Mi razón ; Shinsou Hitoshi

By Snowiiii-

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Pequeños relatos de la vida diaria entre Aleska De La Cruz y Hitoshi Shinsou. Una sabrosura latina y un aburr... More

Prólogo
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•mi razón para ser un héroe•
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🌸Ficha de personaje🌸
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Ingreso a la U.A. parte 1

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By Snowiiii-

Capítulo 42; cambio

La muchacha de ojos café se estiró en su asiento. Cerró los ojos y se recostó sobre la carpeta.

El chico a su lado apartó algunos mechones que tenía atravesados en su carita, elevando las comisuras de su labio contestando a la sonrisa de esta.

Pero la tranquilidad no duró por mucho tiempo, pues la chica se volvió a sentar cómo un resorte mientras se cubría la boca con ambas manos, sorprendida.

—¡Hitoshi!— Lo agarró de un brazo y comenzó a moverlo.

—¿Aleska? ¿Qué pasa?— Pestañeó con curiosidad por el motivo que la había puesto así.

—Necesito comerme una empanada.— El de orbes oscuros resopló.— ¿Qué? Es súper importante, me ha entrado una necesidad que no se va a ir hasta que la cumpla.— Explicó con suma importancia.

La conversación se cortó debido a que un alumno de la misma clase entró y cerró la puerta con demasiada prisa causando una conmoción en la habitación.

—¿Takumi? ¿Qué pasa?— Preguntó el presidente de la clase.— Aún no puedes cerrar la puerta, falta poco para que empiece la hora del profesor Mic.— Observó alrededor.— Además falta Harumi, ¿Dónde está? ¿No habían ido los dos juntos a recoger unas copias?— Se cruzó de brazos.

—E-Es Harumi, no dejen que entre.— Tartamudeo mientras pegaba su espalda a la puerta y se extendía lo más que podía.— Está rara...— Sus ojos temblaron.

—¿Qué?— Levantó una ceja, todos se acercaron para saber que estaba pasando.

—S-Sólo no dejen que entre.— Ni bien acabó de hablar un golpe sonó haciendo retumbar la puerta.

Desde su sitio al fondo del aula estaban la pareja atentos a la situación.

—¿Qué fue eso?— Preguntó el oji-violeta.

—¿Vamos a chismosear?— Propuso la americana con una gran sonrisa.

En ese momento rompiendo la puerta entró Harumi, con los ojos rojos y sacando vapor de la nariz.

Sus cuernos de toro estaban más puntiagudos que de costumbre, volviendola peligrosa.

—Oh no.— Fue lo último que se pudo distinguir antes de ocasionar la cadena de desgracias en el salón del departamento de Estudios Generales.

Harumi le clavó los cuernos a Mokoto, Mokoto cayó encima de Tsuki, quien a su vez activó su quirk en Akane que comenzó a tener un sarpullido grave que le pasó a Xue Zhi, el de intercambio se asustó tanto que liberó sus esporas.

—¡Xue Zhi está usando su quirk, todos abajo!— Gritó el vicepresidente alertando a todos.

De un momento a otro hubo una especie de explosión en la habitación, creando una nube de humo, que cuando se dispersó mostró al pobre alumno de intercambio inconsciente en el piso, además de los desastres que había ocasionado la chica.

—¿Qué?— La pequeña Harumi volvió a tener el control de si misma, con sus pequeños cuernos de vaquita, observó a todos lados, y después a Takumi, quien yacía desmayado debajo de ella.— ¡L-Lo siento!— Lloró de arrepentimiento la pequeña albina.

—¿Todos están bien?— El presidente se levantó mientras tenía su saco cubriendo su boca y nariz.

—Todos bien aquí.— Habló de la misma manera Sakura, quien ayudaba a sus compañeros que habían salido más afectados por la cadena de desastres.

—¡No puede ser!— Gritó Kanna mientras veía a Yuno.

—¡Noo!— Gritaron ambas al mismo tiempo.

—Bueno, van dos, ¿Alguien más fue afectado por el quirk de Xue Zhi?— Preguntó el presidente observando a todos.

—¿Nosotros?— Preguntó sin gracia el de cabello violeta.— ¿Más cliché que esto? Imposible.— Se cruzó de brazos.

—Aleska...— La castaña tenía el rostro pálido.

—¿Quién es Aresuka?— El de cabello morado levantó la mano.— ¿Shinsou?— La chica levantó la mano mientras se tapaba el rostro aún sin creérselo.— En fin, ¿Alguien más?—

Lo que había pasado hace un momento era que ambos habían cambiado de cuerpo, lo cual no sería gran problema si el susodicho estuviera despierto.

Todos observaron al extranjero, quien yacía dormido en el suelo debido al golpe que Harumi le había dado.

—¡Lo siento mucho!— Sorbió su nariz.

—¡GUYS ARE YOU READY FOR...— El rubio entró al salón, pero no siguió hablando debido al desastre que había.— ¿Están bien?— Preguntó bajando un poco sus gafas.

Los que estaban mejor ayudaron a los más afectados a ir con Recovery Girl, aunque el asiático aún no despertaba.

El vicepresidente se acercó a las dos parejas que habían sido afectados por el kousei del muchacho.

—Ya saben, el efecto se va a pasar por si mismo en unas 30 horas, asegurense de estar cerca para cuando este esté por acabar y puedan volver a sus cuerpos, sería mucho más rápido, pero Xue Zhi aún no despierta, así que simplemente tendrán que esperar a que se acabe por sí solo.— Dio las pautas.— No se olviden, estén solos sin nadie alrededor cuando el tiempo se esté por agotar, así no se volverán a cambiar con otras personas, ¿Alguna pregunta?— Los afectados negaron.—Bien, voy al receso a comer, no lleguen tarde a clase.— Se despidió.

Ah, bueno, teme cuidas.— Dijo con ironía el chico.

—Estar en el cuerpo de Yuno es muy raro.— Habló abrazandose a si misma.— Debe ser peor para ustedes.— La oji-azul comentó viéndolos.

—Está raro verme a mí misma en otra persona.— Con una mano en la barbilla contempló a la castaña.

—Aún lo estoy procesando.— La chica se quedó mirando un punto fijo.

—Voy a aprovechar el cuerpo de Kanna para romper con el chico que siempre la hace sufrir.— Rió para después comenzar a correr lejos.

—¡Yuno!— La siguió la otra chica.

—¡Eso mamona!— Rió el de cabello violeta.— Oye, tu risa es muy bonita, Shinsou.— Sonrió viendo al contrario.

—No digas cosas raras, vamos a comer.—

—Cómo quieras.—

Caminaron por los pasillos hasta llegar al comedor, dónde cómo nunca, se les acercó el grupo de amigos de la clase 1-A.

—Shinsou-kun, Aresuka-chan, ¿Cómo están?— Se acercó el de cabello rizado.

—Chicos, sabían qué-.— No pudo terminar de hablar antes de que la mexicana lo interrumpiera.

—Aleska y yo cambiamos de cuerpo.— Explico la situación antes de que se crearan malentendidos.

—Ay, pero si sólo quería hacerles una pequeña broma de nada, ¿Por qué eres así?— Hizo un puchero.

—No hagas esas expresiones con mi cara.— Le ordenó con el ceño fruncido.

—¿Cambio de cuerpo?— Preguntó Ochako.

—¿Cómo pasó eso, gero?— Le siguió Tsuyu.

—No somos los únicos, hubieron otras dos chicas afectadas por el quirk de un compañero.— Explicó.

—¿Un quirk que hace cambiar los cuerpos de las personas?— Los ojos le brillaron al peli-verde, por lo que la de cabello corto le explicó todos los detalles.

—Y Aresuka-chan, ¿Cómo se siente ser hombre?— Preguntó con interés la chica de corte bob.

—Uraraka-san, no puedes hacer preguntas tan personales.— Le llamó la atención el de lentes, pero fue ignorado por ambos.

—Mmm, se siente normal, sólo que siento un deseo de serme infiel, ya sabes, típico de los hombres.— Le restó importancia, haciendo que ésta riera.— ¿Qué dices? ¿Quieres ser mi vaca número 1?— Sonrió mientras bebía su botella de agua.

—Kyaa~ Aresuka-chan, ¿Qué cosas dices?— Rió mientras sus mejillas se volvían rosas.

—No uses mi cuerpo de esa manera.— Le reclamó su pareja.

—Shinsou~ sólo estamos jugando.— Rió.

—No eres la única que puede hacerlo.— Se giró y vio al de cabello bicolor.

Ambos se miraron por unos segundos para después mostrar una cara de asco.

—Puedes tener la apariencia de Aleska-san, pero es raro que seas tú, Shinsou.— Dijo antes de volver a concentrarse en su plato de soba.

Logrando que el ambiente se llenara de risas.

—Oh.— Recordó el de pecas.— ¿Y qué hay de sus quirks? ¿Pueden usar el propio o el del cuerpo en el que están?— Preguntó.

—Uhm.— Ambos se miraron.— ¿Tú que piensas?—

—Pues, según la teoría de que los-.— Quedó a la mitad debido a que el de cabello oscuro tomó el control, recibiendo un golpe por parte de la ranita para volver en sí.— ¿Significa que tienen el quirk del cuerpo en el que están, no?— Comenzó a anotar.

—Sí, ah.— Se dirigió a su pareja.— Te recomiendo que no uses mi telekinesis, puede ser peligroso si no sabes como controlarlo, jaja.—

—Pff, ¿Qué tan peligroso puede ser?— Trató de acercar su vaso con café usando el kousei de la chica.

El vaso voló a gran velocidad a su rostro, pegándole en la cara.

—¡Shinsou! ¡¿Estás bien?!— El grupo de amigos se acercó a la castaña, quien estaba tirada boca arriba en el suelo.

—¡Oye, Shinsou! ¡Cuidado con mi cara!— Le reclamó viéndola aún acostada.

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El de ojeras cerró la puerta del apartamento, con la castaña en sus brazos, cargada cómo si fuera un bebé.

—Eres un mimado.— Rió porque se había quedado avergonzado por el golpe que se dio en la mañana.

—Cállate.— Ocultó su rostro en el hueco del cuello y hombro.

—Bien, bien.— Caminó hasta la sala.— Micho, ya llegamos.— Llamó al felino.— Veamos a quien se acerca ahora, siempre va por ti primero, quiero saber si te reconocerá.—

—Por supuesto que sí.— Se bajó.

El minino llegó hasta ambos, quedando quieto un segundo para verlos a ambos, y después irse donde la castaña.

—Muy bien, Eraser.— Sonrió acurrucandolo en sus brazos.

—Increíble, gato ingrato.— Rió mientras iba a buscar algo de comer a la cocina.

El chico observó su cuerpo abrir el refrigerador, sintiéndose extraño por verse a sí mismo desde otra perspectiva.

—¿Qué tienes ahí?— Preguntó al ver como regresaba con dos vasos y cucharas.

—Gelatina para mi niño mimado.— Sonrió entregandole el suyo.

—Gracias.— Dijo simple comiendo.

Teniendo un momento agradable mientras conversaba.

—Oh, mi rostro está sucio.— Se acercó para limpiar con una servilleta el rostro delicado, quedando quieto mientras pasaba sus ojos del lugar sucio hasta los ojos de su pareja.— Shinsou...— Pidió antes de acercarse.

—¡Espera!— Utilizó sus manos para alejar el rostro del contrario.— ¿En qué estabas pensando?— Su rostro giró para evitarla.

—En besarte, por supuesto.— Explicó.

—No, no quiero.— Se negó.

—Ay, ¿Por qué?— Puso los ojos en blanco.

—Es raro, estar besando mi cuerpo en otro.— La observó de arriba a abajo.

—¿Es sólo eso? ¿No tienes curiosidad por cómo se sentirá besar desde el cuerpo de otra persona? Escuché que no es lo mismo besar a un chico o una chica.— Explicó con emoción.— Hay parejas que incluso usan un quirk de ese tipo para situaciones específicas y pagan un montón, y nosotros que lo tenemos gratis.— Agarró su brazo.— Vamoooos.— Suplicó.

El contrario pensó un poco y terminó por soltar un suspiro cómo respuesta.— Bien.— Los ojos del peli-morado brillaron.— Pero sólo un beso.—

—Sí, por supuesto, mi amor.—

Sostuvo el rostro femenino en sus manos acercándose para besar los labios del contrario.

—Es un poco raro.— Rió el de ojeras.— Pero no es que sea feo.— Volvió a besar los labios rosados antes de que respondiera.

Incluso agarró el cuerpo femenino subiendolo a sus piernas.

—¡Aleska!— Reclamó con enojo.

—Shinsou.— Rió.— Ya sé por qué te gusta tanto que me siente en tus piernas, me veo demasiado bien en esta posición.— Acarició las piernas de la castaña.— Sip, unas piernas grandes y sabrosas.

Las orejas de la de cabello corto comenzaban a calentarse, pero decidió quedarse callado y jugar el mismo juego.

Pasó sus brazos por el cuello masculino, juntando ambos labios, comenzando a moverlos lentamente, pero aumentando la intensidad de poco a poco.

Apretando las piernas en su cintura, pegándose el uno al otro aún más.

—Ah, espera.— Trató de separarse en cuanto sintió los besos en su cuello.— ¿Supongo que tu punto débil es tu cuello, verdad, Hitoshi?— Suspiró cerrando los ojos e inclinando la cabeza hacia atrás, dejándose llevar.

—¿Aleska?— Mordió el lóbulo de la oreja mientras pasaba una mano por debajo de la camisa.

Una gran carcajada salió de la garganta del japonés, casi al punto de derramar lágrimas.— Basta.— La tomó de los hombros, recibiendo una mirada confundida.

—¿Qué tienes?— Levantó una ceja.

—Creo que me puse duro.— Un silencio incómodo quedó por unos segundos.— Sabes, no es divertido cuando eres al que calientan y no el que lo hace.— Rió sin gracia.

—¿De qué parte estamos hablando?— La mirada contraria lo observó con ironía.— Bien, bien, ya entendí, bueno.— Se rascó la nuca sin saber como decirle esto.— ¿Qué tanto?—

—Cómo voy a saber eso, nunca se me había parado.— Respondió con obviedad.— Me está apretando, ¿Debo jalar el ganso o...?— Preguntó pensando en usar esta oportunidad para ver si le media más que el Town.

—¿Qué? No puedes tocar mi cuerpo sin mi permiso.— Se golpeó la frente.— Simplemente espérate a que pase.— Respondió simple.

—Pero.—

—Nada de peros, esperemos.— Suspiró cruzando los brazos en el otro lado del sofá.

—Ya no me está gustando esto, quiero mi cuerpo de vuelta.— Chilló.— Oye, ¿Y cómo haremos para ir al baño?— Preguntó dándose cuenta de ese detalle.

—No iremos hasta mañana.— Afirmó simple.

—¿Ah? Perdona otaku, pero yo me tengo que bañar todos los días.—

—No, sólo por un día no nos vamos a morir, simplemente aguanta y ya.—

—Pero, ¿Y cómo dormiremos?—

—Con el uniforme, no nos vamos a cambiar.— Aquella mirada seria no le gustó para nada a Aleska.

—Pero, Shinsou, aunque sea eso deberíamos hacer, cómo vas a arrugar el uniforme de la prestigiosa academia.— Trató de persuadirlo.— Si quieres nos vendaremos los ojos y dejaremos que el otro cambie su propio cuerpo, venga, dormir con esto será muy incómodo.—

Suspiró.— Está bien.—

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—¿Qué ropa usaré para vestirme?— Abrió su cajón.— ¿Tienes alguna preferencia? Yo estoy entre usar el polo de Barbie todo despintado y este short a medio romperse. Mi cuerpo se verá muy sexy.— Sonrió acercando la ropa.

—Lo que sea.— Habló con una bufanda haciendo de venda para los ojos.

—Ahora alza los brazos.—

Procedió a colocar la vieja playera, después de bajar el cierre de la falda, quitandolo.

—Uhm, ¿Qué pasa?—

—Creo que hay un cambio de planes, ya estás usando uno de mis shorts pijama, jaja.— Ordenó el uniforme en su sitio.— Olvidé quitarmelo para ir a la escuela hoy, ups.—

Sacó la bufanda de su rostro, viendo como esas largas pestañas se movían, sus ojos acostumbrandose a la luz.

—Bien, te toca.— Se ató la bufanda alrededor de los ojos.— Sólo tienes un cambio de ropa en mi casa, así que apresurate.—

Hitoshi agarró la ropa antes de observar el cuerpo femenino en el que estaba, el reflejo del espejo mostraba una figura bastante de su gusto, a pesar de llevar ropa simple.

—¿Hitoshi?— La voz grave llamó su atención, ayudando a cambiar de ropa a su propio cuerpo.

Que día más raro.

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Nuestra pareja favorita llegó a la escuela bastante animados.

—¡Buenos días, alegría! ¡Buenos días, señor sol!— Entró cantando el peli-morado.

—Parece que todavía no cambian de cuerpo.— Se acercó saludando el vicepresidente.—
Xie Zhi tampoco despierta todavía.— Suspiró.— Parece que Noga usó su quirk sin darse cuenta, por eso todos los que cayeron desmayado ayer no despiertan, pero ya lo llevaron a donde están ellos, así que si todavía no se han cambiado para ese momento él debería de poder ayudarlos.— Explicó.

—Muchas gracias.— Agradeció la castaña, feliz internamente por poder volver a su cuerpo.

—Hitoshi, ¿Me tendré que sentar en tu sitio o tú en el mío?—

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La risa alegre de la castaña se escuchó como eco en el armario del conserje.

El tiempo para que el efecto terminara ya estaba por acercarse, así que decidieron pedir permiso y buscar un lugar en el que nadie más pasara para ese momento.

—Extrañaba mi cuerpoo.— Siguió celebrando mientras pasaba sus brazos por el cuello del más alto.— Me amo, pero besarme a mi misma era muy narcisista de mi parte.— Dio un breve beso a los labios del de ojos oscuros.— Prefiero besarte a ti, chi cheñol.— Abrazo el cuerpo masculino bien formado.

—También, ahora sí puedes besarme todo lo que quieras.— Dejó salir una pequeña sonrisa.

La muchacha no perdió el tiempo lanzándose a devorar los labios del chico, quien la agarró por la cintura, pegandola y cargandola.

Pasó sus piernas por el torso firme de Hitoshi, pegándose más y sonriendo entre el beso.

—Sí, me gusta poner el agua a calentar y no entrar a bañarme.— Se lamio los labios para volver a besar su cuello con el objetivo en mente.

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—Amo mi cuerpo.— Sonrió bailando en el pasillo.— Mi pan su su sum.— Se movió al ritmo de la canción que cantaba.

—Concuerdo.— Ambos se miraron.— Hablo de mi cuerpo.— La chica rió.

El ambiente entre ambos se volvió bastante bueno.

—¿Sabes cuáles son los pasos para armar una bomba?— Preguntó, él negó.— Primero una mano en la cabeza.— Se llevó una mano a la cabeza.— Después una en la cintura.— Colocó la otra en la cintura.— Ahora un movimiento sexy.— Movió su cadera lentamente.— Y te empiezas a menear.— Bajó mientras se movía.

—Aleska...— No había pasado ni una clase desde que habían vuelto a su propio cuerpo y ya eran el centro de atención.

Para bailar esto es una bomba, para gozar esto es una bomba.— Bailo mientras cantaba.

El chico sólo pudo suspirar, la verdad ya no sabía que esperar de la mexicana.

—Vamos a comer.— Siguió el camino hacia el comedor.

—Hola, chicos.— Saludó el grupo del de pecas.— ¿Ya volvieron a la normalidad?— Preguntó mientras los veía, pero la castaña fue la que respondió.

Duró quiere que le de, una vaina loca, que me lleve a la gloria, nunca he sentido nada como esto en mi vida.— Dio vueltas mientras se movía al ritmo de su canción.

—Parece que sí.— Rió por la espontaneidad de la latina.

—No le hagan caso, desde que volvimos a la normalidad ha estado cantando, creo que es un efecto secundario.— Separó los palillos mientras contaba tranquilo la situación.

Tú me dejaste caeer, pero ella me levantó.— Los ignoró mientras cantaba otra canción.

Aresuka-chan es muy divertida.— Rió contagiada de la alegría de la otra castaña.— Aunque no la entienda.—

El ambiente se volvió bastante cómodo con las conversaciones del grupo de chicos.

Ella limpió mis heridas a tiempo, sano todos mis sufrimientos, por más que lo intentes no pienso romper con esa nena que me dice papii te quieroo.— Siguió con el mismo sentimiento.—

—Aleska-san es muy linda.— Habló Todoroki, provocando que el ambiente se tensara un poco.

—Tienes razón, mi novia es muy adorable.— Recalcó la palabra "mi novia" mientras lo observaba.

—Por ahora será tu novia, pero el que sea linda no cambia.— Los demás empezaron otro tema de conversación para evitar que ambos se peleaban.

—Tengo ganas de una fiesta en la que pongan reggaeton del viejito.— Lloró mientras se echaba en la mesa.— ¿Te vas a comer eso?— Señaló el trozo de cerdo en el plato de su pareja, este negó.— ¿Puedo?— Sus ojos cambiaron a los de un cachorro, este aceptó, dándole de comer.— Gracias, mi amor.— Agradeció después de terminar.

—No tengo cerdo, pero puedo ofrecerte este trozo de pollo.— Habló el bicolor, con el pedazo en sus palillos.

La chica se acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja y se inclinó abriendo la boca mientras cerraba los ojos.

No pasó la oportunidad de alimentarla, que dejó sorprendidos a todos, viendo la reacción del chico.

—Aleska.— Le reclamó.

—Hitoshi, lo siento, soy débil a la comida.— Lloró mientras saboreaba la comida y agarraba su brazo arrepentida.

El de quirk de fuego apuntó mentalmente eso, al igual que el chico que estaba sentado a una mesa de ellos, viéndolos.

Shinsou solo suspiró pensando en lo difícil que era tener una novia latina amante de la comida.

—Cómo sea.— Besó rápidamente sus labios con la intención de marcar terreno frente a sus rivales.

Los otros en la mesa chillaron y comenzaron a hablar de lo interesante que se veían los platos.

Si algo había entendido después de su corta separación, es que no debía bajar la guardia, que cualquiera podría llamar la atención de esta extravagante chica y se la llevaría de su lado.

Y aunque no lo demostrara, no quería perderla.


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