𝐍𝐄𝐊𝐑𝐎𝐒 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧.

By HarrysVenom

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El área metropolitana de Busan, Corea del Sur, es infectada por un virus que despierta el canibalismo en pers... More

Nekrós.
Prólogo.
Primer Capítulo.
Segundo Capítulo.
Tercer Capítulo.
Cuarto Capítulo.
Quinto Capítulo.
Sexto Capítulo.
Séptimo Capítulo.
Octavo Capítulo.
Noveno Capítulo.
Décimo Capítulo.
Decimoprimer Capítulo.
Decimosegundo Capítulo.
Decimotercer Capítulo.
Decimocuarto Capítulo.
Decimoquinto Capítulo.
Decimosexto Capítulo.
Decimoséptimo Capítulo.
Decimoctavo Capítulo.
Decimonoveno Capítulo.
Vigésimo Capítulo.
Vigesimoprimer Capítulo.
Vigesimosegundo Capítulo.
Vigesimotercer Capítulo.
Vigesimocuarto Capítulo.
Vigesimoquinto Captítulo.
Vigesimosexto Capítulo.
Vigesimoséptimo Capítulo.
Vigesimonoveno Capítulo.
Trigésimo Capítulo.
Trigesimoprimer Capítulo.
Trigesimosegundo Capítulo.
Trigesimotercer Capítulo.
Trigesimocuarto Capítulo.
Trigesimoquinto Capítulo.
Trigesimosexto Capítulo.
Trigesimoséptimo Capítulo.
Trigesimoctavo Capítulo.
Trigesimonoveno Capítulo.
Cuadragésimo Capítulo.
Cuadragésimo primer Capítulo.
Cuadragésimo segundo Capítulo.
Cuadragésimo tercer Capítulo.
Cuadragésimo cuarto Capítulo.
Cuadragésimo quinto Capítulo.
Cuadragésimo sexto Capítulo.
Cuadragésimo séptimo Capítulo.
Cuadragésimo octavo Capítulo.
Cuadragésimo noveno Capítulo.
Quincuagésimo Capítulo.
Quincuagésimo primer Capítulo.
Quincuagésimo segundo Capítulo.
Quincuagésimo tercer Capítulo.
Quincuagésimo cuarto Capítulo.
Quincuagésimo quinto Capítulo.
Quincuagésimo sexto Capítulo.
Quincuagésimo séptimo Capítulo.
Quincuagésimo octavo Capítulo.
Quincuagésimo noveno Capítulo.
Sexagésimo Capítulo.
Sexagésimo primer Capítulo.
Sexagésimo segundo Capítulo.
Sexagésimo tercer Capítulo.
Sexagésimo cuarto Capítulo.
Epílogo.

Vigesimoctavo Capítulo.

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By HarrysVenom

28.




Jimin podía ver la cara de frustración del militar, y dejando salir un largo suspiro, le ayudó a recoger los huevos... los que quedaban intactos, claro estaba. El hombre ni siquiera volteó a verlo, trataba de no demostrar lo enojado que se encontraba por no poder hacer una tarea tan sencilla. Llevaban más de una semana en aquel lugar, en dónde Jimin todos los días se levantaba más temprano de lo que le tocaba para poder ayudar al militar en su turno. Y cómo era de esperarse, Jungkook nunca le agradecía, simplemente le ignoraba tratando de no demostrar lo terrible que hacía las tareas impuestas por los dueños de la propiedad.

—Vamos, tenga cuidado, teniente —le reprochó Jimin y Jungkook en respuesta le ignoró, siguiendo con su tarea de sacar los huevos, sin embargo, no lograba controlar su fuerza con la que los tomaba, agrietando varios de ellos y unos cuantos ni llegaban a la cubeta en su cáscara—. ¿Sabe qué? ¿Por qué mejor no se encarga de alimentar a los animales y yo me encargo de hacer esto, al paso que vamos no tendremos huevos para el desayuno —el militar se alejó de las gallinas y le entregó la cubeta a Jimin con fuerza—. De paso deje ser un imbécil, aquí quien le está ayudando soy yo.

El militar simplemente salió del gallinero en búsqueda de la comida, dejando solo a Jimin, quien se encargaba de sacar todos los huevos hasta que Lee llegó, vestido con una ancha chaqueta para abrigarse del frío y, le saludó.

—Veo que el teniente cada vez tiene peor humor, ¿acaso volvió a caer en estiércol? —le preguntó Lee y Jimin negó con una pequeña sonrisa. Imaginando que el militar caía de cara entre el estiércol del ganado al que tenía que alimentar—. ¿Cómo no se han ahorcado en la noche? —le preguntó y el joven se encogió de hombros.

—Quizás lo único emocionante para el teniente es seguir discutiendo conmigo, aunque su humor, como bien sabe, está empeorando bastante. Realmente no se sorprenda Lee que un día de estos encuentre al teniente enterrado a tres metros bajo tierra al lado del establo —respondió Jimin, y Lee negó con la cabeza divertido por la situación—. Y sin mencionar que no hace nada bien en la granja. Al parecer el teniente sirve para un mundo como el que hay ahora allí afuera y no aquí, en un lugar tranquilo y alejado de todo —Lee se acercó, recargándose contra el cerco, chasqueando la lengua contra su paladar y tomó una postura más relajada. Jimin se había dado cuenta que el hombre ahora lucía menos agobiado, y eso le hacía sentir más cómodo. Porque además de la bebé a quien consideraba la persona más importante para él era Lee.

—Debe ser la frustración.... —murmuró Lee. Jimin terminó de tomar todos los huevos, y giró para prestar atención al hombre. Frunció el entrecejo sin comprender en su totalidad y el hombre se rascó la cabeza rápidamente, al parecer arrepentido de lo que había dicho—. Sabe a cuál tipo de frustración me refiero, Jimin... el teniente no puede manejarla.

Por supuesto que Jimin lo comprendió, él también se sentía frustrado sexualmente. Mucho antes de que comenzara la pandemia mortal, había dejado de verse por un tiempo con la chica que estaba saliendo en la universidad, y ahora lo único que tenía era su propia mano. Aun así, no se comportaba como Jungkook.

—Tal vez en la próxima expedición le deberíamos traer una muñeca inflable —musitó con ironía Jimin y Lee soltó una carcajada—. Bueno, ya he terminado. Iré a cuidar de Jade, ¿podría por favor Lee cerciorarse de que el señor-frustrado-sexualmente, alimente a todos los animales? —le preguntó Jimin, tomando las dos cubetas de huevos. El hombre asintió y el joven finalmente salió del establo, encontrándose con el militar cargando dos bultos de alimentos sin ningún esfuerzo, Jimin simplemente le ignoró y pasó de largo.

Al llegar, saludó a la señora Kim y al hijo de ella. El joven se encargaba de hacer el desayuno mientras la señora Kim alimentaba a Jade. Jimin se acercó dispuesto a encargarse de la bebé, sin embargo, ella se negó.

—No, Jimin. Debes comer, ahora más tarde mi esposo necesita a todos en los cultivos. Recupera fuerzas —le dijo y Jimin asintió, tomando el plato que le ofreció directamente Namjoon. Jimin le agradeció y se sentó frente a la mesa antes de comenzar a comer. Tiempo después, se encargó de Jade. Realmente apreciaba que la señora Kim la cuidase cuando era necesario, pero aunque sonara muy egoísta, Jimin prefería estar pendiente de la bebé el mayor tiempo posible.

Más tarde, luego de haberle cambiado el pañal a la bebé, se dispuso a alistarse para ayudar al señor Kim en los cultivos, mientras le dejaba a Jade a cargo de la señora Kim. Jimin dejó un suave beso sobre la cabeza de la bebé antes de salir, realmente no le gustaba estar lejos de ella. Cuando salió, los otros hombres le estaban esperando más allá del granero en donde quedaban los varios cultivos de verduras, al llegar se dio cuenta de que quién se encargaba de manejar la maquinaria pesada era Jungkook y Jimin agradeció que al menos el militar fuera bueno en algo al parecer.

—Jimin y Namjoon pueden ocuparse de recoger el maíz. Nosotros estaremos acá encargándonos de lo demás, hay que tener la mayor reserva antes de que comience a nevar y se sequen los cultivos —indicó el señor Kim, dispuesto a tener un día productivo para tener todo lo necesario para las próximas semanas. El primero en dirigirse al campo en donde estaba el maíz fue Namjoon, y Jimin le siguió de inmediato.

Aquel hombre era de pocas palabras, casi nunca hablaba con nadie a excepción de sus padres. Sin embargo, se había comportado con ellos bastante respetuoso y Jimin de alguna manera generó cierta confianza en él.

—Mire, Jimin. Tiene que tomar el maíz de esta manera para poder jalarlo de forma correcta y no dañarlo —le explicó el hombre después de haber caminado varios minutos lejos de la propiedad. Jimin asintió concentrado, viendo cómo el hombre arrancaba el fruto de las ramas y lo dejaba en una grande bolsa de tela—. Si quiere encárguese de esta zona y yo voy al otro lado para poder ser más productivos, ¿de acuerdo? —le preguntó y Jimin asintió. Namjoon le extendió una de las bolsas de tela, y el más joven tomó esta, dispuesto a realizar aquella tarea rápidamente para poder volver a la vivienda pronto.

Jimin se encontraba enfocado en tomar el maíz correctamente, ignorando el frío que golpeaba su cara, mientras ajustaba la chaqueta grande que le había entregado el joven Kim para que resistiera las bajas temperaturas. Quizás su nariz estaba roja al igual que sus mejillas, debía apurarse si quería volver a tomar calor dentro de la morada. No obstante, un ruido al otro lado del cultivo de maíz, le alertó. El joven giró de inmediato a inspeccionar el área de dónde provino el sonido de las ramas quebrantarse y maldijo al inspeccionar los bolsillos de su pantalón en búsqueda de un cuchillo, dándose cuenta de que no tenía nada. Pasó saliva nerviosamente, él ya no era precavido en nada y, aunque la propiedad estuviese cercada, nada les podría asegurar que en ningún momento alguno que otro caminante pudiera escabullirse.

Jimin comenzó a esconderse entre los matorrales, tratando de pasar desapercibido mientras consideraba algún plan de contingencia si llegase a encontrar a un caminante. No podría ser el hijo de los Kim porque el hombre estaba al final de los cultivos y, solo el pensamiento le hizo querer salir a correr hacia la vivienda, tomar a Jade en sus brazos y protegerla. Empuñó el tallo de uno de los frutos y trató de convencerse que podría protegerse con aquello. Dio unos cuantos pasos hacia atrás y cuando su cuerpo colisionó contra algo, se sobresaltó, girando de inmediato para comenzar a golpear con el maíz a la cabeza de su atacante.

—¡Basta, Park, soy yo! —exclamó el militar, tratando de alejar el maíz que golpeaba su cabeza, sin embargo, Jimin le propinó otro golpe, solo para cerciorarse—. ¡Cálmese! —le reprochó y, Jimin finalmente se detuvo, inhalando y exhalando profundamente.

—¡¿Cómo se le ocurre asustarme de esa manera, Jeon?! —exclamó exasperado Jimin, tratando de calmarse y arrojó al asfalto el maíz destrozado—. Pensé que era un caminante, ¿acaso no considera que pude haberlo asesinado? —le preguntó. El militar le observó con mofa por aquel comentario, y le extendió un par de guantes.

—Dudo que con la fuerza que tiene y una verdura pueda asesinarme —respondió Jungkook—. Solo le he traído esto... ya sabe, está haciendo bastante frío —Jimin bajó su mirada, observando las manos del teniente sosteniendo los guantes, percatándose también que el hombre tenía las manos descubiertas. El joven frunció su entrecejo, prefiriendo no decir nada y tomó los guantes. Sus manos estaban lo bastante frías como para no aceptar lo que claramente pertenecía al militar—. También vine acá para ayudar. Hemos terminado con el señor Kim en los otros cultivos y, bueno... —se quedó callado de repente. Jimin se percató que el militar estaba tratando todo de sí mismo para encajar en aquel lugar aunque su humor no le ayudara mucho.

—Uhmmm... gracias, supongo —respondió Jimin, manteniendo la guardia cómo siempre solía hacerlo cuando se trataba del militar. Le dio la espalda para comenzar a arrancar el maíz, y guardarlo en la bolsa—. De esta manera tiene que hacerlo para no dañar el fruto —le indicó Jimin, mientras hacía fuerza para volver a jalar otro. El militar se acercó a uno de sus costados, para arrancar un maíz de forma fácil, demostrando que de algo servía la fuerza que tenía.

Finalmente después de varios minutos en silencio, salieron de los cultivos, encontrándose con Namjoon a unos cuantos metros con un costal lleno de estos. Por su parte Jimin era quien sostenía el costal, por muy pesado que fuese, no le iba a pedir al militar que le ayudase, sin embargo, Jungkook al percatarse del esfuerzo que estaba haciendo el más joven para poder cargar el maíz sobre su espalda. Tomó este y se lo arrebató con poca delicadeza para encargarse de llevarlo más rápido hacia el pequeño granero en donde guardaban las provisiones de comida.

Cuando se refugiaron de nuevo en el hogar, Jimin fue el primero en tomar un corto baño y cambiarse de ropa para poder encargarse de la bebé. Se dirigió a la sala y se sentó en uno de los sillones para poder alimentar cómodamente a Jade. Comenzó a cantarle una suave melodía que solía cantarle su madre, mientras observaba los suaves y diminutos rasgos de la criatura entre sus brazos.

En algún momento, el sillón a su lado rechinó, acaparando toda su atención. Jimin elevó su vista, encontrándose de nuevo con Jungkook, y al parecer estaba de un humor neutro. Probablemente no tendrían alguna discusión en aquel momento. La bebé se removió, y el joven retiró el biberón para luego dejarlo sobre la mesa pequeña que adornaba la acogedora estancia.

—Estaba pensando que podría hacerle una cuna a la bebé —musitó Jungkook, mientras Jimin se encargaba de posicionar a Jade sobre su hombro para poder sacarle los gases. Levantó luego su mirada, bastante extrañado por el comentario hecho por el militar—. Mi padre era carpintero, él me enseñó muchas cosas.

—Eso sería de mucha ayuda, gracias —respondió Jimin, con una pequeña sonrisa que hacía cerrar levemente sus ojos. El militar simplemente hizo un extraño ruido con la garganta y bajó la mirada hacia sus manos, las cuales yacían enlazadas sobre sus piernas abiertas y flexionadas—. ¿Algo más? —le preguntó algo desconfiado, generalmente no solían guardar tanto silencio sin discutir a excepción de cuando dormían.

—El señor Kim no está a gusto con que me esté quedando aquí —le confesó. Jimin abrió sus ojos sorprendido, sin embargo, trató de no demostrar que se encontraba conmocionado por el hecho de que el militar le estuviese confiando algo—. Dice que si no cambio mi actitud, debería macharme —concluyó en voz baja.

Jimin se sintió un poco mal al ver la expresión abatida del militar, aun así, no podía defenderlo. Estaba más que claro que con él no era el único con el que se comportaba petulante y tosco. El militar ya había tenido ciertas discusiones con el hijo de los Kim, ni siquiera él sabía la razón del por qué, sin embargo, no le sorprendía que el teniente no fuese lo suficiente astuto para diferenciar que en aquella propiedad él nunca estaría a cargo.

—Creo que no es algo nuevo decirle que tiene una actitud que incomoda y hace sentir mal a las personas, Jeon —le acusó Jimin. El militar entrelazó las manos y frunció el entrecejo, bajando aún más el rostro para no demostrar los sentimientos que sentía—. Y tampoco es nuevo el decirle que se comporta como todo un idiota.

Jimin había comprendido en aquel momento el porqué de las actitudes insólitas por parte del militar; otorgarle sus propios guantes, ayudarle con la cosecha, ofrecerse a hacer una cuna para la bebé. Al parecer, quería un consejo y, aunque Jimin no quisiera admitirlo, su ego aumentó solo un poco al considerar que aquel hombre tan orgulloso le iba a solicitar ayuda.

—Necesito su ayuda, ¿bien? Seré un idiota, pero no lo suficiente para no aceptar que este es el mejor lugar que hemos encontrado en todo el camino —contestó, una vez más, de mala forma. Aunque para Jimin aquello fue como música en sus oídos y sonrió con desdén—. A usted lo adoran aquí... si no hago algo, estaré de nuevo allí afuera. Sé que usted me detesta, pero sé también que tampoco quiere verme muerto o eso creo —balbuceó la última parte. Jimin consideró aquello, sí realmente no se sentiría bien sabiendo que el militar llegase a morir devorado en vida, sin embargo, tampoco le quitaría el sueño.

—Simplemente sea agradable —le respondió finalmente Jimin, dejando salir un largo suspiro—. Una sonrisa no le va a deformar la cara precisamente, ofrézcase a ayudar en más cosas. Esfuércese en hacer las cosas bien. Está claro que sus habilidades es el combate, pero puede poner empeño en otras cosas. Me dice que sabe de carpintería, bueno, ofrézcales a los señores Kim algún mueble, yo qué sé —el militar elevó la vista, y por supuesto, estaba bastante serio—. Y, por lo que más quiera, deje esa expresión porque pareciese que quiere ahorcar a quien está mirando.

No obstante, el militar no dejó de fruncir el entrecejo. Jimin negó y dejó salir otro suspiro. Ya debería comenzar a hacerse la ilusión que dormiría solo en la cómoda colcha que utilizaban para dormir en la sala, y la verdad no era mala idea.

—Le haré la cuna a la bebé y puedo hacerle a usted una cama si quiere. Pero ayúdeme, hable con ellos. Convénzalos de que me den una oportunidad, voy a poner de mi parte —dijo Jungkook luego de unos minutos—. Y créame que es una oferta que no durará mucho.

Jimin volvió a poner a la bebé entre sus brazos, considerando la propuesta; una cama para él y una cuna para Jade no sonaba mal, a cambio de reformar el comportamiento de cavernícola del militar. Aunque podría ser una pérdida de tiempo porque probablemente aquel hombre estaría fuera de la propiedad en unos días, y quizás nunca tendría lo acordado, su lado humanitario se mantenía allí aún con personas que no soportaba.

—Bien, pero quiero que comience a hacer la cuna de Jade lo antes posible. Necesita un lugar seguro para dormir, pero tampoco piense que puedo hacer milagros. Primero, tiene que aceptar que usted no está a cargo en este lugar, eso significa que debe colaborar en todo y ser agradecido. Segundo, debe llevarse bien con el hijo de los Kim, de lo contrario me quedaré sin la cama que me ha prometido. Tercero, compórtese como una persona agradable, ah, y cuarto, ¿podría ayudarme en mi turno de la mañana? Quisiera estar pendiente de Jade más tiempo —le condicionó. Jungkook chasqueó la lengua contra su paladar y finalmente, como si hubiese pasado por un gran dilema, asintió.

—Trato —respondió el militar.

Jimin cruzó las piernas y le regaló una pequeña sonrisa, que por dentro denotaba que tenía al hombre en sus manos. Ahora solo le quedaba esperar que los señores Kim no echaran de la propiedad a quien ahora le debía a él muchas cosas, y aunque no quisiera admitirlo, en lo más profundo de él, también disfrutaba discutir de vez en cuando con el militar.

**

Yo como que los veo muy frustrados *tose*.

¿Será que a jk no lo van a echar como a perro en misa? ¿Jk logrará cambiar? ¿Será que se acerca algún avance Kookmin? Todo esto y más en el próximo capítulo de Nekrós.

Si tienen alguna pregunta, queja, sugerencia déjenla aquí 👇🏼.

En fin, muchas gracias por sus votos, comentarios y mensajitos. Son una bolita de amor.💕

Besos.

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