SÓLO ES MI JEFE

بواسطة valerizales

192K 9.1K 678

Contrato. Erika Collen, tiene 23 años , lleva 1 año trabajando como asistente personal en Owens corporation... المزيد

Cap 1/~¿Maica?~
Cap 2/~¿Tradición Owens?~
Cap 3/~ Señora Henderson ~
Cap 4 ~Nada es lo que parece~
Cap 5/~ ¿Sin empleo? ~
Cap 6 /~ El contrato ~
Cap 7/~ Lo quiero ~
Cap 8/~ El cuadro ~
Cap 9 /~ Yo no te compré ~
Cap 10 /~ Relación pública ~
Cap 11 /~ Gran actor ~
Cap 12 /~ Escoria ~
Cap 13 /~ ¿Iremos? ~
Cap 14 /~Club Rudbeck~
Cap 15 /~ Ella ~
Cap 16 /~ Contando ovejas ~
Cap 17/~Rómulo=problemas~
Cap 18 /~ Encuentro~
Cap 19 /~ Erick 2.0 ~
Cap 20 /~100 años de mala suerte~
Cap 21/~ Demasiado fácil ~
Cap 22/~ Crisis ~
Cap 23/~Buen trabajo~
Cap 25/~¿Qué pasa con Elizabeth?
Cap 26/~Desconocida~
Cap 27/ ~Tres sonrisas en un día~
Cap 28/ ~Cama compartida~
Cap 29 ~ Hablemos ~

Cap 24/ ~Un castillo~

4K 251 14
بواسطة valerizales


Érika Collen

— ¿Tus padres saben sobre el contrato?

— No. Y tampoco se enterarán— responde con seriedad y creo que es  lo único que dirá por ahora.

Salimos de casa hace unos minutos, Guzmán me comentó que sus padres vivían alejados de Los Ángeles, supuse que era por la edad que estos tenían. No tengo mucha información de su familia, pero estoy segura que su madre no pasa de los 50, el señor Owens luce muy bien con los años  y estoy apuesto a que su esposa no es la excepción.

Agradezco que mi madre también esté muy guapa a su edad, en perfectas condiciones y con dichosa salud. Hoy tuve que llamarla apenas salí de casa, me comentó que cuidaría de Lía y que también hornearían galletas, otra vez.

Ambas se hacen muy buena compañía no hace falta recibir dinero por estar a cargo de un tierno angelito. Lía está es tan obediente que nunca es un martirio cuidarla.

— ¿Quieres que nos detengamos por algo de comida?

¿Lo dices por los dinosaurios que llevo en el estómago o por el rugido de león que se escuchó hace 2 minutos?

— Sí— obviamente no dije lo que pensaba.

Poco a poco fue disminuyendo la velocidad para aparcar junto a otros coches en lo que era un Macdonald's.

—Puedes entrar —demanda mientras apaga el coche— tengo que hacer una llamada.

— Está bien.

Bajo del auto y me dirijo hacia la entrada.

Cuando ya me encontraba en el interior del lugar, me senté en una de las tantas mesas que se ubicaban con vista al exterior, una de las chica se acerca tomar mi orden y luego se retira.

Observo por la ventana y veo a Guzmán recargando sobre su coche con el teléfono en la oreja.

— ¿Acaso no sabe lo que es vestir normal? — me pregunto.

Como es de costumbre llevaba puesto uno de sus incontables trajes elegantes, el cabello muy bien acomodado y por supuesto una chalina para no pescar un resfriado por el clima mañanero.

Nota que lo observo y me sostiene la mirada, por la incomodidad  pongo mi atención en otras cosas y de reojo me fijo si este aún sigue observándome.

—Escalofriante— susurro sólo para mí.

De repente recibo un mensaje de Erick, contestando los mensajes que le había enviado el
día de ayer.

"No hice nada malo"

Esa es su respuesta después de tantas horas.

No esperaba más de él, sé cómo es cuando intenta no pelear así que no insiste con el tema.

—Aquí tiene — la mesera se hace presente con una bandeja en manos, deja toda mi orden sobre la mesa y se retira.

—Un día más sin ti y juro que habría muerto— sonó raro pero sí, le estaba hablando a la hamburguesa.

Tenía tiempo sin comer una debido a las estrictas órdenes de mi ex couch, hace unos meses caí en el encanto de esta delicia y comencé a comer una casi todas las noches, fueron días jodidamente difíciles, mi cuerpo se tomó su tiempo, pero logró ir al compás del entrenamiento. Por suerte logré volver a mi peso normal o al menos sigo intentándolo.

Moraleja; no se obsesionen con las hamburguesas.

—Él oxígeno está herido.

El director Owens toma asiento frente a mí, guarda su móvil y se arregla los botones de las mangas.

Se detiene a mirarme y baja la mirada para estudiar la comida que yace en la mesa con muy pésima pinta para un desayuno.

— Lamento decirle que esto no se asemeja nada a un desayuno nutritivo— observa con indiferencia a mi hamburguesa.— ni siquiera se considera un desayuno.

— No es necesario que coma— lo tranquilizo— No estaba al tanto de su gustos, director Owens.

— Pudo preguntar— toma una de mis papas fritas y se la lleva a la boca.

—Llamaré para que le tomen la orden—intento levantarme, pero su agarre me lo impide.

—No hace falta, esto es suficiente para ambos—dice, acercando las papas hacia su lado y prosiguiendo a comer otra.

*Joder... que tacaño*

—-Yo creo que no será suficiente, debería ordenar algo a la altura de su alimentación.

— No hace falta— toma otra papa—he dicho que es suficiente.

Toma un sorbo de mi latte y juega con la pajilla.

Guzmán sonríe sin sentido en cuentos deja de beber.

*¿Que rayos le sucede?*

— Las parejas comparten, ¿usted sabía eso, señorita Collen? — me reta con la mirada.

— No sé mucho del tema— me hago la tonta al momento de esconder mi cabello detrás d emi oreja.

La comida es sagrada

— Debería indagar un poco más, las películas de Hollywood será tus mejores amigas para esto.

— Me parece que no hará falta, esto se terminará pronto.

Le di un mordisco a mi hamburguesa y luego la devolví en su lugar.

— Usted firmó los papeles de compromiso.

—Soy su prometida por un contrato, no es como si nos vallásemos a casar.— digo medio burlándome.

—Aún no.

¿Espera qué?

— ¿Aún no?

— ¿Cree que me tomaría la molestia presentarle a mis padres solo como mi prometida temporal?

— ¿Si? —respondo con temor. E

— ¿Qué caso tendría hacerlo si no nos vamos a casar?.

Vale, dame 5 minutos y salto de Wiltshire Gran Center sin pensarlo dos veces.

Rápidamente analizo lo que intenta decir, entiendo el significado de sus palabras, pero mi mente juega con estas y busca lo gracioso de la situación.

*Carajo.*

Me había metido en un gran lío por el inmenso afecto a mi hermano, claramente esto no se trataba de una broma, Guzmán Owens había jugado tan sucio.

— ¿Qué le sucede? —me observa detenidamente porque he quedado congelada y no soy capas de estimular palabra algunas estos momentos.—¿No tiene hambre?

Puede que se me haya ido el alma por la exaltación , pero jamás dije que no tenía hambre.

Lo despojo de mis papas fritas y le doy otro mordisco a mi hamburguesa.

— Pídase algo porque muero de hambre y dudo compartir de mi comida con usted— él quizá no lo note, pero estoy jugando tiro al blanco con cuchillos y su rostro.

***

— Collen— la voz le sale un tanto ronca y creo que eso me pone los pelos de punta.

Mira hacia su dirección y espero lo que dirá.

—Entiendo que no haya querido compartir de su comida conmigo, pero necesito que comparta una sonrisa con mis padres.

Ruedo los ojos sin que lo vea y miro hacia la ventana como respuesta.

— Bien. — aparca el auto y se quita el cinturón antes de bajar.

Pierdo el tiempo cuando me sumerjo en mis pensamientos y debato entre ser rebelde y ser totalmente profesional.

Una difícil decisión para una chica de 23 años.

—Entraremos, sólo se tú y no dejes que tu mirada caiga al suelo.

*¿En serio? ¿Ese era su único consejo?

— Sí— responde como si me hubiese escuchado— Intenta hacerlo bien.

Al bajar del auto, lo primero que se hizo presente en mi campo visual fue la elegante arquitectura que tenía la... mansión.

Ante mis ojos era como un palacio, un castillo en el que habitaban las princesas de los cuentos para niños. Lo que tenía frente a mis ojos podría llegar a ser todo, menos una casa común.

—No es un castillo.

Eh?

Lo observo exaltada.

—No dije nada— pero lo pensé.

—A Fabiola le gusta la antigüedad y las casas de columnas con gran tamaño—me comenta a gusto propio— Le gusta decorar todo a su manera, es un dato importante que tendrás que recordar.

*¿Fabiola?*

Permanecí unos segundos más observando la vivienda y así hubiese seguido un largo rato hasta poder creer lo que tenía ante mis ojos. Lamentablemente un carraspeo cortó mis pensamientos y tuve que volver  a la actualidad.

Ambos buscamos con la mirada a aquel presente que pedía nuestra atención.

— En verdad haz venido— la voz provenía de una mujer de cabellos negros y ojos color almendra. Ella traía una gran sonrisa en el rostro junto a un hermoso maquillaje.

— ¿Como has estado, hijo?

La mujer so ríe y observa con dulzura a mi jefe.

Esta es su madre.

Nunca la había visto, tampoco me percaté si Guzmán tenía un cuadro familiar en el que ella se hacía presente, sin embargo, no se como no pude notarlo al instante debido a que estos tiene un gran parecido.

¿Debería fijarme en esos pequeños detalles?

*No. Definitivamente no*

—Pues dicho que venía y aquí estoy—se acerca a ella.

¿La señora Owens?

Este trabajo comienza a darme ventajas para conocer a fondo la vida privada d emi jefe, estoy segura que periodistas morarían por mi lugar ahora mismo.

—No dijiste que vendrías acompañado.

Pude observar cómo su madre jugaba con mirada y discretamente le daba un codazo a su hijo. Su comentario tenía mucha picardía y no soy tonta, sé perfectamente su mensaje.

—Ella es Érika—me presenta— Érika Collen ... mi prometida.

*De mentira*

—Hola— me acerco a ellos— es un gusto conocerla, Sra. Owens.— le dedico una sonrisa.

— ¿Tu prometida? — los ojos le brillan como estrellas y la sonrisa se le hice más grande, podría decirse que estaba sorprendidamente feliz— ¿Es cierto?.

No

— Por supuesto— respondo.

No quiero dar explicaciones llenas de complejidad, no pienso entrar en detalles e inventarme una historia de amor.

— ¿Por qué le preguntas algo que te acabo de decir ?—protesta Guzmán.

Se escuchaba como un niño frustrado.

—Porque esa frase ya la he escuchado muchas veces— argumenta su madre.

Inmediatamente los ojos se me abren como platos y en mis labios dibujo una línea reprimiendo mi reacción.
La Sra.Owes comienza reír y toma la mano de su hijo mientras dibuja círculos sobre ella.

—Estás mintiendo— la acusa sin una pizca de gracia— Saldrá corriendo si comienzas con esos chistes sin gracia.

Ella continuaba riendo sin tomarle importancia a la palabras de su hijo.

Únicamente se reincorpora y limpia una pequeña lágrima de sus ojos. Ella en verdad había disfrutado la reacción de Guzmán.

—-Entraré primero— mi jefe me mira por última vez antes de entrar completamente al interior de la mansión.

Quedé a solas con su madre y debo admitir que no estoy preparada para un nuevo nivel de este juego.

—Es un adulto, sin embargo, sigue enfureciéndose como un niño.—-sonrió— No creas que es verdad lo que dije hace un momento, sólo quería algo de venganza por su falta de asistencia por aquí.

—No se preocupe—le digo.

—Alégrate de ser la primera—me alienta.

Está vez ambas reímos y nos seguimos el camino hacia la entrada.

— Se quedarán a dormir? —me pregunta.

—Eso sería maravilloso.

En realidad no tenía la menor idea de cómo responder a eso. Ni siquiera estaba enterada de este viaje, tengo entendido que hoy tendría que haber asistido a una reunión con Javier, otra vez, aún quedaban algunas cosas respecto al tema de asociarse y la inversión.

Estoy siento manipulada por una simple firma. Espero que la Sra, Owens no se ofenda si le digo que todo es culpa de hijo.

— ¿Esto podría llamarse secuestro?—pienso en voz alta.

—No te traje a la fuerza, tú sola te subiste al coche — su voz se escucha tan cerca y hace la piel se me erice demasiado rápido. Estoy segura que está justo detrás de mí. —

Y como conejo en sombrero, la Sra. Owens había desaparecido del salón, Guzmán había tomado su lugar frente a mí y con los brazos cruzados.

—Claro que puede llamarse secuestro —afirmo — fue traída en contra de mi voluntad.

—Entonces puedes irse.

—Me llevaré su coche.—le advierto.

*Tómala!*

—Eso me convertiría en; el secuestrador que raptó a una ladrona.— cada vez acortaba más la distancia, su voz se sentía demasiado cerca—¿Te imagina las portadas en el periódico?

— Bien— volteo la mirada hacia el lado izquierdo y busco con la mira un escape — Iré a los servicios higiénicos.

—Te diré dónde están— interviene sujetándome de la muñeca—

— Tu madre ya me lo ha dicho — lentamente me suelto de su agarre. No dejo que opine algo más y camino hacia un pasillo, me alejo completamente y respiro al estar segura que me ha perdido de vista—

*Oh, rayos*

Me recargo sobre la pared y preciono mi pecho para que mi corazón deje de dar saltos incontrolables.

—Cálmate, ¿Qué rayos sucede contigo— me regaño—

Estaba actuando muy exagerada. Si alguien me viese estoy segura que aquella persona sentiría vergüenza ajena.

—Es tan petulante y obstinado— lo insulto en voz baja— Es increíble que no haya conocido todo eso—

—Disculpa..¿quién eres tú?—

Guzmán Owens.

Se a ido al baño, pero la eh visto retirarse por el pasillo donde están las habitaciones del personal de limpieza.

—¿Se supone que la he puesto nerviosa?.— juego con la tira de su bolso—

Saco mi móvil del bolsillo que tiene la camisa y contesto la llamada entrante.

Se trataba de Fred. Atiendo

—Buenos días Frederick —lo saludo—¿ocurre algo?—

—Buenos días, director Owens—me devuelve el saludo— tengo que infórmate algo importante sobre el asusto—

—¿Qué pasa?—

— Lamento darle malas noticias.— dice antes de empezar— Tengo información que me indica que la señorita no ha salido de la ciudad, ingeniosamente a intercambiado vestimenta con alguna cómplice o conocida y Jhonatan a creído que se a marchado.—

— ¿Cómo saben que intercambió vestimenta y que sigue aquí?—

—Jhonatan la vió hace dos horas, frente a un café, en la parada de autobuses que va por la casa de sus padres.

— ¿¡Por qué demonios no me avisaron antes?!—

—Creo que en estos momentos la señorita Érika y usted están bajo el mismo techo que Elizabeth Hale.—

Estudio sus palabras y la hora en la que Jhonatan la vió.

*No hay duda de que está aquí *

Y entonces recuerdo un punto importante.

—Érika tomó el pasillo equivocado.

_______________________________
Hi!

Cumpliendo mi promesa, gentecisha aquí está el capítulo 24, espero les guste y gracias por su apoyo ⭐️.

100% mío/ 100% para ti.

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

59.8M 1.6M 21
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
613K 102K 76
Kylian Craig tiene claras dos cosas: enamorarse debilita y todo se puede negociar, así que cuando se da cuenta de que una de sus más grandes inversio...
1.9M 134K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
444K 28.8K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...