Alguien llamo a la puerta de mi habitación, era mi madre.
-¿Como estas cariño? - me pregunto con su voz tan dulce
-Bien, supongo - dije suspirando
-No te preocupes, sabes que tu padre es asi, pero yo estoy de acuerdo en que sigas tu sueño, te prometo encontrar manera vale? - me dijo ella muy comprensiva
-¿Enserio? - dije abrazandola ¡¡gracias gracias gracias!!- continué sin dejar de abrazarla
-No es nada - me dijo sonriendome
-Pero papa? - dije
-Pero papa nada, yo me encargo - dijo ella
-Gracias - repetí una vez mas abrazandola
Ella se fue, y estaba tan feliz.. queria contárselo a alguien, pero entonces me di cuenta, no tenía a nadie, por eso siempre recurria a la musica, era mi unica esperanza.
Sabia tocar el piano y la guitarra, pero casi nunca tocaba si mi padre estaba en casa, normalmente mi padre tenia reuniones y cosas del trabajo, asi que yo me sentaba en el salon con mi madre y le enseñaba mi trabajo.
Ella esta orgullosa de mi, piensa que puedo triunfar con la musica al igual que con la empresa, pero siempre me dice que siga mi sueño, que nunca lo deje y que tampoco deje que nadie se interponga en mi camino, ni siquiera mi padre.
Pasaron algunos dias.. nada cambio, yo seguia con mi madre dandome clases en nuestro sotano y mi padre seguia trabajando. Estaba en mitad de una leccion, mi madre me estaba dando fisica. Le iba a preguntar una duda, y en cuanto escucho la puerta, señal de que mi padre se habia marchado, no dudo ni un segundo en decirme lo que habia ideado.
-He hablado con tu tia - me dijo a susurros mi madre
-Esta bien? - dije preocupada
-Si, pero no te iba a hablar de eso, resulta que desde hace poco esta trabajando en un estudio de musica, para chicos de tu edad, la llamé, y se lo pregunte ella esta encantada de que te vayas con ella, y por supuesto ir al estudio.
Admiraba a mi tia, dedico toda su vida a estudiar musica, y ademas tenia una voz preciosa, ella decia que yo también, pero la suya era realmente bonita.
-¿Que! - dije sin saber muy bien si llorar de alegria abrazarla o cualquier cosa
-Como te cuento - dijo mi madre sonriendo al ver mi cara de incredulidad
-Dios mio, mi sueño mama eres la mejor - dije abrazándola, me habria pegado todo el dia asi
-No hay de que pequeña - me dijo ella dandome un beso en la frente
-Tengo una pregunta, y no es de fisica - dije riendo