Dentro de la habitación de TaeHyung lo único que podía escucharse eran los chasquidos que los labios de Jungkook y TaeHyung compartían.
Era el mismo beso que los unía el encargado de robarse los suspiros de ambos.
De una forma inconsciente, TaeHyung bajó sus manos hasta la cintura del más bajo, dejando pequeñas caricias sobre la misma, sólo así pudo apegar el cuerpo de Jungkook un poco más al suyo.
Siempre teniendo cuidado con el vientre del más bajo, por nada del mundo quería dañar a su bebé.
A JungKook se le hizo imposible no subir sus manitas hasta los cabellos de su mayor, acariciando estos de manera suave y disfrutando de los pequeños suspiros que TaeHyung le daba gracias a las caricias.
Sin embargo, un dolor en su vientre lo hizo separarse casi de forma abrupta.
No fue sorpresa que TaeHyung se alarmara, más por la pequeña mueca en el rostro de Jungkook.
Pero antes de poder decir algo, el omega se adelantó.
—N-no deberías disculparte por tantas cosas.
—¿Te sientes bien?
Preguntó el más algo, no queriendo ignorar a Jungkook, pero simplemente sin poder evitar el priorizar su estado.
—E-estoy bien, simplemente fue un dolor repentino, pero... Pero ya pasó todo, n-no se preocupe por eso.
—No... Anda a tu habitación, ¿sí? Es algo tarde y... Creo que ya te dije todo lo que debía decir, ahora mismo es importante que descanses.
Jungkook quiso protestar, diciendo que, probablemente podía quedarse un poco más fuera de su habitación, pero la mano de TaeHyung sobre su cintura hizo que tragara cualquier palabra que pudiera decir.
Era su debilidad.
—Sí, yo... Ya voy, hyung, gracias.
Recibió una sonrisa de parte de su mayor, más aliviada.
—Es lo que quería oír, Jungkook. Si tienes dolores muy fuertes llámame, ¿sí? Tu habitación no está tan lejos a la mía, de seguro puedo escucharte, aunque sé que-
TaeHyung, entonces, se calló de forma casi abrupta.
—JungKook... ¿Qué estás haciendo?
Alzó una ceja, con una expresión divertida en su rostro, al ver a su menor con los ojitos cerrados, abultando un poco sus labios en un piquito.
—N-no se despidió.
Al parecer alguien estaba aprovechando el tener los besitos de su mayor de vuelta.
TaeHyung ni siquiera lo pensó dos veces antes de unir los labios a los de su menor, disfrutando cada minuto de aquella unión, pues no sabía cuando es que podría tener una oportunidad así de nuevo.
—Ve... Debes descansar.
Murmuró el alfa al momento de separarse, y JungKook, durante un pequeño instante, sintió como si todo fuera tal y como antes.
Como en un sueño.
—Gracias...
Hizo una última reverencia, saliendo de su habitación y sintiendo un sin fin de emociones controlar cada uno de sus sentidos.
Todo lo que TaeHyung le hacía sentir hacia que sintiera hasta mareado.
Era tango el poder que el alfa tenía sobre él, que parecía mentira todo lo que dijo sobre querer desligarse de él, porque en esos momentos, no era más que vulnerable.
No era más que un omega casi bajo el completo mando del alfa.
Pero estaba bien, al menos, tenía el aroma del alfa de nuevo sobre su cuerpo.
Al menos...
Al menos su nido iba a agradecérselo.
[...].
Para TaeHyung se había vuelto una costumbre visitar a Jimin cuando este estaba casi dormido, pero para JungKook, se había hecho costumbre visitarlo cuando este estaba más que despierto.
Claro que, iba sólo a su habitación, eran pocas las veces en las que iba al piso de abajo.
Principalmente porque estaban los padres de Jimin y TaeHyung, y le daban miedo.
Prefería quedarse en la habitación de su amigo, acompañándolo mientras esté hacia sus tareas o se preparaba para algún examen. Al estar ya, prácticamente recuperado, había vuelto a las clases, casi listo para acabar su penúltimo año en la universidad.
—¿Cuándo es que tienes que ir con el médico, Kook? Es tu última revisión, ¿verdad?
Y tal y como aquella vez, mientras Jimin estudiaba, Jungkook se sentaba sobre su cama, simplemente, viéndolo.
Le gustaba eso.
A veces necesitaba paz, y Jimin... Le daba tanta paz.
—Tengo que ir este viernes, voy a tener una última ecografía y... Ya estará todo listo para el parto.
Respondió, como siempre, prestándole atención a su mayor. Con la diferencia de que ahora estaba un tanto perdido en sus pensamientos.
Y estaba así desde la noche anterior.
Se sentía como todo un adolescente al estar tan pendiente de un beso.
Un... Simple beso.
Uno que había hecho incluso a su omega cuestionarse sobre si estaría bien al separarse del alfa.
Después de todo, el parto ya se acercaba.
—Ah... ¿Te sientes bien?
Preguntó Jimin, como siempre él, pudiendo reconocer que algo había mal en el menor con sólo un tono de voz.
Jungkook, quien estaba jugando con sus manos y viendo las mismas, dejó de hacerlo para poder alzar la vista hacia su mayor.
El alfa se sentó frente a él.
—De sentir bien me siento bien, Jimin hyung, simplemente... Un tanto confundido, pero es que yo... No me gusta estar así, s-se supone que ya he tomado una decisión, pero ahora... Ahora parece que por tan poco me tan hecho dudar de ella que-
—Se trata de TaeHyung, ¿verdad?
Un pequeño silencio se instaló en la habitación.
Jimin supo, entonces, que era así.
—¿Qué te dijo? ¿Volvió a rogarte y a decirte en mil y un idiomas que está arrepentido de lo que hizo? JungKook... Sabes que por muy arrepentido que esté nada va a cambiar lo que pasó, ¿verdad? Sabes muy bien que-
El alfa trató de tomar su mano, pero al momento de hacerlo, sintió un aro metálico sobre uno de los dedos del muchacho.
Y tal y como si se tratara de la pareja del mismo, la expresión calmada que Jimin había tenido en su rostro cambió a uno considerablemente más serio.
A como estaba antes, sí.
—Él... Me besó.
Jungkook sabía que su amigo iba a regañarlo por dejarse llevar por sus sentimientos tan fácilmente, pero ahora, con esa nueva reacción, de alguna forma sentía nervios de decírselo.
Y no debería ser así, ¿verdad?
—Y tú te pusiste el anillo...
¿Por qué sentía que debía explicar?
El alfa, por su parte, no entendía no entendía porqué sentía la necesidad de pedirle explicaciones.
Pero se contuvo, porque sabía que estaba mal, y porque sabía que al hacerlo iba a incomodar más al omega, quien ya se veía bastante trastornado con lo que había pasado.
Jimin era el hermano razonable, nunca se dejaba llevar por sus impulsos, aún teniendo infinitas ganas de hacerlo, simplemente, no podía.
Menos con Jungkook, quien tanto le importaba.
—Jimin hyung... ¿Y si realmente n-no soy capaz de vivir lejos de él? ¿Qué haré entonces? Yo no quiero... No quiero depender de alguien... Pensé q-que estaba dejando de hacerlo y-
Sí, en definitiva su menor ya tenía suficiente consigo mismo como para hacerle preguntas que podrían ponerlo peor.
—Y ahora viene él con... C-con esa sonrisa que... Que...
Con cada palabra que el menor decía, Jimin lentamente soltaba su mano.
Había escuchado tantas veces ese tipo de cosas de Jungkook hacia TaeHyung.
Y siempre... Se sentía igual.
—Y-yo le juro que no quiero volver a como era antes... Tengo miedo de que todo vuelva a ser igual y v-vuelva a pasar lo... Lo que pasó de nuevo, Jimin hyung, yo l-le juro que no quiero volver a ser tan vulnerable ante él...
Pero peor se sentía ver los ojos de Jungkook llenarse de lágrimas.
—TaeHyung... Todavía te gusta, ¿verdad?
El más bajo apretó sus labios, antes de dar un asentimiento.
Mentir sería hacerlo de una forma tan descarada.
—No tiene... No tiene idea de cuanto...
Recostó su frente en el hombro ajeno, recargándose sobre el mismo, con el único fin de poder recibir algo de apoyo de parte de su hyung.
Era lo que tanto necesitaba.
—TaeHyung ha estado llegando tarde de nuevo...
Dijo el alfa, con voz calmada.
El alfa que no se dejaba llevar por sus impulsos, al ver que podía perder al omega que quería de nuevo hacia que se sintiera desesperado.
Perderlo de nuevo.
Perderlo como... Tantas veces había hecho.
Y como nunca pudo evitar.
Pero, era aún más importante para él verlo feliz.
Lo más importante para él.
—Su ex sigue trabajando en la compañía, él dice que no la ha visto, pero...
Sintió como JungKook apretaba la manga de su camisa, era obvio que aquellas palabras estaban llegando a él.
—¿Tú... Tú te sientes capaz de creer en su palabra, Jungkook?
Jungkook no supo que responder.
O quizá no se atrevió a dar una respuesta negativa.
—¿Por qué... Por qué siempre él?
El alfa suspiró.
Bueno, quizá alguien sí había empezado a llevarse por sus impulsos.
—¿Nunca te has puesto a pensar en las muchas personas que moverían cielo y tierra sólo para ganar un poco de tu confianza? No sólo con palabras, si no también con acciones... JungKook...
Separó un poco al omega de su cuerpo, tomándolo del mentón para poder verlo directamente.
—¿Nunca... Nunca t-te has puesto a pensar qué hay más allá de TaeHyung?
no me funen xfa, andaba seca de ideas:(
ahorita ando más inspirada yy ojalá pueda actualizar pronto, de verdad disculpen, los tqm