✁・・・ADVERTENCIA: se trata el tema del trastorno de depresión.
Los exámenes parciales se acercaban una vez más por lo que los estudiantes más diligentes de la Academia Shūjin comenzaban a prepararse con antelación. A pesar de no ser un alumno con calificaciones excelentes e impecables que mantener como las de su compañera Makoto, Ren ya se encontraba listo para dar comienzo a su sesión de estudio en la mesa que solía aprontar de Leblanc. Se había quitado sus gafas por unos momentos para tallar sus cansados ojos después de pasar un rato leyendo y releyendo cuando sintió que un par de manos delicadas cubrió su visión.
—¡Adivina quién soy! —se escuchó una voz femenina. El azabache sonrió, finalmente había llegado a quien tanto esperaba.
—Creo que tú sola te echas de cabeza si hablas —comentó con un tono sosegado acompañado de una sonrisa.
—Sí, tienes razón —a chica removió sus manos y plantó un beso en la mejilla del muchacho para después sentarse en el asiento enfrente suyo dejando su mochila en el suelo en el acto- ¿Así que qué estudiaremos hoy, amorcito?
No se podría decir con exactitud en qué momento estos dos jóvenes cayeron en las redes de Cupido ya que todo se fue dando a su debido tiempo, pero tanto para Ren como para el resto de los Phantom Thieves fue tan gigantesco el cambio que sufrió la adolescente que incluso les sorprendió que pudiera enamorarse de nuevo al poco tiempo de ser robado su corazón. Eventualmente el amor era algo que experimentaría en algún momento, pero no esperaban que fuera en un futuro tan cercano, en especial después de que la razón por la que conoció a su actual novio fue un tanto problemática y túrbida.
—Tienes que estarme jodiendo, ¿¡qué demonios es este lugar!? —exclamó Ryuji con molestia—. Hemos caminado por más de treinta minutos y no avanzamos.
—Tampoco nadie nos ha atacado —habló Ann claramente confundida—, no es como que me queje de ello, pero este lugar parece estar completamente vacío, no tenemos pista de a dónde ir y por lo que sabemos podríamos estar simplemente dando vueltas sin darnos cuenta.
—¿Mona, alguna idea? —preguntó Makoto y el felino suspiró con pesadez.
—Este palacio no es como nada que haya visto antes. También es muy diferente de la vez que entramos al palacio de Oracle a pesar de que (TN) deseara que viniéramos. Somos vistos como enemigos pero a la vez tenemos libertad de andar por donde queramos. Es como si... se sintiera tan vacía que ni siquiera tiene intensión de oponer resistencia a lo que le pase pero a la vez desconfía de los demás, eso es lo único que se me ocurre.
El palacio de (TN) era parecido a la nada, en todas direcciones solo se podía ver blanco, era imposible distinguir donde empezaba el cielo y dónde el suelo, el lugar estaba completamente vacío, no habían estructuras u objetos que les indicara nada y a salida hacía un buen rato que la habían dejado atrás. Los jóvenes se separaron unos cuantos metros poniéndose en un círculo para intentar cubrir la mayor cantidad de ángulos posibles, agudizaron su vista para ver si podían divisar algo en la lejanía del horizonte.
—¡Por aquí! —gritó Ren llamando la atención del resto de sus compañeros y a continuación corrió sin apartar de su vista su objetivo, como si estuviera mortificado de que desapareciera.
En seguida llegaron a donde su líder los guiaba. Lo que él había visto fue un bulto en el suelo el cual era nada más y nada menos que la sombra de (TN), la chica cuyo corazón debían cambiar para salvar su vida, rodeada de sombras con apariencia humanoide grotesca, tonalidad oscura en todo tu cuerpo, sonrisas amplias y burlonas, con sus largos brazos y dedos raquíticos apuntaban hacia la sombra chica a la vez que canturreaban frases hirientes como "eres una inútil", "no hay futuro para ti", "eres una carga y deshonra", "nadie te quiere", "enciérrate, así le evitas a los demás el desagrado de tolerarte", "no importa cuánto te esfuerces, jamás lograrás nada", "desaparece de la vida de una vez"; así era como la triste chica veía a todos los que la rodeaban. Ella estaba sentada de la misma forma que Futaba suele sentarse, la diferencia es que abrazaba sus piernas y ocultaba su rostro en sus rodillas como si tratara de ocultarse de la situación que la rodeaba, su cabello caía como cascada a sus costados evitando así que se viera algo de su cara; en su pie derecho tenía un grillete con una enorme y pesada bola de hierro que la mantenía inmóvil en su lugar. Justo al lado de ella se encontraba su tesoro encerrado en un baúl.
—¡No los escuches, (TN)! —gritó Ann consternada. Ren, sin dejar continuar ese calvario ni un segundo más, se apresuró a entrar en combate contra las sombras, derrotando a cada una junto con sus compañeros.
Después de una serie de exhaustivas batallas, los Phantom Thieves intentaron dialogar con la sombra pero fue inútil. No obtuvieron nada de información de ella por lo que desistieron, solo le pidieron que les enseñara el regreso a la salida y al momento de manifestar dicho deseo unas pálidas flechas casi imperceptibles aparecieron en el suelo para guiarlos al lugar por donde entraron.
La muchacha era una estudiante de segundo año que también asistía a la preparatoria Shūjin; debido a que ella estaba en otro salón no solían interactuar con la chica, de hecho, ni siquiera la conocían hasta que en un evento donde se juntaban todos segundos grados le tocó a Ren hacer equipo con la desconocida. Su primera impresión fuera que era callada, tímida, evitaba a los demás y trataba de hacer el menos uso posible de la comunicación verbal con su propio equipo, al azabache incluso pasó por su mente que tratarse de una persona muy apática. Sin embargo, por azares del destino se vio en la necesidad de contactarse con ella, por lo que buscó entre sus compañeros a alguno que tuviera su número de celular. Para desagrado suyo esa fue una tarea más difícil de lo que esperaba, parecía que la chica no tenía mucho contacto con sus compañeros y su misma necesidad de evadir a las personas la obligaba a irse de la Academia tan pronto sonara la campana de salida. En el salón de la chica encontró a una sola persona que lo tenía, pero al dárselo le advirtió que hacía mucho tiempo que no la contactaba por ese medio por lo que desconocía si habría cambiado de número en algún momento. Aun con ese pequeño riesgo, Ren se lo pidió, de todos modos si estaba erróneo no le quedaría más que buscarla al día siguiente.
Lo que pasó el momento de mandarle el primer mensaje no se lo esperó en lo absoluto, él creía que posiblemente no le respondiera, pero pasó todo lo contrario, le contestó casi al instante con la pregunta más obvia "¿cómo conseguiste mi número?", una vez que le contestó esa interrogativa, su conversación fue de las más amenas que ha tenido, era totalmente diferente a como la conoció en persona. Se empezaron a conocer mejor por medio de mensajes durante el fin de semana, había establecido un nuevo link social.
Todo iba viento en popa, aunque la muchacha aún se ponía nerviosa cuando Ren se acercaba a hablar con ella frente a frente, le costaba mucho interactuar con otros, pero el azabache lograba poco a poco meterse en ese duro caparazón suyo. En contadas ocasiones hablaron sobre los Phantom Thieves, y por de bajo del agua la chica le manifestó algo que él interpretó como que deseaba saber si sería posible que robaban su corazón, cuando preguntó el por qué de esa pregunta, ella solo decía que era una broma o cualquier otra cosa que cambiara el enfoque de la plática.
No fue hasta unas semanas después que se dio cuenta que algo estaba muy mal y que toda la cercanía que había logrado obtener con ella se fue por el caño. Notó que, después del día en que la vio salir del baño de mujeres con los ojos llorosos, comenzó a faltar a la escuela, el mensaje que le envió ese día no había sido respondido y tampoco le abría las puertas de su casa, sus padres solo le dijeron que se sentía mal para salir, cuando les preguntó sutilmente sobre la escuela, éstos no entendieron lo que les quería decir. Parecía que (TN) salía todas las mañanas pretendiendo que iba a la Academia pero en realidad nunca llegaba y sus padres no sabían de eso. La segunda vez que le mandó un mensaje expresándole su preocupación recibió un solo mensaje que le hizo entender varias cosas: "Tengo miedo que me lastimes como todos los demás".
Pocos días después, luego de pedirle a sus padres que por favor lo dejaran verla, Ren personalmente le hizo entrega de la tarjeta de llamada. "¿Estás seguro de esto?" preguntó Morgana (a quien (TN) ya conocía pues él había venido a su hogar en un par de ocasiones para pasar el rato) asomando su cabeza fuera de la mochila. Le confesó que él formaba parte de los Phantom Thieves of Hearts y le explicó un poco sobre en qué consistía un cambio de corazón, a lo que ella preguntó por qué le decía cosas tan importantes y secretas, para el azabache la respuesta era sencilla, confiaba en ella y estaba convencido de que no sería capaz de dañarlo así como él jamás la lastimaría.
Cuando volvieron a entrar al palacio de (TN), Ren era el único que no había cambiado de atuendo, para la chica él ya no representaba un peligro. El camino hacia el tesoro estaba marcado por un camino con botones de hermosas flores que despertaban con cada paso que los jóvenes daban. Una vez que llegaron la sombra de la muchacha estaba de rodillas en el suelo, con la cabeza baja pero ya no más ocultándose por completo como la primera vez que la vieron, lo negativo de la situación era que la bola de hierro era mucho más grande que la ocasión pasada, parecía que aumentaba de tamaño con cada episodio depresivo por el que pasaba. La sombra se percató de la presencia de los seis adolescentes, pero únicamente se concentró en el chico de lentes, sin decir nada abrió la jaula en donde se encontraba materializado el tesoro e intentó hacerle entrega del mismo: tenía la forma una llave dorada.
Sin embargo, antes de que los Phantom Thieves pudieran hacer nada, la gigante esfera de hierro tomó la apariencia de una horrorosa forma humanoide de color oscuro, medía alrededor de tres metros, tenía una gran hilera de dientes cerrados fuertemente como si estuviera en gran dolor y dos cuencas blancas en donde deberían ir unos ojos, carecía de nariz, tampoco tenía piernas por lo que parecía derretirse y fundirse con el suelo, sus brazos eran largos y tenía dedos raquíticos que terminaban en punta, muy parecidos a las sombras que habían combatido días atrás. Era momento para su batalla final en ese peculiar palacio y no sería sencillo, especialmente porque debían evitar golpear a (TN) y que la misma sombra la lastimara, debido a que la cognición aún estaba unida a ella por medio de la cadena que conectaba el grillete con la bola de acero.
Después de concluir esa extenuante y ardua batalla con una victoria, tanto la esfera de acero como el grillete se desintegraron. Sin ni un enemigo más el cual enfrentar, el chico apodado Joker tomó el brillante tesoro que la sombra le ofrecía una vez más.
—Has estado dando de ti que has podido —le dijo Ren a la sombra fémina—. Aunque creas que es poco, lo has hecho muy bien hasta ahora —le regresó el tesoro—. Sé que sabrás cómo salir de esto por ti misma, eres fuerte.
A continuación le tendió su mano desocupada, pues la sombra de la chica aún seguía de rodillas en el piso. La muchacha parecía un poco temerosa, sin embargo, acercó su mano con lentitud con intención de aceptarla y así ponerse de pie por primera vez después de tanto tiempo. Ella y solo ella era dueña de su vida, y la única que podía liberarse por completo de esas cadenas era ella, Ren y el resto de los Phantom Thieves solo le dieron un pequeño empujón.
—¡Ren! ¿En qué piensas? —preguntó su novia.
—¿Huh? —fue lo único que pudo salir de su boca mientras volvía en sí.
—Estabas viendo a la nada, ¿ya estás cansado de estudiar?
—¿Te parece si continuamos mañana? —el azabache se estiró y luego se relajó en el asiento. Ella asintió para después meter sus útiles escolares de vuelta en su mochila.
—¿Vamos por unos batidos y crepas? Comeríamos rico y tomaríamos algo de aire fresco. ¡Podríamos ir al parque! ¿Quieres? ¡Anda, di que sí! —le dijo con un tono emocionado.
La muchacha se puso de pie a la par de él. Ren le ofreció su mano para tomar la de ella y entrelazar sus dedos, lo cual aceptó gustosa abrazándolo del brazo con mucho cariño para así dar comienzo a una hermosa tarde con el chico que más la amaba. Era increíble como una chica tan rota pudo recuperarse, ni si quiera ella misma se tenía esperanzas; sin embargo, junto con la ayuda del azabache, sus nuevos amigos y el querer seguir adelante pudo lograrlo. Les estaba en eterno agradecimiento por prácticamente salvarle la vida, en especial a Ren quien se había convertido en una pequeña luz de esperanza cuando le confío su secreto e intentaba llegar a ella. Le demostró que a pesar de que pase mucho tiempo a ciegas en el hoyo, en un momento llegaría ese tenue destello al cual debía aferrarse con todas sus fuerzas porque, eventualmente, algún día podría salir de ahí, solo debía seguir adelante.
Espero que Ren no me haya salido OC, no he visto el anime así que solo me base en su comportamiento en el juego y las respuestas que el jugador puede elegir.
También espero que lo del palacio no me haya quedado muy diferente a como debería de pasar o a como son las leyes del Metaverse. Si sí es así, me disculpo por ello.
También estoy pensando en abrir un libro exclusivo para OS de Persona, algunos los publicaría aquí, pero la mayoría en ese libro. Aún me la estoy pensando.
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Publicación: sep. 11, 2020