Tres meses después:
–¿Estás seguro?, ¿completamente seguro? –preguntaba SeokJin mientras sostenía la prueba de embarazo que confirmaban sus sospechas, desde hace un tiempo el aroma de TaeHyung había cambiado ligeramente pero creía que eran supersticiones suyas.
–SeokJin –contestó malhumorado a la vez que abría la puerta del baño mostrando un desastre en ella y más pruebas regadas por el suelo –me hice veinte pruebas y todas dieron positivo, ¿Crees que estoy jugando? –además, el humor de cierto peli azul era cambiante y los antojos se habían hecho presentes una semana antes aumentando aquel cambio de humor si no obtenía lo que pedía.
–Yo... bueno es sólo que creí que tardariamos mucho más y yo umh –SeokJin limpió algunas lágrimas que comenzaban a aparecer –me hace muy feliz saber que al fin tendremos un cachorro, es eso –y de repente más comenzaron a resbalar por sus mejillas tornadas de un ligero carmín.
TaeHyung salió del baño caminando hasta donde se encontraba aquel Alfa –Lo estás sosteniendo mal, ese lado hizo contacto con mi... umh –SeokJin cambió su expresión a una que se comparaba a pánico, TaeHyung le quitó aquella prueba y volvió su expresión con ojos brillosos haciéndole parecer un niño pequeño. –¿Por qué eres tan lindo? –acarició su rostro ahora con buen humor.
–Umh... yo, yo quiero que se parezca a ti –TaeHyung se asombró al escuchar aquello –quiero que tenga el cabello azul como tú, tus lindos ojos, tu linda nariz, tu linda sonrisa, tus lindos labios, en pocas palabras quiero que sea tu copia. –terminó y sorbio de su nariz.
TaeHyung botó la prueba de embarazo y abrazó a SeokJin con todas sus fuerzas para posteriormente tratar de secar sus lágrimas aunque éstas no dejarán de salir. –Yo deseo que se parezca a ti, sería muy hermosa o hermoso. –junto su frente con la contraria mientras más lágrimas brotaban de sus ojos –Ya no llores. –rió bajo.
–Es-es que, ¿y si es Omega?, no dejaré que algún Alfa me lo quite –puchereo provocando más risas por parte de su esposo.
–SeokJin, no seas exagerado; así como ambos estamos a punto de hacer nuestra familia, el o ella lo hará sea Alfa, Beta u Omega. –acarició su cabello mientras comenzaba a calmarse y ahora hipaba un poco.
–Es-está bien –dijo mientras observaba el vientre levemente abultado –Umh, ¿puedo? –TaeHyung asintió y SeokJin le tocó provocando en ambos mucha felicidad.
–SeokJin... –el Alfa limpió algunas lágrimas que volvió a derramar y le observó ahora –Quiero... quiero que vivamos en la playa donde creciste. –SeokJin le miró sorprendido –Me gusta mucho ese lugar y quiero que nuestros cachorros crezcan ahí. –confesó mostrándose tímido y un sollozo le hizo volver total atención en aquel Alfa. –¿SeokJin?
–¡Es que me pone muy feliz escuchar eso! –y de nuevo, SeokJin era un mar de lágrimas que no tenía fin.
TaeHyung sonrió –Vamos, hay que contarle a los demás sobre mi embarazo y además... ¡quiero una hamburguesa! –sostuvo su mano guiandolo hasta fuera de la casa de ambos para ver a sus amigos y contar sobre la sorpresa, además del antojo que tenía en ese momento el Omega.
Dos años después: (yo y mis saltos temporales, no debían faltar en el epílogo xd)
SunHee, la pequeña hija de ambos quien ya contaba con un año y medio, corría con torpeza en la arena mientras era perseguida por SeokJin.
Cuando estaba a punto de caer debido a un pequeño bulto de arena, SeokJin la sujetó cargandola para que no corriera más. –Casi caes, debes tener más cuidado. –Sonrió y SunHee formó puños con sus manitos; cuando estaba a punto de llorar, apareció TaeHyung para fortuna de su Alfa.
–¿Por qué vas a llorar pequeña? –Llamó su atención y mostró sus ojos brillosos.
TaeHyung la cargó ahora dando palmaditas en su espalda mientras dejaba un casto beso sobre los labios de SeokJin.
–¿Está bien si la cargas?
–Por supuesto, ¿por qué no debería?
–Bueno, éstas embarazado y no quiero que te lesiones o te duela algo. –TaeHyung observó su vientre de seis meses y volvió su vista a SeokJin con una sonrisa.
–Cuando me embarace por primera vez, dejé que actuaras como mi médico personal pero ahora no, se lo que puedo hacer y lo que no. –Acarició su cabello como si se tratará de un cachorro siendo de cierta forma recompensado por preocuparse de su Omega. –Por cierto –sus ojos repentinamente fueron iluminados, –me gustaría comer helado.
—¡Helado! –SunHee se recompuso mostrando interés por la plática.
–¿No es demasiado?, ya comieron bastante dulce hoy y aún falta que el sol se oculte. –TaeHyung y SunHee cerraron los ojos, la pequeña formó puños de nuevo con sus manos y SeokJin supo que era lo que significaba. –¿De verdad?, ¿no van a respirar con tal de tener sus postres? –ambos asintieron y SeokJin tuvo que rendirse, pero en definitiva, la próxima vez no cedería ante su hija y esposo... tal vez, lo haría el próximo día, pero sería la última vez.
Después de que ambos hayan disfrutado sus respectivos postres; TaeHyung observaba como SeokJin enseñaba a la pequeña Kim a hacer un castillo de arena.
–¡Papi, mida! –TaeHyung sonrió con ternura por la emoción de su pequeña. –¡Catillo de adena! –mostró la cautivadora sonrisa cuadrada que heredó del Omega.
–Es muy lindo- –sus palabras fueron interrumpidos tras una pequeña ola que sólo llegó por debajo de la rodilla de la bebé pero que destruyó el castillo que era enorme.
SunHee observó como aquel castillo que tenía planeado que fuera hogar de futuras tortugas que saldrían de la arena en un par de días, fue destruido por el mar.
Formó un puchero, hizo puños con ambas manos y comenzó a lloriquear.
SeokJin la sostuvo entre brazos llevándola hasta el lugar donde TaeHyung estaba sentado.
–¡Las totugas no van a tene casa! –Tallo sus ojos mientras su cabello era acariciado por SeokJin.
–Cielo, las tortugas van directo al mar cuando nacen; prácticamente hubieran ignorado tu hermoso castillo. –SunHee miró a TaeHyung por un momento en silencio para después volver a llorar. –¡¿Eh?!, ¡pe-pero ya estabas tranquila! –SeokJin, quien aún la cargaba miró con burla a su esposo.
–Parece que SunHee no quiere más a papi. –SeokJin sonrió con malicia mientras SunHee asintió con su cabeza apegada más al pecho de su padre.
–¡Pero le dije la verdad! –se excusó tratando de que dejara de llorar.
–Por eso mismo cariño –TaeHyung le observó un poco asustado, –no debiste ser tan directo. –Mantenía su sonrisa burlona.
TaeHyung guardó silencio.
Después sus ojos brillaron a punto de derramar algunas lágrimas formó un puchero y SeokJin se sintió un poco confundido. –¿Qué sucede? –rió nervioso.
–¡Hice llorar a SunHee y ahora te prefiere a ti! –trató de retener las lágrimas pero éstas descendieron por sus mejillas aumentando el llanto de SunHee.
SeokJin acercó a TaeHyung a su lugar para poder abrazarlo llenándolo de mimos al igual que a su hija hasta que ambos se calmaran.
Cuando el atardecer se hacía presente, SunHee ya se encontraba dormida sobre los brazos de TaeHyung pues ya lo había perdonado.
–Pensé que siempre sería yo el sentimental en cada embarazo. –TaeHyung golpeó su hombro arreglando su cabello mientras observaba el atardecer y los lindos colores que el espectáculo podía ofrecerles.
–No permitiré que seas el favorito de nuestros hijos –amenazó, –yo seré el favorito. Ésta es nuestra guerra Kim SeokJin.
–Como digas amor, sólo te advierto que no seré un débil oponente. –Sonrió colocando su mano en la cintura de TaeHyung y éste recargo su cabeza en su hombro.
–Jin, soy muy feliz a tu lado, por favor sigue amandome como lo haces. –pidió TaeHyung mientras esbozaba una amplia sonrisa.
–Lo haré, siempre lo haré y cada día te amaré más. –Tomó con más firmeza su cintura apegandolo más a él.
Ambos observaban el atardecer antes de regresar a casa y SeokJin escuchará embelesado como TaeHyung le cantaba a SunHee para que ésta durmiera de buen humor mientras estaban a la espera de su segundo hijo.
–Fin.
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