entonces?

—Qué ya no tenemos que alejar a las hembras de este planeta y llevarlas a Karnak, extraemos lo que necesitamos de manera indirecta y...lo siento, no puedo decir más.

Yibo asintió y respetó la decisión de callar del alienígena.

—Por cierto... ¿Por qué te alterabas tanto cuando estrechaba mi mano? ¿Tiene algún mal significado en tu planeta?

—Oh...eso —Xiao Zhan sonrió tímidamente cabizbajo — Es una señal de apareamiento. Es lo que usualmente se hace antes de la copula.

—Oh...—Fue solo lo que salió de la boca de Yibo.

Ambos permanecieron en silencio por unos instantes y se echaron a reír, de hecho había sido divertido, Yibo se sintió un poco tonto al respecto y se recordó no estrecharle la mano a Xiao Zhan de ningún modo después de saber aquello, no quería espantar al alienígena una vez más.

— ¿Qué hay de tus ojos? —Preguntó Yibo calmando su risa — ¿Por qué se oscurecen totalmente?

—Eres un humano muy curioso —Xiao Zhan dijo divertido.

—Es natural en nosotros los humanos.

—Ya veo. —Xiao Zhan asintió —Es mi visión natural, me ayuda a ver en la oscuridad y también a reconocer si estoy en peligro, tiene diferentes funciones que no será de mucha ayuda aquí, es por ello que mantengo mi visión de humano, al igual que la tuya.

—ah ok, Lo siento, hago muchas preguntas.

—Lo mínimo que puedo hacer es responder. ¿Podemos empezar a reparar mi nave? —Xiao Zhan preguntó entusiasta.

Yibo asintió.

—Primero déjame ordenar todo esto.


—&—


Después de diez minutos, en la cual ambos, humano y alienígena, se dirigieron hacia el maizal dónde la nave estrellada se encontraba, empezaron a mover la pesada nave hacia el cobertizo que se hallaba en la parte trasera de la casa del abuelo Dan. Yibo había olvidado cómo era estar ahí, incluso le trajo recuerdos de él y Wen Han jugando a los alrededores.

Ambos se aseguraron de no dejar ninguna pieza de la nave en el maizal, solo un agujero medianamente grande por el impacto, si el abuelo Dan se enteraba del desastre en su maizal, le daría un soponcio instantáneo.

Ya dentro del cobertizo con mitad de la nave dentro y la otra mitad hecha pedazos en el suelo, Xiao Zhan decidió remangar las mangas de la incómoda camiseta que llevaba puesta y ponerse a trabajar, no quería perder ningún solo minuto, debía apurarse. Yibo notó lo concentrado que estaba Xiao Zhan revisando las piezas y examinándolas una a una, la verdad es que se sentía un poco inútil, había ayudado a Xiao Zhan a cargar parte de la nave pero...¿Y ahora qué? No quería ser inservible, quería ayudar en algo.

— ¿Necesitas ayuda? —Preguntó Yibo asomando su cabeza por sobre el hombro de Xiao Zhan quién parecía examinar una pieza muy extraña.

—uhm, sí — asintió. — ¿Podrías encontrar dos piezas...?—La criatura señaló y se detuvo al alzar su mirada y encontrarse con los ojos curiosos del humano quién observaba la pieza que estaba señalando. Ahora que la criatura sentía la cercanía del humano, podía sentir su aroma, uno muy agradable que lo hacía sentir de forma extraña.

— ¿Dos piezas...? —Yibo preguntó mirando a Xiao Zhan con una ceja alzada, de pronto la criatura lo estaba mirando de manera incómoda otra vez.

— ¿...Dos piezas parecidas a estas? —finalmente logró articular pestañando un par de veces.

—De acuerdo —Yibo respondió tan pronto la criatura había terminado de hablar y se puso en marcha con la búsqueda de las dos piezas perdidas.

Había tantas cosas que Yibo quería preguntarle a Xiao Zhan pero que al mismo tiempo temía hacerlas... ¿Qué si el alienígena se cansaba de él y le arrancaba la cabeza para que se callara? rio ante la idea y miró a la criatura de reojo. Este tenía mitad de cuerpo dentro de la nave y la otra mitad afuera. No parecía ser agresivo, incluso parecía ser amigable ¿Todos en Karnak serían así?

—Xiao Zhan —Yibo llamó sin contenerse las ganas de preguntar.

— ¿uhm? —contestó con mitad de cuerpo metido en la nave destruida.

— ¿Por qué estás aquí? Quiero decir... ¿escapaste de tu planeta?

Xiao Zhan sacó su cuerpo de la nave y miró a Yibo fijamente, se acercó hasta sentarse en frente de él en el suelo.

—Soy el futuro gobernante de Karnak —inició y Yibo enfocó toda su atención en el alienígena —últimamente hemos estado siendo invadidos por los Parkos...—Yibo abrió la boca para preguntar pero Xiao Zhan se adelantó —Son como los lagartos de este planeta, con la diferencia que son bípedos y tienen el cuerpo muy parecido al nuestro.

—Joder...—Yibo murmuró. Después de todo si existían los alienígenas en formas de lagarto.

—Ellos provienen de un planeta vecino al nuestro, casi siempre lidiamos con ellos. Pero últimamente...pareciera que alguien más estuviera detrás de todo esto. Alguien que está en mi contra cómo futuro gobernante de Karnak —Xiao Zhan agachó la mirada y tomó una de las piezas del suelo —Mi padre creyó que era una buena idea que viajara a Acos y permaneciera ahí hasta que la guerra terminara, me negué en un comienzo, no quería dejar a toda mi gente, quería estar con ellos, pelear por ellos, salvar nuestra raza. Sin embargo...—dejó ambas piezas en el suelo una vez más —mi padre insistió, no pude negarme y abordé la nave. No sé qué sucedió después todo pasó muy rápido.

Yibo asintió intentando procesar toda la información que su cerebro había recibido. Parcos, Acos, gobernante, guerra...

—Nuestro planeta es muy pacifico —Xiao Zhan alzó la mirada y sonrió —Si dejamos de lado a los molestosos Parkos. No lo entiendo...—sacudió la cabeza y dio un profundo suspiro.

Yibo tuvo la gran necesidad de acercarse y abrazar a la criatura para brindarle un poco de confort, de ánimos, pero no pudo. Había algo que lo detenía hacerlo.

—Haré todo lo posible para que regreses a Karnak, Xiao Zhan —Yibo dijo con firmeza —regresarás pronto con tu gente, te lo prometo.

Xiao Zhan miró al humano en frente de él, preguntándose ¿Por qué eran tan amigable con él? ¿No se supone que los humanos eran seres crueles y ruines cómo una vez se lo habían hecho saber? ¿Por qué este humano no era así? ¿O es que era una trampa? ¿Acaso el humano se comportaba de esa manera para luego atraparlo fácilmente y examinarlo en grandes laboratorios?

— ¿Xiao Zhan? ¿Estás bien?

¿Y si nunca más volvía a su planeta? ¿Y si ese humano no era en realidad lo que parecía ser?
La respiración de Xiao Zhan comenzó a dificultarse, sus ojos comenzaban a oscurecerse y sus uñas comenzaban a crecer...tenía que defenderse de los humanos, ellos no eran buenos, ellos quieren encontrarlos, examinarlos y acabar con ellos.

— ¿Xiao Zhan? —Yibo preguntó tras ponerse de pie y retroceder.

Xiao Zhan se llevó ambas manos a la cabeza, empezó a soltar gruñidos y palabras en su lengua, Yibo quiso acercarse pero un gruñido animal hizo que se alejara aún más.

—Largo —Dijo Xiao Zhan con voz grave y rasposa.

—N-No creo que sea...

— ¡Largo!


Yibo no lo pensó, le dio una última mirada y salió presuroso, casi tropezándose, del cobertizo escuchando los gruñidos del alienígena a lo lejos.


—&—


Yibo no sabía cuántos minutos habían pasado, decidió esperar en las pequeñas gradas de la entrada de la casa junto a Hada mientras Xiao Zhan se recuperaba en el cobertizo. Ya no había oído sus gruñidos, también había dejado de oír el sonido de algunos objetos romperse..

Estaba más confundido que asustado por la reacción de alienígena. ¿Acaso dijo algo malo? Quizá solo debería dejar de hacer preguntas, sin embargo era inevitable, por cada respuesta que Xiao Zhan le daba, se hacía dos preguntas más en su cabeza. Nunca terminaban, aparecían en su cabeza, una tras otra, cada una más curiosa que la anterior. Siempre había sido así, curioso por naturaleza, preguntaba por todo y no se detenía hasta recibir la respuesta que saciara su curiosidad. Con el alienígena la situación no parecía funcionar de ese modo. Las respuestas solo hacía que se preguntara más y más.

Miró hacia el maizal en frente de él y se preguntó cómo hubiera sido compartir aquella experiencia con Wen Han. De seguro él hubiera estado igual de curioso, quizá las cosas hubieran sido más sencillas, Wen Han siempre parecía tener la respuesta a todas las preguntas de Yibo. Al menos cuándo eran niños, sabía ello.

— ¿En dónde estás? —Murmuró para sí. Nunca se supo nada de la desaparición de Wen Han, la búsqueda quedó archivada y los policías nunca más volvieron a mencionar el caso. La última vez que visitó a su tía estaba tan demacrada, no parecía ser la misma mujer de hace unos años atrás, desde que su hijo desapareció. se culpó por mucho tiempo porqué después de todo fue su idea querer jugar entre el maizal, las cosas hubieran sido distintas si en ese momento hubiese decidido quedarse en casa y no salir, entonces...talvez entonces Wen Han estaría ahí, con él, como siempre.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por los ladridos de Hada, quién miraba en dirección al cobertizo, Yibo giró la mirada para encontrar a Xiao Zhan aproximándose hacia él. Su cabello estaba ligeramente desordenado, la camiseta que llevaba puesta estaba rasgada al igual que los pantalones y sus mejillas estaban adornadas con cierto rubor.

Yibo se levantó de las gradas y dejó de acariciar el lomo de Hada y enfocó su atención a la criatura que se acercaba, parecía incluso herido.

— ¿Xiao Zhan? ¿Estás bien? —Yibo preguntó no muy seguro. No quería que el alienígena se incomodara cómo minutos atrás. Xiao Zhan asintió y se sobó el antebrazo, parecía sentirse culpable y no quería mirarlo a los ojos. —Hey, está bien...no estoy molesto si eso crees, siento mucho si dije algo malo.

La criatura asintió sin responder. Yibo suspiró y lo guio a la entrada de la casa.

—Ve a darte un baño, podemos ocuparnos de tu nave más tarde, espérame en la habitación para curar tus heridas —Mencionó Yibo e ingresó a la casa sin esperar respuesta del alienígena quién siguió sus pasos.

Mientras Xiao Zhan se dirigía al cuarto de baño, Yibo buscó por el botiquín para tener listo lo necesario para curar los rasguños que el alienígena parecía tener después de la extraña "crisis" en el cobertizo. Sacó de su armario prendas nuevas para Xiao Zhan al escuchar el agua de la ducha abrirse.

Se sentó en la silla madera y apoyó sus codos sobre el escritorio para luego esconder la cabeza en sus manos. Esto estaba mal. No debía esconder un alienígena en casa... ¿Y sí gente del gobierno de pronto se enteraba? Oh mierda, el lío que habría.

Sin embargo ¿Por qué tendrían que enterarse? No había forma de que eso suceda, no por ahora. Esperaba que pudiera mantener el secreto suficiente tiempo para que Xiao Zhan pudiera reparar su nave y finalmente regresar a su planeta sano y salvo.

La idea de tener a un ser que provenía del espacio exterior lo emocionaba y asustaba de sobremanera, quería saber todo de aquella criatura, todo sobre lo que hay allá afuera, hallar las respuestas que se había formulado desde que empezó su gusto y curiosidad por el espacio exterior.

Xiao Zhan era su respuesta a todas esas preguntas. Nunca jamás creyó que estaría vivo para estar cara a cara con un alienígena, bueno, lo había soñado cuando era pequeño y siempre se los imaginaba feos y con muchos tentáculos; mas no de apariencia humana. Estaba muy tentado a llamar al profesor Lu de la universidad, pero... ¿Qué le diría? ¿Cómo lo explicaría? Además no quería que Xiao Zhan se sintiera incómodo con la presencia de otro humano.

Una de las nuevas preguntas que se había formulado era ¿Por qué Xiao Zhan reaccionó de ese modo en el cobertizo? Estaba tranquilo en un comienzo, empezó hablar sobre su planeta y de pronto tuvo una... ¿crisis? Realmente pensó que el alienígena lo atacaría justo en ese momento, milagrosamente no fue así y pudo salir a tiempo.
Oyó la llave de la ducha cerrarse y supuso que Xiao Zhan había terminado, y no se equivocó. A los pocos segundos el alienígena entró a la habitación con la toalla torpemente envuelta en su cintura y el agua goteando de su cabello negro. Yibo al ver a la criatura pudo notar los rasguños en sus brazos y en su pecho. Suavizó su mirada y le sonrió. Se levantó de la silla y le hizo un gesto a Xiao Zhan para que se sentara al borde la cama, este obedeció sin articular palabra alguna.

— ¿Qué sucedió en el cobertizo? —Yibo preguntó cuidadosamente, sin ninguna acusación en su voz. Agarró el algodón y lo mojó en alcohol —Esto arderá un poco. —advirtió.

Colocó delicadamente el algodón sobre la herida de la criatura y alzó su rostro para ver su reacción, temía que sucediera lo mismo que la primera vez. Pero Xiao Zhan solo arrugó el rostro.

—Lo siento —Dijo Xiao Zhan en voz baja, casi en susurro.

— ¿De qué? —Yibo preguntó después de terminar de limpiar la herida.

— ¿Te asusté? —Preguntó la criatura sintiéndose culpable. Estaba notando, ahora, que el humano tenía las mejores intenciones con él, que no le haría daño como muchos en su planeta le habían dicho alguna vez.

—Un poco —Yibo admitió — ¿Estás mejor? —preguntó al terminar de pegar una tirita en el rasguño.

Xiao Zhan asintió y miró su brazo curado. Los humanos eran tan extraños incluso para curar heridas, muy diferente a Karnak, por supuesto. En su planeta se tenía que pasar una luz láser sobre la herida y listo.

Aún no estaba acostumbrado totalmente a la idea de estar en el planeta tierra, específicamente en la casa de un humano, al igual que Yibo quién no procesaba el hecho de tener una criatura extraterrestre justo al frente de él.

Ambos curiosos por el mundo del otro. Ambos tan distintos y parecidos al mismo tiempo. El universo inmenso, infinito, lleno de misterios y secretos que ningún ser viviente en toda esa expansión podría alguna vez descubrir.

Yibo ahora sabía que no estaban solos, no es que lo haya dudado alguna vez, siempre tuvo la convicción de que no eran la única civilización en la galaxia, solo no tenía pruebas fehacientes que corroboraran su teoría.

A diferencia de Xiao Zhan, quien sabía de la existencia de otros seres de otros planetas vecinos y por su puesto de los humanos, nunca creyó del todo cuando su padre una vez le comentó los ruines y pocos civilizados que los humanos eran, por qué si ese era el caso ¿por qué su raza no se había extinguido? Al contrario, los humanos avanzaban, su raza ha ido evolucionando de manera increíble y Xiao Zhan tenía cierto presentimiento que había humanos que hacían de su raza algo mejor. Solo, que al igual que Yibo, no tenía pruebas.

Para el, Xiao Zhan era la prueba que necesitaba y viceversa. Ambos, provenientes de lugares totalmente distintos, alejados...ahora estaban ahí. En una habitación. Juntos.

— ¿Por qué estás ayudándome? —De pronto Xiao Zhan preguntó y Yibo se sintió sorprendido por la repentina pregunta.

¿Por qué lo estaba ayudando? Esa en realidad era una buena pregunta. Yibo se sentó a su costado y se rascó la parte trasera de su cuello.

—Yo... siempre tuve mucho interés en los seres que viven fuera de este planeta —Inició Yibo mirando sus manos e intentando encontrar las palabras correctas, no quería decirle al extraterrestre que era un friki aficionado de alienígenas —Desde muy niño, mi abuelo solía contarme historias sobre seres que viven en otras galaxias y ese tipo de cosas — sonrió al recordar una de las divertidas historias de su abuelo —Siempre me preguntaba si en realidad existían o...éramos los únicos.

Xiao Zhan asintió.

—Si te ayude es porque tengo mucha curiosidad sobre ti, sobre esas civilizaciones existentes en otras galaxias.

Xiao Zhan asintió nuevamente, ligeramente satisfecho con la respuesta.

—No pienso hacer algún tipo de experimento contigo —Yibo rio —Sé que estás pensando eso.

— ¿Qué me sucedería si otro humano me descubre, humano? —Xiao Zhan preguntó con temor en su tono de voz. Era imposible que todos los humanos fueran como Yibo, sería todo muy perfecto para ser real.

—No va a pasar, estarás a salvo mientras yo esté contigo, lo promete, y solo dime Yibo.

¿Podía Xiao Zhan realmente confiar en un humano? ¿Podría realmente confiar en esos seres que su padre tanto le había prohibido relacionarse?

Xiao Zhan asintió y sonrió suavemente.


—&—


Después de pasar unas horas en la cocina, Yibo logró preparar el almuerzo, gracias a su querida mamá se desenvolvía muy bien en la cocina y se sentía orgulloso de ello. Solo le faltaba poner la mesa y colocar las croquetas de Hada en un tazón.

Mientras colocaba la mesa, hecho un vistazo a Xiao Zhan quién estaba sentado en el sofá junto a la gran ventana que da la vista hacia afuera, lucía pensativo, confundido, triste y se sentía un poco inútil al no poder ayudarlo con su nave.

Además, no se le veía del todo cómodo con su ropa, aunque para Yibo, se veía adorable.

Adorable.

Yibo rió ante el pensamiento y sacudió la cabeza.

—Xiao Zhan, ya está el almuerzo —Yibo llamó y Xiao Zhan se giró y caminó hacia la mesa un tanto desganado — ¿Sucede algo?

Xiao Zhan no quería responder porque pensaba que sería un poco arriesgado, pero debía intentarlo, esta sería, quizá, su única oportunidad.

— ¿Podemos salir allá afuera? —Xiao Zhan preguntó con una pequeña voz —Me gustaría conocer...

— ¿A más personas? —Yibo completó la oración sirviendo un poco de comida en el plato de Xiao Zhan y sentándose a la mesa.

Este asintió un poco avergonzado por el pedido.

—Sí podemos —Yibo contestó y Xiao Zhan alzó la mirada con grandes ojos expectantes —Con una condición...

Xiao Zhan asintió rápidamente.

—No tienes que separarte de mi lado, podrías perderte y eso no sería nada bueno —Yibo advirtió —Además, tengo una idea, podríamos comprar algo de ropa a tu medida, así no tendrías que usar esa incómoda ropa mía ¿verdad? —Dijo Yibo entre risas y Xiao Zhan asintió divertido —Bien, terminemos con esto y nos vamos.

El almuerzo fue ameno, Yibo le contaba a Xiao Zhan muchas de sus anécdotas cuando era niño e incluso le contó una de las cortas historias que su abuelo solía contarle sobre los extraterrestres. El alienígena la estaba pasando muy bien, no solo estaba comiendo un delicioso aperitivo que el humano había preparado sino que este le contaba experiencias pasadas sobre su vida, nunca había experimentado algo así antes. En Karnak, su familia y él almorzaban en ambientes diferentes, no hablaban muy seguido y muchas de las veces se sentía solo, a menos que Yue Yue, su mejor amigo, estuviera libre, entonces podrían pasar el rato juntos.


Xiao Zhan ayudó a Yibo con los trastes, por supuesto este le enseñó como lavar los platos, para Xiao Zhan era algo totalmente nuevo y le pareció muy gracioso.

Antes de que salieran, Yibo ingresó al cuarto de baño para cepillarse los dientes y Xiao Zhan no pudo evitar mirarlo con curiosidad ¿Por qué el humano frotaba sus dientes con ese objeto?

Entonces observó crecer la espuma en su boca y Xiao Zhan retrocedió asustado. Recordó una vez que un Lalit, una pequeña criatura amigable de su planeta, empezó a botar espuma, señal de una mutación, ocurría a veces porque estos pequeños animales comían un alimento dañino, entonces mutaban y se ponían violentos, la única manera de detenerlos era matándolos.

Yibo observó a Xiao Zhan con el ceño fruncido y su cuerpo parecía en guardia, en caso lo atacara. Yibo escupió y se enjuagó la boca.

Lo primero que hizo fue explicarle a Xiao Zhan que lo que tenía en la boca era espuma de pasta dental, el cual servía para mantener limpios los dientes y no contraer alguna enfermedad bucal. Xiao Zhan asintió confundido y Yibo alzó una ceja preguntándose "¿Qué se supone que hace Xiao Zhan para tener sus dientes limpios?" porque hasta dónde él había notado, los dientes de Xiao Zhan parecían saludables y hasta dónde sabía su aliento era agradable. De todos modos, se hizo una nota mental de comprar un cepillo de dientes para el alienígena.

Finalmente, Yibo agarró su billetera, las llaves del auto y salió, por supuesto no sin antes cerrar todo, especialmente el cobertizo dónde se encontraba la nave destrozada de Xiao Zhan.

Yibo abrió la puerta del auto para que Xiao Zhan ingresara en el asiento copiloto, abrochó su cinturón e hizo lo mismo con el del alienígena.

—Es para mantenerte seguro.

—No soy un Parkos, Yibo —Xiao Zhan dijo haciendo mención a los seres menos evolucionados de la galaxia.

Yibo rio y encendió el motor. 

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