Como oyes, Draco. Necesito hacer este viaje, pero no te preocupes volveré en unos días. Además no puedo faltar a la semana de la moda-dijo guardando ropa en su maleta.
_No te preocupes, Astoria. Se que aún te gusta las pasarelas y que cuando te casate conmigo tuviste que abandonarlas.
_Oye, no digas eso, Draco-solto su maleta sobre la cama para caminar hasta su esposo. Tú sabes que yo acepté ser tu esposa y no fue un sacrificio para mi dejar las pasarelas-pasa sus brazos por el cuello del rubio.
_Deseo que seas feliz, Astoria-la abrazo por la cintura dándole un beso en la frente.
_Yo también, Draco-se apretó más a él apoyando su cabeza en su pecho.
_Vamos te llevaré al aeropuerto.
_No te preocupes. Ya pedí un taxi no quiero interferir en tu trabajo. Volveré en unos días, no me extrañes-le dio un cortó beso en los labios.
Draco se quedó en el medió de la habitación, mirando la puerta donde su mujer acababa de salir. Y sólo pudo recordar el beso que le dio a Granger. Cómo en segundo un beso de aquélla mujer le hizo sentir tantas emociones. Se estaba volviendo loco, o algo estaba pasado y él no lograba comprenderlo. Se quitó la corbata y desabrocho la camisa tirandola sobre la cama, cogió una bata y se metió al baño, tal vez una ducha lo ayudará con sus pensamientos.
_Que no Ginny, estoy bien-dijo Hermione mientras hablaba por teléfono. Y no Malfoy no me hizo nada, sólo fue un accidente, él se comportó muy lindo y atento conmigo.
_¿Malfoy? ¿Estaba borracho?-le preguntó Ginny.
_No seas mala. Él no es tan inhumano. Tiene su corazóncito-sonrio ella.
_¿Te encuentras bien, Hermione?
_Sí, ¿por qué?
_Te estás oyendo, Mion. Hablas de Draco hurón Malfoy. Señor hielo, más conocido como el despiadado.
_Ginny, no lo llames así. Y si estoy muy cuerda con lo que digo. Él se portó muy bien, y estaba precupado por mí y el bebé. Hasta me dio ternura verlo así de precupado.
_Bueno por lo que me dices tiene algo de corazón bajo toda esa capa de hielo.
_Ginny.
_¿Sí?
_Tengo que contarte algo, y necesito que seas muy discreta con lo que voy a decirte.
_Me estás asustando, Hermione.
_Prometeme que no dirás nada, ni siquiera a Zabini.
_Si, pero dime que sucede.
_Ya se que fue lo que sucedió conmigo y se quien es el padre de mi bebé.
_Por Morgana mujer habla de una vez, estás matandome de la curiosidad.
_Malfoy es el papá de mí bebé.
_¡¿QUÉ!?-grito tras la línea telefónica aturdiendo a Hermione y llamando la atención de sus empleados.
_No grites, Ginny. Me dejaste sorda.
_¿Y cómo crees que quedé yo?-susurro más bajó. Demonios Hermione. Tendrás el hijo de Malfoy.
_Lo sé. Yo también quedé como tú, pero eso no es todo.
_¿Hay más?
_Astoria quiere saber quien es la madre del niño y exige conocer a la mujer.
_¿Y qué hace ella en una clínica de fertilidad?
_Creo que ella hizo esto sin el consentimiento de Malfoy.
_¿Y cómo sabes eso?
_Tube una charla sobre su abuelo, que le exige un bisnieto. Y él me dijo que no está preparado para ser padre, que no está en sus planes serlo. Eso no es todo.
_¿Hay más aún?
Señorita weasley-la interrumpió su sectaria.
_Largo-grito Ginny lanzado una mirada asesina.
Pero tiene una reunión en diez minutos.
_Diles que esperen, estoy en algo muy importante.
Si señora-salio a las apauradas su sectaria.
_No tenías que ser grosera, Ginny.
_Dime que más sucedió, Hermione.
_Su abuelo, Abraxas sabe que este bebé es de su nieto. No sé como lo hizo.
_Mierda, Hermione. No puedes ocultarlo. Tardé o temprano se sabrá la verdad.
_Lo sé, pero no quiero que me quiten a mi bebé. No podría soportarlo, Ginny.
_¿Quitar? ¿de qué hablas?-exigio genéticamente una repuesta.
_Hay una posibilidad de que yo no sea la madre de el bebé y la clínica exigen y estudió parentesco para salir de la duda. Y tú sabes lo que significa eso, que si esté bebé no tiene parentesco conmigo tendré que darlo.
_No te preocupes, Hermione. Yo no voy a permitirlo. Tengo dinero suficiente para ayudarte con esto y no me importa lo que deba hacer. Ese bebé se quedara contigo como que me llamo Ginebra Molly Weasley. Debo atender esta sita, pero iré apenas terminé está reunión y no te preocupes, tu solo descansa y cuida a mi ahijado.
_Ginny.
_Ya me oiste, Granger. No me hagas enojar. Solo descansa y deja que me haga cargó de esto. Te lo debo y está es la mejor forma de regresarte todo lo que has hecho todos estos años por mí.
Hermione dejó el teléfono y volvió a la cocina a preparar algo para comer, y tomar sus vitaminas. Los golpes en la puerta la interrumpieron, dejó las cosas sobre la mesada y caminó hacia la puerta.
_¿Quién es?-pregunto ella.
_Soy Daniel.
Ella abrió la puerta y vio a Daniel con una sonrisa en su rostro.
_Hola-dijo ella.
_¿Puedo pasar?
_Adelante-se corrió de la puerta.
_Vine a verte, Hermione.
_Siento lo de la otra vez, Daniel. No era mi intención dejarte tirado.
_No te preocupes, se que estabas ocupada y yo llegué a interrumpirte. Tal vez la próxima debo avisar.
_En eso tienes razón, Daniel. Suele aparecer sin avisar-sonrio ella.
_Lo siento, no quiero incomdarte, si quieres vuelvo otro día y...
_No, no te precupes. Ya estás aquí no podría echarte, ¿Quieres tomar algo? ¿Té, café?-le preguntó volviendo a la cocina.
_No, gracias-dijo él siguiendola.
_Y dime Daniel, que has hecho todo este tiempo-hablo ella sacando una bolsa de pan integral y un frasco de mantequilla de maní y mermelada.
_Buscarte, Hermione-solto él sin más.
_¿Buscarme?
_Si, te he buscado por todas partes desde que dejaste la Universidad.
_¿Y por que me buscarías?
_Por que te extrañaba.
_Daniel, extrañabas mí cerebro. Y las horas que pasábamos estudiando-sonrio ella sacando dos rebanadas de pan.
_No Hermione. Te extrañaba a ti. A tu compañía y tu forma de sonreír todo el tiempo-se acercó a ella quedando frente a frente. Se que lo que voy a decirte será algo muy loco, pero tengo que hacerlo.
_Ok-dijo Hermione dando dos pasos atrás. Dime es que te trajo hasta aquí, te escucho-solto lo que estaba haciendo.
_Estoy enamorado.
_Oh, que bien, Daniel. ¿Pero qué tiene que ver conmigo eso?
_De ti-termino su frase.
_¿Qué?
_Yo se que suena descabellado.
_Lo es.
_Pero lo estoy. Me di cuenta cuando te fuiste, cuando desapareciste de mi vida. Algo me faltaba y eras tu Hermione.
_Daniel no puedes aparecer seis años después y decirme todo esto, creo que estás confundido... y
_No te atrevas a analizar mis sentimientos, Hermione-la detuvo él frunciendo el seño. Se lo que siento y lo tengo muy claro. Necesito saber si me darías la oportunidad de estar a tu lado-la miró a los ojos con un poco de esperanza.
_No puedo-contesto ella saliendo de la cocina.
_Hermione-la siguió él. ¿Por que no puedes?
_Por que no.
_¿Es por Malfoy? Es por que trabajas para él y sobre el negocio que tiene con mi padre.
_No es eso.
_¿Hay alguien? ¿Tiene novio?
_No. Bueno si hay alguien.
_¿Lo quieres? ¿Lo amas, él te ama?
_No es lo que tu piensas Daniel. No se trata de un hombre.
_¿Entonces cuál es el problema?-le preguntó acercándose a ella.
_Estoy embarazada. Ese es el problema. Voy a tener un bebé.
_Oh-dijo solamente. ¿Y su padre?-le preguntó. Ella negó con la cabeza
_No importa Hermione.
_¿Qué no importa?
_No importa que estés embarazada. Quiero estar a tu lado, contigo y el bebé.
_Estas loco, ¿verdad?
_Tal vez, pero no me importa. Voy a cuidar de ti, de tu bebé. Estaré contigo y te ayudaré en todo.
_Daniel no-lo interrumpió ella. No puedes hacer eso. No te lo voy a permitir.
_Claro que puedo, Hermione. Y mi decisión está tomada, me quedaré contigo hasta que me aceptes otra vez en tu vida-la tomó de la mano y la acarició. Déjame cuidar de ti, de estar a tu lado.
_No lo sé.
_Aunque sea como amigos-le propuso.
_Daniel yo...
_Por favor-le suplicó.
_Maldicion. Sabes que odio que me supliques-bufo ella. Pero sólo amigos, nada más.
_Me basta pero si veo aunque sea un poco de interese en mí lo tomaré-contesto él con una radiante sonrisa.
_Daniel...-lo amenazó.
_¿Quieres comer comida tailandesa? Es tu favorita-cambio de tema.
_Gracias, pero no. Lo siento, pero debo descansar tuve un problema y me dieron reposo.
_¿Un problema? ¿Estás bien?
_Solo fue un mal movimiento, pero estoy bien y mí bebé también.
_¿Segura? Si quieres podemos buscar otra opinión. O tal vez quieres que contrate a alguien para que te ayudé.
_Alto ahí Daniel. No vas a contratar a nadie. Puedo moverme y hacer las cosas solas, solo que no puedo trabajar, sólo desde casa.
_Con más razón. Necesitas ayuda.
_No y no te atrevas a trae a nadie, ¿entendido?
_Bien, pero estaré pendiente de ti. Debo irme tengo un viaje en la noche, pero estaré de regreso el finde semana. No hagas planes traeré tu comida favorita.
_Aquí estaré. No puedo ir a ningún lado-rio ella. Tal vez me encuentres trabajando y siendo una come libros.
_Eres la come libros más hermosa que he conocido-sonrio él.
_No es cierto. Ya deja de alagarme y vete que se hará tardé.
_Tienes razón-solto el acercándose a ella para besar su mejilla rápidamente y salir corriendo hacia la puerta como niño emocionado.
_Merlín ayúdame. Espero no equivocarme con esto-volvio a la cocina a terminar su emparedado.
Unos golpes en la puerta la interrumpieron-puso los ojos en blanco y volvió a la puerta, y ahora que se te olvi...-¿Malfoy?
_Hola, Granger-dijo Draco con un par de bolsa en cada una de sus manos.
_¿Qué haces aquí?
_¿Puedo pasar?
_Sí.
_Traigo tus vitaminas. El doctor me dio una lista de cosas que debes comer para tu anemia, no fue facil dar con todas ella. Jamás he ido a un supermercado-dijo Draco colocando las compras sobre la mesa.
_¿Tú hiciste compras?-pregunto ella muy sorprendida.
_No me veas así. Yo elegí cada alimentó y pregunté sus nutriente. Y que bueno que vine, por que eso no es alimento para ti-señalo el emparedado a medio hacer.
_¿Que tiene de malo? Es mi favorito y mi hijo parece gustarle. Y es lo único que me permite comer ya que todo lo otro lo rechaza.
_Por eso estás tan flaca.
_No estoy flaca-fruncio el seño molesta. Soy de contestura pequeña.
_Claro-dijo él. Eres como una hoja de otoño y un día te puede levantar el viento.
_Tonterías a mi nadie puede...-malfoy la levanto por la cintura y la sentó sobre la mesa.
_Lo ves, Granger. Eres una hoja y yo me encargaré de que el viento no te lleve lejos de mí-la miró con una pequeña sonrisa.
_Que demonios, ¿esta sonriendo? ¿por qué se ve tan lindo sonriendo?-se preguntaba en silencio. Y ahí estaba su corazón otra vez con ese revoloteo peligroso.
_Bien, voy a preparar la cena.
_¿Qué?-la sacó de sus pensamientos.
_Voy a cocinar para ti, eso no es un alimento para ti-se quito la chaqueta dejándola sobre el sillón.
_No es necesario, puedo hacerlo yo y...
_Tu irás a descansar-la bajo de la mesa y no quiero verte aquí dando vueltas Granger.
_Pero...
_Ya me oiste, Granger-la amenazó con su mirada.
_Bien. Un momento por que debo hacerle caso es mi casa-susurro entre dientes.
_¿Qué has dicho?
_Oh, nada-nego rápidamente. Creo que tomaré un baño mientras estés aquí.
_Buena idea-dijo ella llevándose las bolsas a la cocina.
_¿Que haces Hermione? ¿Te has vuelto loca? Bueno tal vez si, pero no puedo evitarlo. Por más que quiero que esté lejos, no puedo.
_¿Sucede algo?-dijo Draco colocándose un delantal.
_No. Iré a tomar mi baño y tu te quedas aquí y yo voy allá... olvidalo mejor me voy-huyó, hacia su habitación dejando a un Draco confundido.